Adviento-Navidad
Cuaderno-ADVIENTO-NAVIDAD-2015-2016
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Cáliz de la Misericordia<br />
humano. Dios se ha hecho realmente carne débil, frágil<br />
y vulnerable como la nuestra. Nosotros no creemos en<br />
un Dios aislado e inaccesible, encerrado en su Misterio<br />
impenetrable. La Sabiduría se nos ha revelado, ha venido<br />
a plantar su tienda entre nosotros, a darse a conocer.<br />
Nos podemos encontrar con él en un ser humano como<br />
nosotros. Para relacionarnos con él, no hemos de salir de<br />
nuestro mundo. No hemos de buscarlo fuera de nuestra<br />
vida. Lo encontramos hecho carne en Jesús.<br />
Esto nos hace vivir una relación con él única, profunda<br />
e incomparable con otras relaciones. Jesús es el rostro<br />
humano de Dios. En sus gestos de misericordia se nos va<br />
revelando de manera humana cómo es y cómo nos quiere<br />
Dios. En sus palabras vamos escuchando su voz, sus<br />
llamadas y sus promesas. En su proyecto descubrimos el<br />
proyecto del Padre.<br />
Su Palabra ha sido definitiva. Ya no tiene nada más que decirnos.<br />
Terminamos con un famoso texto de San Juan de la<br />
Cruz que podríamos meditar ante las imágenes del nacimiento<br />
en nuestra casa o en la Parroquia en este domingo:<br />
«En la encarnación Dios ha quedado como mudo y no<br />
tiene más que hablar, porque lo que antes hablaba en<br />
partes a los profetas, ya lo ha hablado todo en su Verbo,<br />
dándonos el Todo que es su Hijo. Por lo cual el que ahora<br />
quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revela-<br />
ción, no sólo haría una necedad, sino que haría agravio a<br />
Dios no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer<br />
alguna otra cosa o novedad. Podría responderle Dios...:<br />
Si te tengo ya hablado todas las cosas en mi Palabra, y<br />
no tengo otra, ¿qué te puedo responder o revelar que sea<br />
más que eso? Pon los ojos sólo en Él, que en Él te lo tengo<br />
todo dicho y revelado... Porque tú pides locuciones y<br />
revelaciones en parte, y si pones en El los ojos lo hallarás<br />
en todo. Él es toda mi locución y respuesta, toda mi visión<br />
y mi revelación... » (Subida al Monte Carmelo II, cap. 22).<br />
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Cuaderno Pastoral ADVIENTO-NAVIDAD 2015-2016