MOMENTOS 65
Bienvenidos a la nueva edición de la Revista Momentos, una bella publicación con los temas y personajes que apasionan a quienes aman lo mejor de la vida.
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PSICOLOGÍA
Cuando nos duele una muela sabemos al instante
que debemos agendar una cita con el odontólogo.
Lo mismo aplica para el dolor corporal. Resulta fácil
identificar cuando se tiene un dolor de cabeza, si
nos caemos o si sentimos que algo no está bien en nuestro
cuerpo inmediatamente sabemos que podemos solicitar una
cita médica para que puedan revisarnos y saldremos con el
quebranto de salud solucionado, pero, ¿por qué no sucede
lo mismo cuando requerimos ayuda psicológica? ¿Por qué es
tan difícil de reconocer?
Aceptar que se necesita apoyo psicológico es un proceso
complicado y supremamente personal. Solo cada individuo
es capaz de identificar sus emociones, sus cambios de estado
de ánimo y en qué situaciones cree que tiene las herramientas
para hacerle frente a los momentos difíciles sin respaldo
profesional.
Para contextualizar, considero que primero es importante
entender lo que es la psicología y, más específicamente, la
psicología clínica. La psicología es una ciencia que estudia
el comportamiento del ser humano y, como cualquier otra
ciencia, tiene múltiples aplicaciones en diversos ámbitos de
la vida, entre ellos el educativo, el social, el jurídico, el organizacional
y, por supuesto, el clínico.
La psicología clínica es el área que se encarga de la parte
de evaluación, formulación y tratamiento de asuntos psicológicos
y de salud mental. Además, tiene como objetivo restaurar
las conductas en desajuste de los individuos, así como
impactar positivamente en el equilibrio psicológico de las
personas. Veamos algunas razones que deben ser dignas de
un segundo análisis y de un momento de introspección a la
hora de decidir buscar apoyo.
Claves para saber si necesito ayuda psicológica
• Si sientes que tus problemas te sobrepasan. Cuando
tienes la sensación de que las situaciones se vuelven más
grandes que tú y crees que no puedes tomar decisiones sensatas
porque, sencillamente, te mantienen abrumado.
• Cuando sientes un dolor emocional profundo. En este
punto puede ser necesario reconocer algunos criterios como
la duración, la intensidad, el grado de afectación y la frecuencia
de los síntomas. No es lo mismo sentirse de esta forma
una vez al mes, que percibirlo intensa y continuamente durante
las últimas dos semanas, por ejemplo.
• Ya no disfrutas de situaciones y actividades que antes
solías percibir como agradables.
• Pensamientos negativos constantes y repetitivos que
sientes que simplemente no puedes silenciar.
• Tus rutinas se han modificado drásticamente. Esto puede
hacer referencia al deterioro del sueño, a los malos hábitos
alimenticios y a los cambios en la higiene personal.
• Cuando percibes que tu calidad de vida se ve afectada
a raíz de pensamientos destructivos y recurrentes.
• Si sientes que ya no te reconoces. Te sientes confundido.
No sabes quién eres, qué quieres o qué necesitas.
• Escucha tus instintos. Si la idea de buscar ayuda psicológica
profesional está rondando por tu cabeza puede ser un
buen impulso para asistir.
¿Para qué ir a terapia?
• Es un espacio de cuidado propio que ayuda a conocerse
a sí mismo. La psicoterapia permite tener momentos de
introspección para identificar qué características te definen
como individuo, cuáles son tus principales fortalezas y debilidades,
y cómo potenciar tus cualidades.
• Aprender a responder a los cambios de la vida. La terapia
otorga herramientas que permitirán afrontar de una mejor
manera situaciones adversas.
• Te permitirá reconocer y enfrentar miedos.
• Da una guía para una óptima toma de decisiones.
• Te ayuda a revisar de manera organizada situaciones ya
vividas que podrían repercutir en tu estado actual.
A diferencia de ir al médico, asistir a terapia es un proceso
que puede realizarse aunque no te sientas “enfermo” o sientas
que estás en un conflicto muy grave. También sirve para
adquirir habilidades comunicativas, lograr capacidades para
resolver conflictos y potencializar destrezas que ya poseas.
Ten presente que buscar este tipo de ayuda no es sólo para
personas que estén pasando por un trastorno mental o que
atraviesen una situación de extrema tristeza y dolor. Existen
múltiples habilidades que pueden ser trabajadas en terapia.
REVISTA [41] MOMENTOS