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PROPONE NGUYEN VAN THIEU
El movimiento nacional
en el Vietnam
PARÍS, 27. (De nuestro corresponsal, por "telex",)—
Es posible que después de tantas conversaciones oficiales,
en las que nunca se aclaró nada, y de algunos contactos secretos,
que tampoco parecen haber servido para mucho,
esté a punto de entablarse un verdadero diálogo encaminado
a encontrar la paz en el Vietnam. En todo caso, la» declaraciones
del Presidente sudvietnamita, Nguyen Van Thieu,
hechas ante un grupo de periodistas en el palacio Doc-Lap,
suponen un cambio importante en la posición adoptada hasta
ahora por el Gobierno de Saigón.
El Presidente Thleu anunció
que su Gobierno está dispuesto
a iniciar conversaciones privadas
o secretas con el Frente Na.
cional de Liberación. Y sugirió
que las entrevistas podrían tener
lugar en París. Con o sin
participación de Hanoi y de
Washington. Ante todo, esto supone
el reconocimiento "de facto"
del F. N. L., cuya Organización
consideraba Saigón hasta
ahora como una mera filial
del partido comunista del Vietnam
del Norte. Los "rebeldes" y
los "terroristas" del Vietcong
adquieren así categoría de movimiento
autónomo digno de que
se le tenga en cuenta. De agentes
de Hanoi pasan a ser Interlocutores
suficientemente representativos
para que se les proponga
la discusión.
Pero también hay otra faceta
Importante en la Iniciativa del
Presidente Thieu, y es que si el
F. L. N. aceptase la Invitación
habría reconocido Implícitamente
la existencia del Gobierno de
Saigón, al que define como"ban.
da de fantoches al servicio de los
norteamericanos".
Se trataría, por consiguiente,
de un radical cambio de actitudes
por parte de dos de los participantes
en la Conferencia de
París que, por el afán que tenían
de aparentar que se Ignoraban
mutuamente, tantos problemas
crearon—de procedimiento,
de colocación y hasta de mobiliario—en
las reuniones del ex.
hotel Majestlc. En su declaración,
el Presidente Thleu no se
limitó a proponer conversaciones
privadas sin poner condición
alguna. Esbozó también lajs líneas
generales de lo que pudiera
constituir una fórmula de
solución pacífica. Y aludió a una
consulta popular en la que dirigentes
y militantes del F. N. L.
podrían tomar parte, aunque no
bajo la bandera y con la denominación
de dicho movimiento.
E] Presidente sudvietnamita dijo:
"No podemos aceptar un
partido comunista como tal, pero
el Frente Nacional de Liberación
puede disolverse y transformarse
en otro partido político.
Sería una fórmula para resolver
el problema, a condición
de que tengamos garantías de
que esa solución será respetada
y de que ayudará a poner término
a la agresión contra Sudvietnam".
En fin, Nguyen Van Thleu
manifestó su propósito de fundar
un partido político con carácter
de movimiento nacional
capaz de agrupar a todos los
partidarios del actual Gobierno.
De esta manera se simplicarían
los factores del problema interior,
reduciéndose a tres grupos de
fuerzas: las que hoy sostienen al
Gobierno, las que actualmente
forman la oposición legal y la
que supondrían los militantes y
partidarios del F. N. L. incorporados
a la legalidad.
SK LOS AMERICANOS, FAVO­
RABLES
Dadas las reacciones favorables
que las palabras del Presidente
Thleu han provocado en
Washington, puede deducirse que
el cambio de postura de Saigón
se debe en gran parte, si no a
presiones directas norteamericanas,
al menos al convencimiento
que los gobernantes de Saigón
tienen de que la Administración
Nixon quisiera zafarse de esta
guerra lo antes posible. El Presidente
de EstEuios Unidos dijo
recientemente que su país debe
mantener una posición de fuerza
en el Vietnam "hasta que
tengamos motivos de pensar que
una reducción de esta fuerza haría
que también redujeran la su.
ya nuestros adversarlos". Pero
no habló de intensificar el esfuerzo
de guerra, como en otras
ocasiones hizo su predecesor en
la Casa Blanca.
Cabe Imaginar, por lo tanto,
que si los dirigentes de Saigón
adoptan una política m&s concillante
es porque temen que, a
la larga, los' ncurteametlcanos,
desalentados por la Ineficacia de
las conversaeioaM de Parts, acabasen
por negociar directamente
con Hanoi, en cuyo caso el Oobiemo
sudvietnamita se quedarla
solo frente a un F, N. L. que,
adem&s de su fuerza militar ha
conseguido ir implantando en
las zonas rurales del país una
Administración paralela que actúa
a veces abiertamente, coa
emblemas, sellos, firmas y formularios
impresos.
Lo malo de todo esto es qu«
hay pocas probabUldades de que
el P. N. L. acepte er diálogo que
le propone el Presidente Thieu.
La idea en si de la futura disolución,
por Ingenua que parezca,
y aunque sólo se tradujera en
la realidad, con el cambio de
nombre, por una operación destinada
a salvaguardar las apariencias
de modo que las autoridades
de Saigón no quedasen en
postura demasiado desairada, re.
sulta difícilmente aceptable para
los dirigentes de un movimiento
revolucionario en plena
expansión.
Por consiguiente, no creo que
quepa esperar declaraciones
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