MOMENTOS 65
Bienvenidos a la nueva edición de la Revista Momentos, una bella publicación con los temas y personajes que apasionan a quienes aman lo mejor de la vida.
Bienvenidos a la nueva edición de la Revista Momentos, una bella publicación con los temas y personajes que apasionan a quienes aman lo mejor de la vida.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
PERSONAJE
“El periodismo que ejercimos
hace 30 años ya no existe”
POR FERNANDO MOTTA
Gabriel Briceño confiesa que
desde niño fue aficionado a
los deportes, especialmente al
fútbol, y también practicaba patinaje y
atletismo. Coincidió que en ese tiempo
su papá era suscriptor de la revista El
Gráfico, de Argentina, y cuando leía las
historias que escribían del fútbol de ese
país y del deporte mundial, empezó a
cultivar el gusto y la pasión por la que,
más adelante —luego de terminar el
bachillerato y después de prestar el servicio
militar— se convirtió en su carrera
profesional. Estudió Comunicación
Social y Periodismo en la Universidad
de La Sabana y se especializó, con el
ejercicio en destacados medios, en el
periodismo deportivo que llevaba en
sus venas.
¿Quiénes fueron sus maestros en el
periodismo deportivo?
Con Fernando Araújo Vélez, amigo
y colega, fuimos compañeros en La
Prensa, y aprendí mucho de él. Es escritor
y lo he admirado desde antes de
trabajar juntos. También Germán Arango,
con quien estudié y me dio la posibilidad
de trabajar, él estuvo en Noticias
Uno varios años, es catedrático, fue mi
primer jefe, me ayudó de manera notable
y le agradezco infinitamente que
me haya abierto las puertas. Después
tuve a Fabio Poveda Márquez, barranquillero,
ya murió, escribía en El Heraldo
y era el corresponsal en Colombia de la
revista El Gráfico, era un maestro porque
manejaba bien todos los géneros,
era bueno en radio, escribiendo y haciendo
televisión.
Háblenos de su trayectoria periodística
Terminé mis prácticas en el diario
La Prensa y allí firmé mi primer contrato
como periodista. Estando ahí
hubo unas crónicas que le gustaron a
la Editorial Voluntad, ellos estaban con
la idea de publicar unos libros sobre
deportes y tuve la fortuna de participar
en esa colección: Momentos Estelares
del Deporte y Momentos Trágicos del
Deporte. Con esta editorial escribí algunas
historias de grandes deportistas
olímpicos como Abebe Bikila, que fue
el primer campeón del maratón en los
Juegos Olímpicos en correr descalzo, lo
hizo en Roma 1960. También hice una
crónica sobre Bruce Lee que le encantó
a la gente de la Editorial Voluntad y me
propusieron trabajar en su empresa.
Fue chévere porque en ese momento
me hicieron una contrapropuesta en
La Prensa. Luego, un compañero de la
universidad, Carlos Gracia, me llamó
un día y me preguntó si quería trabajar
en un periódico nuevo que iba a salir,
el famoso Diario Deportivo, me sonó
porque era un gran desafío. En 1993 comencé
mis labores allí y fue una de las
mejores épocas de mi vida profesional.
Tuve la posibilidad de hacer el primer
cubrimiento internacional en la Copa
América de Ecuador de 1993, y entrevisté
en exclusiva a Pelé. Luego vino el
cubrimiento del 5-0 de la Selección Colombia
contra Argentina, algo tremendo
porque era un resultado que nadie
se imaginaba en Buenos Aires.
¿Qué satisfacciones le ha brindado
esta profesión?
He podido cumplir varios sueños,
por ejemplo, en la Copa América del
2001 que se realizó en Bogotá, para la
final hice una nota exclusiva con Diego
Maradona por un detalle que marcó la
diferencia: Maradona llegó al estadio y
estaba repleto de periodistas, esperándolo.
Había un pasillo de unos diez metros,
él tenía guardaespaldas adelante
y atrás, y los periodistas empezaron a
preguntarle: “Maradona, unas palabras
para tal medio, ¿qué opina de la final?”…
y él seguía caminando, yo estaba
al final del pasillo… de pronto se me
prendió el bombillo y dije “tengo que
jugármela acá” y le solté una pregunta:
“¿El Diego de la gente qué quiere decirle
a la gente de Colombia?” Cuando
él escuchó, me volteó a mirar y se vino
a donde estaba y me dio la entrevista a
mí, fueron como tres minutos, además
era un personaje supremamente difícil
y fue una bendición de Dios lograr sus
respuestas. Y el cabezazo, ¿sabes por
qué fue? porque hacía unos seis meses
él había sacado un libro autobiográfico
que se tituló: Yo soy el Diego de la gente,
y en ese momento estaba promocionando
su libro.
REVISTA [25] MOMENTOS