Trobairitz 2 - 2023 MAY
No es silenciar a otros para hacer oír nuestra voz: Es tener el espacio en nuestros oídos para escucharnos todos, para no acallar a nadie y, de esa manera, elegir a quienes queremos seguir oyendo. Cancelar las voces de otros autoriza a los otros a cancelar mi voz. https://www.instagram.com/trobairitzmagazine/
No es silenciar a otros para hacer oír nuestra voz:
Es tener el espacio
en nuestros oídos
para escucharnos todos,
para no acallar a nadie y,
de esa manera, elegir a quienes
queremos seguir oyendo.
Cancelar las voces de otros
autoriza a los otros
a cancelar mi voz.
https://www.instagram.com/trobairitzmagazine/
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Guadalupe Fernández
VENEZOLANA HONRA
LA PATRIA ARGENTINA
CON SUS LETRAS
Querida Argentina:
Han transcurrido tres años desde mi llegada
a tu suelo y en este tiempo he aprendido
a quererte desde el conocimiento.
Todo comenzó con la lectura del preámbulo
de tu Constitución, cuya introducción me
permitió entender que el amor a un país depende
del ejercicio de la propia conciencia, debido
a que esta proyecta: identidad, autoestima
ciudadana, respeto por uno mismo, respeto hacia
las autoridades y bienes públicos.
Me hiciste comprender que la calidad de
vida de un país depende del empoderamiento
del Derecho, pero también de la consolidación
del deber en el hacer honesto de todos, autorizándonos
a aceptar la realidad con equilibrio
entre las semejanzas y las diferencias. Tú, al
igual que mí tierra natal, albergas dolor, tristeza,
belleza y alegría dentro de tus hijos.
Ambas tamizan el dolor del pasado y del
presente según sus costumbres. Tú, a través de
reuniones en casa de amigos quienes al llegar y
entrar se saludan entre si tanto hombres y mujeres
con un beso, sin distingo, y así pasar un
momento agradable de asados y brindes con
vino. En mí país, en medio de playa y cerveza
con pescado o tal vez patacón y cuando el dinero
no alcanza cualquier panadería de alguna
esquina, resulta en un buen lugar para la congregación.
Tus hijos desaguan el stress compartiendo
su mejor instante con un mate, el cual
parece más bien la pipa de la paz donde se desnuda
el dictamen del día. Nosotros, los venezolanos,
con un café.
A las dos les mueve la pasión por una
pelota confrontando, en Argentina a gallinas y
bosteros o los también conocidos diablos y académicos
del fútbol y los venezolanos enfrentando
a leones y navegantes o cardenales y tiburones
del baseball.
Ambas naciones comparten el mismo género:
llevan nombre de mujer, bendecidas con
exuberante belleza, riquezas materiales y humanas;
fuertes y sensibles, queridas, pero nunca
amadas, sí muy utilizadas, tierras a las que siempre
se les prometió y rara vez o nunca se les
cumplió.
Los dos territorios ricos: tú Argentina
eres tan rica que hasta tus vacas comen acostadas,
ya que tu suelo es tan abundante en humus
que el pasto crece en calidad y abundancia.
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