You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
káiser Guillermo II de Alemania y las nuevas autoridades del gobierno
revolucionario de los bolcheviques rusos (Lenin y Trostsky)firmaron un forzado
armisticio por el que Rusia cedía ingentes territorios suyos no solo a Alemania
sino a los imperios de Europa Central como el austro-húngaro. A Sergei este
tratado de paz le pilló en la capital de la nación báltica Lituania Vilna. Sus
inmediatos oficiales le dijeron que esta refriega se había acabado y que podían
regresar a sus casas cuando lo desearan. Serguei al escuchar esta orden no se lo
pensó ni tres veces. Emprendió de forma inmediata a su casa, a la que llegó
después de una y mil penalidades. Plasov estaba muy cerca de Leningrado. Ésta
se llamaba antes San Petersburgo. Una mañana un carro tirado por dos caballos
percherones le dejó como a unos doscientos metros de su casa. Al ver al
jardinero Luka éste no se lo podía creer: "¿de verdad qué es usted señor Sergei?
" "Sí, soy yo. Él mismo" respondió Sergei. "¿No os acordáis de mí?" "Sí, pero
con mucha pena, porque no habíamos vuelto a tener noticias de usted. Le
dábamos ya por desaparecido o incluso por muerto..." "¡Pues, ya ves soy el que
necesariamente tuvo que irse por mor del maldito y asqueroso conflicto bélico!
¿Cómo están mis padres y mis herman@s?" "Bien, muy bien señor Sergei. Le va
a dar una gran sorpresa y a la vez una enorme alegría. ¿Desea que le
acompañe?" " No, no es necesario. Muchas gracias. Cuando Sergei llamó a la
puerta una voz muy femenina se oyó desde entro "¿Quién es?" "¡¡Soy yo
Serguei!!" Entonces, al otro lado de la puerta Serguei escuchó murmullos que no
llegó a entender. Al cabo de unos minutos Violeta, una de las criadas de su casa,
la abrió. No podía creerse que el hombre demacrado y sufriente fuera el señor
Serguei. Era tal la sorpresa que no podía articular palabra, pues estaba muda.
Él la saludó como siempre y se dirigió acompañado de la propia Violeta al cuarto
de estar donde se encontraba su familia. Ésta se sorprendió. No sabía que decir.
Su madre Chestokowa se levantó e inquirió al "extraño" "¿Quién es usted?". A
lo que Sergei respondió "¿no me conoces madre?¡¡Soy, tu hijo Serguei!!
Entonces, tanto su madre como todos los que se encontraban en esa habitación
no supieron qué hacer. Estaban paralizados por el muy inesperado encuentro.
¡¡No, no lo esperaban!! ¡¡Claro que no!!
Miguel Ángel Cáceres García