30.11.2022 Views

Las lealtades - Delphine de Vigan

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

«abuela» y «abuelo», delante de ti, detrás de nosotros, almuerzan o cenan,

pero no comen nunca.

Eso es lo que conté, con ese mismo desorden y en un torrente

ininterrumpido (a decir verdad, como quien lleva varios años sin abrir la

boca), para explicar al doctor Felsenberg la violencia de mi reacción cuando

descubrí que Mathis había bebido.

Sí, por supuesto, enseguida pensé que aquello le venía de mí, que era

culpa mía. No tiene aún trece años y bebe alcohol, ¿no es esa la prueba de que

algo dormita en su interior que está pidiendo surgir, rugir, algo que viene de

mí, por supuesto, de mi lado? Porque no me cabía la menor duda de que, si lo

hablaba con William, a buen seguro me haría esta pregunta: ¿de dónde le

viene?

Pero no tenía ningunas ganas de hablar con William.

¿De qué ha servido derrochar tanta energía y pasar tanto tiempo

adaptándome a las circunstancias, borrando en mí todo lo que perturbara los

oídos de mi marido y su familia, intentando transmitir a mis hijos expresiones

elegantes y modales refinados?

¿De qué ha servido decir «estoy seguro de que vendrá» y «anduve hasta

su casa» si hemos llegado a esto?

Página 42

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!