Llibro_ISF_biodiesel
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01 | José María Baro | Biocarburantes: Perspectivas desde el punto de vista de las compañias petroleras | 19<br />
solo una porción de la energía producida es renovable y solo una porción del CO 2 emitido durante su uso<br />
es asimismo renovable. Y esa porción depende de la materia prima utilizada y de la cadena de su<br />
producción y utilización.<br />
Como se expresaba en el Libro Verde ya mencionado, la razón última de las iniciativas a favor de los<br />
combustibles alternativos son la seguridad estratégica de suministro y la disminución de emisiones de<br />
gases de efecto invernadero (GHG). Los combustibles alternativos son, en principio una fuente sostenible<br />
de energía que desplazará el consumo de derivados del petróleo, y reducirán la emisión de GHG a la<br />
atmósfera. Pero para que esto sea así, debemos medir el efecto sobre una base que se ha venido llamando<br />
"del pozo a la rueda" y que es un concepto al que nos referiremos constantemente. Efectivamente cuando<br />
hablamos de eficiencia energética o emisión de contaminantes, el vehículo no puede considerarse<br />
aisladamente, sino como parte de una cadena que va desde la extracción hasta el uso final. Por eso siguen<br />
vivas grandes controversias sobre tecnologías que, siendo eficaces en el vehículo (del tanque a la rueda)<br />
son ineficaces en su producción (del pozo al tanque) dando una resultante negativa.<br />
La cantidad de energía que contiene un combustible se mide como poder calorífico. A este valor debe<br />
sustraerse la energía que se requiere durante las etapas de producción, transporte, transformación<br />
y distribución.<br />
Para producir combustibles alternativos, muy principalmente en el caso de los biocombustibles, se<br />
producen inevitablemente una gran cantidad de otros productos susceptibles de ser utilizados<br />
industrialmente (p.ej. como alimento animal) o energéticamente (p.ej. paja como biomasa). Tanto en un<br />
caso como en otro estos subproductos podrían sustituir a cantidades equivalentes de productos similares<br />
evitando el gasto energético de su producción y transporte lo que significa un crédito adicional para esos<br />
combustibles alternativos.<br />
Por otro lado, el balance de GHG puede considerarse una función del balance energético y sigue su misma<br />
lógica. Aunque hay otras variables que influyen tales como la naturaleza de sus emisiones en el proceso<br />
(en el caso del GN, el CH 4 es un gas de efecto invernadero) o tales como el origen de la energía que<br />
se requiere para la producción de los combustibles alternativos (si suponemos que usamos electricidad<br />
de una térmica de carbón, el crédito de CO 2 será mucho mayor que si suponemos que es electricidad<br />
de origen eólico).<br />
Además no es el CO 2 el único GHG involucrado en el proceso (aunque si el más importante). Además del<br />
CH 4 ya mencionado, el oxido nitroso (protóxido de nitrógeno) N 2O, que se libera por el uso de fertilizantes<br />
es unas 300 veces más activo en su efecto GHG que el CO 2; por lo que modestos volúmenes de este gas<br />
pueden cambiar significativamente los balances calculados.<br />
EL DESARROLLO TÉCNICO DE COMBUSTIBLES:<br />
LAS ESPECIFICACIONES<br />
Pues bien, una vez clarificados cual es el escenario actual de los combustibles para el transporte, pasemos<br />
a su consideración técnica. Y debemos comenzar planteando que cualquier modificación susceptible de<br />
provocar alteraciones en el mercado debe comprobarse exhaustivamente<br />
Porque a pesar de que pueda parecer lo contrario, el desarrollo de combustibles es un campo de actividad<br />
bastante dinámico y previsiblemente va a seguir siéndolo en los próximos años. Porque el desarrollo de