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“Dark” (Netflix): el abismo del tiempo.
javistone
Una historia fascinante y
absorbente sin duda. En una
época en la que la televisión
ha entrado en una vorágine
imposible de seguir, las series
americanas han copado las
parrillas de las plataformas como
HBO, Netflix… Y sin embargo en
Europa nos hemos encontrado
algunas auténticas joyas que se
merecen algo más que una simple
mención. Sucedió con la francesa
“Les Revenants”, ahora con la
española “La zona”… pero sobre
todo con la alemana “Dark”.
A esta producción alemana la han
comparado torpemente con la
célebre “Stranger Things”, con la
que apenas tiene en común puntos
superficiales. Al contrario de la
serie estadounidense, un viaje
entrañable a los 80’s, “Dark” es un
recorrido perturbador y asfixiante
por los sucesos acaecidos en
un pequeño pueblo, Wisdem,
en el que se ha producido la
desaparición de unos niños.
Con una ambientación muy gris
(apenas con el contrapunto del
impermeable amarillo de Jonas
Kahnwald), con una lluvia casi
continua, “Dark” se adentra en una
espiral espacio-tiempo en el que
los pliegues del tiempo se solapan
uno sobre el otro llevándote de la
mano en un viaje claustrofóbico
del que no parece haber salida.
Esto no es “Regreso al futuro”, no
te espera Chuck Berry a la vuelta
de la esquina con el Delorian y su
condensador de fluzo a tope, aquí
se juntan la maldad humana, su
naturaleza mezquina, la angustia
existencial, la soledad y la
mentira innata en el ser humano
que sobrevuelan sobre la fría y
húmeda ciudad, convirtiendo
de alguna forma a Wisdem
como auténtico protagonista
de la serie. Sin duda bebe de la
excepcional fotografía de la antes
mencionada “Les Revenants” y
recuerda incluso a “Dentro del
laberinto”, aquella intrigante serie
británica de finales de los 80’s en
las que unos jóvenes viajaban a
través del tiempo por las cuevas
en busca un “nidus” que nunca
conseguían devolver a su dueño.
Una serie coral en la que todo
encaja a la perfección: Enormes e
intensas actuaciones, en las que
la “expresividad” contenida de
los actores alemanes te sobrecoge,
en especial la de un intenso hasta
la extenuación Oliver Masucci
como Ulrich Nielsen, tan fuerte
como excesivo, imposible no
sentirte intimidado por su mirada
y su presencia en pantalla. Sin
olvidar sin duda al componente
sonoro a través de los sonidos
fantasmagóricos que te envuelven
en cada escena, como los temas
que incluyen la mayoría de los
episodios en una especie de
preludio del último tercio de
los mismos, planos y secuencias
hábilmente facturadas que
añaden más intensidad si cabe a la
historia. Una historia que no está
hecha para cualquiera. Reconozco
que adoro los guiones retorcidos y
que en apariencia no tienen ningún
sentido, que no por no esperarlos
no caen en el efectismo barato,
aquí hay de todo y como decía al
comienzo, es una historia que se
retuerce sobre sí misma en tantos
pliegos que uno, como les sucede
a sus protagonistas, nunca sabe
no ya dónde está, sino cuándo.
Realmente me trae sin cuidado si
habrá más temporadas ni cómo
“solventarán” las tramas… esto
no es “Perdidos”, la historia por
sí misma ya es fascinante y para
mí, no tiene fin, ni principio, es
absorbente por sí misma. Y como
de la propia ciudad Wisdem se
tratase, yo mismo he terminado la
reseña tal y como la comencé… o
quizá no, porque el tiempo no se
acaba ni se inicia…simplemente
existe.
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