74 Sábado. 8 de marzo de 2014 • LA RAZÓN Reyes sin trono Los Bonaparte Amadeo-Martín Rey y Cabieses Doctor en Historia Gente del sábado Más allá del legendario Napoleón, la dinastía de los Bonaparte contrajo estratégicos y ventajosos matrimonios con antiguas casas reales. El díscolo de la familia es Carlos: un republicano al que su padre apartó de la sucesión y que ahora se enfrenta a su primogénito Padre e hijo, enfrentados por la jefatura Los Bonaparte, en una sola generación, ascendieron de la pequeña nobleza al trono, repartiéndose coronas y enlazando con viejas casas reales, ganando tronos (y perdiéndolos), por la vía de las armas, y manteniendo un estatus igual al resto de familias reales. Había en casa de mis abuelos un álbum de la emperatriz Eugenia, con sus armas en ébano y oro, repleto de fotografías de la realeza europea, con quienes ella y su marido Napoleón III se relacionaban. Me sorprendía cómo en pocos años habían llegado a ser respetados por la reina Victoria de Inglaterra o por Isabel II de España, y por otras muchas testas coronadas. Me impresionaba también el cuadro de David donde Napoleón I se autocorona emperador en presencia su familia y ante Pío VII, a quien mantuvo prisionero hasta el Concordato de Fontainebleau en 1813. Su madre, «Madame Mère», en un palco, no estuvo en realidad en la ceremonia, molesta con Napoleón por sus fricciones con sus hermanos José y Luciano. Al caer Napoleón I en 1815 su único hijo legítimo, Napoleón (II), habido con su segunda esposa María Luisa de Austria, se convirtió en prisionero de su propio abuelo Francisco I. Ella recibió el Ducado de Parma conservando el tratamiento de Majestad, pero el llamado duque de Reichstadt no sucedió a María Luisa como duque de Parma y tampoco fue emperador. Metternich se ocupó de ello y de que en la corte vienesa se le llamase Karl y se le tratase de Alteza Serenísima y no de Alteza Imperial. Murió tuberculoso a los 21 años, sin descendencia. Mientras, en Francia se sucedieron Luis XVIII y Carlos X, hermanos del guillotinado Luis XVI, y ya reinaba Luis Felipe, destronado en 1848. Un disfraz para huir de la cárcel A Napoleón (II) le relevó José, hermano mayor de Napoleón, antiguo rey de Nápoles y de España, en dorado exilio en los Estados Unidos. A su fallecimiento en 1844 su hermano Luis Bonaparte, ex rey de Holanda, asumió la jefatura de la Casa hasta su muerte en 1846. Había casado con Hortensia, hija de Josefina –primera esposa de Napoleón– y de su primer marido el vizconde Alexandre de Beauharnais, guillotinado durante el UNA POLÉMICA CORONACIÓN La ambición de Napoleón I, tan bien plasmada en este retrato de Dominique Ingres, le llevó a autocoronarse emperador ante Pio VII, a quien mantuvo prisionero hasta el Concordato de Fontainbleau Terror, cinco días antes que Robespierre. Luis y Hortensia tuvieron tres hijos. Luis Napoleón, tras varias aventuras, incluida cárcel en la fortaleza de Ham –de donde escapó disfrazado– fue elegido presidente de la Segunda República, proclamándose emperador en 1852. El París de hoy, con sus amplios bulevares, es obra suya y del barón Haussmann. Napoleón III casó con Eugenia Palafox Portocarrero de Guzmán y Kirkpatrick, condesa de Teba –entre otros títulos–, conocida como Eugenia de Montijo. Aliado a Inglaterra derrotó a Rusia en Crimea y a Austria en Solferino, aunque su apoyo a Maximiliano de México acabó mal. En 1870 Napoleón III comandó sus tropas frente a Prusia, perdien- LUCHA SUCESORIA Sus convicciones republicanas, su cambio de apellido y su segundo matrimonio sin el permiso paterno, hicieron que Carlos (arriba) fuese apartado de la sucesión por su propio padre, quien legó la jefatura en su nieto Juan Cristóbal (abajo) do el trono tras ser derrotado en Sedán. Refugiado en Inglaterra, falleció en 1873. La emperatriz murió en el madrileño palacio de Liria en 1920, y su único hijo Napoleón (IV) Eugenio, príncipe Imperial, en 1879, alanceado en Zululandia, donde había ido como oficial británico. Desde entonces fue jefe de la Casa el anticlerical Napoleón José, príncipe Napoleón –llamado «Plon-Plon»– hijo del mujeriego Jerónimo Bonaparte, rey de Westfalia, presidente del Senado en tiempos de Napoleón III –hermano menor de Napoleón I– y de su segunda mujer Catalina de Württemberg. Plon-Plon, que fue embajador en Madrid, casó por razón de Estado –para reforzar la unión Francia-Italia– con la religiosísima Clotilde de Saboya, hija de Víctor Manuel II de Italia. Desde 1886 los Bonaparte fueron desterrados de Francia. Napoleón (V) Víctor, hijo de Plon-Plon, jefe de la Casa desde 1891 y durante 35 años, casó con Clementina de Bélgica, siendo padres de Luis Napoleón, quien en 1939, año de disolución del Partido Bonapartista, y teniendo prohibido enrolarse en el Ejército, lo hizo en la Legión Extranjera. Miembro de la Resistencia, encarcelado por la Gestapo, herido y condecorado con la Cruz de Guerra y la Legión de Honor, deportista, piloto, arqueólogo submarino, casó en 1949 con Alix de Foresta. Abolida la Ley de Exilio en 1950, pudieron instalarse en Boulogne-Billancourt, donde nacieron los gemelos Carlos y Catalina, primeros Bonaparte nacidos en Francia en casi un siglo, bautizados en los Inválidos por el Nuncio Roncalli, ahora Beato Papa Juan XXIII. Carlos, príncipe Napoleón, doctor en Economía, presidente del ALIANZA FRANCOITALIANA Plon-Plon se casó con Clotilde de Saboya por razones de Estado «Souvenir Napoleonien», autor de varios libros, candidato a alcalde de Nemours y antes a alcalde de Ajaccio y concejal de esa ciudad, casó civilmente con Beatriz de Borbón- Dos Sicilias, hija del duque de Castro, de la que se divorció en 1989, casándose luego con la corsa Jeanne-Françoise Valliccioni –de quien ya tenía una hija– previamente divorciada de Erik Langrais. El republicanismo de Carlos, su divorcio, su segundo matrimonio sin permiso paterno, y su cambio de apellido de Napoléon-Bonaparte a Napoléon, hicieron que su padre, fallecido en 1997, basándose en el Senatus Consultus (7 de noviembre de 1852) y en el Estatuto de la Familia Imperial (21 de junio de 1853), confiase en su testamento la jefatura a Juan Cristóbal –hijo de Carlos– Bonaparte y descendiente de Luis XV y de Luis Felipe. Carlos no admite haber sido apartado. Para él, como el divorcio no existía en el Segundo Imperio, no puede tenerse en cuenta para relegarlo de la sucesión, y aunque no desea conflictos con su hijo dice que la tradición de los Bonaparte es clara: el hijo mayor sucede al padre. Tesoros palaciegos Ricos palacios ocuparon los Bonaparte: las Tullerías (izda.), Napoleón III y Eugenia, el Palais Royal, el rey Jerónimo y su hijo Plon Plon, Compiègne, donde está el famoso Winterhalter de la Emperatriz Eugenia con sus damas, Versalles…, Wilhelmshohe en Cassel, habitado por Jerónimo, el palacio Serristori de Florencia o el Bo naparte de Roma. Durante su reinado y después compraron otros como el de Malmaison (junto a estas líneas), adquirido por la emperatriz Josefina, el de Navarre, comprado por Napoleón para ésta, sin olvidar el de Mortefon taine, de José Bonaparte, el de Arenenberg, de la reina Hortensia, o el de Prangins, en Vaud, Suiza, entre otros.
LA RAZÓN • Sábado. 8 de marzo de 2014 75