Adviento-Navidad

Para la PARROQUIA
Y postrándose
le adoraron
Estamos poco acostumbrados a postrarnos y adorar. Pero
es el momento de reconocer que es nuestro Señor, nuestro
Salvador, nuestro Creador. Nos bombardean con todo tipo
de modelos, de modas, de elecciones que nosotros no hemos
hecho. Dios quiere liberarte de todo esto, quiere abrir
en tu monotonía una brecha, un camino distinto. ¡¡Pero
cómo nos cuesta!! Quizás es el momento de preguntar menos
y adorar más. Los Magos no hicieron preguntas, ¿y tú?
“Y postrándose le adoraron” (Mt 2,11). Si en el Niño
que María estrecha entre sus brazos los Reyes Magos
reconocen y adoran al esperado de las gentes
anunciado por los profetas, nosotros podemos
adorarlo hoy en la Eucaristía y reconocerlo como
nuestro Creador, único Señor y Salvador.
¡Jóvenes, no creáis en falaces ilusiones y modas
efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío
espiritual! Rechazad las seducciones del dinero,
del consumismo y de la violencia solapada que
a veces ejercen los medios de comunicación.
Adorad a Cristo: Él es la Roca sobre la que construir
vuestro futuro y un mundo más justo y solidario.
Jesús es el Príncipe de la paz, la fuente del perdón
y de la reconciliación, que puede hacer hermanos
a todos los miembros de la familia humana.
¿Ante cuántas cosas te postras y adoras aún sin ser consciente?
¿Sobre qué quieres construir tu futuro? ¿Qué seguridades
estás buscando?
Abrieron sus cofres
y le ofrecieron dones...
Nos presentamos ante Jesucristo con las manos vacías, o
al menos así nos lo parece. Pero tenemos los mayores dones
que ofrecer. Los Magos ofrecieron lo mejor que tenían,
porque reconocían en aquel niño al Mesías. Nosotros no
siempre estamos dispuestos a desprendernos de lo más
valioso, nos cuesta dar la vida por otros, nos cuesta entregar
la libertad por amor, nos cuesta orar de corazón,
nos cuesta ser agradecidos. Pero esta es la oportunidad,
frente a Dios mismo vuelvo a poder dar parte de mí.
“Abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro,
incienso y mirra” (Mt 2,11). Los dones que los Reyes
Magos ofrecen al Mesías simbolizan la verdadera
adoración.
Queridos jóvenes, ofreced también vosotros al Señor
el oro de vuestra existencia, o sea la libertad
de seguirlo por amor respondiendo fielmente a su
llamada; elevad hacia Él el incienso de vuestra
oración ardiente, para alabanza de su gloria; ofrecedle
la mirra, es decir el afecto lleno de gratitud
hacia Él, verdadero Hombre, que nos ha amado
hasta morir como un malhechor en el Gólgota.
¿Qué estás dispuesto a ofrecer? ¿Qué te guardas? ¿A qué
tienes miedo? ¿La libertad de seguirlo por amor? ¿La oración
ardiente? ¿El afecto lleno de gratitud hacia Él? ¿Estás
dispuesto a ofrecerle tu vida y responder a su llamada?
Cáliz de la Misericordia
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