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Edición 07 de Octubre de 2015

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Diario Co Latino Miércoles 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />

14<br />

OPINIÓN<br />

Publicación <strong>de</strong> la Cooperativa <strong>de</strong> Empleados <strong>de</strong> Diario Co Latino <strong>de</strong> R. L.<br />

23 Avenida Sur No. 225 San Salvador<br />

www.diariocolatino.com<br />

facebook.com/diariocolatino<strong>de</strong>rl<br />

@DiarioColatino<br />

Director:<br />

Jefe <strong>de</strong> Prensa:<br />

Coordinadora <strong>de</strong> Redacción:<br />

EDITORIAL<br />

Se inicia el <strong>de</strong>bate<br />

sobre las pensiones<br />

El gobierno <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Salvador Sánchez Cerén tomó la<br />

acertada <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> realizar un “diagnóstico <strong>de</strong>l sistema<br />

<strong>de</strong> pensiones” y para ello ha iniciado una importante y<br />

oportuna discusión con los distintos sectores <strong>de</strong> la vida nacional.<br />

Obviamente, los sindicatos <strong>de</strong> trabajadores y las asociaciones <strong>de</strong><br />

empleados <strong>de</strong>ben ser, en su or<strong>de</strong>n, las más importantes.<br />

Y es que el <strong>de</strong>bate era necesario iniciarlo seriamente, técnica y<br />

profunda, dado que, la <strong>de</strong>recha oportunista, con tal <strong>de</strong> poner al<br />

beneficiado, es <strong>de</strong>cir, los jubilados y los futuros jubilados contra el<br />

Gobierno, y una posible propuesta <strong>de</strong> reforma, comenzó el <strong>de</strong>bate<br />

<strong>de</strong> forma muy superficial.<br />

En primer lugar, pusieron ante las pantallas <strong>de</strong> la televisión a<br />

personajes con un pasado sindical dudoso, junto a los voceros<br />

<strong>de</strong>l partido ARENA y <strong>de</strong> la ANEP, a repetir que “la reforma <strong>de</strong>l<br />

Gobierno lo que buscaba era confiscar los ahorros <strong>de</strong> pensiones<br />

<strong>de</strong> los trabajadores”.<br />

Un Gobierno pue<strong>de</strong> robarle los ahorros <strong>de</strong> pensiones a los<br />

trabajadores, por la forma técnica como se manejan, y porque al<br />

fin y al cabo, es el Gobierno el que termina dando las pensiones<br />

mínimas a los jubilados.<br />

Actualmente, como lo hemos expresado anteriormente en<br />

otros editoriales, el Gobierno otorga pensiones al 70% <strong>de</strong> los<br />

pensionados, pese a que solo recibe el 2% <strong>de</strong> las cotizaciones.<br />

¿Cómo pue<strong>de</strong> un Gobierno tener una carga <strong>de</strong> semejante<br />

magnitud, sin recibir cotizaciones?<br />

Es más, es <strong>de</strong>bido a esta gran carga y responsabilidad a la vez, que<br />

el Gobierno, año con año, se ve obligado a requerir <strong>de</strong> los fondos<br />

<strong>de</strong> pensiones que manejan las AFPs, cerca <strong>de</strong> $400 millones,<br />

fondo que el Gobierno <strong>de</strong>be pagar junto a intereses, pero, que ya<br />

no pue<strong>de</strong> seguir con ese mecanismo, porque a<strong>de</strong>más, incrementa<br />

la <strong>de</strong>uda pública.<br />

Otra <strong>de</strong> las superficialida<strong>de</strong>s que han esgrimido los <strong>de</strong>fensores<br />

<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> seguridad privada, pese a que saben bien que<br />

técnicamente no resuelve el problema es que el Gobierno pague<br />

más intereses por lo que presta, <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> pensiones. Esto es<br />

una falacia, pues, si bien incrementa la rentabilidad en términos<br />

globales, no es cierto que tiene una inci<strong>de</strong>ncia o incremento<br />

significativo para el cotizante.<br />

Está claro, a<strong>de</strong>más, que los fondos <strong>de</strong> pensiones privados, si se<br />

manejan como una cuenta individual, el ahorro es perentorio, lo<br />

que significa que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> siete o diez años, ese saldo se le<br />

termina, y una vez agotado el fondo las AFPs no respon<strong>de</strong>rán<br />

más por su pensión, y, entonces, el Estado que no ha recibido un<br />

cinco <strong>de</strong> esa cotización, está obligado a darle una pensión hasta<br />

que fallezca.<br />

Es necesario, pues, que se haga este <strong>de</strong>bate, para hacer un<br />

diagnóstico, <strong>de</strong>l que surja una propuesta seria, que responda al<br />

problema, no para paliarlo, sino para solucionarlo <strong>de</strong> una vez por<br />

todas.<br />

La clase trabajadora, entonces, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> oír a los<br />

manipuladores mediáticos y a los gran<strong>de</strong>s empresarios y a sus<br />

expresiones políticas, para estar cara a cara con el Gobierno, en la<br />

discusión <strong>de</strong>l tema, y sacar así, una propuesta <strong>de</strong> los trabajadores<br />

y el Gobierno, que <strong>de</strong>berá ser respaldada por los diputados, pues,<br />

también fueron elegidos por los y las trabajadores, tanto <strong>de</strong>l sector<br />

público como el privado.<br />

Francisco Elías Valencia<br />

Nelson López<br />

Patricia Meza<br />

Teléfonos: 2222-1009, 2271-0671, 2271,0971 Fax: 2271-0822<br />

MÁS DE UN SIGLO DE CREDIBILIDAD<br />

@renemartinezpi<br />

renemartezpi@yahoo.com*<br />

Sociología y otros Demonios (762)<br />

¿Salvadoreñización <strong>de</strong> la<br />

sociología salvadoreña? (1)<br />

De entrada, para respon<strong>de</strong>r la pregunta (que<br />

no es un simple juego <strong>de</strong> palabras ni una<br />

licencia académica que inventa verbos)<br />

<strong>de</strong>bemos respon<strong>de</strong>r si existe algo que, juntando lo<br />

escrito <strong>de</strong> forma dispersa, pueda catalogarse como<br />

sociología salvadoreña en el marco <strong>de</strong> lo que, a<br />

partir <strong>de</strong> la revolución cubana, se empezó a llamar<br />

“sociología crítica latinoamericana” para darle<br />

sustento teórico a la hazaña in<strong>de</strong>cible <strong>de</strong> tomarse<br />

el po<strong>de</strong>r por medio <strong>de</strong> las armas empuñadas por<br />

el pueblo y no por los ejércitos oficiales. Pero<br />

para salvadoreñizar la sociología salvadoreña<br />

(nacionalizar el hecho sociológico para compren<strong>de</strong>r<br />

y transformar la realidad, porque <strong>de</strong> eso tratan las<br />

ciencias sociales) <strong>de</strong>bemos inventar la sociedad<br />

mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus retrasos estructurales, es<br />

<strong>de</strong>cir inventar la sociedad capitalista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

provincia colonial, lo cual no se pue<strong>de</strong> lograr si<br />

no inventamos al sociólogo mo<strong>de</strong>rno (que está<br />

obviando el compromiso social y la i<strong>de</strong>ología<br />

para convertirse en consultor o en pregonero<br />

<strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l victimario) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sociólogo<br />

latinoamericano políticamente comprometido con<br />

las luchas populares que signó a los años 60 y 70,<br />

y que propició que engrosará un flujo migratorio<br />

motivado por razones políticas, con lo que las<br />

vertientes <strong>de</strong> la sociología fueron mezclándose<br />

en el tiempo-espacio <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s, ante<br />

todo las públicas, y eso significó que la opción <strong>de</strong><br />

izquierda (sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser una opción intelectual <strong>de</strong><br />

primer nivel académico y <strong>de</strong>l mejor nivel humano)<br />

fuese una herencia a la que no se pue<strong>de</strong> renunciar.<br />

Sobre esto último, en el “XI Congreso<br />

Latinoamericano <strong>de</strong> Sociología” (Costa Rica, 1974)<br />

se rescató la reflexión premonitoria <strong>de</strong> José Medina<br />

(hecha en 1944): “todos los intereses y fuerzas<br />

sociales quisieran probar que tienen el saber<br />

científico <strong>de</strong> su lado y hacen todo lo posible por<br />

lograrlo; en una época <strong>de</strong> intensa politización (la <strong>de</strong><br />

vigencia atroz <strong>de</strong> la dictadura militar) el científico<br />

social ha sido fatalmente la primera víctima y el<br />

silenciado con mayor vigor. Se ha hecho observar<br />

con razón que el representante <strong>de</strong> la ciencia social<br />

(especialmente el sociólogo) es el más in<strong>de</strong>fenso<br />

entre todos los intelectuales en los momentos<br />

<strong>de</strong> tensión partidista o <strong>de</strong> persecución totalitaria;<br />

los temas <strong>de</strong> su investigación se encuentran en<br />

el meollo mismo <strong>de</strong> los antagonismos <strong>de</strong> clase<br />

y ante ellos no tiene puerta <strong>de</strong> escape ni técnica<br />

<strong>de</strong> disimulo. No goza <strong>de</strong> la neutralidad fácil <strong>de</strong><br />

científico <strong>de</strong> la naturaleza y <strong>de</strong>l científico social<br />

cobar<strong>de</strong>, ni pue<strong>de</strong>, como el filósofo, remontarse<br />

a alturas inaccesibles <strong>de</strong> abstracción o arroparse<br />

en la magnífica soberbia <strong>de</strong> un oscuro lenguaje.”<br />

Hoy, setenta años <strong>de</strong>spués, quienes tratan <strong>de</strong><br />

silenciar con vigor al científico social comprometido<br />

–suplantando a las dictaduras- son los sociólogos<br />

funcionalistas a quienes les incomoda que el<br />

mundo sea divido en <strong>de</strong>recha e izquierda porque<br />

eso <strong>de</strong>lata su posición.<br />

En un contexto distinto, estamos <strong>de</strong> nuevo en la<br />

etapa <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> profundos cambios políticos<br />

en el continente y el país que, por idoneidad,<br />

<strong>de</strong>berían abrir alternativas para el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> la sociología que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> dos<br />

décadas, está siendo sometida a un proceso <strong>de</strong><br />

neocolonización <strong>de</strong> sus constructos teóricos (con<br />

falacias como: globalización; fin <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología y<br />

<strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong> clases; neutralidad valorativa; etc.).<br />

Estas alternativas <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong>ben pasar,<br />

obviamente, por la etapa <strong>de</strong> la nueva crítica y la<br />

nueva <strong>de</strong>strucción teórica <strong>de</strong> los enfoques que la<br />

alejan <strong>de</strong> la realidad y <strong>de</strong>l compromiso social con los<br />

más pobres, compromiso social que los sociólogos<br />

reaccionarios catalogan como “panfleto”.<br />

En ese sentido, salvadoreñizar la sociología<br />

salvadoreña implica inventar el contexto nuevo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la problemática estructural vieja y tomar una<br />

posición tanto teórica como político-práctica; implica<br />

trabajar la nueva alternativa que proviene <strong>de</strong> la<br />

vieja tradición <strong>de</strong>l compromiso con transformación<br />

<strong>de</strong> la realidad que es su objeto <strong>de</strong> estudio. Pero<br />

realizar lo anterior implica, a<strong>de</strong>más, una lucha<br />

interna <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> científicos sociales,<br />

cosa común en dicha comunidad tal como se pue<strong>de</strong><br />

observar en los congresos internacionales en que<br />

los sociólogos <strong>de</strong> los países más <strong>de</strong>sarrollados<br />

ven <strong>de</strong> menos a los que provienen <strong>de</strong> los países<br />

pobres. Si bien los científicos sociales son hábiles,<br />

teóricamente, para distinguir los conflictos, no son<br />

propensos a verse a sí mismos como un grupo<br />

en el que también se dan esas pugnas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />

(político, electoral o teórico). Si los científicos<br />

sociales tuvieran esa habilidad <strong>de</strong> verse a sí<br />

mismos como pugna, podrían apreciar que lo que<br />

se plantea como una discusión utópica sobre la<br />

mejor forma <strong>de</strong> hacer ciencia (¿<strong>de</strong> <strong>de</strong>recha o <strong>de</strong><br />

izquierda?; ¿es real esa división?) o <strong>de</strong> contribuir<br />

al cambio social, tiene a veces un soporte concreto<br />

en esas luchas por provocar el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong><br />

grupos en un momento dominantes <strong>de</strong> los centros<br />

académicos, no sólo en interés <strong>de</strong> la ciencia y la<br />

revolución o la contra-revolución, sino también<br />

para po<strong>de</strong>r disponer <strong>de</strong> las posiciones académicas<br />

respectivas.<br />

Obviamente, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l planteo sobre la necesidad<br />

<strong>de</strong> la neutralidad valorativa, la objetividad científica<br />

y la crítica al compromiso social que hacen<br />

los sociólogos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha, están los intereses<br />

burgueses. Esos intereses son inherentes a<br />

cualquier grupo social, pero si se les ignora o<br />

encubre, como suele suce<strong>de</strong>r, y se piensa que<br />

únicamente se está discutiendo en el plano<br />

abstracto <strong>de</strong> la verdad científica absoluta, pue<strong>de</strong><br />

no compren<strong>de</strong>rse, verbigracia, que a partir <strong>de</strong><br />

ciertas tesis muy radicales y fulminantes a favor o<br />

en contra <strong>de</strong>l compromiso, se llega a antagónicas<br />

conclusiones que no distan mucho <strong>de</strong> las que<br />

esgrimen en política.<br />

Pero no <strong>de</strong>be exagerarse el papel <strong>de</strong> esas<br />

pugnas en el surgimiento <strong>de</strong> la opción crítica. Es<br />

sociológicamente más acertado hallar las causas<br />

sociales <strong>de</strong> los esfuerzos <strong>de</strong> reorientación teórica<br />

hacia lo crítico y la crítica. A fines <strong>de</strong> los 50 –etapa<br />

en que inicia la postura crítica- la comunidad<br />

académica latinoamericana se enfrentó a <strong>de</strong>nsas<br />

<strong>de</strong>silusiones causadas por el incumplimiento <strong>de</strong><br />

las esperanzas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> sus elaboraciones<br />

teóricas. Quedó en evi<strong>de</strong>ncia, en esos años, la<br />

crisis estructural que afectaba a la región y se<br />

<strong>de</strong>svaneció el optimismo a cuyo arrullo trabajaron<br />

sociólogos y economistas (en el siglo XXI diremos:<br />

sociólogos y mercadólogos). La estrategia <strong>de</strong><br />

industrialización fomentada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> comienzos <strong>de</strong><br />

la posguerra como instrumento para acicatear el<br />

<strong>de</strong>sarrollo basado en la exportación <strong>de</strong> bienes<br />

primarios no dio los frutos esperados, ni siquiera<br />

en los países que contaban con las condiciones<br />

<strong>de</strong> un amplio mercado interno, una base industrial<br />

consolidada, fuentes <strong>de</strong> divisas abundantes y una<br />

tasa satisfactoria <strong>de</strong> formación interna <strong>de</strong> capitales.<br />

*René Martínez Pineda<br />

Director <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Ciencias Sociales, UES

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