J5ORA.SA OOYA.47-7Q tELEPQNOS - Fundación Diario Madrid

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CAJA DE AHORROS
Y MONTE DE PIEDAD
DE MADRID
Con «I fin de estimular a los ahorradores, se distribuirán
nuevamente PREMIOS por un total de
1.000.000
DE PESETAS
PLAZO de petición de números: Hasta el
31 de marzo de 1969
SORTEO: Con motivo de la festividad de
San José Artesano (1 de mayo de 1969)
Los imponentes que aún no tengan asignado
número en sus libretas para participar
en los sorteos, podrán solicitarlo
en la oficina de la Institución donde estén
domiciliadas o formalicen su libreta ds
ahorro.
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CENTRAL MADRID
Oficina provisional
PLAZA DE LAS DESCALZAS, 1
FAMILIA QUE AHORRA:
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que viven en la prolongación
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«GIBRALTAR»
De Mario García-Guillen
La controversia política hispanoinglesa respecto
al peñón de Gibraltar viene a enriquecerse
ahora a través de la pluma de un periodista
y escritor español: Mario García-Guillen.
Hombre joven que ha alternado y desarrollado
todos los géneros literarios, desde la
novela—"Frente 313"—hasta el teatro—"Dos
horas para huir"—. García-Guillen, periodista
fundamental, ejerce su profesión en Brasil
desde hace ocho años. Firma habitual en diversas
publicaciones de aquel país y en algunas
del nuestro—que es el suyo—. Recientemente
el fondo editorial del Centro de Ciencias,
Letras y Artes de Campiñas, Estado de
MÚSICA /C
GARCÍA ASENSIO,
YURY BOUKOFF Y U
ORQUESTA
DE LA R. TV.,
EN EL PALACIO DE LA
MÚSICA
Con el carácter de extraordinario
y íuera de abono, pero organizado
por el Club de Festivales,
tuvo lugar en el Palacio de la Música
un gratísimo concierto de la
orquesta de la B. TV., con obras
de Palla, Mozart y Brahms, dirigido
por su titular. García Asenílo,
recién llegado de su brillante
gira por Biunania, en cuya capital
obtuvo gran éxito Irenta a la Slníónlca
de Bucarest.
En el "Concierto en re menor",
para plano y orquesta, de Mozart,
se presentó en Madrid el planista
búlgaro Yury Boukofí, artista
de sensibilidad y estilo notables,
al servicio de una técnica clara v
fácil, avalorada por un sonido cálido
y bello. Estas cualidades dieron
a la parte solista de aquel
concierto el encanto Que encierra
en BUS páginas, alguna de las cuales,
como la Inefable "Romanza",
ofrece melodías del más exquisito
lirismo.
Fue viva y reiterad amenté
aplaudido el solista, quien tuvo
en García Asenslo y la orquesta
Idóneos colaboradores.
Los "Homenajes" (suite), de Palla,
a Fernández Arbós, Debussy.
Dukas, Pedrell..., tuvieron en García
Asenslo batuta Inteligente,
que logró traducir con especial
elocuencia el carácter psicológico
y estético que tienen estas breves
composiciones, con las que Palla
evoca de manera admirable a
aquellos músicos, a los que quiso
honrar.
Pocas veces las hemos escuchado
con tan clara visión y finura
do matices expresivos; la orquesta
tuvo calidad y flexibilidad sonora.
Cerró el concierto la "Segunda
sinfonía", de Brahms; en general,
plausible, aunque en algún
momento se advirtiera algún leve
desajuste, que no empañó en absoluto
el acierto de un criterio
rector, cada día más valientemente
entregado al arte directorial,
que en el Joven titular de la Sintónica
de la R. TV. es ya espléndida
realidad.
Grandes aplausos subrayaron
las tres obras del programa, haciéndose
más entusiastas al término
de éste.
ENCCENTROS FRANCOESPASO-
LE8 DE MÜSICA ACTUAL
Las Juventudes Musicales de
Madrid y el Instituto Francés, en
6u s encuentros francoespañoles
celebrados en el salón de actos
de este último Centro, y de los
cuales ya dimos cuenta, ofrecieron
en su penúltimo encuentro
un concierto a cargo del planista
Pedro Espinosa, especializado en
la interpretación de esta clase de
música.
En el programa figuraron composiciones
de Satie, Boulez, Amy
y de Messlaen. La música española
estuvo representada por la
"Frase, de Corla; "Nueve preludios",
de Barcve; "Presencias" de
González, y "Fetiches", de Marco.
Bstos compositores, presentes
en la sola, recibieron, con Pedro
Espinosa, 1M aplausos de un audltotío
juvenil, particularmente vinculado
a estos estilos vanguardistas.
La última sesión de estos encuentros
estará dedicada a la música
concreta y electrónica.—^B. O.
Sao Paulo, ha publicado so último libro, qoe
lleva por título "Gibraltar", una visión desapasionada
en la que se hace historia de los
hechos que han llevado a la subsistencia de ia
"última colonia europea" y, por tanto, de los
derechos que asisten a España respecto a la
reintegración de Gibraltar a su verdadera geografía.
Un relato con alto rigor periodístico y,
por tanto, con una gran pormenorízación de
detalles que, sin ánimo de dañar a nadie, intenta
hacer valer los derechos que asisten a
España. El "Gibraltar" de Mario García-Gnillén
es nn libro que vale la pena leer.
TEATRO
Estreno de
«Guillermo Tell»,
de Eugenio D'Ors,
por el Nacional de
Cámara y Ensayo
Parodiando una critica famosa en los anales del teatro, yo
podría limitarme a escribir ahora estas pocas palabras: "El
Teatro Nacional de Cámara y Ensayo estrenó anoche, en el
teatro Español, la obra de Eugenio D'Ors, "Guillermo Tell".
¿Por qué?". La pregunta, sin embargo, no tendría la intención
cruel que posiblemente tuvo el rnodelo, ni tampoco significaría
el menor asomo de desprecio hacia un escritor ilustre
para el que tuve, y conservo, la máxima admiración. Todo
lo conti-ario. Lo que no puedo entender es que, habiendo fallecido
el autor—es decir, cuando la responsabilidad de la iniciativa
no le puede ser achacada—, se exhiba, y desde un
Teatro Nacional, una obra que nada descubre, a no ser su
vejes y la escasa habilidad con que fue escrita. No es un
desdoro no saber escribir teatro. En el mundo fueron y por
el mundo andan muchos y afamados pensadores, filósofos,
ensayistas, novelistas y poetas que no aciertan en el quehacer
teatral, o renuncian, de hecho, a este tipo de expresión artistico-literaria.
Y si no lo intentan en vida, bueno va. Pero el
que, cuando ya no existen, alguien exhume su error para que
el público se entere, casi constituye una traición a su memoria.
Los defectos de "Guillermo Tell" son de tal bulto que
la simple lectura del texto debiera bastar para eliminarla de
cualquier programación seria, y más de un Teatro Nacional
cuya esencial característica debiera ser el vanguardismo. El
lenguaje ampuloso, la pobreza del diálogo, la escasa humanidad
de los personajes, la ingenuidad del tema en si—pese
a su intención político-simbólica—, y lo mucho de inexperiencia
que trasciende a cada paso del texto y de la acción, no
pueden ocultarse a quien tenga un mínimo de costumbre en
tales menesteres.
\ ,
Por añadidura, la dirección escénica, encomendada en esta
ocasión a Antonio Guirau Sena—que debiera tener ya experiencia
sobrada—, no logró disimular defectos, sino que m4t
bien contribuyó a aumentarlos. De efecto risible puede considerarse
el que, en una situación supuestamente dramática
—cuando la esposa de Guillermo Tell habla con su hijo en
prisión—, se obligue a los personajes a estar al fondo, de
espaldas al público y en cuclillas, metiendo la cabeza por
una especie de gatera. Efecto risible también el de que, cuando
el Bucardo grita, emotivamente, "¿No nos quedarán ya
banderas?", aparezcan por los laterales, en procesión, una
serie inacabable de abanderados. Descuido gordo, el de que
Guesler no atienda al ballestazo de Guillermo Tell, después
de haber afirmado su gran interés en presenciar la hazaña
que él mismxi ordenara. Y para qué seguir...
Por supuesto, contra tal cúmulo de circunstancias adveisas,
poco pudieron hacer los intérpretes, aunque entre ellos
los hubiera tan probados como Antonio Casas—que dio al
protagonista toda la dignidad posible—, Félix Dafauce, José
Vivó, Venancio Muro, José Segura, Femando La Riva, Javier
de Campos, etc. Por supuesto, los reventadores habituales
hioieron-^motivQS tuvieron^-su agosto, y al final de la obra
se rtj^tló el espectáculo lamentable de otras veces, con intercambio
de insultos y groserías entre varios grupos de espectadores.
Algo realmente penoso. Entre aplausna y protes-
/as. los actores y el director salieron a mludnr.
ELIAS GÓMEZ PICAZO
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