Semana Santa 2000. - FundaciÃ³n GermÃ¡n SÃ¡nchez RuipÃ©rez

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E n defensa de una Semana Santa Procesional bien entendida por FRANCISCO JAVIER BLÁZQUEZ VICENTE Cuando en estos días de la Semana Santa, Peñaranda entera celebre la Pasión de Cristo, al llevar por sus calles y plazas las imágenes procesionales, estará manifestando plástica, pública y fervorosamente que siguen existiendo, como en tantos y tantos lugares de España, hombres y mujeres dispuestos a recordar que el Hijo de Dios murió en una cruz para redimirnos del pecado. Cuando en estos días las gentes de la villa acudan a su parroquia de San Miguel, a las ermitas o capillas conventuales a participar en los actos piadosos que rodean la liturgia del triduo sacro, estarán siendo depositarios, como otros muchos cofrades y fieles cristianos, de unas tradiciones de piedad popular que siguen siendo válidas dentro de la Iglesia. Cuando en la mañana de la Pascua se inicie desde la ermita del Humilladero la procesión del «Encuentro», los cofrades peñarandinos proclamarán colectivamente que Cristo ha resucitado. Esta expresión de la piedad popular en la Semana Santa, con sus diversas manifestaciones, no puede ser patrimonio del pasado ni una tradición que por su hermosura merezca ser perpetuada. Es, y debe seguir siendo, un medio de participación religiosa en la vida de la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica, compendio de la fe cristiana, así lo proclama: el sentido religioso del pueblo cristiano, en todo tiempo, su expresión en formas variadas –entre las que figuran las pro - cesiones– prolonga la vida litúrgica de la Iglesia. A u n q u e también añade: pero no la sustituye. Aquí puede estar el exceso de una piedad popular mal entendida: creer que basta con esos gestos externos, que son las procesiones y devociones populares, cuando la liturg i a , por su naturaleza, está muy por encima de ellas. Se necesita un discernimiento pastoral para sostener y apoyar la religio - sidad pastoral, y llegado el caso, para purificar y rectificar el sentido religioso que subyace en estas devociones, para hacerlas progresar en el conocimiento del Misterio de Cristo (números 1.674, 1.675, 1.676). Y en el caso de las cofradías penitenciales está muy claro. Las imágenes de Jesús Nazareno, el Cristo del Humilladero, Nuestra Señora de la Soledad y de la Esperanza, el Santísimo Cristo de la Cama, por citar algunas de las más señeras, arropadas por cofrades y devotos, suscitan a su paso los más nobles sentimientos y emociones. Los fieles llenan las calles para ver pasar a Cristo y a su Madre dolorosa. Las gentes más sencillas se santiguan cuando llegan a su altura y más de una lágrima furtiva humedece los rostros solidarios de aquellos que sienten en su entraña tamaña injusticia y vejación... ésta es la esencia de la religiosidad popular en la Semana Santa. Tanto derroche de belleza de sentimiento no puede ser, espiritualmente, estéril. Deberíamos preguntarnos si conduce a profundizar en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Si invita a una participación en la liturgia del triduo sacro y lleva a un compromiso cristiano de caridad con el prójimo. En la medida que así sea, procesiones y cofradías podrán presentarse, ante la comunidad cristiana, como medios propicios y eficaces para el desarrollo de un compromiso cristiano en el seno de la Iglesia. Si por el contrario, como dijo Juan Pablo II en su visita al Rocío en junio de 1993, estas celebraciones populares se desligan de las raíces evangélicas de la fe, reduciéndola a una expresión folclórica o costumbrista que traiciona su ver - dadera esencia, estamos ante una incoherencia de la práctica cristiana que debe ser reconducida. La celebración popular de la pasión, muerte y resurrección de Cristo es tan rica y tan plural que encierra infinidad de valores. La tradición antropológica, el patrimonio artístico y el legado histórico, son aspectos que hay que conocer y potenciar. Si tenemos claro lo fundamental, podemos enorgullecernos de tener los desfiles más bellos y las imágenes más artísticas. La vida religiosa forma parte de la cultura de los pueblos. La fe cristiana no puede quedar desarraigada del simbolismo y de las manifestaciones externas. El mismo Papa, Juan Pablo II, así lo reconoce: una fe que no se hace cultura, es una fe no plenamente acogida, no totalmente pen - sada ni fielmente vivida. Por eso, es necesario empeñarse en superar la fractura entre el evangelio y la cultura a través de un trabajo de inculturación de la fe que alcance y transfor - me, mediante la fuerza del evangelio, los criterios de juicio, los valores determinantes, las líneas de pensamiento y los modelos de vida, de modo que el cristiano siga ofreciendo al h o m b re de la sociedad industrial avanzada el sentido y orientación de la existencia. Las cofradías de penitencia, con sus procesiones de Semana Santa, son un medio potencialmente valiosísimo para poder cumplir esta misión. También en Peñaranda. La consecución de estos ideales se presenta ante los dirigentes y consiliarios de las cofradías como el principal reto para el milenio que se inicia. Y ante esta Semana Santa, la del gran año jubilar, no nos queda más que volver con renovada esperanza nuestra mirada al Señor.A ese Cristo crucificado que nos abrió las puertas de la vida. A ese Cristo resucitado que fundamenta y da sentido a nuestra práctica Cristiana. 5
C O F R A D Í A Santo Cristo del Humilladero Día 18. Martes Santo cuya puerta se celebrará la ofrenda de las velas por todos los niños. Traslado Santo Cristo del Humilladero y Ntra. Sra. de las Lágrimas O rg a n i z a : Cofradía Santo Cristo del Humilladero. H á b i t o : Túnica roja, con cíngulo de tela negra, capa, capuchón, guantes y zapatillas n e g r a s . Pasos: Santo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de las Lágrimas. S a l i d a :21,15 h. de la Ermita del Humilladero. I t i n e r a r i o : Ermita del Humilladero, Ntra. Señora, Carmen, Plaza España, Cerrajeros, Isabel La Católica, San Luis e Iglesia de San Luis. Citación cofrades: 20,45 h. Santo Cristo del Humilladero Día 21. Viernes Santo Procesión de las Velas O rg a n i z a : Cabildo Santo Cristo del Humil l a d e r o . P a s o s : Santos Cristos de San Luis y Humil l a d e r o . Salida: 11,30 h. Iglesia de San Luis. Itinerario: San Luis, Gómez de Liaño, Plazas, Carmen, Ntra. Señora y Ermita del Humilladero. Los Santos Cristos se despedirán frente al Ayuntamiento, continuando el Santo Cristo del Humilladero en procesión hasta su Ermita, en 6
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