EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 78 AGOSTO 2022
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
de dicho sentimiento. Su llanto venía de un lugar no corpóreo.
Del espíritu, si es que realmente existe. Solo paraba
cuando se ahogaba un poco por su propio llanto, sin aire por
algunos segundos y luego seguía gritando con más y más
fuerza. Ininterrumpidamente. La mujer intentaba alcanzarle,
sin éxito. El hombre, avergonzado, intentaba evitar que la
esposa llegara a su hijo y sostenía el pequeño cuerpo con
violencia.
¿Por qué tomaste tanto? preguntó enojado, aunque
él igual estaba borracho.
No lo sé, yo… no… Lo siento… Lo siento mucho….
repetía la misma frase mientras secaba sus lágrimas.
¿Tú… para qué tomar tanto?
Dámelo. Déjeme sostenerle. suplicaba la mujer con
pena, culpa, miedo, enojo… realmente incapaz de tomar a su
hijo; como si algo muy sensible la hubiera quebrado
profundamente.
¿Para que le dejes caer de nuevo?
La pregunta la alcanzó como un tiro en la cabeza. Madre
y recién nacido ahora parecían compartir la misma necesidad
de cobijo. O, al menos, eso percibía Mariana, completamente
absorbida. Obviamente, el clima de familia feliz fue
quebrantado por un solo golpe que les pegó fatal.
Exactamente en la mesa de al lado, había un claro
ejemplo de una pareja que no estaba “dando el ancho”. Mariana
y Ricardo se quedaron en silencio escuchando al bebé y a la
mujer por muchos minutos. Una inundación de miedos
sumergió con brutalidad sus planes que se transformaron en
un tifón de ansiedad que dañaría todo lo que encontrara en su
camino.
34