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Los niños: Una cosecha significativa ¡Evangelizar a los niños es un ...

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de Dios para el pueblo, como hoy son<br />

<strong>los</strong> pastor<strong>es</strong>, y a<strong>un</strong>que muchos de el<strong>los</strong><br />

aceptaron el llamado que no d<strong>es</strong>eaban<br />

por lo impopular del cargo, cumplieron<br />

su llamado y amaron al pueblo que <strong>los</strong><br />

odiaba y d<strong>es</strong>preciaba, y gastándose para<br />

el<strong>los</strong>, a<strong>un</strong>que amándol<strong>es</strong> más, el<strong>los</strong> fueran<br />

amados menos. (Véase 2 Corintios<br />

5:15.)<br />

Examinemos ahora alg<strong>un</strong>os casos<br />

al azar. Isaías dejó <strong>es</strong>critas sus vison<strong>es</strong><br />

proféticas que recibió durante la vida de<br />

cuatro rey<strong>es</strong> de Judá, d<strong>es</strong>pués de la división<br />

del reino. La primera de ellas lo<br />

dejó turbado.<br />

A p<strong>es</strong>ar de todo el dolor que Isaías<br />

vive durante el reinado de Uzías, <strong>es</strong><br />

d<strong>es</strong>pués de la muerte de éste, que liberado<br />

de la pr<strong>es</strong>ión del trabajo en la<br />

corte del rey, el cielo se abre ante él en<br />

<strong>un</strong>a visión sin paralelo en la historia<br />

profética de Israel, cuando le <strong>es</strong> otorgado<br />

el privilegio no pedido, de ver al Señor<br />

J<strong>es</strong>ús en <strong>un</strong>a M<strong>es</strong>iofanía o Cristofanía<br />

adelantada como Rey, sentado en <strong>un</strong><br />

trono alto y sublime y oír con sus oídos<br />

humanos las voc<strong>es</strong> de serafin<strong>es</strong> (ángel<strong>es</strong><br />

cantor<strong>es</strong>). Esta visión da a Isaías la razón<br />

de vivir para servir agradando a Dios. A<br />

p<strong>es</strong>ar de la maldad que había visto en sus<br />

primeras vision<strong>es</strong>, y a<strong>un</strong>que seguiría vi­<br />

endo maldad y viviendo entre malvados,<br />

Isaías tuvo la certeza de que Dios <strong>es</strong>taba<br />

y continuaría <strong>es</strong>tando en control. Ante<br />

<strong>es</strong>ta visión Isaías rindió su vida al completo<br />

servicio del Señor y le dijo: “Heme<br />

aquí, Señor, envíame a mí”.<br />

Jeremías fue también profeta contra<br />

su vol<strong>un</strong>tad. Él fue hijo del sacerdote<br />

Hilcías, benjamita de nacimiento,<br />

al igual que Pablo. Es llamado a<br />

profetizar durante <strong>los</strong> años turbulentos<br />

de decadencia moral y social que<br />

precedieron a la caída de Jerusalén y<br />

el consecuente cautiverio babilónico<br />

del reino de Judá. Cuando recibe el<br />

llamado de Dios, habiendo crecido<br />

en el hogar de su padre, sacerdote, le<br />

r<strong>es</strong>ponde con excusas futil<strong>es</strong>: No sé<br />

hablar, soy <strong>un</strong> niño…Este pueblo me<br />

va a perseguir. Pero el Señor no acepta<br />

sus excusas, diciéndole: “A todo lo que<br />

te envíe irás tú, y dirás todo lo que te<br />

mande” (Jeremías 1:7). Jehová le dijo<br />

que pondría Sus palabras en su boca<br />

para que hablara a la gente y a todos <strong>los</strong><br />

reinos, o sea, a todos <strong>los</strong> d<strong>es</strong>cendient<strong>es</strong><br />

de Abraham, no sólo a <strong>los</strong> d<strong>es</strong>cendient<strong>es</strong><br />

de Isaac en <strong>los</strong> hijos de Jacob,<br />

comenzando por Judá; sino también a<br />

<strong>los</strong> d<strong>es</strong>cendient<strong>es</strong> de Abraham en <strong>los</strong><br />

hijos de sus otras dos mujer<strong>es</strong>, Agar y<br />

Cetura (Gén<strong>es</strong>is 18 y 25), que ahora<br />

viven al otro lado del río Eúfrat<strong>es</strong>.<br />

(Véase Jeremías 25:18-29.)<br />

¿Fue Jeremías oído por Judá? ¡No!<br />

Pero fue castigado porque acusó audi­<br />

blemente a <strong>los</strong> falsos profetas que predicaban<br />

prosperidad cuando Dios pedía<br />

arrepentimiento. Sin embargo, Dios<br />

manda a Jeremías para que le vuelva<br />

a decir a Su pueblo: “Con amor eterno<br />

te he amado; por tanto, te prolongué mi<br />

misericordia” (Jeremías 31:3). No te d<strong>es</strong>ampararé<br />

eternamente. Haré <strong>un</strong> nuevo<br />

pacto con la casa de Israel: Pondré Mis<br />

ley<strong>es</strong> en sus entrañas y las <strong>es</strong>cribiré en<br />

sus corazon<strong>es</strong>. (Vea el significado de<br />

<strong>es</strong>to en Deuteronomio 10:16 y su aplicación<br />

en Juan 3:15, 16.)<br />

Más que el prepucio de su cuerpo<br />

físico, Dios quiere que todo Su pueblo<br />

circ<strong>un</strong>de su corazón y que no endurezca<br />

su cabeza ante Sus reclamos de<br />

justicia social para todos. En la profecía<br />

traída por Jeremías, Dios demanda<br />

que cada pastor e igl<strong>es</strong>ia local<br />

con sus líder<strong>es</strong>, examinemos nu<strong>es</strong>tras<br />

agendas y prioridad<strong>es</strong> y que cada <strong>un</strong>o<br />

nos sometamos a Su juicio bajo la<br />

lupa del Salmo 139; Malaquías 3:6-18<br />

y Mateo 5:20, a<strong>un</strong>que en el empeño<br />

de vivir para agradar a Dios, no haya<br />

para nosotros, como no hubo para <strong>es</strong>tos<br />

profetas, <strong>un</strong>a prom<strong>es</strong>a de fama o<br />

popularidad temporal.<br />

Cómo vivir agradando a Dios<br />

Mensajero Ala Blanca<br />

White Wing Publishing House<br />

P.O. Box 2910<br />

Cleveland, TN 37320-2910 EUA<br />

Atención: Gerardo Ramos Mattos<br />

gerardoramosmattos@hotmail.com<br />

mensajeroalablanca@wwph.com 15

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