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LAS IDEAS, EL ARTE Y LAS.LETRAS - Ateneo de Madrid

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<strong>LAS</strong> <strong>IDEAS</strong>, <strong>EL</strong> <strong>ARTE</strong> Y <strong>LAS</strong>.<strong>LETRAS</strong><br />

EN EST<br />

NUMERI<br />

AÑOS DE ANTE-<br />

GUERRA JUNTOA<br />

DE POSTGUERRA<br />

• EN LA NOV<strong>EL</strong>A<br />

ESPAÑOLA,<br />

por Ángel Cruz Rueda,<br />

Fernando G. <strong>de</strong><br />

Castro. Andrés Avizor<br />

y Antonio Rabinad.<br />

• SOBRE <strong>EL</strong> CA-<br />

TOLICISMO ESPA-<br />

ÑOL,<br />

por José María García<br />

Escu<strong>de</strong>ro.<br />

• ARMAS NUEVAS<br />

EN <strong>EL</strong> MAR,<br />

por Enrique Manera.<br />

• NOV<strong>EL</strong>A AUTO.<br />

BIOGRÁFICA Y MO-<br />

NOLOGO INTERIOR,<br />

por Mariano Baquero<br />

Goyanes.<br />

• UN PINTOR ES-<br />

PAÑOL BUSCA A<br />

ROMA EN ROMA,<br />

por el Marqués <strong>de</strong>. Lozoya.<br />

Y <strong>LAS</strong> HABITUALES<br />

SECCIONES, FIRMA-<br />

DAS POR:<br />

José Javier Aleixandre,<br />

Luis Castillo, Mariano<br />

Daranas, Lorenzo<br />

Gomjs, José María<br />

Jove, Fernando Ruiz<br />

Coca y Fl Indiscreto.<br />

15 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1954<br />

Núm. 50<br />

5 PESETAS


n BCONOZCA usted conmigo que vivi-<br />

" mos irnos días aburridos en lo literario.<br />

A pesar <strong>de</strong> los concursos y <strong>de</strong><br />

esos premios cada vez más fabulosos.<br />

—Des<strong>de</strong> luego. Porque ocurre algo<br />

muy chocante. Cuanto más fabulosos<br />

son esos premios, más lejos caen <strong>de</strong> los<br />

profesionales <strong>de</strong> la literatura. Yo creo<br />

que va siendo hora <strong>de</strong> que los literatos<br />

se remen <strong>de</strong> su oficio —que, por lo<br />

visto, no se consi<strong>de</strong>ra como tal oficio—<br />

y <strong>de</strong>jen el paso a los no profesionales.<br />

—No entiendo bien. ¿Por qué dice<br />

eso?<br />

—La resolución <strong>de</strong> los más importantes<br />

concursos literarios lo aconseja así.<br />

No cabe hacer pronósticos. No vale la<br />

fama o el conocer la bondad <strong>de</strong> las<br />

obras presentadas. A cada premio surge<br />

un inédito novel —y perdone la redundancia—.Parece<br />

que tales concursos se<br />

orientan sólo a <strong>de</strong>scubrir valores que<br />

luego casi nunca pasan <strong>de</strong> la primera<br />

y premiada novela.<br />

—Comprendo que el fallo <strong>de</strong>l ultimo<br />

Nadal inspire, en cierto modo, sus palabras.<br />

Pero no siempre ocurre así. Ahí<br />

tiene el fallo <strong>de</strong>l Premio San Fernando.<br />

—Tiene usted razón. Ese concurso es<br />

nuevo y no hay peligro <strong>de</strong> acusar <strong>de</strong><br />

novel a Ángel Marrero, su justo ganador.<br />

Tal ejemplo es el que <strong>de</strong>be cundir.<br />

Los concursos literarios se convocan<br />

para los escritores. La <strong>de</strong> las letras<br />

es una profesión tan digna como<br />

cualquier otra. Ya sabe usted lo difícil<br />

que resulta el intrusismo en cualquiera<br />

<strong>de</strong> ellas. ¿Por qué aquí se fomenta<br />

intencionadameríie?<br />

—¿No cree usted en la revelación literaria?<br />

—Naturalmente que sí. Pero creo <strong>de</strong><br />

verdad en la revelación a la segunda<br />

o la tercera obra. Las revelaciones que<br />

se quedan en el escándalo publicitario<br />

<strong>de</strong> un premio no encuentran vigencia<br />

posterior en el mundo <strong>de</strong> las letras.<br />

—Entonces, ¿no está conforme con el<br />

Nadal otorgado a María Luisa Porrellat?<br />

—¿Cómo no voy a estarlo? Posiblemente,<br />

aunque esta joven no conozca<br />

el país don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrolla su narración,<br />

ni posea tampoco conocimientos<br />

científicos sobre la difteria, enfermedaó<br />

que al parecer se maneja en ella, pue<strong>de</strong><br />

ser una novela muy bien escrita<br />

v digna <strong>de</strong> premio.<br />

—Pero reconocerá asimismo que el<br />

papel que hacen los escritores profesionales<br />

en el Nadal no resulta muy airoso.<br />

—Des<strong>de</strong> luego. Y eso hace que cada<br />

vez concurran menos. Acuér<strong>de</strong>se <strong>de</strong>í enfado<br />

<strong>de</strong> don Ramón Le<strong>de</strong>sma Miranda<br />

el año que acudió a este concurso. Sus<br />

<strong>de</strong>claraciones fueron talantes. Recono-<br />

cía que se les daba confianza a los escritores<br />

y luego se les utilizaba como<br />

testigos <strong>de</strong>l mitagrito <strong>de</strong>l año.<br />

—Algo <strong>de</strong> eso sí hay.<br />

—¿Estuvo usted en el Gijón el día<br />

<strong>de</strong> Reyes?<br />

— íCómo iba a faltar! Sólo se hablaba<br />

<strong>de</strong>l Nadal. &n un grupo don<strong>de</strong> estaban<br />

reunidos Oonzáíez rtuano, Zunzunegui,<br />

Castresana y algunos otros, el<br />

novelista Castresana sostenía que, tal<br />

como estaban las cosas, el premio no<br />

•podía, caer sobre un <strong>de</strong>sconocido.<br />

—Se equivocó. Aunque yo también<br />

hubiera pensado lo mismo. Tenga en<br />

cuenta que concurrían sscritores como<br />

Emiüano Aguado, Castillo Puche, Jod¿<br />

María Valver<strong>de</strong>, Benjamín Pérez Blázquez<br />

y otros ya conocidos en las letras<br />

españolas.<br />

—Por cierto que un amigo mío se encontró<br />

ese día a Elena Soriano y le<br />

preguntó: «¿Qué hay <strong>de</strong>l Nadal?», a lo<br />

que la autora <strong>de</strong> Caza menor contestó:<br />

«Sólo sé que se lo van a dar a una<br />

novela <strong>de</strong> Eugenia Serrano, que ésta<br />

ha enviado con el seudónimo <strong>de</strong> José<br />

María Valver<strong>de</strong>.»<br />

—Una broma <strong>de</strong> Elena.<br />

—Naturalmente.<br />

—Anduvo por aquí Bartolomé Soler.<br />

¿Lo ha visto?<br />

—Sí, lo vi. Por cierto que, hasta el<br />

triunfo <strong>de</strong> María Luisa Forrellat, él era<br />

el único novelista con que contaba la<br />

ciudad <strong>de</strong> Saba<strong>de</strong>ll. Ahora, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

este Nadal, son dos.<br />

—No le diga usted eso a Bartolomé,<br />

que le va a molestar.<br />

—No, si ya se ha ido a Palau Solitar.<br />

Por cierto que parece un poco menos<br />

molesto con la crítica. Sabrá usted<br />

cómo el autor <strong>de</strong> Marcos Villarí se quejó<br />

en alguna ocasión <strong>de</strong>l caso que ss<br />

hace al escritor en España.<br />

—De eso podrían quejarse todos.<br />

—¿Sabe usted que a José María Peinan<br />

no le sentó nada bien que se publicase<br />

su carta dirigida a una distinguida<br />

periodista, en torno al artículo<br />

que Fernán<strong>de</strong>z Figueroa publicó en<br />

Arriba?<br />

—Sí, lo sé. Don José María no era<br />

partidario <strong>de</strong> contestar al mencionado<br />

artículo. Por eso escribió la carta, que<br />

tiene cierta entonación íntima, y en ía<br />

cual no nombra al articulista atacante.<br />

Al escritor no le ha gustado que la misiva<br />

adquiera la dimensión <strong>de</strong> los titulares<br />

periodísticos.<br />

—Parece ser que en una comida con<br />

escritores amigos Pemán expuso el caso,<br />

' manifestó su propósito <strong>de</strong> no contestar<br />

a la agresión, ésas fueron sus paiabras.<br />

que había recibido.<br />

—Con la tal carta la agresión queda<br />

contestada.<br />

—A mi lo que me parece es que no<br />

hay para tanto. El prestigio y la obra<br />

<strong>de</strong> don José María Pemán están va<br />

muy por encima <strong>de</strong> mínimos ataques.<br />

A<strong>de</strong>mas, la crónica <strong>de</strong> Fernán<strong>de</strong>z Figueroa<br />

no pretendía herirle. El, me lo<br />

na dicho más <strong>de</strong> una vez, consi<strong>de</strong>ra que<br />

Pemán «es un gran señor <strong>de</strong> la literatura<br />

española».<br />

—Pues dicho esto, huelga todo lo<br />

<strong>de</strong>más.<br />

—Algo u lo que nos vamos resignando<br />

todos es a no ver publicado, por<br />

más que se aireó en tertulias y oronósticos,<br />

el fallo <strong>de</strong>l concurso poético <strong>de</strong><br />

Lara en torno al centenario <strong>de</strong> los Reyes<br />

Católicos.<br />

—Se dijo en principio que todo eracuestión<br />

<strong>de</strong> firma. Que faltaban algunas.<br />

—Y se continúa diciendo. Una todavía<br />

no estampada es la <strong>de</strong> don Eugenio<br />

Montes. No porque el ilustre académico<br />

se niegue a firmar, sino porque Conrado<br />

Blanco no le cogió por Lara durante<br />

la estancia <strong>de</strong> aquél en <strong>Madrid</strong>.<br />

—Si es sólo eso lo que impi<strong>de</strong> la publicidad<br />

<strong>de</strong>l fallo y la consiguiente v<br />

metálica entrega <strong>de</strong> premios, todo se resolverá.<br />

—¿Qué quiere usted limitar en sus<br />

palabras?<br />

—Nada. Simplemente, creo que <strong>de</strong>be<br />

haber algún otro motivo para un retraso<br />

ya verda<strong>de</strong>ramente inexplicable.<br />

—¿Acaso la falta <strong>de</strong> dinero?<br />

—En absoluto. A Conrado, que cenerosamente<br />

convocó el certamen, no le<br />

faltan medios <strong>de</strong> encontrar el metálico<br />

<strong>de</strong> los premios, que esta vez pondrá él,<br />

va que ahora no cuenta con un mecenas<br />

como Pujol.<br />

—Mecenas cuyos segundos premios,<br />

tan prometidos durante la eufórica concesión<br />

<strong>de</strong> los primeros, no se ven por<br />

ninguna parte.<br />

—Cierto es. Y mire usted por dón<strong>de</strong><br />

ahora sería más necesario que nunca<br />

un criterio como el <strong>de</strong> don Agustín.<br />

—¿..-?<br />

—Ya sabe usted que cuando se convocaron<br />

los premios él remarcó su gusto<br />

en que se otorgasen a escritores <strong>de</strong><br />

fama.<br />

—Y asi fue, sin duda alguna.<br />

—¿Es usted amigo <strong>de</strong> los eslóganes?<br />

—¿Por qué HO?<br />

—Entonces^ le gustará saber que también<br />

entre los escritores se practica «la<br />

elegencia social <strong>de</strong>l regalo». Ahí tiene<br />

usted a Fe<strong>de</strong>rico Muelas, que buscando<br />

entre los grabados <strong>de</strong> un anticuario<br />

ATENEO<br />

<strong>LAS</strong> <strong>IDEAS</strong>, <strong>EL</strong> <strong>ARTE</strong> Y <strong>LAS</strong> <strong>LETRAS</strong><br />

0ÍWCCION. Y REDACCIÓN-<br />

21 •• Teléfono 21 28 65<br />

José Antonio, 62»Teléfono 222629<br />

SUSCRIPCIONES<br />

Trimestral.,,.,.. 29 pesetas<br />

Semestre!....... 57 *<br />

Anvaí ,....*. US *<br />

REVISTA Uü LOS ATENEOS<br />

AÑO ííl - NUMERO 50<br />

MADRID, 15 - í - i954<br />

encontró uno representando el edificio<br />

<strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> Cuentas <strong>de</strong> la Nación,<br />

bello original <strong>de</strong>l siglo XIX. Fe<strong>de</strong>rico<br />

lo ha enmarcado y se lo regaló, coincidiendo<br />

con la fiesta <strong>de</strong> Reyes, a don<br />

Eduardo Aunós, actual presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

este Tribunal.<br />

—Es un fino <strong>de</strong>talle, digno <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico.<br />

—Y el grabado, un fino grabado, <strong>de</strong><br />

la época cuando don Víctor Balaguer<br />

era presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> aquel organismo, que<br />

llega a las manos ce otro presi<strong>de</strong>nte<br />

escritor, como es Eduardo Aunós.<br />

—¿Hay novelas nuevas por ahí?<br />

—Sí, señor, las hay. Ahí tiene una<br />

magnífica, <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s problemas y ambiciones,<br />

que acaba <strong>de</strong> publicar Manuel<br />

Halcón. Se titula La gran borrachera.<br />

—También Juan Antonio <strong>de</strong> Zunzunegui<br />

ha terminado su novela La- vida<br />

cuando es.<br />

—¿Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme algo <strong>de</strong>l concurso<br />

<strong>de</strong> guiones <strong>de</strong>l Sindicato <strong>de</strong>l Espectáculo?<br />

—Aparte <strong>de</strong> que hay una selección<br />

final <strong>de</strong> diecinueve guiones, pronostico<br />

que van a ser primero y segundo premios,<br />

casi con toda seguridad, el que<br />

firman dos ilustres periodistas y escritores,<br />

mientras el tercero será para el<br />

titulado Tres estrellas <strong>de</strong> Avila.<br />

—Muy atinada esa suposición.<br />

<strong>EL</strong> INDISCRETO<br />

vldo slfí, <strong>de</strong>spués en Asturias y,<br />

le celebrad© exposición®»<br />

pero aspee sal me oí*? el<br />

me gustan k?s S


E S<br />

E NOL S<br />

Una juventud nuestra<br />

POR<br />

EN 1931, los trabajadores españoles emigrados a<br />

Francia carecían <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos contractuales y<br />

asistencíales otorg sdos a otros extranjeros. En el<br />

distrito consular <strong>de</strong> ^oulouse habla más <strong>de</strong> cincuenta<br />

mil españoles. Existían colonias numerosas en el norte<br />

y en otros <strong>de</strong>partamentos. Un obrero español sin recursos<br />

podía morirse <strong>de</strong> enfermedad en la ralle. Las) leyes<br />

sociales no le amparaban. Italia, en cambio, había<br />

impuesta el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> que se extendieran ai todos sus<br />

connacionales los beneficios contractuales y asistendales.<br />

Muchos <strong>de</strong> los trabajadores italianos en Francia<br />

eran antifascistas. Sin embargo, ¡a tutela <strong>de</strong>l Gobierno<br />

Mussolini se extendía a todos ellos.<br />

De la <strong>de</strong>nsidad que han adquirido las colonias <strong>de</strong> españoles<br />

en Francia. da i<strong>de</strong>a curiosa la abundancia <strong>de</strong><br />

nombres españoles en las páginas <strong>de</strong>portivas <strong>de</strong> los periódicos:<br />

Gómez, García, Pérez, Rodríguez, Sánchez,<br />

Martínez... Se trata <strong>de</strong> jóvenes comprendidos entre los<br />

dieciocho y les treinta años. Son hijos <strong>de</strong> emigrados<br />

voluntarios y <strong>de</strong> expatriados políticos. Hay numerosos<br />

niños en edad escolar, <strong>de</strong> sangre, lengua y contextura<br />

espiritual española. Son <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> miliares, infinitamente<br />

superiores en número a los que se hallan ea<br />

la U. R. S. S<br />

Ha cambiado el régimen <strong>de</strong> Jos <strong>de</strong>rechos sociales en<br />

Francia, y por lo menos bis españoles que trabajan en<br />

las industrias se encuenlrao en situación menos aflictiva,<br />

en cuanto a tai seguridad, que los emigrantes <strong>de</strong> 1931.<br />

En el campo, el estada <strong>de</strong> Ja cuestión es menos halagüeño.<br />

El triángulo Alcaldía-patrono-gendarmeria constituye<br />

una fuerza coactiva no siempre favorable a los<br />

españoles. ¡Cuántas nacionalizaciones son consecuencia<br />

<strong>de</strong> la presión!<br />

Nos importan, esencialmente, los niños y los jóvenes<br />

<strong>de</strong> naestra casta que viven en territorio francés. Ni<br />

siquiera tenemos que discriminar la conducta política<br />

<strong>de</strong> sus padres, ni los ímotivos <strong>de</strong> su emigración. Mas<br />

no se oívi<strong>de</strong> que en Francia hay millares <strong>de</strong> españoles<br />

que en ella viven <strong>de</strong>s<strong>de</strong> i antes <strong>de</strong> 1936. Quizá los padres<br />

han sido asimilados en cierto modo, pero las madres<br />

conservan —espléndidamente— el alma '<strong>de</strong> la estirpe<br />

hispánica.<br />

Al llegar a la edad militar, los jóvenes españoles tienen<br />

que <strong>de</strong>cidir su futuro nacional, ¿Cuas es, actualmente,<br />

su disposición <strong>de</strong> ánimo? Hace v&ntidfo años,<br />

recién caída la Monarquía, formulé esta misma pregunta<br />

públicamente, en una serie <strong>de</strong> artículos que publicó<br />

Manuel Aznar en "B Sol". Había entonces una aparatosa<br />

confraternidad entre los Gobiernos <strong>de</strong> Francia y<br />

España. Herriot visitaba <strong>Madrid</strong>; Lerroux volaba ea<br />

Ginebra unido a los pa:¡lieos franceses; Jean Herbette,<br />

embajador;<strong>de</strong> Francia, parecía ministro sin cartera <strong>de</strong>l<br />

Gobierno español; Zulueta sucedía a Lerroux imitando<br />

la conducta francófila <strong>de</strong> éste... Pero la República española<br />

no consiguió lo que había obtenido el Gobierno<br />

neo<br />

ENERO<br />

fascista italiano. Tampoco lohabia<br />

logrado la Monarquía.<br />

Pedia yo, en aquellos artículos<br />

<strong>de</strong> "Q Sol" (—íjue provocaron<br />

una promesa gubernamental—,<br />

un régimen <strong>de</strong> igualdad social y<br />

asistenclal <strong>de</strong> los trabajadores esp.ñoes<br />

con los italianos y ios<br />

franceses; el cese <strong>de</strong> las presiones<br />

para obtener la íorzosa nacionalización;<br />

la apertura <strong>de</strong> escuelas<br />

españolas y <strong>de</strong> Bolsas <strong>de</strong><br />

trabajo; la autorización para que<br />

funcionaran, sin trabas, las socieda<strong>de</strong>s<br />

españolas ¿jenas a la<br />

política interior francesa... Llegó<br />

1936, sin haberse obtenido otra<br />

cosa que protocolarias promesas<br />

y alguna mínima y jamás cumplida<br />

concesión. La realidad <strong>de</strong><br />

las relaciones diplomáticas hispantótancesas<br />

pue<strong>de</strong> revelarla el<br />

hecho <strong>de</strong> que unos marineros <strong>de</strong><br />

la Armada española, <strong>de</strong>tenidos<br />

injustamente por haber repelido a pescadores franceses<br />

furtivos en .el Bidasoa —el año 1933—, estuvieron a<br />

punto <strong>de</strong> ser juzgados por un Consejo <strong>de</strong> guerra también<br />

francés. Un prestigioso jefe <strong>de</strong> la Marina <strong>de</strong> guerra,<br />

don losé Garnica, recordará el calvario por mi recorrido<br />

para conseguir <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Estado, a través<br />

<strong>de</strong> una campaña <strong>de</strong> prensa!, la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> liberación<br />

<strong>de</strong> aquellos marineros. V cómo los soldados españoles<br />

presos en Bayona; sólo recibieron los auxilios <strong>de</strong><br />

su comandante y los míos, basta traerles yo, en automóvil,<br />

una noche tormentosa, a la fronfera <strong>de</strong> Espaáa.<br />

La situación <strong>de</strong> los niñps y los muchachos españoles<br />

es hoy más <strong>de</strong>licatía, por los sucesivos hechos <strong>de</strong> la<br />

gueira española, <strong>de</strong> la universal y <strong>de</strong>l prolongado cierre<br />

<strong>de</strong> la frontera 'hispanofrancesa. Todas esas peripecias<br />

no han afectado en modo alguno a las instituciones<br />

francesas establecidas en territorio español; las escuelas,<br />

los institutos, las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> beneficencia,<br />

las orgaaizacíones económicas, toda I» vasta red francesa<br />

afincada en nuestra patria, han funcionado sin<br />

interrupción. Es log.co que el Estado francés se preocupe<br />

<strong>de</strong> conservar el espíritu nacional <strong>de</strong> sus emigranres<br />

en la mayor parte <strong>de</strong> las provincias españolas, aunque<br />

no haya ningún peligro <strong>de</strong> que Espaáa presione<br />

suhre ellos para obligarles a nacionalizarse.<br />

Reciente aún el establecimiento <strong>de</strong> nuevas relaciones<br />

diplomáticas con Francia, es indudable que esa<br />

circunstancia no habrá estorbado a la consi<strong>de</strong>ración<br />

<strong>de</strong>l problema nacional representado por esa muchedum-<br />

bre <strong>de</strong> españoles niñ(os y adolescentes que todavía no<br />

han llegado a la edad <strong>de</strong> optar entre la patria moral y<br />

racial y la posible patria'adoptiva. Mueve a estas reflexiones<br />

en torno a la cuestión íel hecho <strong>de</strong> que las nuevas<br />

generaciones están sometidas la mayor parte <strong>de</strong>l<br />

tiempo a la influencia cotidiana y directa <strong>de</strong> la lengua<br />

y <strong>de</strong> las costumbres francesas. En ningún hogar<br />

<strong>de</strong> emigrados se han perdido el idioma y el estilo vital.<br />

Pero también es cierto que, según avanzan los<br />

años, los hijsos van renunciando al bilingüismo forzoso<br />

y <strong>de</strong>jándose ganar por el medio ambiente <strong>de</strong> la eSCuela,<br />

la calle, el taller y la fábricta.*<br />

'No hay compatriota, con la excepción <strong>de</strong> aquellos que a<br />

través <strong>de</strong>! crimen se coHocaron al margen <strong>de</strong> la ley, <strong>de</strong> la<br />

ley nacional y <strong>de</strong> la ley natural, que sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñable. Hace<br />

cuatro años vi salir <strong>de</strong> Francia a un grupo <strong>de</strong> georgianos<br />

a quienes el Gobierno <strong>de</strong> la V. R. S, S. había planteado<br />

el dilema <strong>de</strong>l retorno o <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> nacionalidad.<br />

El caso <strong>de</strong> los españoles emigrados en Francia<br />

es muy distinto, y no'se trata <strong>de</strong> ejercer ninguna coacción<br />

sobre su espíritu. Mussolini, al favorecer a todos<br />

los traba jeidores italianos, sabia que prestaba un servicie<br />

a muchos enemigos. Pero él sentía, ante todo, la<br />

italianidad. PfOr otra parte, 'los niños y ios muchachos<br />

que viven en Francia —y repito que muchos <strong>de</strong> ellos<br />

son vastagos <strong>de</strong> familias emigradas hace veinte y más.<br />

años— sólo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l vinculo puramente nacional,<br />

espiritual y racial. No fueron actores, ni siquiera testigos,<br />

probablemente, <strong>de</strong> la guerra española.


autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las mas califi-<br />

*-* cadas ven en la nación española una<br />

totalidad católica. Ciertas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

Jas mejor calificadas ven en la nación española<br />

una mayoría católica. Ciertas autorida<strong>de</strong>s<br />

no <strong>de</strong> las menos calificadas ven en la<br />

nación española una minoría católica». Y<br />

A.-Z. Serrand, que empieza así un artículo<br />

publicado en el número <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong><br />

«La Vie Intellectuelle», con el título «De<br />

la noción <strong>de</strong> totalidad católica», se pregunta:<br />

¿Qué es la nación española, religiosamente<br />

consi<strong>de</strong>rada?<br />

Visto el cariz habitual <strong>de</strong> las informaciones<br />

<strong>de</strong> «La Vie íntellectueüe» sobre España-,<br />

sería mucho pedir al autor <strong>de</strong>l artículo<br />

mencionado que prescindiese <strong>de</strong> fáciles<br />

ironías a cuenta <strong>de</strong>l editorial en que<br />

la revista «Razón y Fes <strong>de</strong> julio-agosto<br />

<strong>de</strong> 1953^ titulado «La legítima convivencia»,<br />

contesta a esa pregunta. Aún extien<strong>de</strong><br />

Serrand su crítica al número <strong>de</strong><br />

«Mundo Hispánico*, en que esta revista se<br />

limita a reproducir el discurso que el car<strong>de</strong>nal<br />

Ottaviani, prosecretario <strong>de</strong>l Santo<br />

Oficio, pronunció el 2 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>l año<br />

pasado en el Pontificio <strong>Ateneo</strong> Lateranense.<br />

Veamos en qué se funda la critica <strong>de</strong><br />

Serrand.<br />

La convivencia legítima, para «Razón<br />

y Fe», es la autorizada por el artículo sexto<br />

<strong>de</strong>l Fuero <strong>de</strong> los Españoles, o sea la que<br />

conce<strong>de</strong> a los no católicos el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />

profesar privadamente su culto y restringe<br />

a los católicos las manifestaciones públicas<br />

<strong>de</strong>l suyo, que es e) <strong>de</strong>l Estado.<br />

Esto, según «Razón y Fe», supone que<br />

existe realmente la unidad católica. No es<br />

que se sepa por estadísticas; ni se quiere<br />

<strong>de</strong>cir que todos o la mayoría vivan católicamente;<br />

sí que no hay núcleos religiosos<br />

importantes fuera <strong>de</strong>l católico, ni <strong>de</strong> ateísmo<br />

consciente. Pues aun íos españoles que<br />

se proclaman hostiles a la Iglesia, son «casi<br />

siempre católicos en el fondo*; han creído<br />

alguna vez explícitamente, <strong>de</strong> hecho no<br />

han renegado conscientemente <strong>de</strong> su fe<br />

y fácilmente volverían a ella, si fuesen <strong>de</strong>bidamente<br />

informados.<br />

Y Serrand, observa que, ante esas palabras,<br />

«se tiene la impresión, o bien <strong>de</strong> que<br />

Francia es también, moralmente, católica<br />

en su totalidad, o bien <strong>de</strong> que España es,<br />

también ella, país <strong>de</strong> misión».<br />

Esta observación parece consecuencia <strong>de</strong><br />

un doble <strong>de</strong>sconocimiento: <strong>de</strong> España, por<br />

un lado, lo cual no nos pue<strong>de</strong> extrañar, y<br />

<strong>de</strong> los datos que un ejemplar movimiento<br />

<strong>de</strong> información sociológica arroja sobre el<br />

hecho «Francia, país <strong>de</strong> misión», lo cuai<br />

sí tiene que asombrarnos. Godin y Daniel<br />

o Boulard, en sus obras ya clásicas; Michonneau,<br />

en su conocida «Parroquia, comunidad<br />

misionera», <strong>de</strong>scubren que, junto<br />

a la extensa zona, como la que «Razón y<br />

Fe» <strong>de</strong>scribe, <strong>de</strong> los indiferentes, que aún<br />

son, sin embargo, psicológicamente católicos,<br />

hay otras en que el proceso <strong>de</strong> pagan ización<br />

ha avanzado lo suficiente para<br />

haber <strong>de</strong>svanecido todo vestigio <strong>de</strong> mentalidad<br />

cristiana; y son estas zonas las que<br />

han motivado la aplicación <strong>de</strong>l término<br />

«país <strong>de</strong> misión» a Francia. No es que los<br />

españoles nos hagamos la ilusión <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />

prescindir <strong>de</strong>i espíritu misionero, pero, a<br />

pesar <strong>de</strong> todo, faltan esas zonas paganas<br />

<strong>de</strong> Francia, con la importancia que allí<br />

tienen. Por lo <strong>de</strong>más, en Francia, el carácter<br />

minoritario <strong>de</strong>l catolicismo salta a<br />

la vista y contrasta con la base popular<br />

que conserva en España.<br />

Pero <strong>de</strong>jemos unas comparaciones que<br />

no preten<strong>de</strong>n ser peyorativas para un catolicismo,<br />

como el francés, cuyo esfuerzo <strong>de</strong><br />

luci<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> adaptación ha sido con justicia<br />

ensalzado por el Padre Santo. La<br />

cuestión importante que Serrand se plantea<br />

es ésta: «una totalidad o mayoría, ¿basta<br />

para justificar la instauración <strong>de</strong> un Estado<br />

católico con todas sus consecuencias<br />

jurídicas?».<br />

«Razón y Fe» alega que esa mayoría, en<br />

España, compren<strong>de</strong> ala mejor y mas sana<br />

parte <strong>de</strong>l pueblo»; apreciación que le parece<br />

a Serrand «ligeramente impúdicas, y «poco<br />

conforme con las reglas <strong>de</strong>t Derecho este<br />

arbitraje don<strong>de</strong> el juez es parte interesada*.<br />

No es <strong>de</strong>cisivo el razonamiento. Toda la<br />

doctrina <strong>de</strong> la guerra justa se apoya en esa<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> juez y parte, sin duda<br />

peligrosa, pero no absolutamente rechazable<br />

eri nombre <strong>de</strong>l Derecho. Y todavía no<br />

se ha encontrado modo <strong>de</strong> que el or<strong>de</strong>n<br />

político <strong>de</strong>je <strong>de</strong> <strong>de</strong>scansar en la autolimitación<br />

<strong>de</strong> un soberano, unipersonal o colegiado,<br />

lo cual, en <strong>de</strong>finitiva, equivale a<br />

aquella i<strong>de</strong>ntificación.<br />

Por otra parte, es que no cabe atacar al<br />

Estado católico como si lo único que le<br />

justificase fuera la mayoría católica, y no<br />

la naturaleza <strong>de</strong> la minoría no católica.<br />

Afirmaban los Metropolitanos españoles en<br />

su Instrucción <strong>de</strong>l 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1948 que<br />

«los españoles que no hacen profesión <strong>de</strong><br />

íe católica y sobre todo, los adheridos oficialmente<br />

a alguna confesión religosa distinta<br />

<strong>de</strong> la católica, son un número tan insignificante,<br />

que no pue<strong>de</strong>n tenerse en<br />

cuenta para una ley que mira a la comunidad<br />

social»; y por esto, cuando la revista<br />

norteamericana «Indiana Catholic and Record»<br />

afirmaba en 1952 que «los católicos<br />

en otros países no ven en el protestantismo<br />

una amenaza, sino un hecho», contestaba<br />

el padít: Granero, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> «Razón y Fe», que<br />

aquí son exactamente lo contrario: una<br />

amenaza y no un hecho. Pero podrían ser<br />

VIE INT<strong>EL</strong>LECTU<strong>EL</strong>LE"<br />

OLIC<br />

Y<br />

Por JOSÉ ARIA GARCÍA i<br />

los católicos mayoría en España y haber<br />

razones que justificasen la libertad <strong>de</strong> cultos...<br />

si hubiera otros cultos, es <strong>de</strong>cir, si<br />

la minoría tuviera, en su generalidad, otro<br />

carácter que el simplemente negativo <strong>de</strong><br />

no ser católica. Es este carácter negativo<br />

lo que en buena medida justifica el<br />

Estado católico, y en este sentido creo<br />

que se <strong>de</strong>be completar (si se proce<strong>de</strong> con<br />

una mínima benevolencia) el razonamiento<br />

<strong>de</strong> «Razón y Fe», para la cual, si veintiocho<br />

millones <strong>de</strong> españoles, católicos fervientes,<br />

justificarían el Estado católico, con mayor<br />

razón lo justifica «la situación real <strong>de</strong> nuestro<br />

pueblo, compuesto en buena parte <strong>de</strong><br />

no practicantes incultos y engañados».<br />

En el razonamiento <strong>de</strong> Serrand hay un<br />

error <strong>de</strong> origen: consi<strong>de</strong>rar que el Estado<br />

católico es solamente la expresión <strong>de</strong> una<br />

sociedad católica, es <strong>de</strong>cir, darle una base<br />

<strong>de</strong>mocrática, cuando es más cierto que es,<br />

sobre todo, expresión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber que el<br />

Estado tiene, como las <strong>de</strong>más socieda<strong>de</strong>s y<br />

las personas naturales, <strong>de</strong> profesar la religión<br />

verda<strong>de</strong>ra. El Estado católico es concebible,<br />

en principio, en una sociedad<br />

don<strong>de</strong> sólo una reducida minoría sea católica,<br />

pero en este caso se pue<strong>de</strong> asegurar<br />

que la intolerancia causaría siempre mayores<br />

males a la religión que la tolerancia.<br />

Es ío que explica el régimen <strong>de</strong> libertad<br />

que el reciente Concordato <strong>de</strong> España con<br />

la Santa Se<strong>de</strong> mantiene para la zona <strong>de</strong><br />

Protectorado; conducta tolerante en la<br />

que los ceñudos censores <strong>de</strong> nuestra postura<br />

no fijan, porque no !es conviene, su<br />

atención. Pero ésa es la situación que no<br />

se da en la Península, lo cual justifica una<br />

fórmula que satisface a la mayoría sin<br />

dañar los intereses <strong>de</strong> una minoría, a ía<br />

cual <strong>de</strong>be bastarle con que no se la fuerce<br />

a ningún acto <strong>de</strong> adhesión al catolicismo<br />

(pues, aunque leído en España parezca<br />

pintoresco, muchos <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>tractores<br />

dan por supuesta esa coacción) y con que,<br />

en su caso, se respete su culto privado;<br />

respeto, éste, sin embargo, que no <strong>de</strong>be<br />

interpretarse como reconocimiento al error<br />

<strong>de</strong> ningún <strong>de</strong>recho, sino como sometimiento<br />

<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al a la realidad, por razón <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia.<br />

El Papa ha recordado recientemente<br />

al V Congreso <strong>de</strong> Juristas Católicos<br />

italianos que «lo que no respon<strong>de</strong> a la<br />

verdad y a la norma moral no tiene objetivamente<br />

<strong>de</strong>recho alguno ni a la existencia,<br />

ni a la propaganda, ni a la acción»<br />

(palabras que brindo a Serrand para disipar<br />

las dudas <strong>de</strong> la última página <strong>de</strong> sit<br />

artículo).<br />

Todos éstos son temas que han sido muy<br />

<strong>de</strong>batidos con motivo <strong>de</strong> la campaña <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nada<br />

contra España a consecuencia<br />

<strong>de</strong> la titulada «opresión» <strong>de</strong> las minorías<br />

protestantes. Poco interés tendría el trabajo<br />

<strong>de</strong> Serrand si terminase ahí. Pero<br />

aún toca dos puntos que vale la pena con-<br />

si<strong>de</strong>rar, incluso con amplitud superior a<br />

la que él les <strong>de</strong>dica-<br />

Primer punto. En -contra <strong>de</strong>l régimen<br />

«que se estima i<strong>de</strong>al» (¡subrayo el matiz <strong>de</strong><br />

ese «se estima»; sólo que Pío XII, en la<br />

ocasión que cito más arriba, afirma que<br />

«por principio, es <strong>de</strong>cir, como tesis, no<br />

pue<strong>de</strong> aprobar la Iglesia la completa separación<br />

entre los dos Po<strong>de</strong>res»; y ésta<br />

es la postura <strong>de</strong>l «Syllabus» y <strong>de</strong> León XIII<br />

ea la Carta a los prelados norteamericanos<br />

y en las Encíclicas «Inmortale Dei», «Libertas»<br />

y «Diuturnum Illud»), Serrand menciona<br />

una Carta colectiva <strong>de</strong> los obispos<br />

brasileños que en 1889 saludaron el fin <strong>de</strong>l<br />

Estado católico como «el <strong>de</strong> una protección<br />

que nos asfixiaba». De no encontrar más<br />

que ese argumento, valía más que se lo<br />

hubiese guardado. «Un» Estado que se<br />

llame católico pue<strong>de</strong> asfixiar, pero <strong>de</strong> ahí<br />

no se sigue que «todo» Estado católico asfixie<br />

ni que una, dos, tres hipótesis contrarias<br />

<strong>de</strong>ban hacernos contrarios a la tesis.<br />

Y es en el terreno <strong>de</strong> ésta don<strong>de</strong> Serrand<br />

plantea la polémica, aunque no <strong>de</strong>ban extrañarnos<br />

ciertas incertidumbres, fruto<br />

acaso <strong>de</strong>l difundido equívoco '<strong>de</strong> íos maritenianos<br />

entre las situaciones <strong>de</strong> libertad,<br />

que sólo como «hipótesis» se pue<strong>de</strong>n tolerar,<br />

y esas mismas situaciones presentadas<br />

como «i<strong>de</strong>ales históricos concretos», que no<br />

son el i<strong>de</strong>al en sí, pero que se le parecen<br />

mucho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se sustituye<br />

una noción unívoca <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al por<br />

una noción analógica, que le hace estar<br />

presente en cada uno <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales históricos<br />

concretos que se han sucedido en la<br />

historia.<br />

El segundo punto ha sido menos tratado, -<br />

y presenta por ello mayor interés.<br />

Supuesta la tesis <strong>de</strong>l Estado católico<br />

como i<strong>de</strong>al permanente, y no, según dicen<br />

los maritenianos, como i<strong>de</strong>al exclusivo <strong>de</strong><br />

una época histórica periclitada; supuesto<br />

que esa tesis <strong>de</strong>be aplicarse allí don<strong>de</strong> sea<br />

posible; supuesto, en íin, que en España lo<br />

es. queda consi<strong>de</strong>rar si otras razones aconsejan<br />

<strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> ello.<br />

Serrand viene a <strong>de</strong>cir que, si fundamos<br />

el Estado católico en que la mayoría <strong>de</strong><br />

los nacionales son católicos, nos exponemos<br />

a que nos vuelvan la oración por pasiva.<br />

«No se ve en ese caso por qué la Rusia<br />

zarista <strong>de</strong> antaño, adherida a la fe ortodoxa,<br />

no habría prohibido a las minorías<br />

uniata o latina crear en su seno una escisión<br />

religiosa; no se ve hoy por qué en los<br />

Estados Unidos, la mayoría absoluta <strong>de</strong><br />

los protestantes, <strong>de</strong> acuerdo sobre el «dogma»<br />

<strong>de</strong> la tolerancia civil <strong>de</strong> las confesiones


H L<br />

LDER O<br />

religiosas, no perseguiría a los católicos,<br />

minoritarios, acusados <strong>de</strong> hostilidad a este<br />

principio». Y si entonces invocamos los<br />

católicos la libertad, se nos podrá <strong>de</strong>cir<br />

lo que a los comunistas —agrego por mi<br />

cuenta—: que pedimos la libertad <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la oposición y la negamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Po<strong>de</strong>r,<br />

Y, efectivamente, al católico Veuillot se<br />

atribuía la frase: «Cuando somos los más<br />

débiles, os pedimos libertad en nombre<br />

<strong>de</strong> vuestros principios; cuando seamos los<br />

más fuertes, os la negaremos en nombre<br />

<strong>de</strong> los nuestros».<br />

Pero nada hay más lógico que esa frase,<br />

por impolítica que pueda ser. Si creemos<br />

que poseemos la verdad, «tenemos que ser»<br />

intolerantes; y si el liberalismo no está<br />

seguro <strong>de</strong> la verdad, no pue<strong>de</strong> ser más que<br />

tolerante. Esto, Serrand tiene que reconocerlo,<br />

al menos implícitamente, pero no<br />

<strong>de</strong>scubre cómo hacerlo admitir, «apelando<br />

exclusivamente a la razón». Pero no se<br />

trata <strong>de</strong> cómo hacerlo admitir, sino <strong>de</strong><br />

si es así o no, y lo cierto es que no se ve<br />

por qué el católico va a encerrar la fe en<br />

la verdad <strong>de</strong> su religión en la vida privada,<br />

renunciando para su vida pública a cuanto<br />

no pertenezca exclusivamente a la razón,<br />

con lo cual su religión jamás podrá tener<br />

ei puesto que le correspon<strong>de</strong> en la sociedad.<br />

En la práctica, pue<strong>de</strong> ocurrir que en<br />

países <strong>de</strong> diversas religiones sea aconsejable<br />

que nunca una <strong>de</strong> ellas, aun siendo<br />

mayoritaria, niegue a las otras la libertad,<br />

ya por el temor <strong>de</strong> que éstas, a su vez, se<br />

la negasen a elía; ya porque la prestación<br />

<strong>de</strong> tal promesa sea condición para la paz<br />

presente; ya porque los elementos básicos<br />

<strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong>l país hayan calado<br />

en !a conciencia pública <strong>de</strong> modo que su<br />

evolución futura esté <strong>de</strong>terminada por<br />

ellos en un sentido <strong>de</strong>l que sería impru<strong>de</strong>nte<br />

apartarse. (Y aun así, tampoco sería<br />

pru<strong>de</strong>nte dar a esa palabra «nunca» un alcance<br />

absoluto...). En ese sentido se <strong>de</strong>ben<br />

enten<strong>de</strong>r la promesa que el car<strong>de</strong>nal Manning<br />

hacía en 1875 <strong>de</strong> que, si los católicos<br />

llegasen a dominar en Inglaterra, no restringirían<br />

ninguna libertad, y la <strong>de</strong>claración<br />

parecida <strong>de</strong>l arzobispo <strong>de</strong> Cincinati,<br />

John T. McNicholas, O.P. en 1948. ¿Pue<strong>de</strong><br />

ser ése el caso <strong>de</strong> un país sin pluralidad<br />

religiosa, como España?<br />

Aquí acaba Serrand. Pero aquí empieza<br />

la parte más interesante <strong>de</strong> la polémica sobre<br />

el Estado católico Sustituiré a Serrand<br />

por la revista «América», <strong>de</strong> los jesuítas<br />

norteamericanos, que en su número<br />

<strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong> noviembre, comentando el Concordato<br />

español, se pregunta si, en consi<strong>de</strong>ración<br />

<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la opinión mundial,<br />

que acusa a los católicos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la<br />

libertad sólo por táctica, no sería preferible<br />

un sistema más liberal. Es la tesis<br />

que, con carácter genera), <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> Yves<br />

<strong>de</strong> la Bríére, partiendo <strong>de</strong>l hecho #unive<br />

sal» <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> creencias religiosa<br />

para sostener que el bien común exige que<br />

sea reconocida en todas partes, como una<br />

regla universal <strong>de</strong> civilización, la libertad<br />

legal <strong>de</strong> todos los cultos con las únicas<br />

reservas <strong>de</strong> la moral y el or<strong>de</strong>n público.<br />

Esta es, para todos los pueblos, materia<br />

<strong>de</strong> un universal <strong>de</strong>ber y <strong>de</strong> un universal<br />

contrato <strong>de</strong> probidad.<br />

Así, pues, la excepción <strong>de</strong>berá ce<strong>de</strong>r a<br />

ia regla general y la unidad católica <strong>de</strong> un<br />

Estado <strong>de</strong>berá ser sacrificada para evitar<br />

perjuicios a los católicos minoritarios <strong>de</strong><br />

otros países. Y, efectivamente. Pío XII,<br />

en su discurso al V Congreso Nacional <strong>de</strong><br />

la Unión <strong>de</strong> Juristas Católicos Italianos,<br />

antes mencionado, contesta afirmativamente<br />

a la pregunta <strong>de</strong> si, ante el bien<br />

superior que representa una comunidad<br />

<strong>de</strong> pueblos, que naufragaría si no se edifícase<br />

sobre la libertad religiosa, el Estado<br />

católico pue<strong>de</strong> dar su asentimiento a «la<br />

norma <strong>de</strong> que el libre ejercicio <strong>de</strong> una<br />

creencia y <strong>de</strong> una práctica religiosa moral,<br />

que tengan valor en uno <strong>de</strong> los Estados<br />

miembros, no se impida en todo el territorio<br />

<strong>de</strong> la comunidad por medio <strong>de</strong> leyes o<br />

provi<strong>de</strong>ncias estatales coercitivas»; pero<br />

pero hay que observar: i.°; que, aunque se<br />

trate <strong>de</strong> tolerar el culto público y no simplemente<br />

el privado, el Papa recuerda que<br />

«el ver si esta condición se da en un caso<br />

concreto —es la llamada «quaestio facti»—<br />

<strong>de</strong>be, ante todo, juzgarlo el mismo estadista<br />

católico, parangonando las consecuencias<br />

dañosas que surgen <strong>de</strong> la tolerancia<br />

con aquellas que mediante la aceptación<br />

<strong>de</strong> la fórmula <strong>de</strong> tolerancia se ahorrarán<br />

a la comunidad <strong>de</strong> los Estados».<br />

2. 0 ; que el Papa contempla la posibilidad<br />

<strong>de</strong> una auténtica organización <strong>de</strong> Estados;<br />

por lo cual parece, por lo menos,<br />

dudoso que, hoy, el mero «espíritu <strong>de</strong> la<br />

época» exija el sacrificio <strong>de</strong> la unidad religiosa.<br />

En ningún texto <strong>de</strong> los Pontífices<br />

contemporáneos hay base para estimar que<br />

la «hipótesis» se haya convertido en mundial<br />

y que, por ello, sea aconsejable ir en<br />

todas partes a la libertad religiosa. En<br />

cuanto al perjuicio que la existencia <strong>de</strong> un<br />

Estado católico causa a otros católicos minoritarios,<br />

ni se compren<strong>de</strong> bien, como<br />

escribía el padre Sobrino en «Razón y Fe»,<br />

en virtud <strong>de</strong> qué alergia misteriosa las<br />

vendas que cubren las heridas <strong>de</strong> la Iglesia<br />

española se convierten en cuchillo para<br />

otros países, ni se aprecia que el mantenimiento<br />

<strong>de</strong>l Estado católico español haya<br />

impedido el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l catolicismo en<br />

las naciones anglosajonas, ni <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser<br />

beneficioso que se conserve la tesis en algún<br />

país, para recordar a los católicos <strong>de</strong> los<br />

otros cuál es el i<strong>de</strong>al, ni, por ultimo, se<br />

<strong>de</strong>be olvidar lo que unánimemente olvidan<br />

nuestros censores extranjeros: el bien que<br />

los católicos españoles (católicos también)<br />

Cariomagno recibe el estandarte <strong>de</strong> Rorná <strong>de</strong> manos <strong>de</strong> San Pedro<br />

(Roma. Mosaico <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Letran)<br />

obtienen <strong>de</strong>l Estado confesional y las consecuencias<br />

terribles que tendría el abandono<br />

<strong>de</strong> la unidad católica. El padre Guerrero,<br />

también. en «Razón y Fe», comparaba<br />

hace tiempo el bien incierto y pequeño<br />

<strong>de</strong> ese abandono —cierta satisfacción <strong>de</strong><br />

los acatólicos <strong>de</strong> otros países— y el mal<br />

cierto y grave —la pérdida <strong>de</strong> nuestra unidad<br />

religiosa—. Y concluía: $no es lícito<br />

permitir un mal cierto y grave por un bien<br />

incierto e insignificante.»<br />

Si ese sacrificio fuese necesario, ¿cómo<br />

podríamos dudar? Pero ni el discurso mencionado<br />

<strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal Ottaviani, ni, <strong>de</strong>spués,<br />

la firma <strong>de</strong>i Concordato <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong><br />

agosto <strong>de</strong> 1953, parecen indicarlo. La revista<br />

«América* observa que esa interpretación<br />

valdría si por parte española se<br />

hubiese propuesto un régimen <strong>de</strong> mayor<br />

libertad, y la Santa Se<strong>de</strong> lo hubiera rechazado;<br />

pues lo que sostiene la revista no es<br />

que el sistema que llama «español» sea inaceptable,<br />

sino que sería preferible otro.<br />

Pero repetidamente se ha observado que,<br />

con relación a los cuatro artículos primeros<br />

<strong>de</strong>l Concordato <strong>de</strong> 1851, q ue explícitamente<br />

establecen la unidad católica, fue la Santa<br />

Se<strong>de</strong> quien exigió su observancia; y a<strong>de</strong>más,<br />

entendámonos, lo que se dice no es<br />

que el sistema «español» sea «menos bueno»,<br />

sino que es positivamente perjudicial, al<br />

menos para los <strong>de</strong>más católicos <strong>de</strong>l mundo;<br />

y en este caso, somo observa el car<strong>de</strong>nal<br />

primado, doctor Plá y Deniel, en su comentario,<br />

en la revista «Ecciesia», al Concordato,<br />

¿habría suscrito la Santa Se<strong>de</strong> el<br />

trascen<strong>de</strong>ntal documento?<br />

Agrega «América» que la unidad católica<br />

no es incompatible con una mayor libertad<br />

legal, y cita la Constitución irlan<strong>de</strong>sa,<br />

que reconoce la situación «especial»<br />

<strong>de</strong> la Iglesia, y Ja Constitución portuguesa,<br />

con su régimen <strong>de</strong> «separación». ¿Habrá<br />

que repetir lo antes dicho? La unidad católica<br />

exige lógicamente el Estado católico,<br />

salvo circunstancias <strong>de</strong> hecho que acaso<br />

se <strong>de</strong>n en otros países, pero que no parece<br />

se repitan en España.<br />

Si la caridad no lo vedase, en ia hostilidad,<br />

la incomprensión <strong>de</strong>liberada, las fáciles<br />

ironías y el jugar con las palabras prescindiendo<br />

<strong>de</strong> un sentido obvio, en que<br />

suelen incurrir tantos católicos <strong>de</strong> fuera<br />

cuando se trata <strong>de</strong> juzgarnos, uno vería<br />

el malsano <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver <strong>de</strong>saparecer una<br />

fórmula, sólo porque ellos no la pue<strong>de</strong>n<br />

aplicar.'Lo peor <strong>de</strong> sus críticas no es que<br />

ataquen una aplicación, necesariamente<br />

discutible y cuyos <strong>de</strong>fectos no^ negamos,<br />

sino que socavan la fórmula misma, haciendo<br />

que muchos católicos consi<strong>de</strong>ren <strong>de</strong><br />

buena fe como i<strong>de</strong>al una libertad que los<br />

Papas han presentado repetidamente como<br />

mera situación <strong>de</strong> hecho, que se pue<strong>de</strong> tolerar,<br />

don<strong>de</strong> no hay otro remedio, pero<br />

nada más. Precisamente porque nuestra<br />

sociedad no es íntegramente católica, los<br />

españoles hemos aprendido mucho en otros<br />

catolicismos que, antes que nosotros, vivieron<br />

esa situación, como es el caso <strong>de</strong>l francés.<br />

Sería <strong>de</strong>seable que nos <strong>de</strong>jasen aprovechar<br />

esas enseñanzas en vez <strong>de</strong> obligarnos,<br />

con críticas don<strong>de</strong> rara vez se <strong>de</strong>scubre ei<br />

espíritu <strong>de</strong> corrección fraterna, a acudir<br />

constantemente a ia <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> unos principios<br />

<strong>de</strong> los que estarnos seguros, sean<br />

cuales fueren nuestras flaquezas en su aplicación.<br />

f


LA EXPOSICIÓN DE LIBROS<br />

ESPAÑOLES EDITADOS EN 1953<br />

E H<br />

el cuadro <strong>de</strong> la política C5pctio>a <strong>de</strong>l libro, constituye mi acontecimiento<br />

<strong>de</strong> primer» importancia esia I Exposición Nacional tíei Libro Español,<br />

corro también hubiera potinfo titularse oficialmente, y- que se fia celebrado<br />

entre los días 17 y 24 <strong>de</strong> djcKatbre en el madrileño Circulo <strong>de</strong> Belitó<br />

Artses, organizada p»? el Ministerio <strong>de</strong> información y Ttarísm» {Oireccáóa Ge*<br />

ñera! tíe ítiírínacíóa), en estrecho contacto con los servidos técaicos <strong>de</strong>l las-i<br />

i Nacional <strong>de</strong>! li&ro Espaáoí, organismo aaíonoiiKJ <strong>de</strong> ia misma Dirección,<br />

servicio üei ijíea COÍBMÉÍII"., viene teniendo en los aíiimos años una serie* constante<br />

ile manifestaciones positivas y <strong>de</strong> estimulo, tanto económica como cal-<br />

En príñter lugar,. la tradicional Feria Nacional <strong>de</strong>l Libro, que antes se céb<br />

cada dos años 3? casi síempie en <strong>Madrid</strong>, ha pasado a ser anual <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que es la primavera efe Í952 tuvo lujar en Barcelona y con carácter es-,<br />

peciaíiiíado, en consonancia COn el magno ac»aísecltnient3 religioso ínfentaciosal<br />

<strong>de</strong> afjaelías fechas; {teatro <strong>de</strong> SH«S ifias sera anunciada ía Feria Nacioaaí<br />

así libro correspondiste a Í954. Vienes luego fós Ferias Regionales que,<br />

nuestras tanto, han Ido celebrándose<br />

en Santan<strong>de</strong>r, Valencia, Sevilla y<br />

Eí ministro <strong>de</strong> Información y<br />

Ha sido adamas la asistencia a la<br />

Feria Internacional <strong>de</strong> Francfort, d»n<strong>de</strong><br />

en 1953 España lia estado por primera<br />

vez présenle <strong>de</strong>spués tíe nuestra<br />

guerra; es sabido que dicho cer-<br />

Jamen, creado por Jos alemanes <strong>de</strong><br />

Europa para sustituir a la lamosa Feris<br />

<strong>de</strong> Leipzig, reúne con fines informativos<br />

y comerciales la producción<br />

ediíeríai <strong>de</strong> todas las gran<strong>de</strong>s casas<br />

tís las naciones <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte.<br />

Por úHimo, ese ano <strong>de</strong> 1953, en<br />

eí que los editores españoles obtuvieron<br />

también excepcionales medida?<br />

<strong>de</strong> Gr-bierno para la compensación <strong>de</strong><br />

sus exportaciones a ios mercados americanos,<br />

ha culminado eti esta Exposición<br />

Nacional, limitada ó los libros<br />

impresos en e! aóo, y que ha constituido<br />

el mejor exponente selectivo <strong>de</strong><br />

fos casi seis millares tíe volúmenes<br />

que eo 1953 han salido <strong>de</strong> las prensas<br />

españolas. La Exposición, que ha<br />

sido visitada por dos mil personas<br />

diarias (fe promedio, ha alcanzado sa<br />

mayor éxito en los asedios culturales<br />

y en los indostrlaies <strong>de</strong> las Artes Crá-<br />

«s <strong>de</strong> febrero es-<br />

tá prevista* la ejtbibftáéíí <strong>de</strong> estos !*-<br />

-VICENTE CACHO<br />

eí director generar <strong>de</strong><br />

E., durante la apertura<br />

LF<br />

ENC SOBRfl<br />

OPINAN UN POLÍTICO, UN AUTOR, UN<br />

CRITICO, UN EDITOR Y UN LIBRERO<br />

LA política es, en los pueblos mo<strong>de</strong>rnos, y especial mente en la urgencia<br />

<strong>de</strong> la historia presente, conciencia popular tanto como sistema <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> acción (i© gobierno. Por eso el iibro político tiene hoy una<br />

difusión especial.<br />

jCtímo <strong>de</strong>be ser el libro político? jQué preferencias tiene el público<br />

lector <strong>de</strong> esta clase <strong>de</strong> Hteratura2 Nuestro colaborador Juan Sampelayo<br />

ha pedido opiniones sobre el libro político a Javier Con<strong>de</strong>, José Marín<br />

Fontaua, Antonio Valencia, al editor Luis <strong>de</strong> Caralt y ai librero .losé<br />

García Perona.<br />

«EN LA VIDA INFLUYE LA DOC-<br />

TRINA, NO <strong>EL</strong> PANFLETO*,<br />

dice Javier Con<strong>de</strong>.<br />

— ¿Valor <strong>de</strong> los libros políticos?<br />

—En literatura política, como en<br />

toda dase <strong>de</strong> literatura, los libros<br />

que valen son los buenos. Muchos<br />

<strong>de</strong> los que se escriben no lo son.<br />

Ocurre que mientras los libros <strong>de</strong><br />

física o <strong>de</strong> matemáticas tienen por<br />

autores a técnicos en la materia, los<br />

<strong>de</strong> política frecuentemente son escritos<br />

por aficionados, en el mejor<br />

<strong>de</strong> los casos, como si la política no<br />

fuera un saber muy específico y dificultoso.<br />

El saber político es complejo<br />

y requiere a<strong>de</strong>cuada preparación;<br />

los libros <strong>de</strong> política no pue<strong>de</strong>n<br />

entregarse a la improvisación.<br />

—Los libros políticos, ¿<strong>de</strong>ben ser<br />

puramente doctrinales o más bien<br />

literarios y apasionados?<br />

—La Historia nos pone <strong>de</strong> manifiesto<br />

que los libros que influyen <strong>de</strong><br />

verdad en la vida son los <strong>de</strong> un alto<br />

nivel intelectual, no los panfletos ni<br />

los libros que son meros artilugios<br />

<strong>de</strong> propaganda. Han influido más<br />

La Política, <strong>de</strong> Aristóteles, o los<br />

Seis libros <strong>de</strong> la República, <strong>de</strong> Bodino,<br />

que otros -—innumerables—<br />

escritos <strong>de</strong> segunda mano y no radicados<br />

en la realidad <strong>de</strong> la naturaleza<br />

humana. Un libro influyente<br />

surge <strong>de</strong> una experiencia radical,<br />

como El Príncipe, El Contrato Social,<br />

el Tratado sobre el Gobierno<br />

Civil o el Leviathan. En ellos se<br />

unieron felizmente un atuendo científico<br />

impecable, una gran sencillez<br />

expresiva y una radicalidad profunda.<br />

En ellos, y por eso influyeron<br />

<strong>de</strong>cisivamente, se recoge una realidad<br />

política y se la transfiere al<br />

plano conceptual como si fuese conforme<br />

a la razón. Esta autenticidad<br />

es la que los hizo convertirse en clásicos.<br />

— ¿Por qué en nuestro pals'^e escriben<br />

pocos libros políticos?<br />

—La primera causa <strong>de</strong> este hecho<br />

evi<strong>de</strong>nte es la tensión que existe<br />

siempre entre la realidad y el pensamiento<br />

político. A<strong>de</strong>más, la realidad<br />

contemporánea es muy fluida y<br />

cambiante, lo que hace difícil someterla<br />

a un cuadro <strong>de</strong> categorías conceptuales.<br />

Por este motivo, el que<br />

escribe, o se limita a una pura <strong>de</strong>scripción,<br />

o corre riesgo <strong>de</strong> caer en la<br />

utopía. Para muchas observaciones<br />

precisas falta el conocimiento pormenorizado<br />

<strong>de</strong> los datos reales.<br />

— ¿Y por qué el español es poco<br />

aficionado a los libros políticos?<br />

-—Habría que <strong>de</strong>cir lo primero<br />

que el español lee, <strong>de</strong>sgraciadamente,<br />

pocos libros en ¡general. Tampoco<br />

hay verda<strong>de</strong>ra afición a la ciencia<br />

política, y no olvi<strong>de</strong>mos que los<br />

libros empiezan a ser caros.<br />

«HAY QUE ESCLARECER LA<br />

SIGNIFICACIÓN DE LOS HE-<br />

CHOS POLÍTICOS», dice José<br />

María Fontana.<br />

— Cómo <strong>de</strong>be ser el libro político,<br />

¿doctrinal o literario?<br />

—Creo que el libro político doctrinal<br />

—-dice el autor <strong>de</strong> En el Piri-<br />

Máscara mortuoria <strong>de</strong> Rousseau<br />

neo se vive <strong>de</strong> pie— es <strong>de</strong> una alta<br />

eficacia; pero estimo que el que lleva<br />

una cierta envoltura literaria cumple<br />

una mejor función al llegar a un<br />

mayor número <strong>de</strong> lectores.<br />

—fEs fácil hacer tal libro político?<br />

—Yo creo que sí. Mis dos libros<br />

son dos muestras <strong>de</strong> este sistema,<br />

imperfectas por ser mías, pero muestras.<br />

Entre nosotros, el i<strong>de</strong>alismo<br />

quijotesco lleva a que el libro politico<br />

no se halle muy en primer plano.<br />

Pero no se concibe una política <strong>de</strong><br />

realida<strong>de</strong>s sin realismo.


—-¿Sobre qué <strong>de</strong>ben versar los libro»<br />

políticos, sobre i<strong>de</strong>as o sobre<br />

hechos?<br />

—Es preciso siempre esclarecer la<br />

significación <strong>de</strong> las cosas políticas<br />

<strong>de</strong> gran importancia, por ejemplo, ía<br />

batalla <strong>de</strong>l Ebro»<br />

— ¿Hay que poner pasión en esto-<br />

—Rotundamente, ai.<br />

«LOS LIBROS POLÍTICOS SON<br />

CADA DÍA MAS NECESARIOS»,<br />

dice Antonio Valencia.<br />

— ¿Hacen falta, en general, los libros<br />

políticos?<br />

—Los libros <strong>de</strong> política son, tanto<br />

a mi juicio <strong>de</strong> crítico como <strong>de</strong> sencillo<br />

lector, cada día más necesarios<br />

como algo que contribuye & fijar<br />

una opinión en unas cosas, a marear<br />

rumbos en otras, a dar una enseñanza.<br />

— ¡Tu criterio crítico ante ellos?<br />

—Procuro mostrar la mayor objetividad;<br />

ahora, a veces, el entusiass<br />

mo o ia pasión...<br />

— ¿Lees muchos...? ¡De prisa o<br />

<strong>de</strong>spacio?<br />

•—Lo primero <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> los que<br />

rae mandan. La rapi<strong>de</strong>z o la lentitud<br />

está en consonancia con su interés;<br />

a veces, hasta tomo notas.<br />

— ¿Los lectores se guían <strong>de</strong> la crítica<br />

en estos libros?<br />

—Sin ser mo<strong>de</strong>sto, creo que sí.<br />

Estimo que se pue<strong>de</strong> ayudar mucho<br />

al libro político —-como a cualquier<br />

otro— <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un periódico. La juventud<br />

en particular busca el libro <strong>de</strong><br />

esta índole si se le dice tiene un i<strong>de</strong>al<br />

que discurre por los cauces <strong>de</strong> nuestro<br />

Movimiento y un tono literario<br />

estimable.<br />

«CASI TODOS LOS LIBROS PO-<br />

LÍTICOS QUE HE EDITADO<br />

ESTÁN AGOTADOS», dice el<br />

editor Luis <strong>de</strong> Caralt.<br />

—¿Cómo ve el editor Caralt el valor<br />

<strong>de</strong> los libros políticos?<br />

—Es evi<strong>de</strong>nte que hoy todo el<br />

mundo se interesa en las cosas públicas,<br />

én lo nacional y en lo internacional,<br />

dada la repercusión que laa<br />

mismas tienen en las cuestiones que<br />

antes se llamaban privadas <strong>de</strong> cada<br />

uno. Creo que el editor <strong>de</strong>be palpitar<br />

con au tiempo, sentir sus inquietu<strong>de</strong>s<br />

y seleccionar aquellas obras que<br />

crea pue<strong>de</strong>n ser interesantes y que<br />

han <strong>de</strong>jado, o aspiran a <strong>de</strong>jar, alguna<br />

huella más o menos fecunda.<br />

—Comercialmente, ¿son negocio?<br />

—No puedo quejarme; casi todos<br />

los libros políticos que he pubitcado<br />

están agotados. He tenido algunos<br />

fracasos, que consi<strong>de</strong>ro inexplicables,<br />

uno <strong>de</strong> ellos el <strong>de</strong> Roberto<br />

Cantalupe, Embajada en España,<br />

que es, a mi enten<strong>de</strong>r, uno <strong>de</strong> los<br />

libros <strong>de</strong> más interés que se han publicado<br />

en los últimos años.<br />

— ¿Los busca el público?<br />

—Siempre que, sean <strong>de</strong> valía, los<br />

libros políticos se mantienen en el<br />

favor <strong>de</strong>l público y no hay indicios<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scenso, sino <strong>de</strong> lo contrario.<br />

Las Memorias <strong>de</strong> Churchill, <strong>de</strong> Von<br />

Papen, las conversaciones <strong>de</strong> Hítíer,<br />

lo prueban.<br />

, MACH1AV<strong>EL</strong>LI<br />

— ¿Qué país pxiblica libros políticos<br />

<strong>de</strong> más interés?<br />

—En todos los países se publican<br />

libros políticos <strong>de</strong> interés general.<br />

Sería muy difícil señalar un país<br />

<strong>de</strong>terminado como más favorable<br />

para la producción <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong><br />

tipo político. Más que los países son<br />

las-épocas las que marcan el rumbo<br />

con sus pasiones <strong>de</strong>l momento. Por<br />

ejemplo, en los Estados Unidos,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una producción antialemana,<br />

ha arreciado una producción<br />

anticomunista. En Alemania e Italia,<br />

tras un período <strong>de</strong> libros antinazis<br />

y antifascistas, ha sucedido un<br />

período más mesurado en la literatura<br />

política, y lo mismo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse<br />

<strong>de</strong> Francia e Inglaterra.<br />

aLOS LIBROS DE REPORTAJE<br />

POLÍTICO SE VENDEN MAS»,<br />

dice el librero J03Ó García Pe-<br />

—~¿Se ven<strong>de</strong>n los libros políticos?<br />

¿Los pi<strong>de</strong> la gente?<br />

—Se ven<strong>de</strong>n., sí, y en particular<br />

aquellos que tocan temas vivos,<br />

can<strong>de</strong>ntes, sobre todo los que tratan<br />

las cosas en tono <strong>de</strong> reportaje.<br />

— ¿Españoles o extranjeros?<br />

—Ahora, más los españoles; los<br />

extranjeros pasaron algo. Hay, sin<br />

duda alguna, una creciente inquietud<br />

<strong>de</strong> lo nacional. Entre los libros<br />

que últimamente han aparecido y<br />

que más se vendieron está el <strong>de</strong><br />

David Jato.<br />

—¿ Y los <strong>de</strong> ensayo político, los<br />

<strong>de</strong> tipo más doctrinal?<br />

—Menos, bastante menos, Est


ARMAS NUEVAS EN <strong>EL</strong> MAR<br />

interceptación fuera lo antes posible reaccionó<br />

a su vez sobre la <strong>de</strong>tección redar,<br />

y no siendo ya suficientes los alcanees<br />

<strong>de</strong> los que llevan los gran<strong>de</strong>s baques,<br />

hubo que crear otro tipo <strong>de</strong> barco,<br />

el <strong>de</strong>structor, radar, o pícket-ship<br />

americano, que a<strong>de</strong>lantara muchas millas<br />

<strong>de</strong> la fuenta principal la barrera <strong>de</strong> <strong>de</strong>*<br />

lección, para que la caza embarcada tuviera<br />

tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spegar y contratacor.<br />

Pero esto no fue suficiente cuando apareció<br />

el avión <strong>de</strong> reacción con velocida<strong>de</strong>s<br />

supersónicas, o cercanas a ella. Ya<br />

.no era posible, a pesar <strong>de</strong> las precauciones<br />

tomadas, que la caza llegara con<br />

oportunidad.; era preciso conducirla pan<br />

que so salida no cayera en el vacío; y<br />

los elementos <strong>de</strong> conducción <strong>de</strong> tos portaviones<br />

no bastaban. Había que guiarla<br />

más lejos y surgió para ello el <strong>de</strong>struc»<br />

tor conductor <strong>de</strong> caza.<br />

<strong>EL</strong> DESTRUCTOR CONDUCTOR<br />

DE CAZA<br />

Se trata <strong>de</strong> un nuevo prototipo <strong>de</strong> la<br />

Marina <strong>de</strong> los Estados Unidos. El <strong>de</strong>structor<br />

«D. L-2 Mitscher». Este barco<br />

tiene unas características muy especiales;<br />

es gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong>splaza 3.675 toneladas;<br />

su armamento principal lo constituyen<br />

dos piezas <strong>de</strong> 127 moL, en vez, <strong>de</strong> los seis<br />

que llevan los tipos anteriores. Esto hac?<br />

suponer que la velocidad <strong>de</strong> tiro ed tres<br />

veces superior a la normal, ten<strong>de</strong>ncia que<br />

se nota va acentuándose en toda la artillería<br />

embarcada mo<strong>de</strong>rna. Lo* mismo<br />

pasa en los calibres inferiores, pues<br />

cuenta con cuatro <strong>de</strong> 76 min-, en vez <strong>de</strong><br />

ios seis anteriores. También lleva una<br />

nueva arma antisubmarina, dos lanzacohetes<br />

especializados en estos menesteres,<br />

<strong>de</strong> la clase «Aweapon». Pero ea donáe<br />

estriba su más importante diferencia con<br />

íog otros buques es en el equipo radar,<br />

PROYECTILES AUTOPROPULSADOS Y T<strong>EL</strong>EDIRIGI-<br />

DOS, LANZADOS DESDE LOS BUQUES, CONSTITUYEN<br />

NUEVAS ARMAS QUE VALORIZAN<br />

I<br />

A actual revolución <strong>de</strong> Jos armamentos<br />

producida por la aparición <strong>de</strong><br />

las nuevas armas va abriéndose poco a<br />

poco paso, no pudiendo escapar la Marina<br />

a este fenómeno, general a todas las<br />

fuerzas armadas, y que en ella tiene la<br />

particularidad <strong>de</strong> cambiar los silueta* <strong>de</strong><br />

los buques, por ahora <strong>de</strong> una forma tímida,<br />

pero que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> míos años,<br />

cuando se haya llegad» a la asimilación<br />

<strong>de</strong> los nuevos principios, seguramente será<br />

<strong>de</strong>cisiva.<br />

Las armas coya experimentación está<br />

revolucionando la concepción <strong>de</strong> la guerra<br />

naval son: el explosivo atómico, los<br />

proyectiles autopropulsados, 1A aviación<br />

<strong>de</strong> reacción y los variados elementos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>tección electrónica. Todas ella» están<br />

siendo empleadas a bordo <strong>de</strong> los buque»<br />

en forma progresiva y reaccionando una»<br />

sobre otras, <strong>de</strong> tal modo que, aun no<br />

conseguido el equilibrio entre ellas, los<br />

nuevos prototipos <strong>de</strong> buques que van<br />

saliendo tratan <strong>de</strong> bailarlo en labor<br />

constante, que está produciendo una crisis<br />

<strong>de</strong> selección <strong>de</strong> tipos eu todas las<br />

Marinas importantes <strong>de</strong>l mando.<br />

La aviación embarcada fue el primer<br />

hecho <strong>de</strong>cisivo en los numerosas cambios<br />

-que <strong>de</strong>spués iban a ocurrir. Al aparecer<br />

esta arma en la guerra maritiia»<br />

»e refoisraroB las <strong>de</strong>fensas pasivas horU'<br />

zontales, antes poco <strong>de</strong>sarrolladas, y po-<br />

La creciente veíocidad <strong>de</strong> fa aviación há exigido el empleó <strong>de</strong> buques<br />

especiales, muy rápidos, que a<strong>de</strong>lanten su <strong>de</strong>tección y conífuxcan<br />

la caza propia con potentes equipos <strong>de</strong> radar como ej que<br />

' .. se ve <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las chimeneas<br />

to a poco toda Ja artillería se fue ha*<br />

tiendo antiaérea. Pero esto no bastaba;<br />

al a*íór¡ <strong>de</strong> ataque* bombar<strong>de</strong>ro o torpe<strong>de</strong>ro,<br />

hubo que interceptarlo con otra<br />

aviación* la caía embarcada^ que lo <strong>de</strong>rribara<br />

«• ahuyentara antes tíe íuiUar' eu<br />

bomba o torpedo. La necesidad <strong>de</strong> que 1*<br />

especialmente <strong>de</strong>sarrollado. Detrás <strong>de</strong> la<br />

chimenea lleva el gran reflector radar <strong>de</strong><br />

conducción <strong>de</strong> cAMs.<br />

Este nuevo tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>structor, aún experimental,<br />

es un buen índice <strong>de</strong> la dirección<br />

seguida por las actuales construcciones<br />

ñavale» <strong>de</strong> buques Ugeíos, y su<br />

adaptación paulatina a las nnevas neeesida<strong>de</strong>s<br />

surgidas en la guerra marítima.<br />

BUQUE POKTADOR D<strong>EL</strong> MANDO<br />

Otro tipo <strong>de</strong> buque aparecido <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la segunda guerra mundial es el portador<br />

<strong>de</strong>l Mando y su Estado Mayor. La<br />

necesidad <strong>de</strong> coordinar en un combate<br />

lodos los variados elementos aéreos, <strong>de</strong><br />

superficie y submarinos, ha hecho sentir<br />

la necesidad <strong>de</strong> barcos especializados en<br />

esta función. Por ello, los norteamericanos<br />

acaban <strong>de</strong> construir el crucero «Plag.<br />

ship» <strong>de</strong> portaviones «Northamton», <strong>de</strong><br />

13.600 toneladas; su armamento, por las<br />

mismas razones que el «Mitscher», es<br />

muy reducido: cuatro cañones <strong>de</strong> 127 milimeta»<br />

y alguna» piezas ligeras. La novedad<br />

consiste en dos palos <strong>de</strong> transmisiones<br />

<strong>de</strong> gran altura, situado» a proa y<br />

popa e& forma <strong>de</strong> obeliscos <strong>de</strong> enrejado,<br />

asi como en sus formas redon<strong>de</strong>adas, sis<br />

la menor aspereza. Este será el primei<br />

buque antiatómico <strong>de</strong> la U. S. N?vy, en<br />

el cual la ausencia <strong>de</strong> artillería gruesa,<br />

la presencia <strong>de</strong> las dos altas torres y la»<br />

numerosas antenas radar, dan al o Northamton<br />

u una silueta muy particular.<br />

A<strong>de</strong>más, en este barco se han efectuado<br />

gran<strong>de</strong>s innovaciones en máquinas y<br />

cal<strong>de</strong>ras, que serán <strong>de</strong> un tipo nuevo.<br />

También está prevista una vasta plataforma<br />

<strong>de</strong> aterrizaje ét helicópteros etf su<br />

toldilia. Como fácilmente pue<strong>de</strong> imaginarse,<br />

su aspecto va a diferir bastante <strong>de</strong><br />

los hasta ahora tipos tradicionales <strong>de</strong><br />

buques.<br />

<strong>EL</strong> EXPLOSIVO ATÓMICO EN<br />

LA GUERRA MARÍTIMA<br />

Otra preocupación <strong>de</strong> nuestro tiempo<br />

es el empleo <strong>de</strong>l explosivo atómico en la<br />

guerra marítima. Las experiencias d c<br />

Bikini han servido como punto <strong>de</strong> partida<br />

para conocer cuál sería su uso mái<br />

a<strong>de</strong>cuado: pero la realidad es que la)<br />

conclusiones sacadas <strong>de</strong> ella no han llegado<br />

a nada <strong>de</strong>cisivamente <strong>de</strong>finitivo.<br />

La bomba lanzada por un avión en<br />

medio <strong>de</strong> una formación naval no parece<br />

alcanzase los resultados proporcionales s<br />

su enorme coste. Por eilo, los ingleses han<br />

cambiado el rumbo <strong>de</strong> soe experienei i<br />

y están tratando <strong>de</strong> crear un cañón naval<br />

atómico, <strong>de</strong> 28 em. Una vez conseguido.<br />

las noticias existentes son <strong>de</strong> que se los<br />

van a montar a sus cuatro acorazados en<br />

reserva, tipo «King George V», en vez Se<br />

las plataformas <strong>de</strong> ingenios teledirigido*<br />

que en un principio se había pensado<br />

montarles.<br />

Si los ingleses llevan a buen fin' sus experiencias,<br />

¿cuál va a ser su resultado tu<br />

la guerra marítima? Es muy posible qa«<br />

las consecuencias sean trascen<strong>de</strong>ntales.<br />

Por ahora, había la impresión <strong>de</strong> que<br />

el portaviones pesado había quitado la<br />

primacía al acorazado, pero si se consigue<br />

que éste lance precisos proyectiles<br />

atómicos, el equilibrio actual pue<strong>de</strong> volver<br />

a romperse.<br />

En resumen, estamos en una era <strong>de</strong><br />

transición en la construcción naval, y pw<br />

lo tanto, <strong>de</strong> crisis, tanto <strong>de</strong> los conceptos<br />

tácticos como estratégicos. Esto no es<br />

nuevo en la humanidad;. en el siglo xvt.<br />

ya se produjo, cuando la marina vélica<br />

sustituyó a la rémica; en el siglo xix,<br />

cuando el vapor sustituyó al barco <strong>de</strong><br />

vela; en la actualidad, el avión y las nuevas<br />

armas están produciendo en el pensamiento<br />

naval loh mismos efectos perturbadores,<br />

y aún no han conseguido el<br />

equilibrio.<br />

ENRIQUE MANERA


Sé cierra la edición <strong>de</strong> este numero,<br />

si anuncios autorizados todo lo humanamente<br />

posible no mienten, en<br />

vísperas <strong>de</strong> una conferencia <strong>de</strong> cuatro<br />

que, convocada en Berlín, será el primer<br />

acontecimiento d i p 1 o m á t i co <strong>de</strong>l año.<br />

Aparentemente, Francia, Gran Bretaña,<br />

Rusia y los Estados Unidos tratarán <strong>de</strong><br />

encontrar, al cabo <strong>de</strong> muchos meses <strong>de</strong><br />

inhibición, un "raodus vivendi" susceptible,<br />

valga la paradoja, <strong>de</strong> congelar la<br />

guerra irla.<br />

:<br />

CUATRO GRANDES QUE SOLO SON TRES<br />

De estos cuatro gran<strong>de</strong>s, só!o dos lo<br />

son en verdad, porque, profesando aptitu<strong>de</strong>s<br />

irreducibles y antagónicas entre<br />

si, sólo estos dos gran<strong>de</strong>s cuentan con<br />

la fuerza suficiente para proyectar o impedir<br />

la amenaza <strong>de</strong> una guerra en cualesquiera<br />

parajes <strong>de</strong>l globo, tos términos<br />

<strong>de</strong> este binomio se llaman Rusia y<br />

los Estados Unidos, y entre ellos, jiunto<br />

a ellcs o en torno a ellos, Francia e Inglaterra<br />

<strong>de</strong>sempeñan papel <strong>de</strong> terceros,<br />

si no <strong>de</strong> comparsas o segundones. Medio<br />

siglo no más <strong>de</strong> historia contemporánea<br />

bastó para trastocar una jerarquía <strong>de</strong> la<br />

sociedad internacional, que databa <strong>de</strong>!<br />

siglo XVIII, o sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que España <strong>de</strong>jó<br />

<strong>de</strong> ser gran potencia europea. En<br />

1918, ¡qué digo!, en 1939 habría sido<br />

inconcebible qae París y Londres participaran<br />

en una negociación que les concerniera<br />

directamente a remolque y bajo<br />

los auspicios <strong>de</strong> otras capitales. No<br />

creo que en el transcurso <strong>de</strong> las eda<strong>de</strong>s<br />

se haya dado un <strong>de</strong>splazamiento tan rápido<br />

<strong>de</strong> valores.<br />

UN QUINTO (ALEMANIA) DETRÁS<br />

DE LA CORTINA<br />

Pero si nominal mente los po<strong>de</strong>res discursivo<br />

serán cuatro, y los predominantes<br />

dos, en realidad habrá una quinta<br />

Cancillería influyente y activa: Alemania.<br />

No menciono a la China roja,: porque<br />

ni Washington quiere saber nada <strong>de</strong><br />

ella, por lo menos ahora, ni el cuestionario,<br />

todavía inédito, <strong>de</strong> la conferencia,<br />

<strong>de</strong>jará <strong>de</strong> cargar 'el acento sobre<br />

Europa central con preferencia al este<br />

<strong>de</strong>l continente amarillo. Tácita, pero<br />

efectivamente, la Alemaaia <strong>de</strong> Bonn intervendrá<br />

en la partida, andando, aunque<br />

sea <strong>de</strong> puntillas, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la mesa,<br />

e influirá en el temario <strong>de</strong> la negociación,<br />

y en las reservas, y en las segundas,<br />

e inclusive postreras, intenciones<br />

<strong>de</strong> los cuatro conversadores. El problema<br />

alemán no es el absceso dte Trieste,<br />

ni el conflicto <strong>de</strong>l paralelo 38, ni la<br />

guerra <strong>de</strong> Indochina. Es algo más, muchísimo<br />

más, que una región neurálgica<br />

o una cuadricula febril <strong>de</strong>l globo. Se<br />

traía <strong>de</strong> un pueblo po<strong>de</strong>roso que, habitando<br />

un espacio nacional, aunque mutilado,<br />

consi<strong>de</strong>rable, se ha vuelto a poner<br />

a la cabeza <strong>de</strong> ta técnica, la industria<br />

y el comercio <strong>de</strong>l continente. Negociar<br />

sin él seria como si pretendiéramos,<br />

a guisa <strong>de</strong> tutores, fijar el futuro<br />

<strong>de</strong> alguien que <strong>de</strong> ao día a otro cumplirá<br />

su mayoría <strong>de</strong> edad, entrando en<br />

la plena posesión y disírute <strong>de</strong> una herencia<br />

cuantiosa. Y negociar contra él<br />

equivaldría a sumir en el Caos la renaciente<br />

economía continental, frustrar Ia5<br />

últimas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l resurgimiento<br />

europso y ofrecer gratuitamente al apetito<br />

soviético las dos orillas <strong>de</strong>l Rhin.<br />

¿HARÁ BONN DE INVISIBLE MEDIADOR?<br />

Presupuesto que la conferencia <strong>de</strong> Berlín<br />

versará sobre Alema-na o no acordará<br />

nada, absolutamente nada, no incurramos<br />

en la candi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> suponer que<br />

Rusia se resignará a que el Gobierno <strong>de</strong><br />

Bonn estreche su inteligencia con Washington,<br />

alienándose un Estado que, resurrecto<br />

y aumentativamente próspero,<br />

podrá ser otra vez el dique <strong>de</strong> contención<br />

<strong>de</strong>l paneslavismo y basta la pleamar<br />

que invada el antiguo territorio <strong>de</strong><br />

los Zares. Correlativamente, al Gabinete<br />

do a promover an acuerdo completo entre<br />

Moscú y Washington sobre el futuro<br />

<strong>de</strong> la nación? ¿No es el Gobierno <strong>de</strong><br />

Bonn el primer interesado en que la<br />

Casa Blanca y el Kremlin lleguen, sin<br />

perjuicio <strong>de</strong> sus diferencias generales, a<br />

una reglamentación concreta sobre el futuro<br />

<strong>de</strong> Alemania? Por problemática que<br />

aparezca la eventualidad <strong>de</strong> un remedio,<br />

sufriera parcialmente satisfactorio» a la<br />

situación <strong>de</strong> Alemania, ¿cabria no admitir<br />

que el canciller hará todo lo posible<br />

por gestionar, "pro dcmo sua", una<br />

transacción o compromiso entre los dos<br />

CRÓNICA DE POLÍTICA INTERNACIONAl<br />

<strong>de</strong> Bonn no le conviene '.ampoco romper<br />

con Mosca, exponiéndose a que subastan<br />

in<strong>de</strong>finidamente el régimen <strong>de</strong> ocupación<br />

y el fraccionamiento <strong>de</strong>l país, y a<br />

que, acosada per una psicosis <strong>de</strong> cerco,<br />

pongan los soviets en marcha bacía eí<br />

Oeste un ejército, contra el Cual no cat>rá<br />

oponer en algún tiempo resistencia<br />

oiganizada. Todo el mundo sabe que en<br />

la conferencia <strong>de</strong> Berlín Washington<br />

asumirá, amén <strong>de</strong> su propio mandato, el<br />

<strong>de</strong> los intereses inmediatos <strong>de</strong> Bonn;<br />

pero ¿hasta qué punto la diplomacia <strong>de</strong>l<br />

canciller Anenauer es instrumento pasivo,<br />

al que un po<strong>de</strong>roso padrino <strong>de</strong> ultramar<br />

moviliza en contra <strong>de</strong>l enemigo<br />

que huella y lastima una parte <strong>de</strong>l suelo<br />

y la población tile Alemania? ¿No os<br />

dice nada la reciente e inesperada entrega<br />

<strong>de</strong> prisioneros que Rusia ha hecho<br />

a la Administración


AUTOBI<br />

Y<br />

Y, sin embargo* aunque éste ofrece mochoHle" ai mismo<br />

en «Henri Brulard», siempre lo hace —también—<br />

«sub specie» novelesca; es <strong>de</strong>cir, con machas transformaciones,<br />

gran imaginación y, sobre todo, <strong>de</strong>sdoblamientos<br />

<strong>de</strong> la personalidad; esos <strong>de</strong>sdoblamientos que<br />

son el resultado <strong>de</strong> repartir Stendhal su compleja personalidad<br />

—la real y la imaginada— en distintas criaturas<br />

novelescas, con rasgos comunes, es cierto, pero lo<br />

suficientemente ricas y <strong>de</strong>nsas como para no admitir la<br />

fácil reducción a un común <strong>de</strong>nominador psicológico:<br />

Julián Sorel, Fabricio <strong>de</strong>l Dongo, Lucien Leuwen. Su<br />

retrato superpuesto daría, tal ve*, el <strong>de</strong>l autor, el <strong>de</strong><br />

lo qué fue y d <strong>de</strong> lo que hubiera querido ser.<br />

El paso <strong>de</strong> estas técnicas, en las cuales los elementos<br />

autobiográficos son siempre sometidos a muy intensa<br />

manipulación artística —san en el «Adolphe» <strong>de</strong> un<br />

Constant; el «Dominique», <strong>de</strong> un Fromentin; el «Rene»,<br />

<strong>de</strong> un Chateaubriand— a la <strong>de</strong> nuestra época, creo que<br />

pue<strong>de</strong> representarlo con gran precisión la obra <strong>de</strong><br />

Proust. Fue el suyo un vivir escribiendo, según la certera<br />

interpretación <strong>de</strong> Carmen Castro. La «Recherche»<br />

es sustancialmente Marcel Proust.<br />

Es <strong>de</strong>cir, que mientras Dickens se sirve <strong>de</strong>l mol<strong>de</strong><br />

«novela» para en «David Copperfiel» alojar, transformados,<br />

recuerdos y experiencias personales, Proust casi<br />

pone su vida al servicio <strong>de</strong> una novela, la que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

sa enfermedad, va haciendo, entregándose por completo<br />

a su obra. Que en ésta! haya elementos novelescos,<br />

transformaciones, manipulación artística, no empaña su<br />

carácter predominante, casi monstruoso, superlativamente<br />

autobiográfico. Dickens hace una novela con ciertas<br />

apoyaturas autobiográficas. Proust convierte su vida en<br />

una novela, con algunas apoyaturas novelescas.<br />

De entonces acá, el autobiografismo sin apenas a<strong>de</strong>-<br />

RAFICA<br />

Por MARIANO SAQUERO GOYANES<br />

V A inclinación al autobiografisoio en la novela eon-<br />

*" temporánea es un hecho <strong>de</strong> todos conocido y muy<br />

comentado ya. Este fenómeno aparece frecuentemente<br />

conectado con el- discutido problema <strong>de</strong>l agotamiento<br />

<strong>de</strong> temas novelescos o —mejor dicho— agotamiento <strong>de</strong><br />

capacidad imaginativa <strong>de</strong> los novelistas, ese no saber<br />

extraer novelas más allá <strong>de</strong> sa «yo», convertido en único<br />

paisaje literario, única fuente argntnental.<br />

Que esto sea asá o que, por el contrario, baya' tras<br />

todo ello una causa más compleja que una simple crisis<br />

<strong>de</strong> argumentos, es tema que requeriría más espacio<br />

<strong>de</strong>l ahora disponible, y que me llevaría a terrenos muy<br />

fuera <strong>de</strong> mis posibilida<strong>de</strong>s, es <strong>de</strong>cir, a un estudio sociológico,<br />

<strong>de</strong>l gusto literario, capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar por qué<br />

la atención <strong>de</strong> los novelistas y <strong>de</strong> sus lectores se ha<br />

centrado en la peripecia psicológica, sentimental, existencia!<br />

<strong>de</strong> los primeros, con casi absoluto <strong>de</strong>sdén —en<br />

muchos casos— por todo lo que equivalga a ficción novelesca,<br />

apoyada en un «yo» —una subjetividad, una<br />

i<strong>de</strong>ología—, pero no nutrida exclusivamente <strong>de</strong> él.<br />

La proporción <strong>de</strong> elementos autobiográficos que caben<br />

en una novela es muy, varia, y su tratamiento <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />

mucha» veces <strong>de</strong> ciertas convenciones o- actitu<strong>de</strong>s<br />

vigentes en las distintas épocas. Así, en la victoriana<br />

.parece dominar usa cierta sensación <strong>de</strong> compostura, <strong>de</strong><br />

pudor, que impi<strong>de</strong> a Dickens el personalizar <strong>de</strong>masiado<br />

en su «David Copperfield», con ser ésta un» novela<br />

sustentada en su propia vida. Su padre queda transformado<br />

en el grotesco pero amable señor Micawber. S**<br />

<strong>de</strong>sventurado matrimonio experimenta una compensatoria<br />

mutación novelesca. Dickens <strong>de</strong>slíe lo autobiográfico<br />

en lo novelesco, imaginativo, <strong>de</strong> una manere tai,<br />

que ha podido comentarse que en «David Copperüeld»,<br />

el narrador —el propio novelista— resulta menos real<br />

que otros caracteres <strong>de</strong> ficción.<br />

El pudor Victoriano parece estar en el polo opuesto<br />

al egotismo y estupendo cinismo expresivo <strong>de</strong> Stendhal.<br />

rezo ha ido en' aumento, dando ocasión s algunos escándalos<br />

literarios <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong>l provocado por «Vipere<br />

au poing», <strong>de</strong> Bazin, o a comentarios como 1 los suscitados<br />

en España por las novelas <strong>de</strong> Carmen Laforet, especialmente<br />

por «Nada».<br />

La forma narrativa <strong>de</strong> tales relatos autobiográficos<br />

suele ser, naturalmente, la <strong>de</strong> primera'persona, con todas<br />

las variantes que ésta admite: memorias, diario,<br />

cartas, soliloquios, monólogo interior...<br />

Des<strong>de</strong> Proust, la narración en primera persona equivale<br />

no tanto a una doliente confesión sentimental a lo<br />

Constant o Sénancour como a un testimonio existencial<br />

<strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong>l presentado por Sartre en «La náusea». Hoy<br />

se narra muchas veces en primera persona, no para<br />

ejercer una sátira unilateral y personalisima —caso <strong>de</strong><br />

las novelas picarescas—, ni para liberarse <strong>de</strong> un lastre<br />

sentimental —csso <strong>de</strong> Goethe con sn «Werther—, sino<br />

más bien para dar algo así como fe <strong>de</strong> vida. Por eso<br />

Proust, tras su «Busca <strong>de</strong>l tiempo perdido»,, encuentra<br />

el sentido <strong>de</strong> éste en la obra que ha ido escribiendo,<br />

en la novela cíclica surgida <strong>de</strong>l perseguir el tiempo que<br />

se fue en ella rescatado. Por eso también el narrador<br />

<strong>de</strong> «La náusea», en medio <strong>de</strong>l sinsentido <strong>de</strong> la existencia<br />

y <strong>de</strong> la nada, a la que se cree abocado, encuentra,<br />

al igual que Fronst, una solución o un cierto sentido<br />

en recoger su experiencia existencia] en un libro, en<br />

una novela autobiográfica.<br />

Resulta curioso comprobar cómo, aun partiendo <strong>de</strong><br />

postulados distintos, empujados por diferentes móviles<br />

y expresándose con. técnicas y sensibilida<strong>de</strong>s casi opuestas,<br />

Proust en la «Reeherche» y Sartre en «La náusea»<br />

parecen llegar a un final, a una conclusión semejante:<br />

la <strong>de</strong> que toda posibilidad <strong>de</strong> salvación<br />

—más aineera en Proust, irónica quizá en Sarlre— resi<strong>de</strong><br />

en escribir, en dar forma <strong>de</strong> libro a lo quej en<br />

un caso es una persecución <strong>de</strong>l tiempo ya ido para,<br />

a su lux, percibir el sentido <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong>l arte, <strong>de</strong><br />

U memoria; y en el otro ea un intento <strong>de</strong> evadirse<br />

<strong>de</strong> la náusea existencial mediante la fijación por «scrito,<br />

en forma novelesca, <strong>de</strong> sus características.<br />

Precisamente, este intento es el que lleva a Sartre, a<br />

lo largo <strong>de</strong> todo su relato, a emplear el monólogo interior<br />

e, incluso, a manejarlo alguna vez <strong>de</strong> una manera<br />

que cabría llamar joyceana, entendiendo por tal<br />

la que pasa por ser más característica <strong>de</strong>l Ülises: monólogo<br />

interior caótico, fluir <strong>de</strong>l subconsciente, <strong>de</strong>sverlebración<br />

<strong>de</strong> la sintaxis, rotura <strong>de</strong> los nexo» lógicos,<br />

impresionismo verbal, pulular y proliferar <strong>de</strong> palabras<br />

sin freno gramatical.<br />

Naturalmente, Sartre —que no en bal<strong>de</strong> es francésminea<br />

llega a los extremos —casi mágicos— <strong>de</strong> Joyce;<br />

pero en algunas páginas <strong>de</strong> «La náusea, en aquellas en<br />

que el narrador trata <strong>de</strong> expresar, en angustioso crescendo,<br />

la sensación que da título a la obra, fluye, entonces,<br />

la expresión <strong>de</strong> una manera atropellada, reiterativa,<br />

con violentas asociaciones i<strong>de</strong>ológicoverbales,<br />

incoherente, como resultado <strong>de</strong>l cruce <strong>de</strong> recuerdo», <strong>de</strong><br />

motivos, <strong>de</strong> personales vivencias e inquietu<strong>de</strong>s, todo<br />

agitado en un ritmo eada vez más <strong>de</strong>nso y vertiginoso.<br />

Esta modalidad <strong>de</strong>l monólogo interior es cosa distinta<br />

<strong>de</strong> aquella otra, más generalizada, que —según Dujardin—<br />

consiste en un procedimiento con el que introducir<br />

al lector en el interior <strong>de</strong> un personaje. Cualquier<br />

vieja novela en forma <strong>de</strong> memoria, diario, incluso<br />

en forma epistolar, serviría entonces <strong>de</strong> ejemplo.<br />

Lo que parece propio <strong>de</strong>l monólogo interior en su<br />

concepción actual es la ausencia en él <strong>de</strong> las clásicas<br />

características <strong>de</strong> Inci<strong>de</strong>s y or<strong>de</strong>n, lo que es tanto como<br />

<strong>de</strong>cir la supresión no sólo <strong>de</strong> toda posible retórica<br />

-basta don<strong>de</strong> esto es factible; una retorica siempre<br />

es sustituida por otra—, sino también, en algunos<br />

uasos, <strong>de</strong> la más elemental estructura gramatical, pars<br />

así dar el paso y expresión a lo que ya en 1890, Willíam<br />

James, en sus «Principios <strong>de</strong> Psicología», llamaba<br />

the atrearn of consciousness.<br />

Sartre, en 1 su ensayo «¿Qué es la literatura?», presta<br />

cierta atención a este recurso —por él mismo utiliíado,<br />

según acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, en «La náusea»— y estadía<br />

brevemente au introducción en las letras francesas, refiriéndose<br />

a los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> Schnilxler, Joyce y<br />

Valery Larnaud. El recurso no ea tan mo<strong>de</strong>rno como<br />

pudiera parecer. J. lsaacs, en una obra reciente —«An<br />

Assessment of Twentieth-Century Uteratnre», Londres.<br />

1951—, ha señalado interesantes antece<strong>de</strong>ntes.<br />

Se cree que James Joyce, que pasa por ser su má»<br />

genuino representante, lo tomó <strong>de</strong> la novela <strong>de</strong> Edouard<br />

Dnjurdin «Les Laúriers sont eoupérs», He 1887. XH-olhr<br />

Richardson, novelista inglesa, afmnó haberlo inventado<br />

en 1915 eon «Prnated Roofs». Después, y sobre todo a<br />

partir <strong>de</strong> «Iflises», ha sido recurso muy utilizado por<br />

Virginia Woolf, Faulkner, Huxley, Hemingway —e*<br />

«Across the River and into the Trees»—, etc.<br />

J. lsaacs encuentra, sin embargo, prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l monólogo<br />

interior aún más antiguos que los <strong>de</strong> Dorothy<br />

Richardson o Dujardin, en ciertas obras <strong>de</strong> Samuel Hichardson<br />

—su «Clarissa Harlowe—, Fielding,, Samuel<br />

Butler, Jane Austen, Dickens, Tolstoy —recuér<strong>de</strong>se el<br />

capítulo <strong>de</strong>l suicidio <strong>de</strong> «Ana Kareninas—, Conrad —en<br />

tLord Jim»—, etc.<br />

El recurso ha rebasado hoy las fronteras <strong>de</strong> la novela<br />

para passr al teatro. en la forma <strong>de</strong> soliloquios<br />

interiores, que O'Neill ha utilizado en «Extraño interludio»<br />

y Eliot en «La reunión familiar».<br />

Novelescamente consi<strong>de</strong>rado, el monólogo interior<br />

adopta a veces complicaciones como las que presenta<br />

el relato <strong>de</strong> FaulkneT «-Mientras yo agonizo», integrado<br />

por la sola sucesión <strong>de</strong> distintos soliloquios, correspondientes<br />

a los diversos personajes, y presentados anos<br />

tras otros sin ligaduras objetivas. «Mientras yo agonizo»<br />

posee una cierta construcción musical —áspera pero<br />

intensa y, a la vez, llena <strong>de</strong> poesía, la música <strong>de</strong> Faolkner—,<br />

<strong>de</strong>bido a ese suce<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> interiore* voces, caía<br />

cual con su acento, como si <strong>de</strong> no concierto — trágicose<br />

tratara, en el que los diferentes instrumentos van<br />

cantando rotatoriamente sus partes.<br />

Esta obra <strong>de</strong> Faulkner <strong>de</strong>muestra que no siempre el<br />

monólogo interior es la consecuencia <strong>de</strong> una forma novelesca<br />

autobiográfica, <strong>de</strong> un relato en primera persont.<br />

A lo que asistimos en «Mientras yo agonizo» es al fluir<br />

<strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> lo» diversos personajes <strong>de</strong> la acción,<br />

objetivizada así al máximo, puesto que el novelista ha<br />

prescindido <strong>de</strong> toda acotación sitnadora o aclaradora<br />

<strong>de</strong>l relato, encomendando la expresión: <strong>de</strong>l drama a la<br />

exclusiva experiencia y visión personal —con todos lo*<br />

posibles efectos perspectivos que esto supone— <strong>de</strong> cada<br />

uno <strong>de</strong> los que lo viven.<br />

El monólogo interior no es, por tanto, la simple espresión<br />

formal, el recurso técnico <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> servirse<br />

la novela autobiográfica, en primera persona. Si<br />

la abundancia <strong>de</strong> relatos <strong>de</strong> este tipo explica, en ciert»<br />

modo, esa forma expresiva, su cabal significado e intención<br />

sólo se perciben teniendo en cuenta que la ultima<br />

rsía <strong>de</strong>l monólogo interior se nutre <strong>de</strong> on propS<br />

sito <strong>de</strong> cruda sinceridad, <strong>de</strong> conocimiento total <strong>de</strong>l<br />

hombre, abordado novelescamente en los más íntimos<br />

escondrijos <strong>de</strong> su subconsciente.<br />

El monólogo interior, unido o no a la forma auto<br />

biográfica, es quizá el resoltado más importante <strong>de</strong> la<br />

que —usando un término orteguiano— cabria llamar<br />

ten<strong>de</strong>ncia presentativa <strong>de</strong> la novela contemporánea.


TíIGO que la nóvela española, en la<br />

u segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, ofrece<br />

un panorama maravilloso. En el XX<br />

viven aún y trabajan algunos <strong>de</strong> sus<br />

más recios cultivadores: vive, septuagenario,<br />

don Juan Valera, al que visitan<br />

los jóvenes que hoy son ancianos; vive,<br />

con algunos años menos, don Jo^é Mar<br />

ría <strong>de</strong> Pereda, saboreando las míeles <strong>de</strong><br />

su Pachin González; vive Galdós, a<br />

vueltas todavía con sus Episodios nacionales<br />

y con los escarceos escénicos;<br />

ia Pardo Bazán ha <strong>de</strong> publicar multitud<br />

<strong>de</strong> cuentos y novelas tan <strong>de</strong> su dilección<br />

como Misterio, La quimera y<br />

La sirena negra; Palacio Valdés se rego<strong>de</strong>a<br />

con La al<strong>de</strong>a perdida, Tristón o<br />

el pesimismo, los Papeles y los Años <strong>de</strong><br />

juventud <strong>de</strong>l doctor Angélico, y sucesivamente,<br />

con todas las <strong>de</strong>más, en las<br />

chales leemos con emoción las <strong>de</strong>dicatorias<br />

que escribiera en nuestros ejemplares,<br />

la más reciente, en Tiempos felices<br />

(1933); Jacinto Octavio Picón —olvidado<br />

con injusticia— enseñaba a los<br />

jóvenes <strong>de</strong> entonces cómo se escribían<br />

cuentos y novelitas, ya que no extensas,<br />

como su Dulce y sabrosa; el Padre Colonia<br />

se recluía en sus cuadros históricos,<br />

y el gran Ortega Munilla se consagraba<br />

al periodismo, haciendo envidiables<br />

Los tunes <strong>de</strong> $El imparcialA.<br />

Introducción a treinta<br />

años<br />

Morían o callaban los dioses mayores<br />

" empezaba el orto <strong>de</strong> jóvenes u hombres<br />

cuajados ya, que habían <strong>de</strong> señorear<br />

nuestras letras. En Sevilla, un<br />

huelveño prebendado <strong>de</strong> aquella catedral,<br />

don Juan F. Muñoz Pabón, encantaba<br />

los hogares con Juegos Florales,<br />

Justa y Rufina, La Mittona y el<br />

Romancero <strong>de</strong>l Niño <strong>de</strong> Nazaret. En<br />

contraste i<strong>de</strong>ológico, Blasco Tbáñez, tras<br />

sus novelas valencianas —lo mejor <strong>de</strong><br />

su producción—, empezaba las políticas,<br />

e iniciaba en <strong>Madrid</strong>, con revistas<br />

sayas, empresas editoriales que continuaría<br />

en la capital levantina. Pío Baraja<br />

empieza su larga' ruta <strong>de</strong> novelista<br />

fecundo con sus cuentos, la novela<br />

paisajista. Camino <strong>de</strong> ' perfección. El<br />

mayorazgo <strong>de</strong> Labras v Zalacaín el<br />

aventurero, amén <strong>de</strong> las psicológicas 7<br />

ias que reflejan la vida baja matritense.<br />

Don Ramón María <strong>de</strong>l Vaüe-<br />

Inclán es ya el gran señor <strong>de</strong> las cuatro<br />

Sonatas y va a serlo <strong>de</strong>l tríptico <strong>de</strong><br />

La guerra carlista. Y §. José Martínez<br />

Ruiz —todavía no es Azorín— le editan<br />

en Barcelona La voluntad, que —como<br />

dice— ganaría con el tiempo en valer-<br />

José Toral ha <strong>de</strong> pasarse <strong>de</strong> las narraciones<br />

filipinas y los versos a las novelas,<br />

en que sera tan maestro como<br />

buen notario. Son todos, pero no están<br />

todos.<br />

Lo que está aquí (4 enero 1907) es<br />

el primer número <strong>de</strong> El Cuento S*?nanal,<br />

dirigido por Zamacois, quien, lue-<br />

Ko <strong>de</strong>l triste suicidio <strong>de</strong> su consocio,<br />

QUIÑC<br />

VISTOS POR<br />

fundará en 1909 Los Contemporáneos. clán. Azorín. La pri-<br />

¿Habrá publicación <strong>de</strong> esta ci&se —<strong>de</strong> mera, porque sus no-<br />

ias muchas que las siguieron— aue nuevelas, siempre <strong>de</strong>licacta<br />

parangonarse con esas dos? No la<br />

recordamos, al menos, aun siendo aldas,<br />

<strong>de</strong>jan la blandigunas<br />

<strong>de</strong> ellas estimables. En arabas<br />

cia <strong>de</strong> sus comienzos<br />

resaltan los famosos: son Octavio Pi- y alcanzan la elevacón,<br />

la Con<strong>de</strong>sa, Benavente..., que iroción <strong>de</strong> El metal <strong>de</strong><br />

niza en un Nuevo coloquio <strong>de</strong> los ve- los muertos. Dulcí<br />

rros • doña Blanca <strong>de</strong> los Ríos, los Quin- nombre, etcétera, QUC<br />

tero; están los que eran y siguen <strong>de</strong>s- aquistan para la auconoeidos,<br />

y los muchachos que consitora respeto y admiguieron<br />

<strong>de</strong>stacarse en las letras: José ración en España y<br />

Francés, cuentista como pocos, ayer v en el extranjero. Pío Baroja lleva pu- las bien escritas páginas <strong>de</strong> Le<strong>de</strong>sma<br />

hoy; Répi<strong>de</strong>, Pedro Mata, el bondadoso blicados por entonces cuarenta libres Miranda. Y porque se advirtió al prin-<br />

Ramírez-Ángel, Pérez <strong>de</strong> Ayala, Cristó- <strong>de</strong> ficción, y algunos más, Azorín. cipio, no & caso <strong>de</strong> mencionar <strong>de</strong> nuebal<br />

<strong>de</strong> Castro, el llorado poeta, que <strong>de</strong>- Valle - Inclán, casi lo más granado vo las <strong>de</strong> don Armando, Concha Espinomina<br />

Luna, lunera a Las niñas <strong>de</strong>l <strong>de</strong> sus obras, aunque siempre ofrena, Pío Baroja e Insúa, aunque sí Se-<br />

registrador; el gran Fe<strong>de</strong>rico, ahora ce nuevos aspectos en las que va mana <strong>de</strong> Pasión, <strong>de</strong> Mariano Tomás, y<br />

charlista por antonomasia y españolísi- produciendo su minerva. José Francés, el Platero y yo. <strong>de</strong> Juan Ramón Jimo;<br />

Alberto Insua, el <strong>de</strong> las bellas Me- una <strong>de</strong> sus mejores noyelas5 La mujer ménez.morias<br />

en publicación, que entonces sólo <strong>de</strong> nadie, Heliana, pareja en mérito <strong>de</strong><br />

tenía los viajes <strong>de</strong> Don Quijote en los La raíz flotante; raíz «que ya no ha-<br />

Alpes y el comienzo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> bría <strong>de</strong> ser fructífera oara crear un Los segundos quince<br />

un escéptico En tierra <strong>de</strong> santos, v tan- nuevo árbol», pero que es tesoro <strong>de</strong><br />

tos más, igualmente meritisimos. No, no<br />

años<br />

hay acepción <strong>de</strong> literatos, adre<strong>de</strong>, al<br />

cuadros asturianos. Pedro Mata, el <strong>de</strong><br />

omitir otros nombres.<br />

la ha muchos laureada Ganarás el<br />

pan..., tan discutida, es quien da aho- En la inevitable mezcolanza hav<br />

ra Muñecos. Gabriel Miró, revelado al<br />

No olvidamos tampoco la Biblioteca<br />

que tener presentes a Francisco Cam-<br />

gran público por el premio <strong>de</strong> El Cuen-<br />

Renacimiento, dirigida por Martínez<br />

ba —Julio es. el formidable humoris-<br />

Sierra, editorial con las cubiertas provinciano, gana sólido cuentos son ejemplares; a Francisco <strong>de</strong><br />

Ejemplares a 3,50. («Nos <strong>de</strong>strozan eí renombre libro a libro. Zamacois no es Cossío, a Jarnés, a Danvila con sus es-<br />

duro», <strong>de</strong>cíamos.) Ediciones populares, a la sazón el corruptor <strong>de</strong> menores «por tampas históricas, y a Pemán, renom-<br />

encua<strong>de</strong>rnadas, a precios inverosímiles hacer rico a—» un editor, según la sem-<br />

en la actualidad. En sus bellos catáloblanza famosa. El querido maestro Azobrado<br />

por otras facetas <strong>de</strong> su espíritu.<br />

gos, Baroja, con barbita ya; Benavenrín estampa dos <strong>de</strong> sus novelas más<br />

Carmen <strong>de</strong> Icaza consolidará con más<br />

te, M. Bueno, Dicenta, juvenil y pri- <strong>de</strong>licadas y perfectas, Don Juan y Doña novelas el triunfo <strong>de</strong> su Cristina dr<br />

morosa Concha Espina, Juan R. Jimé- Inés, sin relación alguna con Zorrilla. Guzmán; Camilo J. <strong>de</strong> Cela, el <strong>de</strong> La<br />

nez, Marquina, Enrique <strong>de</strong> Mesa y Vi- Ricardo León sigue escribiendo en lim- familia- <strong>de</strong> Pascual Duarte. González<br />

llaespesa, Ricardo León con el renompio castellano, sor contraste en breve Ruano, Xíménez <strong>de</strong> Sandoval, Edgar<br />

bre <strong>de</strong> Casta <strong>de</strong> hidalgos. Insúa y Ló- tiempo cada, obra, como si hubiera <strong>de</strong> Neville, Casariego, Jiménez Arnau, Ros,<br />

pez <strong>de</strong> Haro, López Pinillos... Carica-' correspon<strong>de</strong>r s^mpre al BINO olvidéis el Agustín <strong>de</strong> Foxá, Ricardo Baroja, mu-<br />

turas famosas <strong>de</strong> don Benito, <strong>de</strong> la Concho<br />

antes el sevillano. José Mas, Pedro<br />

<strong>de</strong>sa —ya lo es doña Emilia—, <strong>de</strong> don nombre <strong>de</strong> Ricardo León. Su novela <strong>de</strong> Lorenzo, Carmen Con<strong>de</strong>, Elisabeth<br />

Jacinto, Unamuno, Azorín —para siem- Casta <strong>de</strong> hidalgos es, en verdad, <strong>de</strong> muy Mul<strong>de</strong>r, son nombres <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>ración,<br />

pre, Martínez Ruiz será Azorín— y los hidalga estirpe española»; palabras con como Torcuato Luca <strong>de</strong> Tena; y, oor<br />

Quintero. Cubiertas, digo, con finos di- que le saludo Benavente. Ramón —no <strong>de</strong> contado, Ignacio Agustí. con Mariobujos<br />

las más, en libros <strong>de</strong> los nom- hay otro que Gómez <strong>de</strong> la Sema— es • na Rebull y El viudo Rius. Vicente Esbrados<br />

y <strong>de</strong> otros como Felipe Trigo, cada vez más original con El inconcriba nos <strong>de</strong>ja Una raya en el mar<br />

en la cumbre a la sazón; Anotóle Frangruente. Su tocayo Pérez <strong>de</strong> Ayala, sí<br />

ce, clásicos españoles y varios.<br />

antes <strong>de</strong> pasar al cine. ¿Y los Premios<br />

había otro, el <strong>de</strong> las lejanas Tinieblas Nada! <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1944? Mencionemos ante<br />

en las cumbres, no utiliza seudónimo todo a las mujeres: Carmen Laforet, re-<br />

para Luna <strong>de</strong> miel, Luna <strong>de</strong> hiél. Fervelación con Nada; Elena Quirowa<br />

nán<strong>de</strong>z-Flórez, humorista <strong>de</strong> pro, con-<br />

Los primeros quince<br />

(1950), con Viento <strong>de</strong>l Norte; María<br />

sagra con El secreto <strong>de</strong> Barba Azul el Dolores Medio (1952), con Nosotros, los<br />

años<br />

éxito que antaño obtuvo con Volvoreta. Rivero; y ahora mismo, María Luisa<br />

Hernán<strong>de</strong>z Cata sigue triunfando con Forrellat (1953), con Siempre en capi-<br />

sus colecciones <strong>de</strong> novelas cortas. El lla; y a J. F. Tapia (1945), Gironella<br />

De un lustro <strong>de</strong>spués, poco mas o ilustre malagueño Goxizaiez Anaya, con


,1<br />

GUIÓN DE<br />

ANTEGUERRA<br />

fl? : ^><br />

r FERNANDO G.<br />

22-1936<br />

\ QÜ<strong>EL</strong> que, inquietado o aburrido por las voces<br />

-^ lamentosas <strong>de</strong> algunos sobre la literatura española<br />

<strong>de</strong> la posguerra, se vuelve a mirar el panorama<br />

novelístico <strong>de</strong> los Quince años <strong>de</strong> anteguerra, sufre<br />

una primera impresión esclarecedora al darse cuenta<br />

<strong>de</strong> que las gran<strong>de</strong>s figuras <strong>de</strong> nuestro siglo no uertenecen<br />

en manera alguna a ese quincenio. En ese<br />

período Unamuno publica El otro y San Manuel Bueno;<br />

todo lo más y mejor —Abel Sánchez, La tía Tula,<br />

las novelas ejemplares, Niebla, El espejo <strong>de</strong> la muerte,<br />

Paz en la guerra— estaba publicado antes. Baraja llevaba<br />

publicados entonces cuarenta y ocho volúmenes;<br />

no más ,<strong>de</strong> treinta publica en el auincenio <strong>de</strong> anteguerra,<br />

y no son muchos menos los que da a la luz<br />

en el <strong>de</strong> posguerra. Valle edita en esos años el Tirano<br />

Ban<strong>de</strong>ras, La corte <strong>de</strong> los milagros y Viva mi dueño;<br />

a un período anterior pertenecen, junto con la mayoría<br />

numeral <strong>de</strong> su obra, la serie <strong>de</strong> las sonatas y la<br />

<strong>de</strong> la guerra carlista. Lo mejor <strong>de</strong> Asorín novelista<br />

es, evi<strong>de</strong>ntemente, anterior a 1922, y lo que ha publicado<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 39 no es <strong>de</strong>cisivaineníe inferior en<br />

cantidad ni calidad a lo que había dado a conocer<br />

entre el 22 y el 36.<br />

La generación <strong>de</strong>l 98 procedía <strong>de</strong> antes, su tiempo<br />

fue el <strong>de</strong> antes, si bien ese tiempo no nos iba a<br />

resultar un tiempo perdido; o, <strong>de</strong> preferirlo asi —rememorando<br />

a Proust—, su tiempo habría <strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l 36, el entrañable tiempo perdido Que nos<br />

lanzaríamos a buscar, para mejor conseguir el futuro.<br />

Porque el árbol necesita hundir profunda la raíz<br />

w. a crecer.<br />

En la literatura, el quincenio <strong>de</strong> anteguerra es propiedad<br />

privativa y casi acotada <strong>de</strong> un hombre, <strong>de</strong><br />

una revista, <strong>de</strong> una teoría: don José Ortega y Gasset,<br />

la Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, La <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong>l arte.<br />

Hay una serie <strong>de</strong> novelas <strong>de</strong>shumanizadas, intelectualizadas,<br />

en relación con ese ententiimiento <strong>de</strong> la literatura.<br />

Jarnés, ñor ejemplo, se dio a conocer como<br />

novelista —con El TÍO fiel— en la Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte,<br />

y es el hombre que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1924 hasta 1936 sale<br />

casi a libro por año, sin que antes ni <strong>de</strong>spués haya<br />

hecho más novela.<br />

Luego hay en el quincenio otras figuras también<br />

características, a las que les es común un preciosismo<br />

verbal o imaginativo. Preciosismo casi dialectal <strong>de</strong> Jas<br />

palabras, casi bizantino <strong>de</strong> los personajes, en Ramón<br />

Pérez <strong>de</strong> Ayala; excelente prosista, con párrafos largos,<br />

en que se manifiesta la gran preparación humanística,<br />

construye a la perfección —a veces con módulos<br />

<strong>de</strong>susados— y utiliza la acción paralela. Preciosismo<br />

<strong>de</strong> color y <strong>de</strong> sentimiento en Gabriel Miró;<br />

entregado a los humos y celajes <strong>de</strong> su tierra levantina,<br />

y, viviendo sus recuerdos, escribe la prosa más<br />

cuidada y más sonora <strong>de</strong>l castellano <strong>de</strong> BU época;<br />

su obra, blanda como un cplchón <strong>de</strong> mir&guano, sobre<br />

el que se hubieran vertido perfumes <strong>de</strong> azahar,<br />

<strong>de</strong> naranjo, <strong>de</strong> limonero, <strong>de</strong> dátiles, arranca <strong>de</strong> algunos<br />

años aptes; pero es en 1922 (Niño y gran<strong>de</strong>), en<br />

1926 (El obispo leproso) y en 1928 (Años y leguas)<br />

cuando alcanza su culmen. Preciosismo <strong>de</strong>l ingenio<br />

y <strong>de</strong> la percepción imaginativa en Ramón Gómez ds<br />

la Serna; explosión literaria, juegos <strong>de</strong> artificio, juegos<br />

auténticos <strong>de</strong> palabras; escritor <strong>de</strong> verbena, alquimista<br />

inventor <strong>de</strong> la greguería; garboso, majo, llamativo<br />

como un mantón <strong>de</strong> Manila <strong>de</strong> enormes y<br />

chillones claveles; la mitad, por lo menos, <strong>de</strong> su obra<br />

ha nacido en el quincenio 23-36.<br />

Una tercera vena novelística, que. na es intelectuaiista<br />

ni estetizante, la componen autores <strong>de</strong> procuicción<br />

frecuente, <strong>de</strong> ediciones repetidas y <strong>de</strong> gran circulación.<br />

Palacio Valdés, todo un culto a la amenidad<br />

llamada <strong>de</strong> buena ley, correcta, familiar, casera. En<br />

A DO<br />

la misma línea,<br />

Martínez Olmedí-<br />

Ha, Agu i i a r Catena,<br />

Roberto Molina<br />

(Premio Nacional<br />

<strong>de</strong> Literatura<br />

en 1924), Hernán<strong>de</strong>z<br />

Cata, Zamwois.<br />

Sembrado<br />

también aquí, en<br />

los campos feraces<br />

<strong>de</strong>l éxito popular,<br />

Wenceslao Fernán<strong>de</strong>z<br />

Plórez, humorista<br />

<strong>de</strong> extraordinaria<br />

facilidad, cuva.<br />

nroducción <strong>de</strong><br />

anteguerra se mueve<br />

entre la orocaíidad<br />

v la ternura,<br />

dará en el "uincenio<br />

<strong>de</strong> posguerra su<br />

obra mejor. El bosque<br />

animado. Entre<br />

el humor y la<br />

<strong>de</strong>svergüenza. Joaquín<br />

Belda, y ya<br />

más <strong>de</strong>claradamente,,<br />

más profesionalmentepornográficos,<br />

la bien noblada<br />

relación <strong>de</strong><br />

nombres, que -referimos<br />

<strong>de</strong>ja.r sin<br />

mención y que "ueblanlujuriosamente<br />

(en todos los<br />

sentidos <strong>de</strong> la palabra)<br />

los escaparate?,<br />

las colecciones<br />

<strong>de</strong> novela corta<br />

y <strong>de</strong> novela larga,<br />

el rico repertorio<br />

<strong>de</strong> títulos venéreos<br />

que pue<strong>de</strong> registrarse<br />

en cada<br />

uno <strong>de</strong> los años <strong>de</strong><br />

esta época.<br />

La novela actual,<br />

social, históri c a<br />

<strong>de</strong>l presente asoma<br />

alguna vez en Tornad Borras o en Huberto i<br />

<strong>de</strong> la Ossa o en Le<strong>de</strong>sma Miranda y Zunzún<br />

para dispararse con rápida violencia a unos 1:<br />

subversivos, <strong>de</strong> neta agitación marxista, pura e<br />

jacobina, como los <strong>de</strong> Arconada; también vocer<br />

la revolución roja, Ramón J. Sén<strong>de</strong>r produce,<br />

Imán, una gran novela- Ellos, con Gorkin, Ni<br />

otros poseían condiciones <strong>de</strong> narradores, y aur<br />

ellos se hizo anunciable algún albor <strong>de</strong> innov!<br />

novelística; pero no querían ser novelistas, sino i<br />

lucionarios, y el hombre es, mas o menos, aquelic<br />

<strong>de</strong>sea.<br />

1939-1953<br />

1 A novelística española <strong>de</strong> la posguerra cuenta<br />

"- caudales heredados o <strong>de</strong> continuación, y con 1<br />

dales nuevos o <strong>de</strong> surgimiento.<br />

De continuación: Pío Barcia sigue impertérril<br />

pasmoso ritmo <strong>de</strong> dar un libro cada pocos J<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Que nació a la novelística en 1900. Desput<br />

la guerra española, junto con la polvareda <strong>de</strong><br />

o s t g u e/r. r a * Q U I N C E a ñ o s <strong>de</strong> ante que r r


Memorias, ha soltado<br />

un libro <strong>de</strong> versos.<br />

También ha seeuido<br />

escribiendo<br />

Azorin, cuya principal<br />

novedad es quiza<br />

la <strong>de</strong> haberse<br />

hecho hincha <strong>de</strong>l<br />

cine. Continúan y<br />

se han superada<br />

Z u n z u negui, Fernán<strong>de</strong>z<br />

Flórez, Le<strong>de</strong>sma<br />

Miranda.<br />

Ramón, Tomás Borras.<br />

Lo <strong>de</strong>más,<br />

que es lo más, pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cirse que es<br />

nuevo.<br />

Pues ¿qué se na<br />

interrumpido, qué<br />

se ha terminado<br />

con la guerra? No<br />

ha vuelto a dar señales<br />

consi<strong>de</strong>rables<br />

<strong>de</strong> vida la novelaensayo,<br />

la novela<br />

a! estilo <strong>de</strong> la Revista<br />

<strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte,<br />

novela <strong>de</strong> elucuoración<br />

psicoanalít'ica,<br />

apta sólo para intelectuales.<br />

Otro tipo<br />

<strong>de</strong> novela qu'±<br />

ha <strong>de</strong>saparecido ¿s<br />

el género que se<br />

llamaba «galante»;<br />

ausente <strong>de</strong>l iodo<br />

en este quincenio,<br />

en e¡ quincenio anterior<br />

había logrado<br />

la lite r a t u r aio". — Axbo; * Sobre<br />

piedras grises».— José María Gironeila:


MIGU<strong>EL</strong> DE ÜNAMUNO<br />

Ef que siguiendo mi producción literaria<br />

se haya fijado en mis novelas, excepción<br />

hecha <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> ellas en tiempo,<br />

<strong>de</strong> Paz en la guerra, habrá podido observar<br />

que rehuyo en ellas las <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong><br />

paisajes y hasta situarlas en época y lugar<br />

<strong>de</strong>terminados, en darles color temporal y<br />

local. Ni en Amor y Pedagogía, ni en Niebla,<br />

ni en Abel Sánchez, ni en mis Tres<br />

novelas ejemplares, ni en La tía Tula hay<br />

apenas paisajes ni indicaciones geográficas<br />

y cronológicas. Y ello obe<strong>de</strong>ce al<br />

propósito <strong>de</strong> dar a mis novelas la mayor<br />

intensidad y el mayor carácter dramático<br />

posibles, reduciéndolas, en cuando quepa,<br />

a diálogos y relato <strong>de</strong> acción y <strong>de</strong> sentimiento<br />

—en forma <strong>de</strong> monólogos esto— y<br />

ahorrando lo que en la dramaturgia se<br />

llama acotaciones... El que lee una novela,<br />

como el que presencia la representación<br />

<strong>de</strong> un drama, está pendiente <strong>de</strong>l progreso<br />

<strong>de</strong>l argumento, <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong> las acciones y<br />

pasiones <strong>de</strong> los personajes, y se halla muy<br />

propenso a saltar las <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> paisajes,<br />

por muy hermosos que en sí sean.<br />

P Í O B A R O J A<br />

No es cosa <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir la novelar.cualquter<br />

-<strong>de</strong>finición que inventara uno, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

calentarse la cabeza, seria incompleta, arbitraria<br />

y no vendría completamente justa.<br />

Que hay una necesidad para el hombre<br />

actual <strong>de</strong> leerla, no cabe duda. Para unos<br />

es como un abrigo necesario para preservarse<br />

<strong>de</strong> las inclemencias <strong>de</strong> la vida; para<br />

otros es una puerta abierta al mundo <strong>de</strong><br />

lo irreai; para otros es un calmante.<br />

«AZORIN»<br />

Dista mucho, dista mucho<br />

<strong>de</strong> haber llegado a su perfección<br />

la novela. Esta<br />

coherencia y corrección<br />

antiartísticas —porque es<br />

cosa fría— que se censura<br />

en el diálogo... se encuentra<br />

en la fábula toda... Ante<br />

todo, no<strong>de</strong>behaberfábula...;<br />

la vida no tiene fábula; es<br />

diversa, multiforme, ondulante,<br />

contradictoria...; todo<br />

menos simétrica, geométrica,<br />

rígida, como aparece en<br />

las novelas... Y por eso, los<br />

Goncourt, que son los que,<br />

a mi enten<strong>de</strong>r, se han acercado<br />

más al «<strong>de</strong>si<strong>de</strong>rátum»,<br />

no dan «una vida», sino<br />

fragmentos, sensaciones separadas.<br />

Y así el personaje,<br />

entre dos <strong>de</strong> esos fragmentos, hará<br />

su vida habitual, que no importa al artista,<br />

y éste no se verá forzado, como en<br />

Ja novela <strong>de</strong>l antiguo régimen, a contarnos<br />

til<strong>de</strong> por tü<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> por la mañana hasta<br />

por la noche, las obras y milagros <strong>de</strong> su<br />

protagonista..., cosa absurda, puesto que<br />

«toda» ía vida no se pue<strong>de</strong> encajar en un<br />

volumen, y bastante haremos si damos diez,<br />

veinte, cuarenta sensaciones...<br />

TOMAS BORRAS<br />

Soy novelista <strong>de</strong> la novela española. España<br />

ha sacado <strong>de</strong> su propio ser la fórmula<br />

<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la novela por los siglos <strong>de</strong> los<br />

siglos: el realismo i<strong>de</strong>alista; en esa íórmula<br />

están las tres direcciones: intramundo,<br />

mundo, ultramundo. Vibra, <strong>de</strong>


C<br />

TOULOUSE LAUTREC<br />

FIN DE SIGLO<br />

UANTA tristeza $•*, eneiem en este<br />

gran pintor <strong>de</strong> cuerpo <strong>de</strong>forme! Su<br />

figura, enmarca da suavemente estos días<br />

en una película evocadora <strong>de</strong> una época<br />

y un estilo <strong>de</strong>- vida vertiginoso, alegre y<br />

dolorido —pensemos en esas pobres mujeres<br />

que al final se arrastran por los<br />

{irostíbulo? y por los cafetines i»ás inmundos—-<br />

nos trae el recuerdo <strong>de</strong> un dramático<br />

sentimiento <strong>de</strong> inferioridad trae<br />

buscó el alivio en el alcohol, las caricia»<br />

compradas y los colores <strong>de</strong> su paleta.<br />

Henri <strong>de</strong> Toufouse-Lautrec es todo un<br />

símbolo y una clave. Símbolo <strong>de</strong> un espíritu<br />

lleno <strong>de</strong> sensibilidad en un' cuerpo<br />

monstruoso que al enfrentarse con la vida<br />

lo hizo con el alma vacía, sin consuelo<br />

interior capaz <strong>de</strong> superar el dolor<br />

INCERAMENTE no pue<strong>de</strong> extra-<br />

S ñarras nada todo cuanto ocurre.<br />

La Historia está repleta <strong>de</strong> semejanzas<br />

en cualquier época que consi<strong>de</strong>remos.<br />

Se busca —en el espectáculo—- lo<br />

roerte; lo que, a veces, incluso raya<br />

en lo <strong>de</strong>sagradable, en lo inhumano.<br />

El hombre —y en ocasiones hasta hajo<br />

pretextos espirituales, que es lo terrible—<br />

trata <strong>de</strong> olvidar el alma que<br />

lleva <strong>de</strong>ntro. Intenta olvidarse <strong>de</strong> sí<br />

mismo, <strong>de</strong> su conciencia. Así se fabrica<br />

y se inventa el espectáculo, la diversión,<br />

todo lo que sea capaz <strong>de</strong> alejarnos<br />

<strong>de</strong> una monotonía aferrada rabiosamente<br />

al día gris. Yo encuentro<br />

todo un símbolo en esa «Narrenthnrm»<br />

<strong>de</strong> Viena, o «torre <strong>de</strong> los locos» <strong>de</strong>l<br />

siglo xvi 11, lugar <strong>de</strong> espectáculo, <strong>de</strong><br />

escalofriante espectáculo, don<strong>de</strong> era<br />

admitido el público previo pago <strong>de</strong><br />

una cantidad para asistir a las escenas<br />

íntimas <strong>de</strong>l manicomio. Esas escenas<br />

<strong>de</strong>senfrenadas, terriblemente sinceras<br />

e impúdicas, infrahumanas, <strong>de</strong>l<br />

loco siendo bestia, carne pobre, humanidad<br />

caída, barro. Y es muy posible<br />

que en ese aiglo xvill y en esta<br />

mismísima Viena existiera ya alguna<br />

sociedad erigida en protectora <strong>de</strong> los<br />

pajaritos y los animales. Muy posible.<br />

Tan posible, que uno empieza a<br />

sentir vergüenza pasados estos dos largos<br />

siglos qne nos han llevado —con<br />

el refinamiento— al extremo opuesto:<br />

a la candad <strong>de</strong> roperito, a la candad<br />

<strong>de</strong> dama que, sabiéndolo sus manos<br />

<strong>de</strong> su monstruosidad, y así fue hundién-<br />

dose en la sima fácil <strong>de</strong> los placeres hasta<br />

saborear toda la amargura que llevaba<br />

<strong>de</strong>ntro. Una clave porque su pintura —el<br />

trozo bello <strong>de</strong> su vida— tiene ese aire<br />

ligero, frivolo, venenoso <strong>de</strong>l que mordía<br />

los placeres al no po<strong>de</strong>r gustarlos.<br />

Es el fin <strong>de</strong> siglo contemplado a través<br />

<strong>de</strong> unos ojos anhelantes, vidriados por el<br />

alcohol, <strong>de</strong> un hombre que no pudo<br />

compren<strong>de</strong>r el lado bueno <strong>de</strong>l mondo<br />

porque él mismo representaba un poco<br />

el fin <strong>de</strong> siglo. Carne, loz, placer; toda<br />

la espuma <strong>de</strong> una civilización que invita<br />

a gozar y frente a ella un cuerpo roto<br />

que va a buscar el amor en las mujeres<br />

más fáciles y pi<strong>de</strong> espiritualidad & quienes<br />

la perdieron <strong>de</strong>l todo.<br />

El hombre <strong>de</strong>forme tiene<br />

que le singulariza en la<br />

ante sí, como una prueba<br />

obra <strong>de</strong> la Creación, la angustiosa<br />

pregunta <strong>de</strong> la causa<br />

<strong>de</strong> su excepción y <strong>de</strong><br />

su <strong>de</strong>sgracia. Cuando supera<br />

su dolor y sabe Jlegar<br />

con espíritu cristiano<br />

al fondo <strong>de</strong> su gran<strong>de</strong>za,<br />

la vida se ilumina y en el<br />

yunque <strong>de</strong> su enfermedad<br />

talla, con la razón' t!e<br />

Dios, la gran obra -<strong>de</strong> su<br />

vida. Yo, llega a <strong>de</strong>cirse,<br />

no tengo la belleza, pero<br />

tengo al menos la rascón<br />

<strong>de</strong> esa belleza, y su posesión<br />

ilumina el camino y<br />

lo hace más gran<strong>de</strong> y más<br />

hermoso. Por el contrario,<br />

cuando su vida interior se<br />

rompe en <strong>de</strong>sgarros materiales<br />

al querer agarrarse<br />

a la carne su dolor se hace<br />

insufrible. Le falta entonces<br />

Dios, y sólo es cuerpo<br />

y sufre y se <strong>de</strong>sespera.<br />

Es incapaz así <strong>de</strong> valorar<br />

los reflejos a veces mag-<br />

<strong>de</strong>recha e izquierda, no quiere hacer<br />

—cuando ésta sería el gran remedio—<br />

justicia. Hay damas que llegan a nuestros<br />

hospitales públicos buscando el<br />

qué dirán y el dolor <strong>de</strong>l prójimo para<br />

aplicar palabras vacías y pobrecitos a<br />

una enfermedad hambrienta, a una<br />

enfermedad precisamente sin remedio<br />

en los mismos hospitales y que es todo<br />

un síntoma <strong>de</strong> que algo no respon<strong>de</strong>.<br />

Y por la íntima razón <strong>de</strong>l aburrimiento.<br />

Esto es, para realizar el elegante<br />

juego <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s, las reuniones,<br />

las asambleas, las presi<strong>de</strong>ntas,<br />

las tesoreras. Esto es, para ejercitarse<br />

en una lástima <strong>de</strong> mentirijillas,<br />

pero que, a su vez, <strong>de</strong>struya los<br />

días grises y haga cerciorar en una<br />

calidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>río, <strong>de</strong> altura, <strong>de</strong> selección.<br />

Esto sobre todo.<br />

Gusta más la vieetiple cuando entre<br />

los bastidores, a punto ya <strong>de</strong> enseñarnos<br />

absolutamente todas sus tristezas,<br />

se santigua. Hay codazos, índices fjoe<br />

la señalan', conversaciones y sonrisas<br />

al oído; el espectáculo —seamos sinceros<br />

en lo más profundo <strong>de</strong> nuestras<br />

almas- se hace más, muchísimo<br />

más interesante. A través <strong>de</strong> mas<br />

piiernas enflaquecidas adivinamos toda<br />

una biografía caída, una novela qtw*<br />

<strong>de</strong> su amaigura y <strong>de</strong> su genio y <strong>de</strong>scon-<br />

Se recubre doloridamente con la capa<br />

el camino <strong>de</strong>l amor que tanto <strong>de</strong>sea,<br />

nificos <strong>de</strong> su espíritu que pueda abrirle<br />

tía, teme y odia o <strong>de</strong>sprecia.<br />

Henri <strong>de</strong> Toulouse-Latrtrec buscó el<br />

amor en la superficie, y se hundió ;_y<br />

cuando el soplo <strong>de</strong>l espíritu pasó por su<br />

lado no pudo verlo porque ya estaba<br />

moy bajo, oscurecido por los vapores <strong>de</strong>l<br />

alco'aol y reclinado tan sólo en su vaporosa,<br />

fácil y expresiva "pintura. Aquí estaba<br />

su único brillo y el recuerdo <strong>de</strong> su<br />

paso por la vida. A nosotros esa pintura<br />

que nos retrata una hora <strong>de</strong> los últimos<br />

años <strong>de</strong>l siglo nos hace pensar con tristeza<br />

en el pobre enano que abandonó<br />

nos gustaría leer, una vida triste riendo<br />

y moliéndose. Adivinamos muchas<br />

cosas en esa biografía cansada. Adivinamos<br />

al barro que se santigua y endureciéndose.<br />

E» el boxeo o en los toros preferimos<br />

eses momentos en que el púgil<br />

o el torero empieza a per<strong>de</strong>r ej<br />

conocimiento y todavía está en pie,<br />

mirando bobamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sueño incipiente<br />

si <strong>de</strong>stino sayo, particularísimo<br />

e intransferible, que le golpea, le<br />

cornea y le hace salir una sangre roja.<br />

Preferimos el espectáculo cuando<br />

existe la inferioridad física o moral<br />

<strong>de</strong> lo que nos divierte y nos ha sacado<br />

por unos momentos <strong>de</strong> una rutina<br />

<strong>de</strong> inferiorida<strong>de</strong>s. Pisar lo» ídolos,<br />

pisar por el placer <strong>de</strong> sabernos<br />

subiendo la escalera, es constante qne<br />

se repite en bis páginas escritas V en<br />

las mu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda la Historia. Pisar<br />

el dolor, la <strong>de</strong>rrota, la miseria; pisar,<br />

tener lástima, eompa<strong>de</strong>eern-s: é«a<br />

es la diversión sutil, el espectáculo inhumano<br />

que preten<strong>de</strong>mos e inventamos.<br />

Pisar: ésa es la única razón oue<br />

nos anima a hacernos <strong>de</strong> día en día<br />

más blancos por fuera. Pisar: he aquí<br />

el motivo qne divierte —más que ninguno<br />

©tro— al hombre. Yo sé <strong>de</strong> mu-<br />

su castillo j su pasado —rotura social—,<br />

y también su Dios, para dibujar en la*<br />

• mesas <strong>de</strong>l Moulin Rouge los giros <strong>de</strong> laa<br />

bailarinas en un contraste <strong>de</strong> singular<br />

violencia. Su alegre pintura es triste. Tal<br />

vez un instante, ante la belleza <strong>de</strong> sus<br />

cuadros, estemos a punto <strong>de</strong> dar gracias a<br />

su dolor y a su <strong>de</strong>formidad. Pero con todo,<br />

como problema humano, es triste, no<br />

tanto por sus piernas cortas como por la'<br />

tristeza <strong>de</strong> su alma vacía <strong>de</strong> Dios y rebosante<br />

<strong>de</strong> sensibilidad. A él le faltó,<br />

como al final <strong>de</strong>l siglo xix, un soplo <strong>de</strong><br />

vida cristiana, y en este sentido bien<br />

pue<strong>de</strong> ser un pintor fin <strong>de</strong> siglo.<br />

JOSÉ CEPEDA ADÁN<br />

chos que ensañan la suela <strong>de</strong> su zapato<br />

contra las hormigas que trabajan<br />

y luego se compa<strong>de</strong>cen. Pisar, pisar.<br />

Pero llegará el día <strong>de</strong> nuestra muerte,<br />

el día <strong>de</strong> snfrir el pisotón tremendo<br />

y <strong>de</strong>finitivo.<br />

Es más peligroso asomarse al interior,<br />

bucear y arañar en nuestras entrañas,<br />

que sacar la cabeza o el brazo<br />

al paisaje corriendo y con pontea<br />

enfrente. M£s peligroso y más difícil.<br />

Porque para bucear hay que tener los<br />

pulmones llenos <strong>de</strong> la intención, limpia,<br />

y para asomarse al exterior no se<br />

precisa nada más que <strong>de</strong> una marcha<br />

loca y ciega y <strong>de</strong> un traumatólogo<br />

amigo o conocido. Pue<strong>de</strong> producirse<br />

con lo primero, y muy fácilmente, una<br />

fractura <strong>de</strong>l alma que nos haga llorar<br />

un «mea culpa» salvador y que nos regenere<br />

con nosotros mismos. Es lo qne<br />

hace falta. Porque estamos convirtiendo<br />

el mundo en una gigantesca torre<br />

<strong>de</strong> los locos al estilo <strong>de</strong> Viena y con<br />

espectadores en primera fila, por supuesto.<br />

Amemos a la hormiga. Dejemos que<br />

tranquilamente vaya subiendo hasta<br />

nuestro pensamiento puro. Hablémosle<br />

con palabras sinceras. J?o nos ensañemos<br />

ni nos perdamos en frases tópicas.<br />

Tengamos una lástima —cuando no<br />

podamos hacer justicia— que nos haga<br />

vibrar y llorar el alma entera.<br />

Amigos: es preciso.<br />

FRANCISCO VERDERA


EBIÓ <strong>de</strong> ser conmovedor el espec-<br />

D táculo <strong>de</strong> un crítico casi viejo, que<br />

en una gran exhibición .<strong>de</strong> arte actúa!<br />

escuchaba, para procurar compren<strong>de</strong>r 1»<br />

que veía, las lecciones <strong>de</strong>. uu pintor casi<br />

niño. Ambos ponían toda su buena voluntad<br />

en llegar a «na inteligencia entre<br />

las cosas más distantes y antagónicas:<br />

dos generaciones sucesivas. Y creo que<br />

r-i algunos momentos le consiguieron.<br />

Ello ocurrís en la gran «Mostra», <strong>de</strong> Picasso<br />

que se celebro en Roma la pasada<br />

primavera, y eran los interlocutores Joaquín<br />

Vaquero Turcios y el que estas líneas<br />

escribe. Joaquín se afanaba ante<br />

ios lienzos más difíciles por hacerme<br />

ver cómo el pintor no había ereído necesario<br />

para conseguir sus equilibrios <strong>de</strong><br />

masas ni sus acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> color copiar<br />

§ervilmente la realidad externa, sino quf<br />

le bastaba con sugerirla con algunos rasgos<br />

emocionados. Con razones semejantes<br />

me explicaba sus propias composiciones<br />

en su estudio <strong>de</strong> Barcelona Juan<br />

Miró.<br />

Para gozar <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> mi iniciador<br />

eu la pintura mo<strong>de</strong>rna, Joaquín Vaquero<br />

Turcios, hijo <strong>de</strong> un gran pintor y<br />

sobrino-nieto <strong>de</strong> Rubén Darío, no he necesitado<br />

<strong>de</strong> buscar teorías que me ayu<strong>de</strong>n<br />

a compren<strong>de</strong>r. L'n intenso po<strong>de</strong>r<br />

emocional está latente en cada uno <strong>de</strong><br />

sus cuadres, aun en aquellos <strong>de</strong> factura<br />

más avanzada. Joaquín se ha situado,<br />

como lo hicieron, todos los gran<strong>de</strong>s pin*<br />

tores españoles, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la corríante <strong>de</strong><br />

su tiempo; pero para ello no ha creído<br />

necesario arrojar por la borda la tradición<br />

ni ninguno <strong>de</strong> los eternos valores<br />

humanos. Porque aquellos que han <strong>de</strong>shumanizado<br />

su poesía o su pintura se<br />

han privado, a cambio <strong>de</strong> la aprobación<br />

<strong>de</strong> reducidos cenáculos, <strong>de</strong>l placer supremo<br />

que sin duda sintieron los artistas<br />

<strong>de</strong> otras épocas más afortunadas al<br />

sentir cómo su creación hacía vibrar el<br />

alma <strong>de</strong> todo un pueblo.. A través <strong>de</strong> las<br />

osadías <strong>de</strong> su paleta y <strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> su dibujo, se advierte en los cuadros<br />

<strong>de</strong> Vaquero Turcios la poesía <strong>de</strong> las eosas<br />

humil<strong>de</strong>s en cayo <strong>de</strong>sgaste han <strong>de</strong>jado<br />

su huella los siglos y la vida. Ese<br />

«Sunt lacrimae rerum» <strong>de</strong>l poeta latino<br />

que ha inspirado a todos los poetas españoles,<br />

empeñados en captar el «dolorido<br />

sentir» <strong>de</strong> las cosas al hundirse en<br />

los abismos <strong>de</strong>l tiempo.<br />

Al servicio <strong>de</strong> esta heredada sensibilidad<br />

<strong>de</strong> poeta, Joaquín Vaquero ha<br />

puesto una técnica vigorosa y sabia,<br />

aprendida, como en los artistas meuie?ales,<br />

en el taller paterno. Hay en ella<br />

mucho <strong>de</strong> tradición española en la preocupación<br />

por el color y por el ambiente,<br />

en el don divino <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rarse<br />

<strong>de</strong> la lux; pero al escuchar «la voz <strong>de</strong><br />

la sangre» el pintor no ha <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñado<br />

la lección <strong>de</strong>l «cnatrocento» italiano, euyos<br />

gran<strong>de</strong>s maestros explicaron a maravilla<br />

la ciencia <strong>de</strong> los volúmenes. Aun<br />

cuando <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> Pablo Ruis Picasso, el<br />

pintor malagueño no le ha inspirado<br />

©RE DE RUBEN DARíÓ'<br />

USÍA A ROMA EN ROMA<br />

POR<br />

<strong>EL</strong> MARQUES DE LOZOYA<br />

"DÓRICO", óleo <strong>de</strong> Vaquero Turcios (1952)<br />

sino algunos acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> color, y <strong>de</strong>be<br />

más, quizá, a los pintores italiano» <strong>de</strong><br />

esta hora.<br />

«T-o que no es tradición es plagio» ha<br />

escrito Eugenio d'Ors. El mérito <strong>de</strong> este<br />

pintor <strong>de</strong> veinte años es que no se parece<br />

ya a nadie, pues aun la herencia<br />

paterna va quedando cada vez más lejana.<br />

Kl es sólo él, y sus cuadros con<br />

los <strong>de</strong> ningún otro pintor pue<strong>de</strong>n confundirse.<br />

Cualidad insigne en la época<br />

más gregaria, ';on tantas ambiciones <strong>de</strong><br />

libertad que ha conocido la historia <strong>de</strong>l<br />

Arte. Difícil les va a ser a lo» directo*<br />

res <strong>de</strong> museos <strong>de</strong>l porvenir d clasificar<br />

<strong>de</strong> nuevo ios cuadros si las firmas se borran<br />

y se confun<strong>de</strong>n las papeletas.<br />

Con el bagaje, no siempre cómodo, <strong>de</strong><br />

su sensibilidad exquisita y <strong>de</strong> su avt<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> nuevas impresiones, Joaquín Vaquero<br />

Turcios vino a Roma al ser nombrado<br />

su padre vicedirector <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />

<strong>de</strong> España. Sus faculta<strong>de</strong>s, ya entonces<br />

asombrosas, le abrieron las puertas<br />

<strong>de</strong> la escuela romana <strong>de</strong> Arquitectura,<br />

en la cual goza <strong>de</strong> gran prestigio<br />

eutre alumnos y profesores. Para un<br />

muchacho que se encontraba <strong>de</strong> pronto<br />

eu un ambiente artístico tan <strong>de</strong>nso, tan<br />

Heno <strong>de</strong> las voces <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong>l presente,<br />

todo <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser una revelación<br />

v un asombro, pero la gran revelación<br />

fue para Joaquín Vaquero la misma<br />

Roma, con el color caliente <strong>de</strong> sus muros<br />

pintados <strong>de</strong> ocre o <strong>de</strong> «sangre <strong>de</strong><br />

toro», sirviendo <strong>de</strong> fondo al exacto dibujo<br />

<strong>de</strong> las columnas rotas. Roma fue<br />

un tema obsesivo para el muchacho es-<br />

jtaüol, al principio siguiendo la amaneran<br />

paterna y ahora con una mayor lihtrtad<br />

en la pincelada y en la línea<br />

que tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>formar, a fuerza <strong>de</strong> pasión,<br />

un dibujo impecable. Así Joaquín<br />

s* ha convertido en «pintor <strong>de</strong> cámara»<br />

<strong>de</strong> la Ciudad Eterna, que en los lienzos<br />

<strong>de</strong> este pintor aatur con sangre <strong>de</strong> Nicaragua<br />

«es más Romas que en sus propios<br />

muros <strong>de</strong> ladrillo o en sus mármoles<br />

mutilados. De la müana manera, Parí»<br />

era más Paría en loa versos <strong>de</strong><br />

Rubén.<br />

Buscas a Roma en Roma, ¡oh psre~<br />

Igrino !.<br />

y a Roma misma en Roma no hx halla*.<br />

Así escribía nuestro don Francisco <strong>de</strong><br />

Quevedo. Joaquín ha encontrado a Roma<br />

en Roma, y este encuentro originó su<br />

primer triunfo. Se convocó en la ciudad<br />

un premio internacional en 1952 para<br />

los artistas extranjeros que mejor hubiesen<br />

interpretado sus perspectivas urbanas.<br />

El jurado, en el cual no había ningún<br />

español, confirió el premio a un<br />

Joaquín Vaquero Turcios, que era <strong>de</strong>sconocido<br />

<strong>de</strong> todos sus miembros. El segando<br />

gran éxito ha tenido lugar en e!<br />

mes <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1953. Los artistas<br />

romanos consiguieron que el «tsindaco*<br />

<strong>de</strong>clarase intangible la vieja Via Margutta,<br />

junto a la plaza <strong>de</strong> España centro<br />

secular <strong>de</strong> la vida artística <strong>de</strong> Roma.<br />

integrada por estudios <strong>de</strong> pintores y por<br />

tiendas <strong>de</strong> anticuarios y <strong>de</strong> marchantes.<br />

Para celebrar el triunfo organizaron tina<br />

Exposición en «1 castizo aCaffé <strong>de</strong>gli<br />

Artisti», en la misma calle, en la cual<br />

figurarían una obra escultórica, un libro<br />

<strong>de</strong> poesía recién editado y un conjunto<br />

<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> un solo pintor. El elegido<br />

por unanimidad entre loa pintores<br />

<strong>de</strong> Roma fue Joaquín Vaquero Turcios.<br />

No he presenciado en Roma, en" los<br />

meses en que he vivido la vida <strong>de</strong> la ciudad,<br />

acontecimiento social semejante al<br />

<strong>de</strong> la inauguración <strong>de</strong> esta amostra» <strong>de</strong>l<br />

español. El cuerpo diplomático —naturalmente,<br />

a la cabeza el embajador <strong>de</strong><br />

España, marqués <strong>de</strong> Desío—; los nombres<br />

principescos <strong>de</strong> Roma: Colonna, Orsini,<br />

Sciarra, Vilermosa, Sanaeverino; todos<br />

los artistas jóvenes y muchos <strong>de</strong> los<br />

viejos. Hablaron el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Roma.<br />

Robechini; el crítico Villare Querel.<br />

buen amigo <strong>de</strong> España, e hicieron hablar<br />

a Joaquín, que salió <strong>de</strong>l paso como<br />

pudo, con esa intuición hispánica que<br />

nos es tan útil en trances difíciles.<br />

No se pue<strong>de</strong> inaugurar una cartera<br />

artística con augurios más brillantes.<br />

Por que en esta carrera el pintor se libre<br />

<strong>de</strong>l truco, <strong>de</strong> la facilidad excesiva.<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>masiada complacencia en su<br />

obra que le Ueve a repetirla in<strong>de</strong>finidamente<br />

y conserve hasta la vejez su capacidad<br />

virginal <strong>de</strong> asombro ante las<br />

cosa», hago ahora, ante los altares <strong>de</strong><br />

San Lucas y <strong>de</strong>l Beato Angélico, los mas<br />

fervientes voto*.


DE<br />

NACIONALES<br />

DIRECCIÓN GENERAL DE<br />

B<strong>EL</strong><strong>LAS</strong> <strong>ARTE</strong>S<br />

FiNTUBA<br />

Ante tanta obra, el cronista piensa<br />

que se habrá hecho una previa selección,<br />

y el resultado le <strong>de</strong>ja atónito. También<br />

es posible que ésta no se haya hecho y,<br />

en tal caso, ¿no hubiera sido preferible<br />

.kjar los cuadros reducidos a la <strong>de</strong>cena<br />

• > a menos aún?<br />

Parece increíble que se admita tanto<br />

i:rümo, tanto aprendiz, tanta morralla<br />

pictórica. En pocos certámenes provin-.<br />

cíanos o pueblerinos para aficionados y<br />

principiantes hemos visto tal muestra<br />

<strong>de</strong> mal guslo, torpeza, falta <strong>de</strong> oficio y<br />

<strong>de</strong>plorable mimetismo como en esta horrible<br />

y pintarrajeada exhibición que se<br />

<strong>de</strong>nomina nada más y nada menos que<br />

t> Concurso Nacional».<br />

Si salvamos unas pocas telas, el resto<br />

fulo es dígno <strong>de</strong> la quema.<br />

Se ha otorgado el primer premio e<br />

Agustín Redon<strong>de</strong>la por su cuadro «Huertos<br />

y murallas <strong>de</strong> Segovia» y el accésit<br />

a Vargas Ruiz por «Desnudo».<br />

ítedon<strong>de</strong>la es uno <strong>de</strong> los primeros' en<br />

nuestra primera y joven pintura. En el<br />

anterior número <strong>de</strong> ATENEO <strong>de</strong>cíamos,<br />

refiriéndonos a otra vista suya <strong>de</strong> Seíovia:<br />

«es uno <strong>de</strong> esos lienzos


18<br />

DETRAS D<strong>EL</strong> LIENZO<br />

¿QUE HA OCURRIDO CON <strong>EL</strong><br />

SALÓN DE OTOÑO?—Este año no<br />

habrá Salón <strong>de</strong> Otoño. A lo sumo,<br />

podría haber un Salón <strong>de</strong> primavera<br />

o <strong>de</strong> verano. Seg-ún se dice, el<br />

certamen tan tenazmente sostenido<br />

por el señor Prados López no ha<br />

encontrado local que lo albergara.<br />

Algunos han respirado con alegría<br />

pensando que el Salón había muerto<br />

por completo. De todos modos,<br />

es <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer que nos lo hayan<br />

ahorrado, aunque sólo sea por una<br />

vez.<br />

ALGO SOBRE <strong>EL</strong> OLOR D<strong>EL</strong> SA-<br />

LÓN DE OTOÑO.—Insistimos sobre<br />

eí susodicho Salón. Y recordamos<br />

que hallándose Cristina Mallo paseando<br />

este verano por el puerto <strong>de</strong><br />

Santan<strong>de</strong>r, percibió el olorcillo característico<br />

<strong>de</strong> las no limpias aguas,<br />

y dijo a" 1 los Que lo acompañaban:<br />

«Vamonos <strong>de</strong> aquí- Huele a Salón <strong>de</strong><br />

Otoño.»<br />

PARA LOS ARQUITECTOS. — En<br />

la serie <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> la Colección Palma,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> «Dibujos»<br />

<strong>de</strong> la pintora holan<strong>de</strong>sa Agnes<br />

van <strong>de</strong>n Bran<strong>de</strong>ler, aparecerá en<br />

breve el segundo volumen, «Perspectivas»,<br />

<strong>de</strong> Alberto Sartoris. Llevará<br />

dibujos y texto <strong>de</strong>l autor, y un prólogo<br />

<strong>de</strong> Antonio Oliver.<br />

REVISIÓN DE PEDRO MOZOS.—<br />

El pintor palentino expondrá en<br />

LOS ESPAÑOLES EN SAO PAU-<br />

LO.—Antonio Tapies ha sido premiado<br />

en la Bienal brasileña. No se<br />

-han concedido mas premios a los<br />

españoles. Pero no se crea que han<br />

quedado ignorados. Críticos <strong>de</strong> todo<br />

el mundo han tomado nota <strong>de</strong> ellos.<br />

Tapies acaba <strong>de</strong> exponer en Nueva<br />

York, don<strong>de</strong> llamó la atención.<br />

LA BIBLIA Y LA HISTORIA.—<br />

André Parrot ha publicado un tercer<br />

cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> arqueología bíblica<br />

<strong>de</strong>dicado a «Nínive y el Anticuo<br />

Testamento». Los anteriores fueron<br />

«El Diluvio y el Arca <strong>de</strong> Noé» y «La<br />

torre <strong>de</strong> Babel». Parrot ha estudiado<br />

los textos bíblicos sobre el mismo<br />

suelo <strong>de</strong> Mesopotamia. «Gracias<br />

a él —dice G. Charensol—. hechos<br />

que podrían parecer legendarios -se<br />

encuentran colocados en una perspectiva<br />

histórica perfectamente coherente.»<br />

• DIBUJOS EN TEXAS.—En Dallas<br />

ha tenido lugar una exhibición <strong>de</strong><br />

dibujos que abarca <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Daumier<br />

hasta Dalí. Otros artistas incluidos:<br />

Léeer, Maillol, Mbdigliani, Renoir,<br />

Vlaminck.<br />

NO SOLO <strong>EL</strong> CINE.^BajO el título<br />

«Las tres dimensiones», el año<br />

ESPAÑA<br />

el Museo <strong>de</strong> Arte Contemporáneo en<br />

febrexo. Se tratará <strong>de</strong> una exposición<br />

antológica en la que Mozos recogerá<br />

su obra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los diecisiete<br />

años.<br />

NUESTRA BIENAL. — Paitan ya<br />

pocos días para la inauguración <strong>de</strong><br />

la Bienal <strong>de</strong> La Habana. Y, según<br />

noticias recibidas <strong>de</strong> la capital cubana,<br />

han existido, quizá siguen<br />

existiendo, ciertas dificulta<strong>de</strong>s en<br />

cuanto al edificio en que había <strong>de</strong><br />

ser instalada.<br />

JUICIOS DE EUGENIO D'ORS.—<br />

A don Eugenio siguen sin gustarle<br />

Solana ni Pancho Cossfa>. Esto último<br />

es explicable en el amante <strong>de</strong><br />

las «formas que pesan». Sin embargo,<br />

en ciertas ocasiones ha alabado<br />

con calor a Eluardo Vicente, y como<br />

alguien se lo recordara, el maestro<br />

se ha explicado; «Es f,ue en aquellos<br />

tiempos no había más pintores.»<br />

Nos gustaría saber qué piensa <strong>de</strong><br />

todo esto Gustavo <strong>de</strong> Ruméu.<br />

PREMIO DE ILUSTRADORES.—<br />

El primer premio <strong>de</strong> ilustradores<br />

<strong>de</strong>l I Salón <strong>de</strong>l Dibujo celebrado recientemente<br />

ha sido ganado por<br />

Pascual Palacios Tar<strong>de</strong>s, por los dibujos<br />

para el libro «Luz en el barro»,<br />

dé A. Izquierdo Laguna.<br />

pasado se formó en París un reducido<br />

grupo d§ Dintores y escultores<br />

que se propuso <strong>de</strong>mostrar cómo el<br />

artista pue<strong>de</strong> expresarse sin recurrir<br />

a la cuarta dimensión. Nosotros<br />

creíamos que esto no necesitaba ser<br />

<strong>de</strong>mostrado. Este año, el grupo, más<br />

amplio, se ha vuelto a presentar al<br />

público, con éxito. Entre las obras<br />

colgadas figuraban varias <strong>de</strong> Riera,<br />

pintadas este verano en Andalucía<br />

UN TORO MODERNO. —Uste<strong>de</strong>s<br />

üue<strong>de</strong>n pensar que esta reproducción<br />

correspon<strong>de</strong> a algún cuadro premiado<br />

o presentado en alguna exposición<br />

<strong>de</strong> hoy. Sin embargo, se trata<br />

mo<strong>de</strong>stamente <strong>de</strong> un dibujo para<br />

labor <strong>de</strong> bordado, original <strong>de</strong> la inglesa<br />

Joyce Conwv- Evans. Hasta<br />

aquí llega la renovación originada<br />

por las nuevas formas.<br />

TRIUNFO DE CLAVE.—La reciente<br />

exposición <strong>de</strong> Clavé en la galería<br />

Drouant- David, <strong>de</strong> París, ha<br />

constituido un resonante triunfo Dará<br />

nuestro compatriota. En «Les<br />

Nmwelles Littéraires» se dice que la<br />

fuerte personalidad <strong>de</strong> éste es «hoy<br />

unánimemente reconocidas». Con relación<br />

a sus naturalezas muertas se<br />

comenta que son «sabrosas en cuanto<br />

a la materia y trágicas en cuanto<br />

al sentimiento, como conviene A<br />

nn colorista <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> Goya y <strong>de</strong><br />

Solana».<br />

UN PINTOR Y UN ESCULTOR<br />

EN CHICAGO.—En el Arts Club, <strong>de</strong><br />

Chicase, ha tenido lugar tina in,portante<br />

exposición <strong>de</strong> Alberto Giacometti<br />

y <strong>de</strong> Loren-Mac-Iver. Gíacometti<br />

es uno <strong>de</strong> los escultores más<br />

personales <strong>de</strong> hoy y <strong>de</strong> los Que más<br />

influencia, han ejercido.<br />

C.<br />

¿Cualquiera sabe que es!<br />

Nunca he <strong>de</strong>seado tanto una eosa<br />

como en el momento <strong>de</strong> ponerme a hacer<br />

este comentario <strong>de</strong> la obra estrenada<br />

por Tono y Jorge Llopis en eí<br />

teatro Beatriz. Lo que yo <strong>de</strong>searía en<br />

este momento es tener la pluma <strong>de</strong> los<br />

propios autores a mi disposición para<br />

escribir este comentario, porque sería<br />

la única manera <strong>de</strong> hacerlo acertadamente.<br />

Empecemos por el título, con su eo-<br />

. rrespondjente disyuntiva: «Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong><br />

Bramante, o las florecillñs <strong>de</strong>l fangos.<br />

Al que hay qn« añadir —es punto menos<br />

que imprescindible— el par <strong>de</strong><br />

pareados puestos a continuación en<br />

el programa <strong>de</strong> mu no:<br />

«Drama <strong>de</strong> capa y bigote<br />

con su poco <strong>de</strong> estrambote,<br />

en nn prólogo, tres actos<br />

y dos ricos entreactos.»<br />

Sin olvidar, como final <strong>de</strong> la prc-<br />

§ litación, los títulos <strong>de</strong> los tres retos<br />

<strong>de</strong> los que habla el segundo pareado<br />

en cuestión:<br />

Acto primero. — Execración y vilipendio.<br />

Acío segundo. — Andrajosa» poro<br />

honraditas.<br />

Acto tercero. — ¡¡La cochina eo-<br />

Poro, no; no lo he dicho todo aun.<br />

En el programa- dice algo más. Tono<br />

y Jorse Llopis <strong>de</strong>nominan a la obra<br />

—según Tono viene haciendo hace<br />

tiempo— función. Efectivamente, tal<br />

rez sea la única manera <strong>de</strong> Humarla,<br />

porque función —aunque la <strong>de</strong>finición<br />

no sea mny académica— es todo espectáculo<br />

que se produce en un escenario<br />

a la vista <strong>de</strong> un público. Y es que<br />

encontrar otra <strong>de</strong>nominación para<br />

«Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong> Bramante» sería verda<strong>de</strong>ramente<br />

difícil. De comedia no tiene<br />

nuda, ni <strong>de</strong> drama, ni <strong>de</strong> tragedia, ni<br />

<strong>de</strong> traffieomeiMa. "i <strong>de</strong> jugtiMe cómico.<br />

ni.<strong>de</strong> apropósíto, ni siquiera <strong>de</strong> dispa-<br />

rate —a pesar <strong>de</strong>l morrocotudo disparate<br />

que es—, porque el disparate,<br />

lo mismo que el juguete cómico, el<br />

apropósito, la tragicomedia, la tragedia,<br />

el drama o la comedia, tiene alguna<br />

norma específica por arbitraría<br />

que sea. y en la función <strong>de</strong> Tono y<br />

Llopis, por no existir norma ni la <strong>de</strong><br />

arbitrariedad, pue<strong>de</strong> tenerse en consi<strong>de</strong>ración<br />

por muy optimista que uno<br />

sea.<br />

Naturalmente, ésta <strong>de</strong>l eiieasiilamiento<br />

es una discusión bixantiua,<br />

muy <strong>de</strong>l gusto, según tengo entendido,<br />

<strong>de</strong> los críticos <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l XIX y<br />

principios <strong>de</strong>l XX, que no llera, per<br />

supuesto, a ninguna parte. ¿Pero es<br />

que lleva a alguna parte ^Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong><br />

Bramante^? Es un puro juego <strong>de</strong> locos,<br />

sin hilván ni lógica alguna, don<strong>de</strong><br />

hace el efecto que los personajen<br />

—como eu una nueva y estrambótica<br />

comedia <strong>de</strong>l arte— dieeo cada uno lo<br />

que se le va ocurriendo <strong>de</strong> momento.<br />

y cuanto más dislocado resulte, m'íjor.<br />

Bien es verdad que ya en cierta ocasión,<br />

en la autocrítica <strong>de</strong> una <strong>de</strong> sus<br />

funciones, para explicar la cosa Tono<br />

salió d?l paso diciendo que lo que pasaba<br />

allí era que salían tos personajes.<br />

<strong>de</strong>cían lo que tenían que <strong>de</strong>cir y se<br />

iban. Pero tanto se acentúa en este<br />

caso la incoordinación, que llega a<br />

complicarse con «i mpre meditación* y.<br />

a veces, alevosía, hasta crear la cualidad<br />

i<strong>de</strong>a! <strong>de</strong> asesinato dramático <strong>de</strong><br />

todas las normas y reglas.<br />

En algún momento el espectador<br />

llega a pensar que se trata <strong>de</strong> una parodia<br />

<strong>de</strong> tal o cual cosa, <strong>de</strong> tai o cual<br />

autor.


El hecho <strong>de</strong> que s* trate <strong>de</strong> un meloitrama<br />

forzado y ridiculizado, moníado<br />

con ¡ntfmíable intención sobre un<br />

vsrso rifirso, - pudiera hacer pensar<br />

en an principio en alffo al esíiio «ie «La<br />

venganza 'e Don JACIMÍO», ¡Quia! N'o<br />

tiene parentesco alguno. Aquí la más<br />

síesaforada ineoncxidm <strong>de</strong>l torio con<br />

sus partes hucc irrupción a cada momento,<br />

sin que por eso mismo pueda<br />

s-eñsiarse antece<strong>de</strong>nte algrun?.<br />

Y bien, jjsrptendo con todo esto hacer<br />

una feroz y (íevastaífora crítica<br />

<strong>de</strong> «Fe<strong>de</strong>rica (?e Bramante»? Resultaría<br />

un poco ridículo. ¿ao es cieit'í A<br />

Tono y I.loj:is —-y ti unes cuantos más,<br />

por supuesto— se les iban a volver<br />

locas las tripas <strong>de</strong> risa (-i yo —a' cualquiera—<br />

pretendiera atíenírarms en<br />

fl imposible emj:eño *!e una sesuda crílica<br />

(íc esta función.<br />

¿Quiere «ieeir, acaso, qus elogio PSÍÍ 1<br />

(fisp^rate sin Huí (Si principio. Porque<br />

hasta el prólogo pertenece a otra<br />

cosa que pudiera hab«r sido y no es,<br />

sin ninguna r^zón que lo valga.) También<br />

esto sería locura, claro está. Ante<br />

trdo, es punto menos que incomprensible<br />

que una compañía sria como es<br />

la que dirigen los señores Pér^x <strong>de</strong> la<br />

Ossa y Bonmatí <strong>de</strong> Codocido, se haya<br />

lanzado a estrenar esta función. Lo lóíico<br />

sería pensar que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escuchar<br />

su lectora, don Humberto o<br />

don Francisco se hubieran lev Hitado<br />

sonrientes, hubieran palmnfe^do sleirrfmeiife<br />

en la escalda <strong>de</strong> cuslquiera<br />

el Sindicato,<br />

ni ia censura, ¿qué será eso<br />

que el hombre <strong>de</strong> la calle quiere<br />

significar cuando dice "voy al cine",<br />

"vengo <strong>de</strong>l cine 1 ', "ayer estuve<br />

en el cine"?<br />

Finai sutilísimo que <strong>de</strong>ja una<br />

po<strong>de</strong>rosa impresión <strong>de</strong> inteligencia.<br />

Desgraciadamente, creo que,<br />

salvo unas cuantas ancianas en<br />

ma¡a posición, todos los españoles<br />

saben '"qué cosa sea cine", y que<br />

io saben muy bien.<br />

Lo saben muy bien porque todos<br />

han p-ensado ¡escribir ,(o han escrito)<br />

un guión <strong>de</strong> cine,<br />

; Oh dulce guión <strong>de</strong> nuestros primeros<br />

años, con su columna <strong>de</strong> la<br />

izquierda con ia <strong>de</strong>coración, movimiento<br />

y semitonos y su columna<br />

<strong>de</strong>recha para, jas voces d-e verdad<br />

y las VOCTS en "off"!<br />

(Y esia es : Ia explicación <strong>de</strong> 1-a<br />

excesiva palabrería <strong>de</strong> ¿a mayor<br />

parte <strong>de</strong> nuestras películas: que da<br />

mucha lástima <strong>de</strong>jar la columna <strong>de</strong><br />

¡a <strong>de</strong>recha tan vacía. Sin embargo,<br />

las buenas películas : la tienen casi<br />

en blanco, y algunas, como "El espía"-,<br />

en bianco <strong>de</strong>l todo.)<br />

Comentaré, solí re- todo, el argumento,<br />

que es lo principal <strong>de</strong> la<br />

película y : lo único que interesa a<br />

ia gente'que va ai cine 'honestamente.<br />

¿Qué ¡es eso <strong>de</strong> babl-ar •casi exclusivamente<br />

<strong>de</strong>l director, intérpretes<br />

y cámara? ¿No es injusto?<br />

CONTRA PUNTO<br />

JAVIER, <strong>EL</strong> MAESTRO.—Maestro<br />

excelente es Javier Alfonso. Y»<br />

lo que es mejor» no sólo <strong>de</strong> sus<br />

alumnos, sino también htíra <strong>de</strong><br />

¡as aulas, incluso para eí póbKco<br />

que acu<strong>de</strong> a oírle. No es que sea<br />

maestro <strong>de</strong> concertistas: lo es <strong>de</strong><br />

músicos, con ambición mucho<br />

mas aita que £-1 simple espectáculo.<br />

Oyéndole tocar, diciendo<br />

con sencillez, pero con !a necesaria<br />

precisión, todo !o que la<br />

obra requiere, íie pensado que él<br />

viene a ser ante el piano el conferenciante<br />

escueto y exacto, s : n<br />

florilegios ni "literatura", <strong>de</strong> que<br />

hoy gustemos. No el orador grandilocuente<br />

e hinchado que ha sido<br />

Uadícionalroettfe el concertista.<br />

Con Javier la velada no es<br />

nunca espectáculo <strong>de</strong> hojarasca<br />

brillante, sino itccíón recogida<br />

en que la música, ese diálogo con<br />

el silencio —con nuestro silencio,<br />

no es eslúp idamente mancillada<br />

por Ja vanidad <strong>de</strong>! in'érprete.<br />

Y eHo porque Javier Alfonso<br />

es algo más que un símp'e concertista<br />

<strong>de</strong>smelenado; es un músico<br />

y un buen maestro.<br />

Asi han tenido ei acierto <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rlo<br />

Jas Juventu<strong>de</strong>s Musicales,<br />

y por ello, en eí concierto que<br />

últimamente les ofreció ei Joven<br />

maestro» con un programa ej


SE VI LIA<br />

Dos Exposiciones<br />

Este otoño, como en ios anteriores, ha<br />

tenido lugar la Exposición <strong>de</strong> Bellas Artes,<br />

organizada por ía Escuela Superior <strong>de</strong> Santa<br />

Tsabel <strong>de</strong> Hungría con la colaboración <strong>de</strong>l<br />

Ayuntamiento y la Diputación Provincial.<br />

Organismo este último que se distingue<br />

por ia <strong>de</strong>cidida protección que dispensa a<br />

las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dicho tipo, plasmada en<br />

los varios premios y becas concedidos a los<br />

artistas sevillanos.<br />

En el amplio pabellón mu<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> la<br />

hermosa plaza <strong>de</strong> España se acumularon<br />

gran cantidad <strong>de</strong> obras. La clausura, en el<br />

día <strong>de</strong> !a Santa Patrona <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia y<br />

Escuela Superior <strong>de</strong> Bellas Artes, alcanzó<br />

singular relieve, dándose a conocer los<br />

artistas premiados. Los pintores que merecieron<br />

tal distinción fueron los señores<br />

Cantarero, Ortega, Monsalves, Alegre, Cabás,<br />

Martínez Díaz y la señorita Loli<br />

Sánchez. También obtuvieron sendos galardones<br />

el grabador señor Barrios y el escultor<br />

señor Donaire.<br />

En la I Exposición Bienal <strong>de</strong> Arte Hispanoamericano,<br />

por varías circunstancias<br />

adversas, no estuvo representada <strong>de</strong> manera<br />

colectiva Sevilla. Bien es verdad que<br />

algunos artistas <strong>de</strong> la ciudad concurrieron<br />

a ella; pero la selectiva que previamente<br />

<strong>de</strong>bía antece<strong>de</strong>r al certamen, con carácter<br />

regional, no liego a realizarse. Este año<br />

hubo más suerte y la exposición selectiva<br />

regional para la IT Bienal <strong>de</strong> Arte Hispanoamericano<br />

ha podido llevarse a cabo.<br />

. Contribuyeron a tal empeño la Escuela<br />

<strong>de</strong> Estudios Hispanoamericanos y el Club<br />

La Rábida, como cooperadores <strong>de</strong> la Asociación<br />

Cultural Iberoamericana. En los<br />

locales <strong>de</strong> aquellas entida<strong>de</strong>s pudo esta<br />

Asociación filial <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Cultura<br />

Hispánica dar cabida a las obras expuestas.<br />

Las seleccionadas visitarán los países <strong>de</strong>l<br />

Caribe y Suramérica en la II Bienal.<br />

Concurrieron cuarenta artistas con un<br />

total <strong>de</strong> sesenta y ocho obras. La mayor<br />

parte son artistas jóvenes que buscan nuevos<br />

caminos en su carrera, ansiosos <strong>de</strong><br />

renovación. También hubo un pequeño<br />

grupo <strong>de</strong> maestros y pintores conocidos.<br />

Entre ellos señalaremos a Miguel Pérez<br />

Aguilera, Rafael Cantarero y Monsalves;<br />

veteranos <strong>de</strong> la pintura sevillana como<br />

Antonio A<strong>de</strong>lardo, y conocidos paisajistas<br />

como el gaditano Francisco Prieto Santos.<br />

Dieciocho autores fueron seleccionados<br />

para su incorporación al lote enorme <strong>de</strong><br />

obras que visitará América. Destacaremos,<br />

entre eilas, las <strong>de</strong> Antonio A<strong>de</strong>lardo, «Arlequín<br />

<strong>de</strong>l tigre»; «Bo<strong>de</strong>gón <strong>de</strong>l gallo», <strong>de</strong><br />

Rafael Cantarero, fino bo<strong>de</strong>gonista <strong>de</strong> bien<br />

cimentada fama; dos paisajes <strong>de</strong> Antonio<br />

Milla, que proclaman su buena escuela; y<br />

otras <strong>de</strong> Prieto Santos y el experto Rodríguez<br />

Trujillo. Las hermanas María Dolores<br />

y María Josefa Sánchez Díaz, que<br />

acreditaron en anteriores certámenes una<br />

personalidad bien <strong>de</strong>finida, han <strong>de</strong>stacado<br />

en éste, especialmente la segunda, con<br />

«Hombres grises», hermoso cuadro <strong>de</strong> la<br />

joven pintora sevillana.<br />

Merece <strong>de</strong>stacarse la labor <strong>de</strong>l profesor<br />

<strong>de</strong> Dibujo <strong>de</strong> la Escuela Superior <strong>de</strong> Bellas<br />

Artes hispalense, Miguel P§fez Aguilera,<br />

que agrupa a su alre<strong>de</strong>dor a los pintores<br />

<strong>de</strong> la nueva generación con inquietu<strong>de</strong>s y<br />

esperanzas. Pérez Aguilera es un espléndido<br />

pintor <strong>de</strong> niños. Dos <strong>de</strong> sus ya famosos cuadros<br />

sobre este tema han, sido seleccionados<br />

en la II Bienal <strong>de</strong> Arte. La expresión ingenua,<br />

entre picaresca y triste, <strong>de</strong> los chiquillos<br />

<strong>de</strong>l arroyo, <strong>de</strong> ios bulliciosos habitantes<br />

<strong>de</strong> estas plazas <strong>de</strong> Sevilla, adquieren<br />

en los lienzos <strong>de</strong>l pintor granadino categoría<br />

<strong>de</strong> obra maestra.<br />

20<br />

Por no ser suficiente el amplio salón <strong>de</strong><br />

exposiciones <strong>de</strong>! Club La Rábida para contener<br />

las pinturas y esculturas presentadas,<br />

se habilitó —gracias a la hospitalidad <strong>de</strong> la<br />

Escuela <strong>de</strong> Estudios Hispanoamericanosuna<br />

sala in<strong>de</strong>pendiente. Esperamos que en<br />

certámenes sucesivos el mo<strong>de</strong>sto intento <strong>de</strong><br />

la Asociación Cultural Iberoamericana y el<br />

expresado Club sea una amplia y más completa<br />

realidad. El que reseñamos pue<strong>de</strong><br />

anotarse como un ensayo,<br />

ENRIQUE SÁNCHEZ PEDROTE<br />

C A CE RES<br />

Fernando <strong>de</strong> la Cáraarat<br />

guitarrista y rapsoda<br />

Entre los brillantes recitales <strong>de</strong> música<br />

últimamente celebrados en Cáceres •—organizados<br />

por el Departamento <strong>de</strong> Seminarios<br />

<strong>de</strong> la Jefatura Provincial <strong>de</strong>l Movimiento—<br />

cabe en justicia resaltar el <strong>de</strong>l<br />

guitarrista Fernando <strong>de</strong> la Cámara.<br />

Una ligera silueta <strong>de</strong> Cámara y <strong>de</strong> su<br />

concepción <strong>de</strong>l arte a través <strong>de</strong>l vehículo<br />

<strong>de</strong> la guitarra, ar buen seguro que <strong>de</strong>spertará<br />

curiosidad. Fernando <strong>de</strong> la Cámara<br />

hizo sus estudios en la.capital <strong>de</strong>l reino<br />

con el maestro Fortea, cuya muerte han<br />

llorado recientemente los que con él convinieron.<br />

Discípulo predilecto <strong>de</strong>l insigne<br />

Tárrega, Fortea fue el transmisor <strong>de</strong> la<br />

técnica guitarrística <strong>de</strong>l genio que creó la<br />

verda<strong>de</strong>ra escuela <strong>de</strong> guitarra.<br />

El amor a ¡a guitarra lo ha mantenido<br />

Cámara con sus estudios universitarios y<br />

con su actuación profesional. Fernando <strong>de</strong><br />

la Cámara es registrador <strong>de</strong> la Propiedad<br />

en Piasencia, la industriosa Perla <strong>de</strong>l Valle,<br />

bañada por el Jerte.<br />

Para que el lector <strong>de</strong> ATENEO pueda hacerse<br />

una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la labor <strong>de</strong>sarrollada por<br />

Fernando <strong>de</strong> la Cámara, expondremos que<br />

lleva presentadas más <strong>de</strong> ciento cincuenta<br />

obras distintas <strong>de</strong> los más variados matices<br />

y <strong>de</strong> todas las épocas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong> Alfonso<br />

X el Sabio con sus <strong>de</strong>licadas Cantigas,<br />

hasta la actualidad.<br />

En cuanto a su empeño musical. Cámara<br />

ha transcrito a la guitarra <strong>de</strong> otras músicas<br />

una tarea intensa. La guitarra, en su sentir,<br />

ofrece la singularidad <strong>de</strong> que un mismo<br />

pasaje, íntegro, en toda ia parte melódica<br />

y <strong>de</strong> armonía, pue<strong>de</strong> ser ejecutado en más<br />

<strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong>l instrumento.<br />

Pero aún siendo las mismas notas exactamente<br />

—son palabras <strong>de</strong>l artista moral—,<br />

el sonido es completamente distinto.<br />

Mientras en un sitio, por e! grueso <strong>de</strong> la<br />

cuerda o por la altura a que se pulsa, salí<br />

como envuelto en seda y terciopelo, en otro<br />

lleva la sequedad hiriente <strong>de</strong> su plectro o<br />

la lánguida gangosidad <strong>de</strong>l clavicímbalo.<br />

Estudiar cuál es e! efecto a<strong>de</strong>cuado a la<br />

naturaleza y espíritu <strong>de</strong> la obra es una<br />

labor que el guitarrista no da nunca por<br />

terminada. Hasta los consagrados rectifican<br />

<strong>de</strong>cisiones que ya parecían <strong>de</strong>finitivas.<br />

Cámara es un apasionado, un virtuoso<br />

dé la guitarra. Ahora <strong>de</strong>dica su atención a<br />

la transcripción <strong>de</strong> clásicos y <strong>de</strong> artistas<br />

mo<strong>de</strong>rnos, especialmente <strong>de</strong> nuestros compositores,<br />

porque, sin duda alguna, la música<br />

española es la que mejor suena en este<br />

instrumento, el más español <strong>de</strong> todos; su<br />

cantera es inagotable para la construcción<br />

<strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong> la música <strong>de</strong> guitarra que<br />

cada día tiene perspectivas mas lejanas.<br />

AI hablar <strong>de</strong> los cantos y danzas <strong>de</strong> España,<br />

cuando <strong>de</strong> ia guitarra se trata, Cámara<br />

hace capítulo aparte. La mayoría,<br />

lo más apasionado <strong>de</strong> los cantos y danzas<br />

nacionales han-nacido entre las cuerdas <strong>de</strong><br />

guitarra. De aquí que tenga en ella su mejor<br />

expresión. Nada digamos <strong>de</strong> los cultivados<br />

bajo el luminoso cielo <strong>de</strong> Andalucía,<br />

su única y verda<strong>de</strong>ra expresión.<br />

Dentro <strong>de</strong> los cantos y danzas especialmente,<br />

eí prestigioso guitarrista ha hecho<br />

varias composiciones muy agradables al<br />

oído. Recientemente se ha consagrado a<br />

ia música popular extremeña en trabajos<br />

<strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> su «Rapsodia extremeña número<br />

i».<br />

Actualmente se está procediendo a la<br />

grabación en discos gramofónicos en series<br />

<strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong>l rapsoda, pues el tamaño<br />

comercial <strong>de</strong> los discos exige su fragmentación.<br />

VALERIANO GUTIÉRREZ MAGIAS<br />

GALICIA<br />

Miscelánea cultural<br />

El medievalista señor Fernán<strong>de</strong>z Pousa<br />

ha anunciado que tiene ultimada, y dada<br />

ya a la imprenta, la edición diplomática<br />

<strong>de</strong>l Cancionero galaico-portugués <strong>de</strong> los siglos<br />

XII al xiv, que se conserva en el Manuscrito<br />

1803, <strong>de</strong> la Biblioteca Vaticana<br />

<strong>de</strong> Roma. La edición <strong>de</strong> esta importante<br />

Fernando <strong>de</strong> la Cámara<br />

fuente medieval equivale a cimentar sólidamente<br />

una múltiple variedad <strong>de</strong> futuros<br />

y necesarios estudios monográficos, que<br />

aclararán no pocas incógnitas <strong>de</strong> nuestra<br />

historia <strong>de</strong> la Edad Media.<br />

En ía circunscripción oreusana se halian<br />

actualmente en período <strong>de</strong> excavación unos<br />

diez castros. Los más importantes son los<br />

<strong>de</strong> Armeá, San Cibrián das Las y <strong>de</strong> Cameixa.<br />

En éste se hallaron r.or vez primera<br />

en tal tipo <strong>de</strong> cultura cinco niveles arqueológicos,<br />

ocupados cada uno <strong>de</strong> ellos por un<br />

poblado distinto. También se realizan<br />

algunas exploraciones en los castros <strong>de</strong><br />

Brués, Muiños, San Millán, Baltar, A Xironda<br />

y Veiga.<br />

Los escritores Naya Pérez y Gamalío<br />

Fierros han dado a conocer varias muestras<br />

<strong>de</strong> las preferencias gallegas <strong>de</strong> «Azorín»,<br />

Aparte <strong>de</strong> múltiples citas <strong>de</strong> páginas azorinianas,<br />

<strong>de</strong>dicadas a exaltar la música, el<br />

paisaje y figuras literarias <strong>de</strong> Galicia, se<br />

<strong>de</strong>staca la nota <strong>de</strong>! primer contacto <strong>de</strong>!<br />

ensayista levantino con esta región, tenido<br />

en el año 1905. Según palabras <strong>de</strong>l propio<br />

autor <strong>de</strong> Los pueblos, en esa fecha se hallaba<br />

en Mondaria: haciendo excursiones por sus<br />

contornos. Evoca, especialmente, la que<br />

hizo a pie hasta el castillo <strong>de</strong> Sobroso, cuya<br />

leyenda ha sido cantada bellamente en<br />

verso por el poeta Cabanillas.<br />

El día 31 <strong>de</strong> diciembre, con la ciudad engalanada<br />

y las fachadas <strong>de</strong>coradas <strong>de</strong> estrellas<br />

y símbolos santiaguistas, se ha celebrado<br />

en Compostela la solemne apertura<br />

<strong>de</strong> la Puerta Santa. El car<strong>de</strong>nal-arzobispo<br />

SEVILLA—Exposición selectiva <strong>de</strong> la II Bienal Hispanoamericana <strong>de</strong> Arto


doctor Quíroga Palacios, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pronunciar<br />

las palabras bíblicas <strong>de</strong> ritual, ha<br />

echado abajo con martillo <strong>de</strong> plata la<br />

paredilla <strong>de</strong> piedras menudas que constituye<br />

el cierre <strong>de</strong> la Puerta que da la a Quintana.<br />

En ese momento quedó abierta la<br />

catedral a la «Gran Perdonanza», en frase<br />

<strong>de</strong> Rodríguez <strong>de</strong>l Padrón, iniciándose ei<br />

Año Jubilar 1954. que propiamente comienza<br />

al sonar las campanas <strong>de</strong> la medianoche.<br />

<strong>EL</strong> MUNDO DE LOS LIBROS<br />

Con el título <strong>de</strong> «El tema rosaliano <strong>de</strong><br />

Negra Sombra en la poesía compostelana<br />

<strong>de</strong>l siglo xix» ha publicado un amplio estudio<br />

el escritor Fermín Bouza Brey. En él<br />

hace un útilísimo acopio <strong>de</strong> datos, que<br />

habrán <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> base para uSteriores<br />

ensayos sobre ia materia-<br />

Manuel Rabanal Alvarez ha dado a conocer<br />

un riguroso trabajo sobre el «Griego<br />

medieval en ei Co<strong>de</strong>x Calixtinus». Se reíiere,<br />

principalmente, al. «Aliluia in Greco»,<br />

que representa la más cuantiosa y aleccionadora<br />

parcela helénica <strong>de</strong>l amplio manuscrito<br />

medieval.<br />

Bajo la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> «Aportaciones<br />

léxicas y folklóricas al estudio <strong>de</strong> la lengua<br />

gallegas, ha editado una meritoria obrita<br />

don José María Pereda. Tanto el vocabulario<br />

como el lenguaje figurado contenidos<br />

en ella no aparecen en los diccionarios<br />

gallegos hasta ahora publicados, al menos<br />

en la acepción que en ia misma se asigna.<br />

Antonio Fraguas acaba <strong>de</strong> publicar dos<br />

interesantes trabajos. Uno <strong>de</strong> tema histórico<br />

sobre «Una impresión <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> ios<br />

Reyes Católicos a Galicia», y otro <strong>de</strong> tipo<br />

folklórico que titula + Notan sobre el fuego<br />

en Galicia».<br />

En la publicación «Provincia <strong>de</strong> Coruña<br />

en Ptolomeo» estudia Luis Monteagudo los<br />

errores <strong>de</strong>l geógrafo clásico, y busca las<br />

iocaiizaciones <strong>de</strong> los lugares <strong>de</strong>l interior y<br />

<strong>de</strong> la costa. Está ilustrada con una carta<br />

<strong>de</strong> la Galicia romana y con un plano <strong>de</strong><br />

i as vías romanas.<br />

PANORAMA ARTISTICO-MUSICAL<br />

Organizados por la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Bellas<br />

Artes <strong>de</strong> La Coruña se celebrarán en el<br />

próximo mes <strong>de</strong> junio diversos actos para<br />

conmemorar el primer centenario <strong>de</strong> la<br />

muerte <strong>de</strong>l laureado pintor ferrolano Jenaro<br />

Pérez Villaamíl.<br />

En sesión extraordinaria <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />

<strong>de</strong> Bellas Artes <strong>de</strong> San Fernando fue elegido<br />

director <strong>de</strong> la misma, por unanimidad,<br />

el también director <strong>de</strong>l Museo <strong>de</strong>l Prado e<br />

ilustre gallego don Fernando Alvarez <strong>de</strong><br />

Sotomayor.<br />

Tomaron posesión <strong>de</strong> sus cargos <strong>de</strong><br />

miembros numerarios <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia coruñesa<br />

<strong>de</strong> Bellas Artes el escultor Antonio<br />

López y el dibujante Alvaro Cebreiro.<br />

El premio nacional <strong>de</strong> Arquitectura <strong>de</strong>l<br />

presente año ha sido adjudicado ai joven<br />

arquitecto coruñés Ramón Vázquez<br />

Moiezún.<br />

Durante el mes actual han tenido lugar<br />

las siguientes exposiciones: En Vigo, una<br />

<strong>de</strong> pintura y escultura compostelanas, a<br />

cargo <strong>de</strong> los artistas Paulino Prada y Manuel<br />

Carracedo, y otra <strong>de</strong> paisajes, <strong>de</strong> Félix<br />

Ver<strong>de</strong>jo. En La Coruña, una <strong>de</strong> óleos y<br />

dibujos <strong>de</strong> Tomás Pereira; y otra <strong>de</strong> óieos,<br />

<strong>de</strong> Otero Baena. En Pontevedra, una <strong>de</strong><br />

Juan Mareé, y en Lugo, otra <strong>de</strong> García<br />

Mourón.<br />

Por lo que respecta a la música, hay que<br />

anotar los conciertos que en diversas ciuda<strong>de</strong>s<br />

gallegas dieion ei Cuarteto <strong>de</strong> Roma,<br />

el guitarrista Narciso Yepes y el pianista<br />

Vázquez Sebastiá.<br />

Ei escritor Antonio Lorenzo Sánchez ha<br />

dado a conocer las primicias <strong>de</strong> un drama<br />

lírico sobre la significación mítico-sentimental<br />

<strong>de</strong> Macías o Namorado. La letra {prosa<br />

y verso) es original <strong>de</strong>l poeta Ramón Cabanillas<br />

y <strong>de</strong>l propio Lorenzo Sánchez. La<br />

música fue escrita por el compositor Isidro<br />

rf..7*<br />

B. Maiztegui. También se incluye en la<br />

obra una inspirada cantata, <strong>de</strong>bida a la<br />

pluma <strong>de</strong> Otero Pedrayo.<br />

MIGU<strong>EL</strong> DE REINANTE<br />

MALAGA<br />

Actividad cultural en el<br />

Conservatorio malagueño<br />

Con la presencia <strong>de</strong>l ministro <strong>de</strong> Educación<br />

ha inaugurado la restauración <strong>de</strong> sus<br />

salones el Conservatorio <strong>de</strong> Música y Declamación.<br />

Todo el viejo y amplio edificio<br />

ha sido remozado, repasadas sus pinturas,<br />

alzados los sucios, revestidos los muros<br />

con materiales nobles, ampliado el escenario,<br />

etc. Su magnífico salón <strong>de</strong> conciertos<br />

está a punto con la instalación <strong>de</strong> butacas<br />

mo<strong>de</strong>rnas e iluminación a<strong>de</strong>cuada.<br />

Esta inauguración ha servido para presentar<br />

un programa selectísimo que durante<br />

una semana llevó al público la madurez<br />

<strong>de</strong>l alumnado <strong>de</strong>l Conservatorio.<br />

Abrió un concierto a cargo <strong>de</strong> la Orquesta<br />

<strong>de</strong> Cámara <strong>de</strong>l Centro; lectura teatral<br />

<strong>de</strong> la tragedia <strong>de</strong> Esquilo, «Prometeo<br />

enca<strong>de</strong>nado»; conferencia a cargo <strong>de</strong>l catedrático<br />

don Amonio Gil Muñiz y concierto<br />

por la pianista Pilar López Ruiz; representación<br />

<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Lope <strong>de</strong> Vega, «El<br />

caballero <strong>de</strong> Olmedo», en una inteligente<br />

adaptación. Finalizó este programa otro<br />

concierto <strong>de</strong> la orquesta <strong>de</strong> Cámara.<br />

Aún no olvidado este excelente triunfo,<br />

el Conservatorio malagueño a<strong>de</strong>lanta en<br />

e3 mes <strong>de</strong> enero un recital <strong>de</strong> poesías <strong>de</strong><br />

José María Souvírón; representación


"Botijero", foto <strong>de</strong> Cataiá-Roca<br />

presente y el futuro, la taquilla y el recuerdo.<br />

Representan el maridaje <strong>de</strong> lo<br />

bello con lo útil, el término medio afortunado,<br />

aunque no glorioso. Piérdase un<br />

poco por este lado, para ganar otro poco<br />

por e! otro: y gánese un poco por este<br />

Jado, aunque se pierda un poco por el Otro.<br />

«La boca <strong>de</strong>l dragón» es una obra un<br />

poco pesada. Si no la firmara Priestley, se<br />

diría que aquello no es teatro," que aquello<br />

no tiene sentido dramático, ni carpintería<br />

escénica, ni todo eso que se dice. Sin embargo,<br />

aquello es teatro. Un señor dijo a<br />

mi lado: eEsto es una conferencia muy<br />

buena, pero <strong>de</strong>masiado larga.» Es una conferencia.<br />

O mejor, una discusión. Y es<br />

teatro. Porque una discusión es teatro.<br />

Lo <strong>de</strong> menos en «La boca <strong>de</strong>l dragón» es<br />

la situación, que a<strong>de</strong>más no está <strong>de</strong>sarrollada:<br />

dos hombres y dos mujeres que saben<br />

que uno <strong>de</strong> los cuatro va a morir, y no<br />

saben cuál. Lo <strong>de</strong> más es la discusión, el<br />

dinamismo <strong>de</strong> la discursión, como un mecanismo<br />

que se pone en marcha. Lo <strong>de</strong> más<br />

es la belleza y el sentido <strong>de</strong> la razón <strong>de</strong><br />

cada cuai, <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> esos interlocutores<br />

que todos tenemos <strong>de</strong>ntro (inteligencia,<br />

sentimiento, voluntad, sentidos). Lo <strong>de</strong><br />

más es la fuerza teatral (aunque no aparente)<br />

<strong>de</strong> la discusión, que vence la prueba<br />

<strong>de</strong>l espacio, porque pasa <strong>de</strong> la escena a<br />

nuestro interior y se encien<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, que<br />

vence la prueba <strong>de</strong>l tiempo, porque continúa<br />

luego, cuando la función na terminado,<br />

y luego en el recuerdo.<br />

*La boca <strong>de</strong>l dragón» no será lo mejor <strong>de</strong><br />

Priestley, pero es una experiencia interesante.<br />

Obras como éstas no las veríamos,<br />

si no fuera por los teatros <strong>de</strong> cámara.<br />

Antonio <strong>de</strong> Cabo y Rafael Richart, directores<br />

<strong>de</strong>l Teatro <strong>de</strong> Cámara <strong>de</strong> Barcelona;<br />

han tenido con «La boca <strong>de</strong>l dragona un<br />

verda<strong>de</strong>ro acierto.<br />

<strong>LAS</strong> L rji AS<br />

José María Esputas, premio<br />

«Joanot Martorell»<br />

E<br />

L premio «Joanot Martorelí*. para Ha<br />

vela escrita en lengua catalana, lo ha<br />

ganado este año José María Espinas. Ha<br />

quedado finalista otro escritor <strong>de</strong> empaje,<br />

Manuel <strong>de</strong> Pedrolo. Como el campo <strong>de</strong> la<br />

novela no ha sido hasta ahora, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

las letras catalanas,, el más cultivado,, precisamente,<br />

quizá, tenga interés acercarse un<br />

poco a esa nueva generación <strong>de</strong> novelistas<br />

que sale a escena por la puerta iluminada<br />

<strong>de</strong> los premios literarios.<br />

CRQN¡$TA, LORéHZO COMiS<br />

José María Espinas tiene<br />

cara y pipa <strong>de</strong> novelista.<br />

Y hay una cualidad, extraordinariamente<br />

agradable,<br />

que <strong>de</strong>staca en él: la sencillez.<br />

Le pregunto algunos datos<br />

<strong>de</strong> su historia literaria:<br />

—No tengo historia literaria.<br />

Podriamos hablar <strong>de</strong><br />

una prehistoria. Nacido en<br />

1927 en Barcelona. Naturalmente,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los diezaños<br />

versos. A los veintidós se<br />

me ocurrió escribir el primer<br />

artículo <strong>de</strong> mi vida:<br />

habían convocado un concurso<br />

sobre (juimerá con<br />

motivo <strong>de</strong> su centenario.<br />

Al j urado se le ocurrió<br />

premiarlo. Por todos los<br />

artículos que lie escrito <strong>de</strong>spués<br />

me han oado ya mucho<br />

menos dinero, boy auogaao<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1949, y ejerzo,<br />

¿ni estilo <strong>de</strong> vida es burgués,<br />

qué le vamos a hacer,<br />

y no creo que camoie. saivo<br />

que me haga rico. Ya<br />

digo que no lo creo. Colaboro<br />

en la revista «Destino».<br />

Allí se han sorprendido un<br />

poco <strong>de</strong> que resulte ahora<br />

ser un novelista. Vo tambien,<br />

porque esperaba serlo<br />

<strong>de</strong> verdad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos<br />

años,<br />

Su novela. la que ha ganado el premio<br />

se titula «Coro ganivets o flamess. use<br />

como cuchillos o llamas nos recuerda que<br />

Espinas es poeta. ¿Estará ia novela en la<br />

misma línea <strong>de</strong>l título?<br />

—«Com ganivets o llames» es un libro<br />

sencillo, que no preten<strong>de</strong> nada ni <strong>de</strong>scubre<br />

nada. A mis veintiséis años pue<strong>de</strong> significar<br />

mi afirmación <strong>de</strong> novelista vivo y<br />

prometedor, eso sí. Es, simplemente, una<br />

novela que hoy <strong>de</strong>bería ser normal en<br />

Cataluña, con su agilidad, sus inmediatas<br />

formas expresivas, su claro realismo. En<br />

la portadilla <strong>de</strong> la novela he copiado las<br />

palabras <strong>de</strong> Mallarmé: «Todo, en el mundo,<br />

existe para acabar convirtiéndose en un<br />

libro.» Quizá el mío ha <strong>de</strong>stacado por estar<br />

conforme, en su mo<strong>de</strong>stia, con la vida y la<br />

sensibilidad <strong>de</strong> hoy, huyendo <strong>de</strong>! peligro,<br />

cierto en Cataluña, <strong>de</strong> las novelas literarias<br />

<strong>de</strong> base falsa. ,<br />

Hablando <strong>de</strong> su concepto <strong>de</strong> la novela le<br />

había preguntado antes: ¿Novela poética,<br />

i<strong>de</strong>ológica, «narrativa» í Y la respuesta Hega<br />

ahora.<br />

José Marta Espinas<br />

—Novela «narrativa» como base indispensable.<br />

Y sí e! autor se ve con ánimos<br />

y las tiene, que meta algunas i<strong>de</strong>as en<br />

ella.<br />

Yo no he llegado todavía a este momento.<br />

Hablamos <strong>de</strong> la novela catalana y le<br />

invito a que escoja dos o tres obras.<br />

—Como crítico, escojo «Solicitud», <strong>de</strong><br />

Víctor Cátala, y «Laura a la ciutat <strong>de</strong>is<br />

sants», <strong>de</strong> Miguel Llor, porque respon<strong>de</strong>n<br />

honradamente al momento en que fueron<br />

escritas. Por ello mismo escojo también<br />

esas últimas novelas <strong>de</strong> José Pía. tan llenas<br />

<strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> hoy.<br />

Esa atención al momento histórico que<br />

manifiesta Espinas me incita a preguntarle<br />

sus preferencias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la novelística<br />

universal. En un campo más ancho, la<br />

elección será más significativa,<br />

—Dickens. sólo por su «Pickwick»; los<br />

«Karamazov», <strong>de</strong> Dostoyevski. Y confieso<br />

que me impresionan los americanos mo<strong>de</strong>rnos,<br />

y que Simenon, aunque !o he leído<br />

poco {recuerdo ell pleut bergere») me hace<br />

saltar <strong>de</strong> entusiasmo y envidia.<br />

—;Y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la novelística española'<br />

A Espinas no le asusta dar nombres.<br />

—Prescindo <strong>de</strong> ios históricos y <strong>de</strong> Baroja,<br />

Cela es seguramente el primer escritor, y<br />

Deiibes el primer novelista <strong>de</strong> hoy. Entre<br />

muchos autores <strong>de</strong> mérito, Tomás Salvador<br />

y José Luis Sampedro pue<strong>de</strong>n darnos<br />

cualquier día una obra gran<strong>de</strong>.<br />

Hablamos ahora <strong>de</strong> los problemas internos<br />

<strong>de</strong> la novela.<br />

—Lo más difícil <strong>de</strong> una novela es escribirla.<br />

Tampoco es fácil que, cuando esté<br />

escrita, resulte buena. Se trata, pues, <strong>de</strong> un<br />

esfuerzo largo que <strong>de</strong>be siempre rendir lo<br />

mejor. Quizá, aparte <strong>de</strong> este problema <strong>de</strong><br />

tiempo, el problema técnico más importante<br />

sea el <strong>de</strong> organizar ei material novelesco<br />

<strong>de</strong> manera que vaya madurando<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> exposición y se mantenga<br />

vivo el interés <strong>de</strong>l lector.<br />

De ios problemas <strong>de</strong> la noveia pasamos a<br />

los problemas <strong>de</strong>l novelista.<br />

—El problema fundamental <strong>de</strong>! novelista<br />

es !a pobreza. En Cataluña, por lo menos,<br />

hay que escribir <strong>de</strong> siete a nueve.<br />

Pero el novelista <strong>de</strong> vocación no se<br />

arredra. Espinas piensa ya en su próxima<br />

novela.<br />

—Estoy a punto <strong>de</strong> empezar otra novela.<br />

Se titulará «El gandul». Confío en ella.<br />

Confío, sobre todo, en la que escribiré<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta que voy a e:cr.bir aho a<br />

Pienso (y se lo digo) si será una noveía<br />

autobiográfica. Pero resulta que no. Será,<br />

en todo caso, ia novela <strong>de</strong> lo que hubiera<br />

querido po<strong>de</strong>r ser. De una vocación frustrada...<br />

por el trabajo. Afortunadamente.<br />

Sr. Director<br />

<strong>de</strong>ATENEO<br />

Ü/ÍN quedado reducidas a poquita co-<br />

* J sa los terribles vaticinios que se<br />

formulaban hace dos o tres imtrOs, cuando<br />

i¡*s primeros ensayos <strong>de</strong>l (pentotal,.<br />

amitai sódico, hioscina y <strong>de</strong>más "drogas<br />

d? U verdad" parecían anunciar la posibilidad<br />

<strong>de</strong> conseguir en un ptoximo futuro<br />

productos inofensivos y fáciles <strong>de</strong> administrar<br />

bajo cuyo efecto las personas<br />

diñan todo lo que piensan, por inmoral<br />

o vergonzoso que fuese. Nadie estaría<br />

seguro <strong>de</strong>l secreto <strong>de</strong> sus propios pensamientos.<br />

¡Vaya <strong>de</strong>claraciones Que h*.<br />

rían a la prensa les personajes <strong>de</strong> alia<br />

categoría moral a quienes un camarero<br />

d» aprensivo hubiera disueho "golas <strong>de</strong><br />

sinceridad" en una taza <strong>de</strong> café...!<br />

Se anunciaba moda menos que el próximo<br />

fin <strong>de</strong> ía hipocresía humana, recordando<br />

lo que dijo un filósofo: "Si<br />

en la frente <strong>de</strong> cada individuo pudiera<br />

verse en cédit momento lo que va imaginando<br />

y pensando, la vida social seria<br />

un sarcasmo," Y algo <strong>de</strong> esA? ocurrirá<br />

—<strong>de</strong>cían— H dia en que tod'os estemos<br />

expuestos a ser vktimas <strong>de</strong> un amigo<br />

bromista que disimrdadimente disuelva<br />

drogas <strong>de</strong> la verdad en la comida o licor<br />

que vamos a tomar. ¡Cuántos divorcias<br />

y tragedias conyugales, amista<strong>de</strong>s rotas,<br />

faltas graves contra la urbanidad, traerá<br />

consigo la impru<strong>de</strong>nte confesión <strong>de</strong> la<br />

verdad sin tapujos I<br />

Estj pensaban los misántropos y resentidos,<br />

alegrándose por anticipado <strong>de</strong><br />

la futura catástrofe <strong>de</strong> la civilización<br />

producida por la sinceridad <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s<br />

personajes; pero tal pronóstico dista<br />

mucho <strong>de</strong> la realidad, fnie,s el efecto <strong>de</strong><br />

las drogas por ahora es dudoso, y aunque<br />

con el tiempo lleg.jen a ser más<br />

eficaces que actualmente, no creemos<br />

que j# produzca la catástrofe anunciada.<br />

Toda se reduciré a tener que reajustar<br />

un poco las -normas <strong>de</strong> urbanidad al no<br />

po<strong>de</strong>r contar con ías amables hipocresías,<br />

que tanto endulzan la vida.<br />

Otros fármacos hxy que amenazan con<br />

wd-dzarla dtmasiitdo. "í^boizedrina dn\pierta<br />

singularísima euforia; hace alegres<br />

y optimistas a ^ meLanc/Jico-s.,-", dice<br />

u n psiquiatra español a I enumerar<br />

una ¡serie <strong>de</strong> medicamentos euforígenos<br />

para cc-mbatir la melancolía. Tales drogas,<br />

si llegaran a perfeccionarse y aumentar<br />

su eficacia, podrían constituir un<br />

peligro ato SÓ¡o contra los ¡sistemas <strong>de</strong><br />

filosofía pesimista, sino, sobre todo, contra<br />

la buena educación yociaL Empiezan<br />

a registrarse casos alarmantes.<br />

Nú hace mucho, un señor catatán, que<br />

tenía un hijo gravemente enfermo-^ dijo<br />

al doctor que su esposa, apen-xdísima<br />

p-úT la enfermedad <strong>de</strong>l niño, mo quería<br />

cerner, ni saUr, ni ver a nadie. El médico,<br />

<strong>de</strong> memento, ,no podía ir a verla.,<br />

y receA) para ella un preparado euforígeno<br />

—que llamaremos X para no hacer<br />

la propaganda comercial—. Pero d día<br />

siguiente o al otro se entera p&r la prenxíu<br />

<strong>de</strong> que d niño m cuestión ha muerto,<br />

y acudí a dar el pésame a la familia,<br />

pues era amigo particular. Salió « recibirle<br />

la señora, con cara jovial <strong>de</strong> incontenible<br />

alegría.<br />

—Ah, perdone —dijo el doctor—. me<br />

habré equivocado, es <strong>de</strong>cir, estaré mal<br />

heformado. Me habían dicho que su<br />

hijo... ,<br />

Sí replicó eUa con franca risa—,<br />

le han dicho que mi hijo ha muerto,<br />

y usted se extraña <strong>de</strong> que yo me alegre<br />

<strong>de</strong>l acontecimiento. _ _<br />

El doctor, que se proponía acompañar^<br />

a la señora en el sentimiento, no creyó<br />

oportuno hacerlo en aquellas cmdmones,<br />

y <strong>de</strong> U mejor manera que supo se<br />

<strong>de</strong>spidió. Ya en la calle se acordó <strong>de</strong>l<br />

medkamzntu que había recetado unos<br />

días antes, y lo comprendió todo; tf<br />

pobre mujer habría tomado urna dosis<br />

excesiva, coincidiendo con la muerte <strong>de</strong><br />

su hijo.<br />

Dejo las <strong>de</strong>ducciones a cargo <strong>de</strong><br />

usted. Creemos que Sn este punto, como<br />

en tanto* Otros, es difícil saber si los<br />

bienes que reporta la ciencia superan<br />

realmente a los perjuicios morale¿ que<br />

pue<strong>de</strong> acarrear.<br />

RAMÓN RIERAS


Durante la preparación <strong>de</strong>l<br />

presente número, cuya sección<br />

«Quince años <strong>de</strong> anteguerra<br />

junto a quince <strong>de</strong> posguerra»<br />

va <strong>de</strong>dicaos a la producción novelística,<br />

otra revista literari i<br />

publica el siguiente índice <strong>de</strong> los<br />

diez liüros más vendidos en España<br />

entre julio y diciembre dal<br />

53, ambos inclusive. Pue<strong>de</strong> reservarse<br />

que esos diez libros,<br />

ocho son novelas. Y que <strong>de</strong>


C<br />

ON el otoño el niño andaba loco.<br />

Su rabia cabeza, incendiada<br />

ante la ventana por el sol, era nn<br />

torbellino <strong>de</strong> inquietu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> gestos<br />

sin interpretación, <strong>de</strong> palabras extrañas.<br />

Con el corazón <strong>de</strong>sando en<br />

los labios, en los ojos y en las manos,<br />

revelaba a cada instante un<br />

mundo cargado <strong>de</strong> fuerzas incipientes,<br />

<strong>de</strong> peregrinas rúbricas. Y es que<br />

el mundo también era un corazón<br />

para él, un corazón muy tierno, muy<br />

jugoso, color <strong>de</strong> naranja sanguínea.<br />

Por eso dijo:<br />

—Mamá, cuando yo sea naranja,<br />

¿me liarás en un papel fino?<br />

La madre, sonriendo, le contestó:<br />

—Sí, hijo. Te liaré en un papel <strong>de</strong><br />

seda con letras ver<strong>de</strong>s y rojas que<br />

ponga: «Naranjas <strong>de</strong> Valencia».<br />

—¿¥ qué es Valencia?<br />

—Valencia es nn pueblo <strong>de</strong> Espana—<br />

El niño, para sí y sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mirar<br />

por la ventaja, dijo:<br />

—España... España «lonlta» al<br />

Norte con el sur <strong>de</strong> Polonia...<br />

¥ es qne el niño, en el corazón,<br />

en el corazón que tenía en los labios<br />

y bajo la rabia cabellera, llevaba<br />

también retazos <strong>de</strong> la escuela.<br />

De esa escuela qne entrevíven y entresueñan<br />

los niños. Soñaba con ai<br />

fraile que le enseñaba las letras,<br />

con las manzanas <strong>de</strong> su merienda<br />

confundidas con la bola <strong>de</strong>l mundo<br />

qne había sobre la mesa


NUMERO 17 REVISTA ATENEO MADRID, 15 DE ENERO DE 1954<br />

E Ñ S A Y O<br />

AROSTEGUI, ANTONIO: Esquemas para<br />

una historia <strong>de</strong> la Filosofía occi<strong>de</strong>ntal.<br />

Textos universitarios. Ediciones<br />

C A. M. Granada, 1953. 728 páginas.<br />

115 pesetas.<br />

Consciente el autor <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s<br />

que entraña el escribir una historia<br />

<strong>de</strong> la Filosofía, ha titulado su obra<br />

Esquemas. Pero en ella acomete la<br />

labor entera <strong>de</strong> ofrecer una historia <strong>de</strong><br />

la Filosofía, revisando esa misma historia<br />

a la luz <strong>de</strong> las últimas investigaciones<br />

sobre el pensamiento <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte.<br />

La exposición <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> ía<br />

Edad Media ocupa cerca d£ trescientas<br />

Davinas.<br />

Dos aspectos muy importantes cabe<br />

<strong>de</strong>stacar en esta obra <strong>de</strong> Aróstesui: la<br />

atención que en ella se presta, poco habitual<br />

en las historias <strong>de</strong> la Filosofía,<br />

a los movimientos científicos en relación<br />

con el pensamiento metafísico, y<br />

la presencia en los cuadros <strong>de</strong>l pensamiento<br />

universal <strong>de</strong> los pensadores hispánicos.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l índice general, se<br />

ofrecen al lector un índice <strong>de</strong> nombres<br />

y otro <strong>de</strong> escuelas, doctrinas y sistemas<br />

filosóficos.<br />

GES, CARLOS: La Hermana Muerte.<br />

Castellón <strong>de</strong> la Plana, 1953, 314 páginas.<br />

Carlos Ges nos presenta en La Hermana<br />

Muerte un buen ensayo acerca <strong>de</strong><br />

lo macabro y el humor, pero profundizando<br />

a veces en la filosofía y en la<br />

estética. Ges hace análisis <strong>de</strong> varias<br />

obras <strong>de</strong> la literatura y narra numerosas<br />

y aleccionadoras anécdotas. 351<br />

libro interesa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio y está<br />

enriquecido por buenas y ejemplares<br />

ilustraciones.<br />

LORENZO, PEDRO DE: Fantasía en<br />

la plazuela. La Torre <strong>de</strong> Marfil. Luis<br />

<strong>de</strong> Caralt, editor. Barcelona, 1953, 188<br />

páginas. 25 pesetas.<br />

Con su bello, limpio estilo peculiar,<br />

Pedro <strong>de</strong> Lorenzo ha escrito un pequeño<br />

y vivo libro <strong>de</strong> ensayos breves y artículos<br />

doblemente interesantes por el<br />

tema y por la prosa. Trata Pedro <strong>de</strong><br />

Lorenzo <strong>de</strong> los más variados aspectos<br />

<strong>de</strong> nuestro momento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito<br />

<strong>de</strong> las letras, la política v el arte, contándonos<br />

a la vez <strong>de</strong>liciosas historias,<br />

tales como las <strong>de</strong> los contrabandistas o<br />

la <strong>de</strong> la vida en la Cartuja. Fantasía<br />

en la plazuela une a su emotividad un<br />

hondo sentido analítico y un estilo sencillo<br />

y expresivo.<br />

MARQUES DE LOS RÍOS: ¿Una nueva<br />

edad <strong>de</strong>l mundo?<br />

No es la primera vez que Joaquín <strong>de</strong><br />

Sangran, marqués <strong>de</strong> los Ríos, aborda<br />

este tema. Hace ya bastantes lustros escribió,<br />

en efecto, La profecía <strong>de</strong>l Apocalipsis<br />

y los tiempos actuales. Y ahora<br />

publica esta nueva obra, que se subtitula<br />

así: Ensayo sobre el milenio <strong>de</strong>l<br />

Apocalipsis, en relación con otras vrofecías<br />

<strong>de</strong>l Antiguo y <strong>de</strong>l Nuevo Testamento.<br />

Interpretando la Escritura, y fundamentalmente<br />

el capítulo XX <strong>de</strong>l Apocalipsis,<br />

en el sentido <strong>de</strong> que Cristo vendrá<br />

<strong>de</strong> nuevo a la Tierra para reinar<br />

en ella por mil años, en compañía <strong>de</strong><br />

sus santos, nació el milenarismo, o doctrina<br />

<strong>de</strong>l milenio y <strong>de</strong> los milenaristas,<br />

ya en los primeros tiempos <strong>de</strong>l cristianismo.<br />

Tal interpretación ha sido<br />

reiteradamente reprobada por la Iglesia.<br />

No pue<strong>de</strong>, pues, <strong>de</strong>ducirse <strong>de</strong>l vaticinio<br />

formulado en el Apocalipsis que<br />

el Señor reaparezca corporalmente en<br />

el mundo antes <strong>de</strong>l Juicio final y reine<br />

por mil años, enca<strong>de</strong>nando a Satán.<br />

¿Qué significan entonces esas misteriosas<br />

palabras <strong>de</strong>l texto sagrado?<br />

El marqués <strong>de</strong> los Ríos no ha vacilado<br />

en estudiarlas y proponer una solución<br />

personal, a nesar <strong>de</strong> lo extraordinariamente<br />

arduo <strong>de</strong> la materia. El<br />

Papa reinante ha invitado a los seglares<br />

a que trabajen sobre la Escritura,<br />

v he aquí a un hombre culto consagrando<br />

ejemplarmente su actividad intelectual<br />

a tan alta investigación, pero<br />

sin olvidar que sus problemas son <strong>de</strong><br />

enorme asnereza aun para los escrituristas<br />

mejor pertrechados <strong>de</strong> todos los<br />

conocimientos <strong>de</strong> su especialidad.<br />

La gravedad <strong>de</strong>l asunto es obvia, y si<br />

no partiéramos <strong>de</strong> ella diríamos que e 1<br />

libro es interesante por la viva curiosidad<br />

que inspira cuanto concierne al<br />

fin <strong>de</strong>l mundo y a la escatología.<br />

Como si el autor quisiera mantener<br />

ese interés, su exégesis <strong>de</strong>l milenio la<br />

<strong>de</strong>ja para el final <strong>de</strong> la obra, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> haber estudiado el tema en el or<strong>de</strong>n<br />

doctrinal, en el histórico (pues no falta<br />

quien opina que los mil años ya han<br />

tenido realización en la Edad Media),<br />

en los profetas <strong>de</strong>l Antiguo Testamento<br />

y, por último, en la profecía <strong>de</strong> San<br />

Juan.<br />

Por otra parte, sorpren<strong>de</strong> que un seglar<br />

no especialista se atreva a internarse<br />

en campo tan espinoso. Pero esta<br />

sorpresa resulta aleccionadora. La audacia<br />

revela cultura religiosa, amor a la<br />

Revelación, gran espíritu <strong>de</strong> fe y, en<br />

<strong>de</strong>finitiva, asidua lectura <strong>de</strong> los Libros<br />

sagrados, cosas todas que están muy lejos<br />

<strong>de</strong> ser comunes. La tesitura mo<strong>de</strong>sta,<br />

humil<strong>de</strong>, reverente, con que el marqués<br />

<strong>de</strong> los Ríos realiza su tarea se hace<br />

patente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Introducción, que en<br />

rigor es un prólogo galeato, hasta la<br />

última página <strong>de</strong>l ensayo. La información<br />

histórica y la flui<strong>de</strong>z <strong>de</strong> estilo son<br />

otras <strong>de</strong> sus notas distintivas.<br />

PALMER, G.: La resistencia <strong>de</strong> Dios.<br />

Colección La Viáa^ Vivida. Luis <strong>de</strong><br />

Caralt, editor. Barcelona, 1853. 228 páginas.<br />

50 pesetas.<br />

En la Colección La Vida Vivida, que<br />

reúne los temas políticos, militares v<br />

sociales <strong>de</strong>l momento, ha incluido Luis<br />

<strong>de</strong> Caralt un libro <strong>de</strong> extraordinaria<br />

importancia, que refleja la vida <strong>de</strong> 'os<br />

cristianos en las tierras <strong>de</strong> Rusia v en<br />

sus países lacayos. La resistencia <strong>de</strong><br />

Dios ha sido escrita por un heroico<br />

sacerdote católico que tuvo ocasión, en<br />

la pasada guerra mundial, <strong>de</strong> vivir entre<br />

los comunistas. Por este apasionante<br />

documento <strong>de</strong>l Padre Jorge nos enteramos<br />

<strong>de</strong> cómo el cristianismo se resiste<br />

a <strong>de</strong>saparecer entre las garras <strong>de</strong>l<br />

marxismo. Numerosas anécdotas reflejan<br />

a lo largo <strong>de</strong> estas páginas la persistencia<br />

<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al cristiano, siempre<br />

irreductible, tras el telón <strong>de</strong> acero. Ni<br />

las más monstruosas persecuciones ni<br />

las más sutiles trampas podrán <strong>de</strong>rribar<br />

<strong>de</strong> los corazones el hondo amor a<br />

Cristo, que sigue latente en la mayoría<br />

<strong>de</strong>l pueblo ruso, según ha comprobado<br />

el valiente sacerdote que se oculta tras<br />

el seudónimo <strong>de</strong> Padre Jorge, quien no<br />

quiere dar su verda<strong>de</strong>ro nombre nara<br />

evitar las brutales represalias que acarrearía<br />

contra muchos <strong>de</strong> los miembros<br />

<strong>de</strong> la heroica Resistencia cristiana que<br />

actúa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la inmensa cárcel soviética.<br />

ROYO - VILLANOVA MORALES, RI-<br />

CARDO : La enfermedad <strong>de</strong> Churchill.<br />

Marbán, editor. <strong>Madrid</strong>, 1954. 159 páginas.<br />

30 pesetas.<br />

El doctor Royo-Villanova trata en este<br />

libro acerca tíe la discutida enfermedad<br />

<strong>de</strong> Churchill ante la famosa Conferencia<br />

<strong>de</strong> las Bermudas. Con precisión<br />

v buen juicio hace el autor una<br />

serie <strong>de</strong> divagaciones, unas políticas v<br />

otras médicas, para llegar a la consecuencia<br />

<strong>de</strong> que la enfermedad <strong>de</strong>l combativo<br />

Pren<strong>de</strong>r tuvo más <strong>de</strong> diplomática<br />

que <strong>de</strong> orgánica.<br />

TRUYOL Y SERRA, ANTONIO: Historia<br />

<strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>l Derecho. Manuales<br />

<strong>de</strong> la «Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte».<br />

<strong>Madrid</strong>, 1954. 300 páginas. 60 pesetas.<br />

El primer volumen, ahora aparecido,<br />

<strong>de</strong> esta Historia <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>l Derecho,<br />

<strong>de</strong> Truyol y Sgrra, abarca <strong>de</strong><br />

los orígenes a la baja Edad Media. Se<br />

hace una exposición clara <strong>de</strong> la evolución<br />

histórica <strong>de</strong> los problemas fundamentales<br />

<strong>de</strong>l Derecho, poniendo <strong>de</strong><br />

manifiesto lo esencial y característico<br />

en cada época y en cada autor. «Dejar,<br />

por así <strong>de</strong>cirlo, que en cada época las<br />

doctrinas nos hablen por sí mismas, v<br />

en lo posible, en su nropia terminología,<br />

<strong>de</strong> lo que a sus autores importara<br />

vitalmente, parece imperativo inexcusable<br />

<strong>de</strong> una historiografía leal», y el<br />

autor ha sido consecuente con ese explícito<br />

criterio.<br />

En cada capítulo se ofrece la oportuna<br />

bibliografía. Consta la obra <strong>de</strong> una<br />

introducción sobre el concepto, significación<br />

y ámbito <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> ia<br />

filosofía <strong>de</strong>l Derecho, y tres libros: La<br />

sabiduría política <strong>de</strong>l antiguo Oriente,<br />

La antigüedad grecorromana v El cristianismo<br />

medieval y el mundo islámico.<br />

GOERLITZ, WALTER: ist Estado Mayor<br />

alemán. Barcelona, A. H. R., 1954.<br />

Colección Labros que hacen Historia,<br />

503 páginas.<br />

Es un volumen extra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 3a<br />

Colección Libros que Hacen Historia, en<br />

la cual han aparecido antes y sucesivamente<br />

las Memorias <strong>de</strong>l mariscal Kesselring,<br />

el libro <strong>de</strong> Hinsley, publicado<br />

con el atractivo título <strong>de</strong> Hítler no se<br />

equivocó, y Políticos en escena, <strong>de</strong> Paul<br />

Schmidt.<br />

El período <strong>de</strong> la posguerra última ha<br />

estado y está tan en trance <strong>de</strong> coincidir<br />

con un período <strong>de</strong> anteguerra, que<br />

todavía no se ha alcanzado ese lapso<br />

<strong>de</strong> paz necesario para que los historiadores<br />

entren en caja, tengan tiempo <strong>de</strong><br />

valorar y adquieran una perspectiva necesaria.<br />

Todavía no se ha producido<br />

una fase intelectual <strong>de</strong> serenidad ante<br />

la guerra mundial número 2, porque<br />

todo el mundo está alerta (en el mejor<br />

<strong>de</strong> los casos) o disgustado (en el peor<br />

<strong>de</strong> los casos) ante la posible inminencia<br />

<strong>de</strong> la guerra mundial número 3.<br />

Esta es la causa <strong>de</strong> que casi todo lo<br />

que se escribe hoy sobre la nación alemana<br />

—protagonista <strong>de</strong> las dos primeras<br />

guerras mundiales— va mucho más


cargado <strong>de</strong> propaganda, <strong>de</strong> miedo y <strong>de</strong><br />

segunda e inferior intención que <strong>de</strong><br />

amor a la entera y limpia verdad.<br />

El libro que comentamos preten<strong>de</strong> ser<br />

nada menos que una historia <strong>de</strong>l Estado<br />

Mayor alemán <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l<br />

siglo XVII —en concreto: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1657—<br />

hasta la mitad <strong>de</strong>l siglo XX —hasta<br />

1945, cuando el Estado Mayor cayó junto<br />

con Hítler—. Sin embargo, la mitad<br />

<strong>de</strong>l libro estudia casi los tres siglos enteros<br />

y la otra mitad se ocupa sólo <strong>de</strong><br />

la docena <strong>de</strong> afios en que Adolfo Hítler<br />

quiso asumir en sus manos el <strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> Europa, <strong>de</strong>l Occi<strong>de</strong>nte y —en fin <strong>de</strong><br />

cuentas— <strong>de</strong>l género humano.<br />

El libro es interesantísimo. Andan<br />

mero<strong>de</strong>ando por sus numerosas y apretadas<br />

páginas todos los tópicos errores<br />

a que acabamos <strong>de</strong> aludir. Sin embargo,<br />

y con esta cautela, es un libro para<br />

la biblioteca y para la lectura <strong>de</strong> cualquiera<br />

—militar o civil— que quiera<br />

orientarse seriamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la maraña<br />

<strong>de</strong> mendacida<strong>de</strong>s que domina en<br />

la literatura <strong>de</strong> posguerra sobre un tema<br />

que es todo lo contrario <strong>de</strong> un e&pricho,<br />

y que tiene un nomore: Alemania.<br />

En este or<strong>de</strong>n, la Colección Libros<br />

Que Hacen Historia está llegando a merecer<br />

el titulo <strong>de</strong> benemérita.<br />

OGRIZEK, DORE: España. Colección<br />

El Mundo en Coíor. Ediciones Castilla,<br />

S. A. Maarit!, 1953. 411 páginas.<br />

Este libro es una rápida visión tíe<br />

España, con numerosos grabados en color.<br />

Colaboran en la obra varios escritores<br />

extranjeros y españoles. Acompañan<br />

a Xa noticia <strong>de</strong> paisajes unas breves<br />

síntesis <strong>de</strong> nuestro arte, nuestra<br />

historia y nuestra literatura. Es una<br />

lástima que el señor Quíroga Pía, autor<br />

<strong>de</strong> los breves comentarios a nuestras<br />

letras., no haya prestado apenas atención<br />

al importante movimiento literario<br />

español <strong>de</strong> la posguerra.<br />

KERN, ERICH: La dama <strong>de</strong> la muerte.<br />

Colección I-a Vida Vivida. Luís <strong>de</strong><br />

Caralt, editor. Barcelona, 1953. 235 páginas.<br />

50 pesetas.<br />

La danza <strong>de</strong> la muerte, <strong>de</strong> Erich Kern,<br />

combatiente alemán en la pasada guerra,<br />

es un relato <strong>de</strong> la trágica lucha<br />

en las tierras <strong>de</strong> Rusia. Erich Kern reconoce<br />

imparcialmente los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong><br />

su patria, contando con justeza triunfos<br />

y <strong>de</strong>rrotas. El relato tiene momentos<br />

apasionantes y es un documento<br />

vivo nara el historiador.<br />

NARRACIÓN<br />

BRINKER POST, MARY: Anníe Jordán.<br />

Ediciones Siglo XX. Editorial<br />

Tesoro. <strong>Madrid</strong>, 1953. 343 páginas. 55<br />

Annie Jordán es una entretenida novela<br />

que narra la vida <strong>de</strong> una muchacha<br />

americana <strong>de</strong> barrios bajos, capaz<br />

<strong>de</strong> encumbrarse a las más altas esferas<br />

<strong>de</strong> la sociedad gracias a su voluntad<br />

firme, inquebrantable. Si esta novela <strong>de</strong><br />

Mary Brinker Post no es <strong>de</strong> gran altura,<br />

tiene a su favor la amenidad, que<br />

no falta en sus veintiún capítulos.<br />

BUSCH, NÍVEN: Duelo al sol. Ediciones<br />

Siglo XX. Editorial Tesoro. <strong>Madrid</strong>,<br />

1953. 300 páginas, 60 pesetas.<br />

Duelo al sol es una novela <strong>de</strong> pasiones,<br />

bien narrada y perfectamente ambientada.<br />

Se <strong>de</strong>sarrolla a fines <strong>de</strong>l casado<br />

siglo en la frontera <strong>de</strong> Nuevo Méjico<br />

y Tesas. En esta obra <strong>de</strong> Niven<br />

Busch entran la aventura, el amor, el<br />

crimen y la venganza. La trama es atrayente<br />

y no escasean las escenas <strong>de</strong> alto<br />

dramatismo.<br />

ESQUIVE*., DIEGO DE: Veinticinco<br />

cuentos intencionados. Publicaciones<br />

Fax, Bilbao, 1953. 139 páginas.<br />

Estos Veinticinco cuentos intencionados<br />

<strong>de</strong> Diego <strong>de</strong> Esquivel, que ahora<br />

editan las Publicaciones Pax, persiguen<br />

un fin constructivo, moral. Son generalmente<br />

muy buenos y <strong>de</strong> apretada<br />

prosa, que no se pier<strong>de</strong> en esteticismos,<br />

sino que se dispara hacia la moraleja<br />

final. Un vivo sentimiento cristiano <strong>de</strong><br />

la vida hace que estas páginas encierren<br />

mucho <strong>de</strong> sátira contra algunas<br />

costumbres tíe nuestra época.<br />

JAMES CANNON, CORN<strong>EL</strong>IA: El moho<br />

es rojo. Ediciones Siglo XX. Editorial<br />

rid. 322 páginas. 55 pese-<br />

Ha escrito Cornelia James Cannon<br />

una novela que se sigue con interés. La<br />

trama pren<strong>de</strong> pronto la atención <strong>de</strong>l<br />

lector: Se trata <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> una familia<br />

<strong>de</strong> colonos escandinavos en las<br />

tierras <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte. El amor,<br />

la intensidad dramática v la habilidad<br />

técnica son factores importantes en estas<br />

páginas. La traducción <strong>de</strong> Alfredo<br />

Antonio es correcta.<br />

GARCÍA SERRANO, RAFA<strong>EL</strong>: Bailando<br />

hasta la Cruz <strong>de</strong>l Sur. Gráficas<br />

Cíes. <strong>Madrid</strong>, 1953. 578 páginas. SO pe-<br />

Baüando hasta la Cruz <strong>de</strong>l Sur es un<br />

libro <strong>de</strong> viajes, un buen libro <strong>de</strong> viajes<br />

escrito con la agu<strong>de</strong>za <strong>de</strong> un gran cronista,<br />

con el garbo <strong>de</strong> un prosista <strong>de</strong><br />

alta calidad y con las vivas dotes <strong>de</strong> un<br />

buen observador. Su autor, Rafael García<br />

Serrano, que acompañó a través <strong>de</strong><br />

numerosos países hispanoamericanos a<br />

los Coros y Danzas <strong>de</strong> la Sección Femenina,<br />

nos habla <strong>de</strong> las andanzas <strong>de</strong> ^.as<br />

muchachas españolas que con sus bailes<br />

y sus canciones volvieron a rever<strong>de</strong>cer<br />

los viejos laureles hispanos sobre tierras<br />

<strong>de</strong> América. Pero García Serrano<br />

no se limita a la simple anécdota, sino<br />

que penetra en el espíritu <strong>de</strong> las diversas<br />

naciones recorridas, nos habla <strong>de</strong><br />

su política, <strong>de</strong> su ambiente, <strong>de</strong> su paisaje,<br />

y todo ello con la prosa vivísima,<br />

amena, que le caracteriza, nrosa que a<br />

veces estalla en un apasionado canto<br />

a la patria, o que se agudiza, limpia v<br />

cortante, hacia el humor más fino o<br />

hacia el más íntimo sentimiento poético.<br />

Bailando hasta la Cruz <strong>de</strong>l Suj es<br />

un libro <strong>de</strong> viajes; pero a ¡a vez es historia,<br />

canción v patria.<br />

LARRETA, ENRIQUE: Gerardo o la<br />

Torre <strong>de</strong> las Damas. Colección Literaria.<br />

Aguilar, S. A. <strong>de</strong> Ediciones. MaíMd,<br />

1953. 191 páginas. 40 pesetas.<br />

Esta última novela <strong>de</strong>l famoso escritor<br />

bonaerense Enrique Larreta se <strong>de</strong>sarrolla<br />

en España, como otras obras<br />

anteriores <strong>de</strong>l mismo autor. Esta vez el<br />

e&cenario elegido ha sido Granada, aunque,<br />

al <strong>de</strong>cir verdad, lo mismo se hubiera<br />

podido elegir otro cualquiera, español<br />

o no español. Pero el autor, buen<br />

conocedor <strong>de</strong> las tierras <strong>de</strong> España, ha<br />

<strong>de</strong>cidido situar sus personajes en la<br />

bella ciudad andaluza. No creemos Que<br />

sea Gerardo o la Torre <strong>de</strong> las Damas<br />

una nove'a capaz <strong>de</strong> levantar aún más<br />

el justo prestigio <strong>de</strong> Larreta. Aquí le<br />

han fallado bastante los personajes y la<br />

anécdota resulta <strong>de</strong> poco interés.<br />

SOLER, BARTOLOMÉ: Támara. Editorial<br />

Planeta. Barcelona, 1553. 27$ páginas.<br />

60 pesetas.<br />

Támara no es precisamente una<br />

<strong>de</strong> las mejores novelas <strong>de</strong> Bartolomé<br />

Soler. No quiere <strong>de</strong>cir esto que los oersonajes<br />

carezcan <strong>de</strong> buen trazo o que<br />

alguno <strong>de</strong> los episodios esté falto


MARRODAN, MARIO ÁNG<strong>EL</strong>: Mundo<br />

<strong>de</strong> la sangre. Ediciones Dabo. Palma<br />

<strong>de</strong> Mallorca, 5953. 38 páginas.<br />

Mundo <strong>de</strong> la sangre, tíel joven poeta<br />

? Mario Ángel Marrodán, es un pequeño<br />

i v bien editado cua<strong>de</strong>rno, con grabados<br />

i en ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Xam. El poeta acumula<br />

•' imágenes, las enca<strong>de</strong>na en sus versos<br />

s libres para alcanzar un barroquismo<br />

". muy personal. Mario Ángel Marrodán<br />

¡ - refleja una angustia vital y un apasionado<br />

sentir. No <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ña el poeta les<br />

prosaísmo, muy frecuentes en la lírica<br />

. actual.<br />

MATEO, LOPE: La caña Que piensa.<br />

Editorial Sever - Cuesta. Yaüadoücl,<br />

a 1953. 302 páginas. 60 pesetas.<br />

s<br />

j<br />

•;, En La caña &ue mensa ha reunido<br />

i- Lope Mateo un& serie <strong>de</strong> poemas <strong>de</strong><br />

ÍS épocas muy distintas, presentando así<br />

i- al lector el largo camino <strong>de</strong> su evolu-<br />

.o ción como poeta. Vemos, pues, en estas<br />

s vivas páginas los primeros influjos Que<br />

si sufrió la poesía <strong>de</strong> Lope Mateo y su<br />

s, transformación hasta alcanzar la voz<br />

¡r propia. Libro muy vario, por recoger<br />

j. toda una evolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1922 a nues-<br />

B tros días, resulta <strong>de</strong> difícil análisis Dará<br />

una breve reseña; pero si nos atene-<br />

mos a su entraría permanente, a su<br />

núcleo vigorizante, observaremos cómo<br />

en estos versos se refleja un hombre<br />

sin trampas. Lo propiamente humano:<br />

amor, pasión, religión, dolor es el centr<br />

vivo <strong>de</strong> toda la poesía <strong>de</strong> Lope Mateo,<br />

poesía cambiante, inquieta, atenta<br />

siempre al menor soplo <strong>de</strong> espiritualidad.<br />

La Caña que piensa termina con<br />

unas magistrales traducciones <strong>de</strong> Virgilio,<br />

Horacio y otros autores. Entre los<br />

ooeraas <strong>de</strong> Horacio traducidos por Lope<br />

Mateo hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar el íarnoso<br />

Carmen Saeculare, cuya versión castellana<br />

está hecha en el mismo metro<br />

que en el original. También María Isabel<br />

Mateo, hija <strong>de</strong>l poeta, ha incluido<br />

en La caña que piensa una felicísima<br />

traducción <strong>de</strong> un soneto <strong>de</strong> Albert Samain.<br />

PRADO NOGXJEIRA, CAULOS: Del<br />

viento ver<strong>de</strong>cido. <strong>Madrid</strong>, 1953. 108 páginas.<br />

SC<br />

Del viento ver<strong>de</strong>cido es un buen<br />

<strong>de</strong> canciones y romances, don<strong>de</strong> no faltan<br />

algunos sonetos y composiciones en<br />

gallego. Mucho garbo acusan gran parte<br />

<strong>de</strong> estos poemas neopopulares, y alguno<br />

<strong>de</strong> ellos nos recuerda los cancioneros<br />

<strong>de</strong>l siglo XVII:<br />

En el agua está la niña,<br />

huida <strong>de</strong>l toro viejo.<br />

-. ¡Ay, amor, dón<strong>de</strong> la <strong>de</strong>jo!<br />

No falta aquí tampoco algún <strong>de</strong>licado<br />

villancico. Carlos Prado Nogueira<br />

une en su reciente libro un sentido tradicional<br />

junto a la imagen mo<strong>de</strong>rna.<br />

MATOGRAFIA Y <strong>LAS</strong> <strong>ARTE</strong>S"<br />

en el cinematógrafo, en comparación<br />

con las artes, y, en fin, a qué<br />

se <strong>de</strong>be la eficacia estética <strong>de</strong> la<br />

música como complemento <strong>de</strong> la<br />

proyección cinematográfica.<br />

Cuando se cierra el ensayo <strong>de</strong><br />

Camón se piensa en la imprescindibles<br />

que son las normas, esto es,<br />

ciertas segurida<strong>de</strong>s, aun en temas<br />

sumamente discutibles, como los<br />

aquí estudiados, para encontrar<br />

puntos <strong>de</strong> referencia, por contados<br />

que sean, que hagan posible dialogar<br />

sin producir la tan frecuente<br />

sensación <strong>de</strong> confusión babélica.<br />

Por apasionante y multitudinario,<br />

el cine es <strong>de</strong> los asuntos que dan<br />

lugar a mayor cantidad <strong>de</strong> pareceres,<br />

no ya insolventes, pero ni ínfimamente<br />

discretos. Todo el mundo<br />

opina <strong>de</strong>l cine, y generalmente con<br />

absoluto <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> los<br />

más elementales principios estéticos,<br />

corno todo el mundo opina <strong>de</strong><br />

religión y <strong>de</strong> política, con lastimosa<br />

ignorancia en la mayoría <strong>de</strong> las<br />

ocasiones.<br />

Sólo por esto ya sería Incitante<br />

el sucinto breviario en que el profesor<br />

Camón estudia los problemas<br />

artísticos <strong>de</strong> la cinematografía, y<br />

por cierto con su estilo personal, no<br />

exento <strong>de</strong> innecesarios neologismos,<br />

aunque viril y <strong>de</strong>sgarrado, dicho sea<br />

en su elogio.<br />

Reparemos sólo en algunos extremos<br />

<strong>de</strong> singular atractivo. El primero<br />

<strong>de</strong> ellos, el problema <strong>de</strong>l cine<br />

en color. Para Camón Aznar carece<br />

<strong>de</strong> solución: cuanto más progrese<br />

la técnica y más exactamente refleje<br />

la realidad, más infieles serán a esa<br />

misma realidad las películas multicolores.<br />

Es muy sugestivo el razonamiento<br />

en que prueba una vez<br />

más que los gran<strong>de</strong>s coloristas no<br />

han reproducido fielmente el mundo<br />

exterior, sino que han tratado<br />

el color con genialidad subjetiva y<br />

arbitraria. Por la misma razón, el<br />

cine <strong>de</strong>berá estimular la fuerza imaginativa<br />

<strong>de</strong>l espectador, lo cual se<br />

logra más eficazmente en las cintas<br />

monocromas.<br />

Excelente es la crítica <strong>de</strong> las películas<br />

históricas y la <strong>de</strong>l cine en<br />

relación con las bellas artes, así<br />

como la solución que propone a las<br />

cuestiones <strong>de</strong>l movimiento, el espacio<br />

y el tiempo. Las consi<strong>de</strong>raciones<br />

sobre el movimiento como<br />

virtud artística específica <strong>de</strong>l cine,<br />

y en especial sobre la dinámica humana,<br />

que alcanza su mayor valor<br />

cuando se hace simbólica —lo mismo<br />

que le ocurre al horizonte—5<br />

son <strong>de</strong> las más felices <strong>de</strong>l ensayo.<br />

Y la fundamentación estética <strong>de</strong> la<br />

música en el cine se Íee también con<br />

pasión. Porque las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Camón<br />

Aznar abren los ojos <strong>de</strong>l lector y<br />

le acucian a convertirse inmediatamente<br />

en espectador, ahora más<br />

penetrante, o, lo que es lo mismo,<br />

más riguroso, y a la vez con mayor<br />

capacidad <strong>de</strong> goce.<br />

J. L. VÁZQUEZ DODERO<br />

REVISTA GENERAL 0E<br />

Redacción y Administración: Serrano, 117. Teléfono. 333900. <strong>Madrid</strong><br />

SUMARIO D<strong>EL</strong> NUMERO 97, CORRESPONDIENTE AL MES DE<br />

ENERO DE 1954<br />

Orientalismo y Antiguo Testamento, por Fe<strong>de</strong>rico Pérez Castro.<br />

NOTAS:<br />

El concepto histórico <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia y su ampliación a la historia <strong>de</strong>l<br />

bajo Imperio romano, por Eloy Benito Ruano.<br />

INFORMACIÓN CULTURAL D<strong>EL</strong> EXTRANJERO:<br />

Cinco años


cESPRlT»: Situación <strong>de</strong> la<br />

juventud francesa<br />

OS estudios documentados y objetivos<br />

L sobre la juventud no sólo merecen<br />

un sincero respeto general, sino que iluminan<br />

profundamente el futuro <strong>de</strong> los<br />

pueblos. En los últimos meses se produjeron<br />

en España diversos estudios <strong>de</strong> esta<br />

índole <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el campo católico. En otros<br />

países europeos el problema preocupa a las<br />

conciencias más responsables <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s<br />

nacionales respectivas. En Francia,<br />

a su vez, aunque el tema no salte con<br />

<strong>de</strong>masiada frecuencia a las publicaciones<br />

<strong>de</strong> máxima actualidad, no es porque la<br />

atención <strong>de</strong> muchos haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> estar<br />

vigilante en este campo.<br />

«Esprit* <strong>de</strong> agosto recogía una síntesis<br />

muy valiosa <strong>de</strong> la situación general por<br />

que atraviesan los movimientos <strong>de</strong> juventud,<br />

firmada por J. Boissonnat. Des<strong>de</strong><br />

hace Cinco años, los movimientos juveniles<br />

franceses permanecen, salvo rarísimas manifestaciones<br />

<strong>de</strong> escasa importancia, en<br />

silencio. A raíz <strong>de</strong> la Liberación francesa,<br />

Eoe dirigentes nacionales <strong>de</strong> las distintas<br />

organizaciones, confesionales y no confesionales,<br />

se esforzaron por introducir <strong>de</strong><br />

nuevo sus raíces en la masa; se oyó hablar<br />

bastante <strong>de</strong> evoluciones en preparación; ios<br />

Scouts <strong>de</strong> Francia, la A. C. J. F., o la naciente<br />

Juventud Agrícola Cristiana, planearon<br />

a fondo su especialización. Pero<br />

mientras tanto, la mayor parte <strong>de</strong> los antiguos<br />

miembros y militantes iban gradualmente<br />

habituándose a vivir <strong>de</strong> sus recuerdos,<br />

buenos o amargos, y a juzgar a sus<br />

movimientos más en función <strong>de</strong>l pasado<br />

que <strong>de</strong>l presente.<br />

Con ocasión <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong>l verano último,<br />

el Consejo Francés <strong>de</strong> Movimientos <strong>de</strong> Juventud<br />

—organismo que agrupa veintidós<br />

movimientos, en su mayoría confesionales:<br />

Consejo Protestante <strong>de</strong> la Juventud, Scouts,<br />

A. C. J. F., organizaciones israelitas, etc.—<br />

lanzó una «Llamada a los responsables <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong>l país», en la que dichos<br />

movimientos ponían en guardia a las fuerzas<br />

organizadas contra la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong><br />

la situación general y contra el creciente<br />

escepticismo <strong>de</strong> los jóvenes respecto a la<br />

acción política. Para su incorporación al<br />

servicio <strong>de</strong>l país, los jóvenes pedían: <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico, valoración racional <strong>de</strong><br />

la agricultura, reforma <strong>de</strong> la enseñanza,<br />

viviendas, redistribución <strong>de</strong> la renta nacional,<br />

«para permitir a los trabajadores ser<br />

loa promotores <strong>de</strong>l renacimiento <strong>de</strong>l país»,<br />

una «paz <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong> libertad» para los<br />

pueblos <strong>de</strong> Indochina, etc. Sin embargo,<br />

la trascen<strong>de</strong>ncia pública <strong>de</strong> este documento,<br />

según refiere el trabajo que comentamos,<br />

fue muy escasa. El propio autor estima<br />

revelador este dato.<br />

Por MANU<strong>EL</strong> LIZCANO<br />

Señala <strong>de</strong>spués la existencia <strong>de</strong> dos<br />

clanes que actúan entre la anquilosís general<br />

<strong>de</strong> las agrupaciones, disimulada bajo<br />

pretextos <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia, o incluso <strong>de</strong> habilidad:<br />

los ((educadores», que obsesionados<br />

con la pedagogía olvidan el conocimiento<br />

real <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>l país, y los «políticos»,<br />

quienes profetizan la revolución en<br />

los tranquilos espacios <strong>de</strong>l pensamiento,<br />

lejos <strong>de</strong> la masa, aunque pensando que<br />

trabajan para ella. Se <strong>de</strong>bate aquí el problema<br />

<strong>de</strong> si llegará en estas ten<strong>de</strong>ncias a<br />

hacerse más política la educación, o <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá<br />

el pensamiento político <strong>de</strong> su actual<br />

i<strong>de</strong>alismo excesivo.<br />

El estudio termina recordando que, a<br />

pesar <strong>de</strong> las evocaciones sentimentales <strong>de</strong><br />

ios tiempos <strong>de</strong> la Resistencia, los momentos<br />

actuales no son para Francia los <strong>de</strong> 1940<br />

a, 1944, sino muy diferentes, aunque quizá<br />

semejantes en gravedad; que entre las causas<br />

<strong>de</strong> repliegue <strong>de</strong> los movimientos juveniles<br />

durante los últimos años, hay que<br />

contar su creciente <strong>de</strong>bilidad numérica,<br />

<strong>de</strong>sunión, necesidad <strong>de</strong> revisar algunas <strong>de</strong><br />

sus orientaciones y preocupación pur formar<br />

elementos <strong>de</strong> base; que estas causas no han<br />

sido superadas y hoy pue<strong>de</strong> pensarse en<br />

que la opinión pública <strong>de</strong> un país no pue<strong>de</strong><br />

formarse sólo' válidamente* por la acción<br />

indirecta <strong>de</strong> individuos juiciosamente educados,<br />

sino que esta educación reclama <strong>de</strong><br />

continuo el contraste <strong>de</strong>l pensamiento teórico<br />

con las realida<strong>de</strong>s presentes; y que,<br />

por último, lo mismo si el actual silencio <strong>de</strong><br />

la juventud francesa se <strong>de</strong>be a falta <strong>de</strong><br />

pensamiento que si se produjera por falta<br />

<strong>de</strong> energía, la juventud estaría renunciando<br />

a su papel en la nación: bailaría, cantaría,<br />

seguiría los <strong>de</strong>portes por radio, mientras<br />

la comunidad <strong>de</strong> la que, en teoría al menos,<br />

forma parte, continuaría pudriéndose.<br />

«THE IRÍSH DIGEST>: La<br />

influencia irlan<strong>de</strong>sa<br />

en Ucrania<br />

•p L número <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> esta publica-<br />

•" ción irlan<strong>de</strong>sa reproduce la síntesis <strong>de</strong><br />

un trabajo <strong>de</strong>l profesor Román Smal<br />

Stocky, nacido, según expone en su estudio,<br />

en la región ucrania <strong>de</strong> la Bucovina,<br />

y que ha tomado parte activa durante<br />

muchos años en la lucha por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

ucraniana contra Rusia, lo mismo bajo<br />

los zares que bajo el Estado Soviético.<br />

De su estudio se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> ia gran influencia<br />

ejemplar e i<strong>de</strong>ológica ejercida en<br />

los últimos cien años por el i<strong>de</strong>al irlandés<br />

<strong>de</strong>l «Home Rule» y por la incansable lucha<br />

<strong>de</strong> los patriotas irlan<strong>de</strong>ses, no ya sólo en<br />

Ucrania, sino en los <strong>de</strong>más pueblos no rusos<br />

sometidos al po<strong>de</strong>r administrativo y político<br />

<strong>de</strong> Moscú: polacos, lituanos, fineses y<br />

todos los caucásicos. Analiza el autor la<br />

curiosa analogía que pue<strong>de</strong> observarse entre<br />

la colonización <strong>de</strong>l campo irlandés y el<br />

ucranio por los nobles ingleses y rusos, respectivamente,<br />

según el capricho <strong>de</strong> las<br />

respectivas coronas; la subsiguiente semejanza<br />

<strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos problemas agrarios<br />

<strong>de</strong> ambos pueblos, asi como la tradicional<br />

emigración endémica <strong>de</strong> írian<strong>de</strong>ses y ucranios,<br />

los primeros a América <strong>de</strong>l Norte y<br />

los segundos a Siberia. También examina<br />

el autor el problema <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> !a industria<br />

y la economía general <strong>de</strong> irlan<strong>de</strong>ses<br />

y ucranios por ingleses y rusos; y la<br />

pasada influencia religiosa que sobre la<br />

Irlanda católica ha hecho gravitar sin <strong>de</strong>scanso<br />

el protestantismo británico, o sobre<br />

la Ucrania católica y ortodoxa, la ortodoxia<br />

oficial e intolerante <strong>de</strong> Moscú.<br />

«HUMANITAS»: Zubiri y la<br />

«unidad radical»<br />

<strong>de</strong>l hombre<br />

N el número <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> la revista <strong>de</strong><br />

E pensamiento «Humanitas», que mensualmente<br />

se publica en Brescía, el conocido<br />

profesor Miguel Fe<strong>de</strong>rico Sciacca <strong>de</strong>dica<br />

un artículo no muy extenso, aunque<br />

rigurosamente fundamentado, al estudio <strong>de</strong><br />

la concepción filosófica <strong>de</strong> Xavier Zubiri;<br />

pensador <strong>de</strong>l que, al mismo tiempo que<br />

señala que aún es sólo conocido <strong>de</strong> algunos,<br />

e incluso meramente <strong>de</strong> nombre, al menos<br />

en Italia, estima, sin embargo, que es el<br />

mayor filósofo, «en el sentido canónico <strong>de</strong>l<br />

término», que hoy posee España.<br />

Lamentando Sciacca la penuria <strong>de</strong> fuentes<br />

directas que faciliten el acceso a la<br />

filosofía <strong>de</strong> Zubiri, parte <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong><br />

«Naturaleza, Historia, Dios» y <strong>de</strong>l trabajo<br />

<strong>de</strong> Javier Con<strong>de</strong> en ia «Revista <strong>de</strong> Estudios<br />

Polfticosi) sobre su antropología, para<br />

aventurar un juicio, repetimos, claro y bien<br />

fundamentado, a nuestro parecer, sobre el<br />

sistema <strong>de</strong>l lilósofo español, aunque dicho<br />

juicio no <strong>de</strong>je <strong>de</strong> resentirse <strong>de</strong> la carencia<br />

<strong>de</strong> otras referencias más recientes al pensamiento<br />

zubiriano, como el autorizado vo-<br />

Y <strong>LAS</strong> <strong>LETRAS</strong><br />

PREMIO LOPE DE VEGA PARA<br />

TEATRO. —Lo convoca el Ayuntamiento<br />

<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> entre todos los<br />

escritores españoles. El plazo <strong>de</strong> presentación<br />

<strong>de</strong> obras termina el 30 <strong>de</strong><br />

abril <strong>de</strong> 1954. La pieza premiada obtendrá<br />

25.000 pesetas y será estrenada<br />

en el teatro Español <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

la temporada 1954-1955. Los originales<br />

se enviarán durante todo el mes<br />

<strong>de</strong> abril próximo a la Comisión <strong>de</strong><br />

Cultura <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />

*<br />

PRIMER CENTENARIO DE AN-<br />

TONIO ROSMINI^Se convoca un<br />

concurso para premiar el mejor estudio<br />

crítico que se presente sobre<br />

la filosofía <strong>de</strong> Rosmini o sobre algunos<br />

<strong>de</strong> los aspectos fundamentales<br />

<strong>de</strong> la misma, <strong>de</strong> acuerdo con las bases<br />

siguientes:<br />

1. Podrán concurrir al certamen<br />

los escritores no italianos, sin limitación<br />

<strong>de</strong> edad, condicTln o título.<br />

2. Los trabajos serán inéditos, y<br />

se remitirán al notario doctor GIuseppe<br />

Darioli, Domodossola, provincia<br />

di Notara (Italia). Estarán escritos<br />

en cinco copias y llevarán un<br />

lema,<br />

3. Los trabajos pue<strong>de</strong>n redactar*<br />

se en latín, español, francés, inglés,<br />

alemán o italiano.<br />

4. El premio se fija en QUlNlEiN.<br />

TAS MIL liras italianas (500.000),<br />

y el trabajo galardonado quedará <strong>de</strong><br />

propiedad <strong>de</strong> la Sociedad Editora<br />

Sodalitas (Domodossola-Milán), que<br />

lo publicará.<br />

5. El Jurado podrá señalar otros<br />

trabajos <strong>de</strong> mérito relevante presentados<br />

al concurso, y podrá llegar a<br />

un acuerdo con sus autores para, la<br />

publicación <strong>de</strong> los mismos.<br />

6. El plazo para la recepción <strong>de</strong><br />

trabajos expira el día 30 <strong>de</strong> diciembre<br />

<strong>de</strong> 1955, y la concesión <strong>de</strong>l premio<br />

se hará nública antes <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong><br />

junio <strong>de</strong> 1956.<br />

7. A las bases <strong>de</strong> la convocatoria,<br />

así como a la concesión <strong>de</strong>l premio,<br />

se procurará darles la máxima difusión.<br />

8. La Comisión calificadora estará<br />

integrada por el profesor Giuseppe<br />

Bozzeti, <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Boma, como presi<strong>de</strong>nte, y por los<br />

profesores Dante Morando, <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Pavía; Guido Rossi,<br />

<strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Padua; Miguel<br />

Fe<strong>de</strong>rico Sciacca, <strong>de</strong> la <strong>de</strong> Genova,<br />

como vocales; actuando <strong>de</strong> secretario<br />

el profesor Giovanni Pnsineri.<br />

9. La Comisión se reserva la facultad<br />

<strong>de</strong> reclamar el asesoramiento<br />

<strong>de</strong> algún otro miembro, italiano o<br />

extranjero, si lo creyera oportuno.<br />

PREMIO DE POESÍA JUAN BOS-<br />

CAN.—Se convoca a los poetas españoles<br />

e hispanoamericanos al premio<br />

lumen «Homenaje a Zubiri» {<strong>Madrid</strong>, 1953),<br />

o sus cursos privados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1945, en <strong>Madrid</strong>,<br />

a los que Sciacca sólo se encuentra<br />

en condiciones <strong>de</strong> hacer una mera alusión.<br />

Particularmente, algunos <strong>de</strong> los aspectos<br />

fundamentales <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong> Zubiri,<br />

en los cuales Sciacca se <strong>de</strong>tiene más concretamente,<br />

restauración <strong>de</strong> la vida intelectual;<br />

la verdad, como posesión intelectual<br />

<strong>de</strong> la índole <strong>de</strong> las cosas; la constitutiva<br />

inmersión <strong>de</strong> la inteligencia en las cosas;<br />

el papel <strong>de</strong> la ciencia en el conocimiento<br />

<strong>de</strong> la reaiidad; el sentido <strong>de</strong>] hombre como<br />

ser sustante y no sustancial, como entidad<br />

y no como sustancia; su propia «implantación»<br />

en el ser para realizarse; o su vivir<br />

constitutivamente «con» las cosas, han quedado<br />

luminosamente enfocados en estos<br />

cursos madrileños <strong>de</strong> los últimos años, sobre<br />

todo en el que terminó el verano pasado,<br />

sobre «filosofía primera», y en el actual<br />

sobre «el problema <strong>de</strong>l hombre».<br />

En estos cursos han ido quedando explicítados<br />

algunos, al menos, <strong>de</strong> los problemas<br />

Boscán 1954 para el mejor libro <strong>de</strong><br />

poesía <strong>de</strong> tema escrito en lengua española,<br />

que se conce<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> acuerdo<br />

con Sas siguientes bases:<br />

1. Podrán optar al premio Boscan<br />

1954 todos los poetas españoles<br />

e hispanoamericanos que remitan<br />

originales al concurso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo<br />

señalado por estas bases.<br />

2. Cada poeta podrá presentar un<br />

solo origiKaí.<br />

3. La extensión <strong>de</strong> los originales<br />

no podrá sobrepasar los 700 versos,<br />

m ser menor <strong>de</strong> 400, <strong>de</strong>jando a la<br />

libre elección <strong>de</strong> los autores el asunto,<br />

métrica y forma <strong>de</strong> las composiciones.<br />

4. Los originales se presentarás<br />

por duplicado y escritos a máquina,<br />

con el nombre y domicilio <strong>de</strong>l autor.<br />

5. El plazo <strong>de</strong> admisión <strong>de</strong> los<br />

originales, a partir <strong>de</strong> la publicación<br />

<strong>de</strong> la presente convocatoria, compren<strong>de</strong><br />

hasta el 30 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1954»<br />

inclusive.<br />

6. Los originales <strong>de</strong>berán ser remitidos<br />

antes <strong>de</strong> esíq, fecha al Instituto<br />

<strong>de</strong> Estudios Hispánicos, calle<br />

<strong>de</strong> Valencia, 231, haciendo constar<br />

en el sobre: «Para el premio Eoscan<br />

1954». Los que no resulten premiados<br />

podrán retirarse durante los<br />

tres meses siguientes al fallo; una<br />

vez transcurrido dicho plazo, los restantes<br />

serán <strong>de</strong>struidos.<br />

7. El concurso será fallado la noche<br />

<strong>de</strong>l día 5 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l expresado<br />

año, por un Jurado cuya composición<br />

será dada a conocer en la<br />

misma fecha.<br />

8. El premio Boscán 1954 importa<br />

5.000 pesetas y es indivisible,<br />

CONCURSO DE ESTUDIOS SO-<br />

BRE SAN AGUSTÍN.— Los padres<br />

Agustinos y Recoletos <strong>de</strong> San Agustín<br />

abren un concurso para premiar<br />

los mejores estudios sobre los temas<br />

siguientes:<br />

«Biografía <strong>de</strong> San Agustín, históricocrítica»,<br />

60.000 pesetas. «Edición<br />

crítica <strong>de</strong> «De TrinState», 50.000 pesetas.<br />

«Enchiridion filosóficoagusti- /<br />

niano», 60.000 pesetas. «El existen- 's<br />

cialismo en San Agustín», 40.909 pe- ~<br />

setas. «San Agustín en el arte»,;<br />

35.000 pesetas. Dos temas<br />

35,000 pesetas para cada uno.<br />

Este concurso tiene carácter interi<br />

nacional, y los estudios podrán estar<br />

escritos en español, latín, francés,<br />

italiano, inglés o alemán. El<br />

plazo <strong>de</strong> admisión <strong>de</strong> los trabajos se|*<br />

cerrará el 15 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1955.fe<br />

No se fija límite a la extensión <strong>de</strong>l;'<br />

los mismos. Serán inéditos y se p_re-fesentarán<br />

con el nombre y dirección^'<br />

<strong>de</strong>l autor, bajo sobre cerradOj coa V<br />

el lema correspondiente. te<br />

Los trabajos se enviarán a Colu- W<br />

mela, 12, <strong>Madrid</strong>, con la indicación<br />

«Centenario <strong>de</strong> Sa.n Agustín»,<br />

que todavía Sciacca señala en este trabajo<br />

como no aclarados en la formulación conceptual<br />

<strong>de</strong> Xavier Zubiri: si lo que éste<br />

llama «verdad prima» será un puro dato o<br />

una intuición intelectual; cuáles sean la<br />

distinción y relaciones entre Dios y <strong>de</strong>idad<br />

en el campo <strong>de</strong> la religación; las relaciones,<br />

incluso, entre el hombre y Dios, la estructura<br />

metafísica <strong>de</strong>l hombre mismo, o la<br />

completa articulación metafísica <strong>de</strong>l concepto<br />

<strong>de</strong> ((religación». Exce<strong>de</strong>ría por completo<br />

<strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> estas notas informativas<br />

entrar más <strong>de</strong> cerca en los problemas<br />

apuntados; pero sí juzgamos, al menos, <strong>de</strong><br />

positivo interés para nuestros lectores,<br />

<strong>de</strong>jar aquí constancia <strong>de</strong> la repercusión<br />

que las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>! hombre que asume la<br />

máxima significación cultural española eri<br />

los cuatro últimos siglos, y que mejor<br />

que nadie está protagonizando la incorporación<br />

rejuvenecida <strong>de</strong> lo español a la cultura<br />

universal, produce en uno <strong>de</strong> los exponentes<br />

efectivos <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno pensamiento<br />

filosófico italiano.

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