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New York Times - especiales.prensa...

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10 The new york <strong>Times</strong> inTernaTional weekly<br />

Domingo, 24 DE FEbrEro DE 2013<br />

recupera el<br />

éxito luego<br />

de haber<br />

estado preso<br />

POR LAURA M. HOLSON<br />

Una mañana de enero, el titán<br />

de los zapatos, Steve Madden,<br />

contemplaba dos sandalias colocadas<br />

sobre su escritorio en su fábrica<br />

de Queens, Nueva <strong>York</strong>: una<br />

negra de suela delgada; la otra de<br />

color beige, con tacones del grosor<br />

de rodajas de pan.<br />

“Quiero que este zapato tenga<br />

esta base”, dijo, y presionó la suela<br />

beige en la capellada negra. “Pero<br />

mi equipo insiste en que lo deje así.<br />

Podría ir y decirles: ‘Lo vamos a<br />

hacer así.’ Pero después me digo<br />

que trabajamos juntos”.<br />

La colaboración puede ser difícil,<br />

pero es mejor que compartir<br />

una celda en la cárcel preguntándose<br />

si alguna vez se logrará reconstruir<br />

la propia vida.<br />

Hace diez años desde que<br />

Madden fue condenado a cuarenta<br />

y un meses de reclusión por<br />

estafa bursátil (cumplió dos años<br />

y medio de la condena) luego de<br />

una caída producto de las drogas,<br />

el alcohol y su amor por el dinero.<br />

Ahora es director creativo y de<br />

diseño del imperio de zapatos que<br />

fundó en 1990, luego de ceder el título<br />

de CEO a Ed Rosenfeld, un ex<br />

banquero de inversión de Peter J.<br />

Solomon Company.<br />

Pero Madden, que tiene 55 años,<br />

parece más central que nunca para<br />

la marca.<br />

En los últimos años la compañía<br />

ha prosperado mediante adquisiciones,<br />

sociedades y rescate de diseñadores<br />

en problemas. En 2010,<br />

la empresa salvó a Betsey Johnson<br />

por medio de la compra de la<br />

marca por US$27.5 millones, una<br />

ganga, luego de que la compañía<br />

de ésta tuviera que declararse en<br />

quiebra. Madden ha forjado relaciones<br />

con la firma italiana fabricante<br />

de zapatillas Superga, así<br />

como con diseñadores famosos<br />

como las mellizas Mary-Kate y<br />

Ashley Olsen.<br />

Este año, las transgresiones<br />

de Madden quedarán inmortalizadas<br />

en The wolf of Wall Street,<br />

una película de Martin Scorsese<br />

sobre Stratton Oakmont, la firma<br />

de inversión que dio a Madden<br />

participaciones en ofertas públicas<br />

iniciales que negoció de forma<br />

ilegal. Pero su pasado no parece<br />

incomodar a su joven base de<br />

clientes.<br />

“No recuerdan nada”, dijo Marshal<br />

Cohen, analista jefe del sector<br />

minorista de NPD Group, la compañía<br />

de análisis del consumidor.<br />

Madden dijo que ya ha vuelto a<br />

la sobriedad. (“No puedo beber ni<br />

consumir drogas de forma<br />

segura, de modo que opto<br />

por no hacerlo en absoluto”,<br />

señaló. “Pero no es<br />

fácil”.) También ha regresado<br />

a la riqueza: ganó<br />

US$5.41 millones en 2012 y<br />

obtuvo US$80 millones en<br />

acciones no ofrecidas por<br />

oferta pública.<br />

Pero hay algo que a<br />

Madden se le escapa: la relevancia.<br />

Si bien sus zapatos<br />

pueden abrirse paso hasta los<br />

moda<br />

Casey kelBauGh para the new york times<br />

steve madden siente que la elite de la moda desprecia sus<br />

diseños, como el zapato Dejavu, en la imagen de abajo.<br />

armarios a través de su omnipresencia,<br />

los jóvenes creadores de<br />

tendencias no suelen promover la<br />

marca de Steve Madden.<br />

Le resulta indignante que la<br />

elite de la moda lo desprecie y lo<br />

considere un creador de zapatos<br />

de imitación. “La comunidad de<br />

diseño no nos atribuye ningún<br />

mérito”, dijo. “¿Tenemos influencias<br />

de Christian Louboutin? Por<br />

supuesto. Es brillante. Pero nosotros<br />

creamos nuevos zapatos<br />

La cárcel le dio un<br />

baño de humildad<br />

a Steve Madden.<br />

todos los días, pero ellos no lo entienden”.<br />

Wendy Ballew, que ahora es<br />

su esposa, se incorporó a la compañía<br />

en 1992. Un amigo le advirtió<br />

que se mantuviera lejos de<br />

Madden, contó, porque tendía a<br />

los estallidos (recordó un día en<br />

que lanzó por el aire una bota que<br />

no tenía el tono de beige adecuado<br />

y botó una cafetera) y seguía<br />

inmerso en excesos. Pero tenía<br />

cierto encanto.<br />

“Es honesto y abierto, por momentos<br />

hasta un punto en que<br />

resulta incómodo”, declaró.<br />

Madden trabajó en una serie<br />

de compañías de zapatos<br />

antes de fundar la suya. En<br />

1993 su empresa empezó<br />

a cotizar en bolsa y<br />

contrató a Stratton<br />

Oakmont, que su<br />

amigo Daniel Porush<br />

había contribuido<br />

a crear.<br />

Madden dijo que<br />

vendió acciones de Stratton Oakmont<br />

para obtener una ganancia<br />

rápida y que compartió su participación<br />

con ejecutivos de la compañía<br />

de Porush.<br />

“Dios mío, fue un error terrible”,<br />

dijo Madden.<br />

En mayo de 2001 Madden se<br />

declaró culpable de conspirar<br />

para cometer estafa de valores y<br />

lavado de dinero, y se le condenó.<br />

En septiembre de 2002 llegó a una<br />

cárcel de Florida.<br />

“Es un mundo diferente”, dijo.<br />

“No hay más restaurantes, ni<br />

sexo, buena comida ni familia. Se<br />

hace una vida diferente, una vida<br />

espartana”.<br />

Leyó mucho, incluido John<br />

Adams, de David McCullough, un<br />

ejemplar del cual permanece en<br />

su biblioteca, y empezó a escuchar<br />

hip-hop sureño. También asistió a<br />

un centro de rehabilitación para<br />

alcohólicos por orden de la corte.<br />

Su compañía lo ayudó en el plano<br />

económico, y confirmó que se le<br />

pagaron US$70 mil para honorarios<br />

anuales de consulta mientras<br />

estuvo en la cárcel. Su esposa y<br />

otros colegas lo visitaban todos<br />

los meses.<br />

“No trata con la gente en un plano<br />

individual”, dijo su esposa en el<br />

living del modesto apartamento<br />

de la pareja, ubicado en el Upper<br />

East Side. “Trata con todo su grupo<br />

de gente”.<br />

En la cárcel, Madden se suavizó.<br />

“Uno no se lo imagina”, declaró”.<br />

Supongo que se adquiere una<br />

perspectiva diferente”.<br />

Rosenfeld considera que la odisea<br />

de Madden tuvo un lado espiritual<br />

positivo.<br />

“Cuando nos preocupamos<br />

por algo, con frecuencia me dice:<br />

‘Hace siete años estaba sentado<br />

en una celda’”, señaló Rosenfeld.<br />

“’No nos vamos a morir si este zapato<br />

no se vende’”.<br />

michelle obama lo lleva<br />

a la categoría de famoso<br />

POR GUY TREBAY<br />

En el instante en que Michelle<br />

Obama lució un conjunto de tapado<br />

y vestido de sutiles cuadros y color<br />

azul marino de Thom Browne en<br />

la asunción del presidente Barack<br />

Obama, el diseñador –premiado<br />

pero en buena medida desconocido-<br />

pasó de una semioscuridad influyente<br />

a la fama.<br />

“Quería que tuviera ese característico<br />

estilo estadounidense que<br />

se admira en todo el mundo”, dijo<br />

Browne, haciendo referencia al<br />

atuendo de Michelle Obama.<br />

“Lo que me pareció genial fue<br />

que el presidente del país y su esposa<br />

lucieran tan cool”.<br />

Cool es una palabra que Browne<br />

usa mucho, y es un buen término<br />

para definir su estética.<br />

Su forma preferida de cool es impasible,<br />

y su iconografía corresponde<br />

a un período específico.<br />

Ese período es mediados del<br />

siglo XX y, en opinión de Browne,<br />

las imágenes más puras del cool de<br />

mediados de siglo son las del actor<br />

Steve McQueen en The Thomas<br />

Crown Affair o John F. Kennedy<br />

cuando aún era senador por Massachusetts.<br />

“Era ese característico estilo estadounidense<br />

que la gente de todo<br />

el mundo admiraba”, dijo Browne.<br />

La estricta conformidad de ese<br />

estilo, el aura de eficiencia mecánica<br />

típica de Estados Unidos expansionistas<br />

de la posguerra –un<br />

período que coincide con<br />

la infancia en Allentown,<br />

Pensilvania, del diseñador,<br />

que en la actualidad<br />

tiene 47 años-, es lo que<br />

a Brown le gusta pensar<br />

que ha incorporado a la<br />

moda.<br />

Sin duda la ropa masculina<br />

que lo hizo famoso<br />

–los trajes entallados,<br />

las camisas de género<br />

Oxford con botones en la<br />

base del cuello, los corbatines,<br />

los cardigans<br />

(suéteres) con letras y<br />

toda una serie de otros<br />

emblemas de la clase alta-<br />

constituía un rechazo<br />

a la informalidad de<br />

fines del siglo XX.<br />

Lo que sugieren el vestido<br />

de Michelle Obama<br />

y las deslumbrantes reseñas<br />

que recibió es que<br />

es el momento adecuado<br />

para las intuiciones de<br />

Browne sobre este momento<br />

cultural conservador.<br />

Sin duda, una prueba<br />

fue la reacción a su colección durante<br />

la semana de la moda de Nueva<br />

<strong>York</strong>, que se realizó entre el 7 y el 14<br />

de febrero pasado, donde llamó la<br />

atención con una espectacular línea<br />

de ropa, tan ambiciosa que parecía<br />

su apuesta a ingresar al templo de<br />

los grandes diseñadores, escribió<br />

Eric Wilson, del <strong>New</strong> <strong>York</strong> <strong>Times</strong>.<br />

La indumentaria tenía un aire<br />

teatral y era producto de una exquisita<br />

elaboración.<br />

Browne reflexiona mucho sobre<br />

la ropa.<br />

En eso consiste su proceso.<br />

Si bien es un bocetista competente,<br />

no tiene una formación en moda,<br />

no sabe drapear ni coser, y asegura<br />

que aprendió todo lo que sabe sobre<br />

Enamorado del estilo<br />

de posguerra que “el<br />

mundo admiraba”.<br />

ropa masculina de Rocco Ciccarelli,<br />

el sastre septuagenario propietario<br />

de la fábrica donde se produce<br />

su ropa, si bien sin duda aprovechó<br />

algún consejo durante los años<br />

1990, cuando trabajó para Armani<br />

y Club Monaco.<br />

Michel Hainey, subeditor de la<br />

revista GQ, destacó que Browne es<br />

un innovador, un diseñador cuya<br />

estética, como la de Coco Chanel<br />

o Alexander McQueen, es tan singular<br />

que al espectador le lleva un<br />

tiempo adaptarse.<br />

“Al principio, su visión sugería algo<br />

extremadamente agresivo”, dijo<br />

Tom Kalenderian, vicepresidente<br />

ejecutivo de Barneys <strong>New</strong> <strong>York</strong>,<br />

haciendo referencia a un período<br />

temprano en que Browne diseñaba<br />

trajes estrechos y cortos.<br />

Lo que alguna vez pareció extraño,<br />

ahora resulta proporcionado y<br />

correcto.<br />

A excepción de Tom Ford y su reformulación<br />

de la sastrería tradicional<br />

de Savile Row, pocos diseñadores<br />

de ropa masculina parecen<br />

haber escapado a la influencia de<br />

Browne.<br />

Danny Ghitis, para the new york times<br />

thom Browne destaca un modelo<br />

fresco en el diseño de sus prendas.<br />

“Me gusta que haya algo liviano,<br />

gracioso, irónico o provocativo en<br />

el trabajo, algo que entretenga sin<br />

ser demasiado intelectual”, declaró<br />

Browne.<br />

El diseñador ha presentado ropa<br />

en modelos que salen de ataúdes<br />

y ha organizado sus desfiles como<br />

circos.<br />

En realidad, su ropa puede ser<br />

tan usable y clásica como el vestido<br />

de Michelle Obama.<br />

De alguna manera, sin embargo,<br />

no es exactamente así.<br />

Browne señaló: “Quiero presentarle<br />

a la gente ideas que la lleven a<br />

sonreír, a reír o hasta a odiar lo que<br />

hago. No me interesa limitarme a<br />

colocar ropa en negocios”.

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