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EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 78 AGOSTO 2022

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trampa se había cerrado sobre su pie, con aquella sonrisa que

no podía quitarse ahora del rostro. Se sabía feliz pero habría

que contarle que tenía un hijo: “Pero ¿cuál es el problema?”,

dijo él abrazándola. Cuando un hombre se decide a vivir con

una mujer que tiene hijos, las mujeres suspiran y los hombres

dicen: ¡Qué ganas, cabrón, qué ganas!, Si se trata de echarse la

cuerda al cuello, cualquiera te la acerca. Y el hombre de esta

historia estaba ahí, dispuesto y caballero, apuesto y gentil. La

mujer dobló las pestañas, reventó toda en suspiros y haciendo

a un lado su enorme fortaleza de madre capaz de salir adelante

sola, se precipitó en un: ¡Va, viviremos contigo!

A la tercera semana de intenciones se derramó la mala

nota dentro de aquel apartamento de dos recámaras, en el piso

más alto de un edificio moderno, que el hombre había dispuesto

para que ella se mudara con su hijo. Pasó de ser una historia

de cuentos de hadas, a ser una nunca imaginada pesadilla. De

vivir en aquel cuarto que le prestaba la familia, para habitar

con su hombre un piso entero en un edificio en la mejor parte

de la ciudad. Creerse dueña de un espacio propio, como él se lo

hacía sentir, y subir por los elevadores sin ser vistos, en esa

privacidad que les brindaba estar en el último piso, ¿quién sube

sin ser invitado? Pero el niño rompió con el esquema del

romance entre la madre y el novio amante dueño.

Cuando el pequeño comenzaba a lloriquear de hambre,

de miedo, de tristeza o por el capricho de no quedarse solo en

su cuarto la madre solía correr a calmarlo: “Déjalo llorar, si

corres a verlo lo seguirá haciendo. Ya se acostumbrará”. Pero

ella se vestía con aquella bata transparente y se bajaba de la

cama "Que tal si le pasa algo"; y aquellos berridos que el niño

lanzaba pidiendo por su Mamá, apagaban las voces de

ratoncitos melosos que se iban devorando poco a poco entre las

sábanas, en la recámara nupcial de seda color vino y puerta

cerrada; aquel llanto iba creciendo desde los pulmoncitos y

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