LAS IDEAS, EL ARTE Y LAS.LETRAS - Ateneo de Madrid
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<strong>LAS</strong> <strong>IDEAS</strong>, <strong>EL</strong> <strong>ARTE</strong> Y <strong>LAS</strong>.<strong>LETRAS</strong><br />
EN EST<br />
NUMERI<br />
AÑOS DE ANTE-<br />
GUERRA JUNTOA<br />
DE POSTGUERRA<br />
• EN LA NOV<strong>EL</strong>A<br />
ESPAÑOLA,<br />
por Ángel Cruz Rueda,<br />
Fernando G. <strong>de</strong><br />
Castro. Andrés Avizor<br />
y Antonio Rabinad.<br />
• SOBRE <strong>EL</strong> CA-<br />
TOLICISMO ESPA-<br />
ÑOL,<br />
por José María García<br />
Escu<strong>de</strong>ro.<br />
• ARMAS NUEVAS<br />
EN <strong>EL</strong> MAR,<br />
por Enrique Manera.<br />
• NOV<strong>EL</strong>A AUTO.<br />
BIOGRÁFICA Y MO-<br />
NOLOGO INTERIOR,<br />
por Mariano Baquero<br />
Goyanes.<br />
• UN PINTOR ES-<br />
PAÑOL BUSCA A<br />
ROMA EN ROMA,<br />
por el Marqués <strong>de</strong>. Lozoya.<br />
Y <strong>LAS</strong> HABITUALES<br />
SECCIONES, FIRMA-<br />
DAS POR:<br />
José Javier Aleixandre,<br />
Luis Castillo, Mariano<br />
Daranas, Lorenzo<br />
Gomjs, José María<br />
Jove, Fernando Ruiz<br />
Coca y Fl Indiscreto.<br />
15 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1954<br />
Núm. 50<br />
5 PESETAS
n BCONOZCA usted conmigo que vivi-<br />
" mos irnos días aburridos en lo literario.<br />
A pesar <strong>de</strong> los concursos y <strong>de</strong><br />
esos premios cada vez más fabulosos.<br />
—Des<strong>de</strong> luego. Porque ocurre algo<br />
muy chocante. Cuanto más fabulosos<br />
son esos premios, más lejos caen <strong>de</strong> los<br />
profesionales <strong>de</strong> la literatura. Yo creo<br />
que va siendo hora <strong>de</strong> que los literatos<br />
se remen <strong>de</strong> su oficio —que, por lo<br />
visto, no se consi<strong>de</strong>ra como tal oficio—<br />
y <strong>de</strong>jen el paso a los no profesionales.<br />
—No entiendo bien. ¿Por qué dice<br />
eso?<br />
—La resolución <strong>de</strong> los más importantes<br />
concursos literarios lo aconseja así.<br />
No cabe hacer pronósticos. No vale la<br />
fama o el conocer la bondad <strong>de</strong> las<br />
obras presentadas. A cada premio surge<br />
un inédito novel —y perdone la redundancia—.Parece<br />
que tales concursos se<br />
orientan sólo a <strong>de</strong>scubrir valores que<br />
luego casi nunca pasan <strong>de</strong> la primera<br />
y premiada novela.<br />
—Comprendo que el fallo <strong>de</strong>l ultimo<br />
Nadal inspire, en cierto modo, sus palabras.<br />
Pero no siempre ocurre así. Ahí<br />
tiene el fallo <strong>de</strong>l Premio San Fernando.<br />
—Tiene usted razón. Ese concurso es<br />
nuevo y no hay peligro <strong>de</strong> acusar <strong>de</strong><br />
novel a Ángel Marrero, su justo ganador.<br />
Tal ejemplo es el que <strong>de</strong>be cundir.<br />
Los concursos literarios se convocan<br />
para los escritores. La <strong>de</strong> las letras<br />
es una profesión tan digna como<br />
cualquier otra. Ya sabe usted lo difícil<br />
que resulta el intrusismo en cualquiera<br />
<strong>de</strong> ellas. ¿Por qué aquí se fomenta<br />
intencionadameríie?<br />
—¿No cree usted en la revelación literaria?<br />
—Naturalmente que sí. Pero creo <strong>de</strong><br />
verdad en la revelación a la segunda<br />
o la tercera obra. Las revelaciones que<br />
se quedan en el escándalo publicitario<br />
<strong>de</strong> un premio no encuentran vigencia<br />
posterior en el mundo <strong>de</strong> las letras.<br />
—Entonces, ¿no está conforme con el<br />
Nadal otorgado a María Luisa Porrellat?<br />
—¿Cómo no voy a estarlo? Posiblemente,<br />
aunque esta joven no conozca<br />
el país don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrolla su narración,<br />
ni posea tampoco conocimientos<br />
científicos sobre la difteria, enfermedaó<br />
que al parecer se maneja en ella, pue<strong>de</strong><br />
ser una novela muy bien escrita<br />
v digna <strong>de</strong> premio.<br />
—Pero reconocerá asimismo que el<br />
papel que hacen los escritores profesionales<br />
en el Nadal no resulta muy airoso.<br />
—Des<strong>de</strong> luego. Y eso hace que cada<br />
vez concurran menos. Acuér<strong>de</strong>se <strong>de</strong>í enfado<br />
<strong>de</strong> don Ramón Le<strong>de</strong>sma Miranda<br />
el año que acudió a este concurso. Sus<br />
<strong>de</strong>claraciones fueron talantes. Recono-<br />
cía que se les daba confianza a los escritores<br />
y luego se les utilizaba como<br />
testigos <strong>de</strong>l mitagrito <strong>de</strong>l año.<br />
—Algo <strong>de</strong> eso sí hay.<br />
—¿Estuvo usted en el Gijón el día<br />
<strong>de</strong> Reyes?<br />
— íCómo iba a faltar! Sólo se hablaba<br />
<strong>de</strong>l Nadal. &n un grupo don<strong>de</strong> estaban<br />
reunidos Oonzáíez rtuano, Zunzunegui,<br />
Castresana y algunos otros, el<br />
novelista Castresana sostenía que, tal<br />
como estaban las cosas, el premio no<br />
•podía, caer sobre un <strong>de</strong>sconocido.<br />
—Se equivocó. Aunque yo también<br />
hubiera pensado lo mismo. Tenga en<br />
cuenta que concurrían sscritores como<br />
Emiüano Aguado, Castillo Puche, Jod¿<br />
María Valver<strong>de</strong>, Benjamín Pérez Blázquez<br />
y otros ya conocidos en las letras<br />
españolas.<br />
—Por cierto que un amigo mío se encontró<br />
ese día a Elena Soriano y le<br />
preguntó: «¿Qué hay <strong>de</strong>l Nadal?», a lo<br />
que la autora <strong>de</strong> Caza menor contestó:<br />
«Sólo sé que se lo van a dar a una<br />
novela <strong>de</strong> Eugenia Serrano, que ésta<br />
ha enviado con el seudónimo <strong>de</strong> José<br />
María Valver<strong>de</strong>.»<br />
—Una broma <strong>de</strong> Elena.<br />
—Naturalmente.<br />
—Anduvo por aquí Bartolomé Soler.<br />
¿Lo ha visto?<br />
—Sí, lo vi. Por cierto que, hasta el<br />
triunfo <strong>de</strong> María Luisa Forrellat, él era<br />
el único novelista con que contaba la<br />
ciudad <strong>de</strong> Saba<strong>de</strong>ll. Ahora, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
este Nadal, son dos.<br />
—No le diga usted eso a Bartolomé,<br />
que le va a molestar.<br />
—No, si ya se ha ido a Palau Solitar.<br />
Por cierto que parece un poco menos<br />
molesto con la crítica. Sabrá usted<br />
cómo el autor <strong>de</strong> Marcos Villarí se quejó<br />
en alguna ocasión <strong>de</strong>l caso que ss<br />
hace al escritor en España.<br />
—De eso podrían quejarse todos.<br />
—¿Sabe usted que a José María Peinan<br />
no le sentó nada bien que se publicase<br />
su carta dirigida a una distinguida<br />
periodista, en torno al artículo<br />
que Fernán<strong>de</strong>z Figueroa publicó en<br />
Arriba?<br />
—Sí, lo sé. Don José María no era<br />
partidario <strong>de</strong> contestar al mencionado<br />
artículo. Por eso escribió la carta, que<br />
tiene cierta entonación íntima, y en ía<br />
cual no nombra al articulista atacante.<br />
Al escritor no le ha gustado que la misiva<br />
adquiera la dimensión <strong>de</strong> los titulares<br />
periodísticos.<br />
—Parece ser que en una comida con<br />
escritores amigos Pemán expuso el caso,<br />
' manifestó su propósito <strong>de</strong> no contestar<br />
a la agresión, ésas fueron sus paiabras.<br />
que había recibido.<br />
—Con la tal carta la agresión queda<br />
contestada.<br />
—A mi lo que me parece es que no<br />
hay para tanto. El prestigio y la obra<br />
<strong>de</strong> don José María Pemán están va<br />
muy por encima <strong>de</strong> mínimos ataques.<br />
A<strong>de</strong>mas, la crónica <strong>de</strong> Fernán<strong>de</strong>z Figueroa<br />
no pretendía herirle. El, me lo<br />
na dicho más <strong>de</strong> una vez, consi<strong>de</strong>ra que<br />
Pemán «es un gran señor <strong>de</strong> la literatura<br />
española».<br />
—Pues dicho esto, huelga todo lo<br />
<strong>de</strong>más.<br />
—Algo u lo que nos vamos resignando<br />
todos es a no ver publicado, por<br />
más que se aireó en tertulias y oronósticos,<br />
el fallo <strong>de</strong>l concurso poético <strong>de</strong><br />
Lara en torno al centenario <strong>de</strong> los Reyes<br />
Católicos.<br />
—Se dijo en principio que todo eracuestión<br />
<strong>de</strong> firma. Que faltaban algunas.<br />
—Y se continúa diciendo. Una todavía<br />
no estampada es la <strong>de</strong> don Eugenio<br />
Montes. No porque el ilustre académico<br />
se niegue a firmar, sino porque Conrado<br />
Blanco no le cogió por Lara durante<br />
la estancia <strong>de</strong> aquél en <strong>Madrid</strong>.<br />
—Si es sólo eso lo que impi<strong>de</strong> la publicidad<br />
<strong>de</strong>l fallo y la consiguiente v<br />
metálica entrega <strong>de</strong> premios, todo se resolverá.<br />
—¿Qué quiere usted limitar en sus<br />
palabras?<br />
—Nada. Simplemente, creo que <strong>de</strong>be<br />
haber algún otro motivo para un retraso<br />
ya verda<strong>de</strong>ramente inexplicable.<br />
—¿Acaso la falta <strong>de</strong> dinero?<br />
—En absoluto. A Conrado, que cenerosamente<br />
convocó el certamen, no le<br />
faltan medios <strong>de</strong> encontrar el metálico<br />
<strong>de</strong> los premios, que esta vez pondrá él,<br />
va que ahora no cuenta con un mecenas<br />
como Pujol.<br />
—Mecenas cuyos segundos premios,<br />
tan prometidos durante la eufórica concesión<br />
<strong>de</strong> los primeros, no se ven por<br />
ninguna parte.<br />
—Cierto es. Y mire usted por dón<strong>de</strong><br />
ahora sería más necesario que nunca<br />
un criterio como el <strong>de</strong> don Agustín.<br />
—¿..-?<br />
—Ya sabe usted que cuando se convocaron<br />
los premios él remarcó su gusto<br />
en que se otorgasen a escritores <strong>de</strong><br />
fama.<br />
—Y asi fue, sin duda alguna.<br />
—¿Es usted amigo <strong>de</strong> los eslóganes?<br />
—¿Por qué HO?<br />
—Entonces^ le gustará saber que también<br />
entre los escritores se practica «la<br />
elegencia social <strong>de</strong>l regalo». Ahí tiene<br />
usted a Fe<strong>de</strong>rico Muelas, que buscando<br />
entre los grabados <strong>de</strong> un anticuario<br />
ATENEO<br />
<strong>LAS</strong> <strong>IDEAS</strong>, <strong>EL</strong> <strong>ARTE</strong> Y <strong>LAS</strong> <strong>LETRAS</strong><br />
0ÍWCCION. Y REDACCIÓN-<br />
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REVISTA Uü LOS ATENEOS<br />
AÑO ííl - NUMERO 50<br />
MADRID, 15 - í - i954<br />
encontró uno representando el edificio<br />
<strong>de</strong>l Tribunal <strong>de</strong> Cuentas <strong>de</strong> la Nación,<br />
bello original <strong>de</strong>l siglo XIX. Fe<strong>de</strong>rico<br />
lo ha enmarcado y se lo regaló, coincidiendo<br />
con la fiesta <strong>de</strong> Reyes, a don<br />
Eduardo Aunós, actual presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
este Tribunal.<br />
—Es un fino <strong>de</strong>talle, digno <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico.<br />
—Y el grabado, un fino grabado, <strong>de</strong><br />
la época cuando don Víctor Balaguer<br />
era presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> aquel organismo, que<br />
llega a las manos ce otro presi<strong>de</strong>nte<br />
escritor, como es Eduardo Aunós.<br />
—¿Hay novelas nuevas por ahí?<br />
—Sí, señor, las hay. Ahí tiene una<br />
magnífica, <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s problemas y ambiciones,<br />
que acaba <strong>de</strong> publicar Manuel<br />
Halcón. Se titula La gran borrachera.<br />
—También Juan Antonio <strong>de</strong> Zunzunegui<br />
ha terminado su novela La- vida<br />
cuando es.<br />
—¿Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme algo <strong>de</strong>l concurso<br />
<strong>de</strong> guiones <strong>de</strong>l Sindicato <strong>de</strong>l Espectáculo?<br />
—Aparte <strong>de</strong> que hay una selección<br />
final <strong>de</strong> diecinueve guiones, pronostico<br />
que van a ser primero y segundo premios,<br />
casi con toda seguridad, el que<br />
firman dos ilustres periodistas y escritores,<br />
mientras el tercero será para el<br />
titulado Tres estrellas <strong>de</strong> Avila.<br />
—Muy atinada esa suposición.<br />
<strong>EL</strong> INDISCRETO<br />
vldo slfí, <strong>de</strong>spués en Asturias y,<br />
le celebrad© exposición®»<br />
pero aspee sal me oí*? el<br />
me gustan k?s S
E S<br />
E NOL S<br />
Una juventud nuestra<br />
POR<br />
EN 1931, los trabajadores españoles emigrados a<br />
Francia carecían <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos contractuales y<br />
asistencíales otorg sdos a otros extranjeros. En el<br />
distrito consular <strong>de</strong> ^oulouse habla más <strong>de</strong> cincuenta<br />
mil españoles. Existían colonias numerosas en el norte<br />
y en otros <strong>de</strong>partamentos. Un obrero español sin recursos<br />
podía morirse <strong>de</strong> enfermedad en la ralle. Las) leyes<br />
sociales no le amparaban. Italia, en cambio, había<br />
impuesta el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> que se extendieran ai todos sus<br />
connacionales los beneficios contractuales y asistendales.<br />
Muchos <strong>de</strong> los trabajadores italianos en Francia<br />
eran antifascistas. Sin embargo, ¡a tutela <strong>de</strong>l Gobierno<br />
Mussolini se extendía a todos ellos.<br />
De la <strong>de</strong>nsidad que han adquirido las colonias <strong>de</strong> españoles<br />
en Francia. da i<strong>de</strong>a curiosa la abundancia <strong>de</strong><br />
nombres españoles en las páginas <strong>de</strong>portivas <strong>de</strong> los periódicos:<br />
Gómez, García, Pérez, Rodríguez, Sánchez,<br />
Martínez... Se trata <strong>de</strong> jóvenes comprendidos entre los<br />
dieciocho y les treinta años. Son hijos <strong>de</strong> emigrados<br />
voluntarios y <strong>de</strong> expatriados políticos. Hay numerosos<br />
niños en edad escolar, <strong>de</strong> sangre, lengua y contextura<br />
espiritual española. Son <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> miliares, infinitamente<br />
superiores en número a los que se hallan ea<br />
la U. R. S. S<br />
Ha cambiado el régimen <strong>de</strong> Jos <strong>de</strong>rechos sociales en<br />
Francia, y por lo menos bis españoles que trabajan en<br />
las industrias se encuenlrao en situación menos aflictiva,<br />
en cuanto a tai seguridad, que los emigrantes <strong>de</strong> 1931.<br />
En el campo, el estada <strong>de</strong> Ja cuestión es menos halagüeño.<br />
El triángulo Alcaldía-patrono-gendarmeria constituye<br />
una fuerza coactiva no siempre favorable a los<br />
españoles. ¡Cuántas nacionalizaciones son consecuencia<br />
<strong>de</strong> la presión!<br />
Nos importan, esencialmente, los niños y los jóvenes<br />
<strong>de</strong> naestra casta que viven en territorio francés. Ni<br />
siquiera tenemos que discriminar la conducta política<br />
<strong>de</strong> sus padres, ni los ímotivos <strong>de</strong> su emigración. Mas<br />
no se oívi<strong>de</strong> que en Francia hay millares <strong>de</strong> españoles<br />
que en ella viven <strong>de</strong>s<strong>de</strong> i antes <strong>de</strong> 1936. Quizá los padres<br />
han sido asimilados en cierto modo, pero las madres<br />
conservan —espléndidamente— el alma '<strong>de</strong> la estirpe<br />
hispánica.<br />
Al llegar a la edad militar, los jóvenes españoles tienen<br />
que <strong>de</strong>cidir su futuro nacional, ¿Cuas es, actualmente,<br />
su disposición <strong>de</strong> ánimo? Hace v&ntidfo años,<br />
recién caída la Monarquía, formulé esta misma pregunta<br />
públicamente, en una serie <strong>de</strong> artículos que publicó<br />
Manuel Aznar en "B Sol". Había entonces una aparatosa<br />
confraternidad entre los Gobiernos <strong>de</strong> Francia y<br />
España. Herriot visitaba <strong>Madrid</strong>; Lerroux volaba ea<br />
Ginebra unido a los pa:¡lieos franceses; Jean Herbette,<br />
embajador;<strong>de</strong> Francia, parecía ministro sin cartera <strong>de</strong>l<br />
Gobierno español; Zulueta sucedía a Lerroux imitando<br />
la conducta francófila <strong>de</strong> éste... Pero la República española<br />
no consiguió lo que había obtenido el Gobierno<br />
neo<br />
ENERO<br />
fascista italiano. Tampoco lohabia<br />
logrado la Monarquía.<br />
Pedia yo, en aquellos artículos<br />
<strong>de</strong> "Q Sol" (—íjue provocaron<br />
una promesa gubernamental—,<br />
un régimen <strong>de</strong> igualdad social y<br />
asistenclal <strong>de</strong> los trabajadores esp.ñoes<br />
con los italianos y ios<br />
franceses; el cese <strong>de</strong> las presiones<br />
para obtener la íorzosa nacionalización;<br />
la apertura <strong>de</strong> escuelas<br />
españolas y <strong>de</strong> Bolsas <strong>de</strong><br />
trabajo; la autorización para que<br />
funcionaran, sin trabas, las socieda<strong>de</strong>s<br />
españolas ¿jenas a la<br />
política interior francesa... Llegó<br />
1936, sin haberse obtenido otra<br />
cosa que protocolarias promesas<br />
y alguna mínima y jamás cumplida<br />
concesión. La realidad <strong>de</strong><br />
las relaciones diplomáticas hispantótancesas<br />
pue<strong>de</strong> revelarla el<br />
hecho <strong>de</strong> que unos marineros <strong>de</strong><br />
la Armada española, <strong>de</strong>tenidos<br />
injustamente por haber repelido a pescadores franceses<br />
furtivos en .el Bidasoa —el año 1933—, estuvieron a<br />
punto <strong>de</strong> ser juzgados por un Consejo <strong>de</strong> guerra también<br />
francés. Un prestigioso jefe <strong>de</strong> la Marina <strong>de</strong> guerra,<br />
don losé Garnica, recordará el calvario por mi recorrido<br />
para conseguir <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Estado, a través<br />
<strong>de</strong> una campaña <strong>de</strong> prensa!, la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> liberación<br />
<strong>de</strong> aquellos marineros. V cómo los soldados españoles<br />
presos en Bayona; sólo recibieron los auxilios <strong>de</strong><br />
su comandante y los míos, basta traerles yo, en automóvil,<br />
una noche tormentosa, a la fronfera <strong>de</strong> Espaáa.<br />
La situación <strong>de</strong> los niñps y los muchachos españoles<br />
es hoy más <strong>de</strong>licatía, por los sucesivos hechos <strong>de</strong> la<br />
gueira española, <strong>de</strong> la universal y <strong>de</strong>l prolongado cierre<br />
<strong>de</strong> la frontera 'hispanofrancesa. Todas esas peripecias<br />
no han afectado en modo alguno a las instituciones<br />
francesas establecidas en territorio español; las escuelas,<br />
los institutos, las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> beneficencia,<br />
las orgaaizacíones económicas, toda I» vasta red francesa<br />
afincada en nuestra patria, han funcionado sin<br />
interrupción. Es log.co que el Estado francés se preocupe<br />
<strong>de</strong> conservar el espíritu nacional <strong>de</strong> sus emigranres<br />
en la mayor parte <strong>de</strong> las provincias españolas, aunque<br />
no haya ningún peligro <strong>de</strong> que Espaáa presione<br />
suhre ellos para obligarles a nacionalizarse.<br />
Reciente aún el establecimiento <strong>de</strong> nuevas relaciones<br />
diplomáticas con Francia, es indudable que esa<br />
circunstancia no habrá estorbado a la consi<strong>de</strong>ración<br />
<strong>de</strong>l problema nacional representado por esa muchedum-<br />
bre <strong>de</strong> españoles niñ(os y adolescentes que todavía no<br />
han llegado a la edad <strong>de</strong> optar entre la patria moral y<br />
racial y la posible patria'adoptiva. Mueve a estas reflexiones<br />
en torno a la cuestión íel hecho <strong>de</strong> que las nuevas<br />
generaciones están sometidas la mayor parte <strong>de</strong>l<br />
tiempo a la influencia cotidiana y directa <strong>de</strong> la lengua<br />
y <strong>de</strong> las costumbres francesas. En ningún hogar<br />
<strong>de</strong> emigrados se han perdido el idioma y el estilo vital.<br />
Pero también es cierto que, según avanzan los<br />
años, los hijsos van renunciando al bilingüismo forzoso<br />
y <strong>de</strong>jándose ganar por el medio ambiente <strong>de</strong> la eSCuela,<br />
la calle, el taller y la fábricta.*<br />
'No hay compatriota, con la excepción <strong>de</strong> aquellos que a<br />
través <strong>de</strong>! crimen se coHocaron al margen <strong>de</strong> la ley, <strong>de</strong> la<br />
ley nacional y <strong>de</strong> la ley natural, que sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñable. Hace<br />
cuatro años vi salir <strong>de</strong> Francia a un grupo <strong>de</strong> georgianos<br />
a quienes el Gobierno <strong>de</strong> la V. R. S, S. había planteado<br />
el dilema <strong>de</strong>l retorno o <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> nacionalidad.<br />
El caso <strong>de</strong> los españoles emigrados en Francia<br />
es muy distinto, y no'se trata <strong>de</strong> ejercer ninguna coacción<br />
sobre su espíritu. Mussolini, al favorecer a todos<br />
los traba jeidores italianos, sabia que prestaba un servicie<br />
a muchos enemigos. Pero él sentía, ante todo, la<br />
italianidad. PfOr otra parte, 'los niños y ios muchachos<br />
que viven en Francia —y repito que muchos <strong>de</strong> ellos<br />
son vastagos <strong>de</strong> familias emigradas hace veinte y más.<br />
años— sólo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l vinculo puramente nacional,<br />
espiritual y racial. No fueron actores, ni siquiera testigos,<br />
probablemente, <strong>de</strong> la guerra española.
autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las mas califi-<br />
*-* cadas ven en la nación española una<br />
totalidad católica. Ciertas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
Jas mejor calificadas ven en la nación española<br />
una mayoría católica. Ciertas autorida<strong>de</strong>s<br />
no <strong>de</strong> las menos calificadas ven en la<br />
nación española una minoría católica». Y<br />
A.-Z. Serrand, que empieza así un artículo<br />
publicado en el número <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong><br />
«La Vie Intellectuelle», con el título «De<br />
la noción <strong>de</strong> totalidad católica», se pregunta:<br />
¿Qué es la nación española, religiosamente<br />
consi<strong>de</strong>rada?<br />
Visto el cariz habitual <strong>de</strong> las informaciones<br />
<strong>de</strong> «La Vie íntellectueüe» sobre España-,<br />
sería mucho pedir al autor <strong>de</strong>l artículo<br />
mencionado que prescindiese <strong>de</strong> fáciles<br />
ironías a cuenta <strong>de</strong>l editorial en que<br />
la revista «Razón y Fes <strong>de</strong> julio-agosto<br />
<strong>de</strong> 1953^ titulado «La legítima convivencia»,<br />
contesta a esa pregunta. Aún extien<strong>de</strong><br />
Serrand su crítica al número <strong>de</strong><br />
«Mundo Hispánico*, en que esta revista se<br />
limita a reproducir el discurso que el car<strong>de</strong>nal<br />
Ottaviani, prosecretario <strong>de</strong>l Santo<br />
Oficio, pronunció el 2 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>l año<br />
pasado en el Pontificio <strong>Ateneo</strong> Lateranense.<br />
Veamos en qué se funda la critica <strong>de</strong><br />
Serrand.<br />
La convivencia legítima, para «Razón<br />
y Fe», es la autorizada por el artículo sexto<br />
<strong>de</strong>l Fuero <strong>de</strong> los Españoles, o sea la que<br />
conce<strong>de</strong> a los no católicos el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
profesar privadamente su culto y restringe<br />
a los católicos las manifestaciones públicas<br />
<strong>de</strong>l suyo, que es e) <strong>de</strong>l Estado.<br />
Esto, según «Razón y Fe», supone que<br />
existe realmente la unidad católica. No es<br />
que se sepa por estadísticas; ni se quiere<br />
<strong>de</strong>cir que todos o la mayoría vivan católicamente;<br />
sí que no hay núcleos religiosos<br />
importantes fuera <strong>de</strong>l católico, ni <strong>de</strong> ateísmo<br />
consciente. Pues aun íos españoles que<br />
se proclaman hostiles a la Iglesia, son «casi<br />
siempre católicos en el fondo*; han creído<br />
alguna vez explícitamente, <strong>de</strong> hecho no<br />
han renegado conscientemente <strong>de</strong> su fe<br />
y fácilmente volverían a ella, si fuesen <strong>de</strong>bidamente<br />
informados.<br />
Y Serrand, observa que, ante esas palabras,<br />
«se tiene la impresión, o bien <strong>de</strong> que<br />
Francia es también, moralmente, católica<br />
en su totalidad, o bien <strong>de</strong> que España es,<br />
también ella, país <strong>de</strong> misión».<br />
Esta observación parece consecuencia <strong>de</strong><br />
un doble <strong>de</strong>sconocimiento: <strong>de</strong> España, por<br />
un lado, lo cual no nos pue<strong>de</strong> extrañar, y<br />
<strong>de</strong> los datos que un ejemplar movimiento<br />
<strong>de</strong> información sociológica arroja sobre el<br />
hecho «Francia, país <strong>de</strong> misión», lo cuai<br />
sí tiene que asombrarnos. Godin y Daniel<br />
o Boulard, en sus obras ya clásicas; Michonneau,<br />
en su conocida «Parroquia, comunidad<br />
misionera», <strong>de</strong>scubren que, junto<br />
a la extensa zona, como la que «Razón y<br />
Fe» <strong>de</strong>scribe, <strong>de</strong> los indiferentes, que aún<br />
son, sin embargo, psicológicamente católicos,<br />
hay otras en que el proceso <strong>de</strong> pagan ización<br />
ha avanzado lo suficiente para<br />
haber <strong>de</strong>svanecido todo vestigio <strong>de</strong> mentalidad<br />
cristiana; y son estas zonas las que<br />
han motivado la aplicación <strong>de</strong>l término<br />
«país <strong>de</strong> misión» a Francia. No es que los<br />
españoles nos hagamos la ilusión <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r<br />
prescindir <strong>de</strong>i espíritu misionero, pero, a<br />
pesar <strong>de</strong> todo, faltan esas zonas paganas<br />
<strong>de</strong> Francia, con la importancia que allí<br />
tienen. Por lo <strong>de</strong>más, en Francia, el carácter<br />
minoritario <strong>de</strong>l catolicismo salta a<br />
la vista y contrasta con la base popular<br />
que conserva en España.<br />
Pero <strong>de</strong>jemos unas comparaciones que<br />
no preten<strong>de</strong>n ser peyorativas para un catolicismo,<br />
como el francés, cuyo esfuerzo <strong>de</strong><br />
luci<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> adaptación ha sido con justicia<br />
ensalzado por el Padre Santo. La<br />
cuestión importante que Serrand se plantea<br />
es ésta: «una totalidad o mayoría, ¿basta<br />
para justificar la instauración <strong>de</strong> un Estado<br />
católico con todas sus consecuencias<br />
jurídicas?».<br />
«Razón y Fe» alega que esa mayoría, en<br />
España, compren<strong>de</strong> ala mejor y mas sana<br />
parte <strong>de</strong>l pueblo»; apreciación que le parece<br />
a Serrand «ligeramente impúdicas, y «poco<br />
conforme con las reglas <strong>de</strong>t Derecho este<br />
arbitraje don<strong>de</strong> el juez es parte interesada*.<br />
No es <strong>de</strong>cisivo el razonamiento. Toda la<br />
doctrina <strong>de</strong> la guerra justa se apoya en esa<br />
i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> juez y parte, sin duda<br />
peligrosa, pero no absolutamente rechazable<br />
eri nombre <strong>de</strong>l Derecho. Y todavía no<br />
se ha encontrado modo <strong>de</strong> que el or<strong>de</strong>n<br />
político <strong>de</strong>je <strong>de</strong> <strong>de</strong>scansar en la autolimitación<br />
<strong>de</strong> un soberano, unipersonal o colegiado,<br />
lo cual, en <strong>de</strong>finitiva, equivale a<br />
aquella i<strong>de</strong>ntificación.<br />
Por otra parte, es que no cabe atacar al<br />
Estado católico como si lo único que le<br />
justificase fuera la mayoría católica, y no<br />
la naturaleza <strong>de</strong> la minoría no católica.<br />
Afirmaban los Metropolitanos españoles en<br />
su Instrucción <strong>de</strong>l 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1948 que<br />
«los españoles que no hacen profesión <strong>de</strong><br />
íe católica y sobre todo, los adheridos oficialmente<br />
a alguna confesión religosa distinta<br />
<strong>de</strong> la católica, son un número tan insignificante,<br />
que no pue<strong>de</strong>n tenerse en<br />
cuenta para una ley que mira a la comunidad<br />
social»; y por esto, cuando la revista<br />
norteamericana «Indiana Catholic and Record»<br />
afirmaba en 1952 que «los católicos<br />
en otros países no ven en el protestantismo<br />
una amenaza, sino un hecho», contestaba<br />
el padít: Granero, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> «Razón y Fe», que<br />
aquí son exactamente lo contrario: una<br />
amenaza y no un hecho. Pero podrían ser<br />
VIE INT<strong>EL</strong>LECTU<strong>EL</strong>LE"<br />
OLIC<br />
Y<br />
Por JOSÉ ARIA GARCÍA i<br />
los católicos mayoría en España y haber<br />
razones que justificasen la libertad <strong>de</strong> cultos...<br />
si hubiera otros cultos, es <strong>de</strong>cir, si<br />
la minoría tuviera, en su generalidad, otro<br />
carácter que el simplemente negativo <strong>de</strong><br />
no ser católica. Es este carácter negativo<br />
lo que en buena medida justifica el<br />
Estado católico, y en este sentido creo<br />
que se <strong>de</strong>be completar (si se proce<strong>de</strong> con<br />
una mínima benevolencia) el razonamiento<br />
<strong>de</strong> «Razón y Fe», para la cual, si veintiocho<br />
millones <strong>de</strong> españoles, católicos fervientes,<br />
justificarían el Estado católico, con mayor<br />
razón lo justifica «la situación real <strong>de</strong> nuestro<br />
pueblo, compuesto en buena parte <strong>de</strong><br />
no practicantes incultos y engañados».<br />
En el razonamiento <strong>de</strong> Serrand hay un<br />
error <strong>de</strong> origen: consi<strong>de</strong>rar que el Estado<br />
católico es solamente la expresión <strong>de</strong> una<br />
sociedad católica, es <strong>de</strong>cir, darle una base<br />
<strong>de</strong>mocrática, cuando es más cierto que es,<br />
sobre todo, expresión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber que el<br />
Estado tiene, como las <strong>de</strong>más socieda<strong>de</strong>s y<br />
las personas naturales, <strong>de</strong> profesar la religión<br />
verda<strong>de</strong>ra. El Estado católico es concebible,<br />
en principio, en una sociedad<br />
don<strong>de</strong> sólo una reducida minoría sea católica,<br />
pero en este caso se pue<strong>de</strong> asegurar<br />
que la intolerancia causaría siempre mayores<br />
males a la religión que la tolerancia.<br />
Es ío que explica el régimen <strong>de</strong> libertad<br />
que el reciente Concordato <strong>de</strong> España con<br />
la Santa Se<strong>de</strong> mantiene para la zona <strong>de</strong><br />
Protectorado; conducta tolerante en la<br />
que los ceñudos censores <strong>de</strong> nuestra postura<br />
no fijan, porque no !es conviene, su<br />
atención. Pero ésa es la situación que no<br />
se da en la Península, lo cual justifica una<br />
fórmula que satisface a la mayoría sin<br />
dañar los intereses <strong>de</strong> una minoría, a ía<br />
cual <strong>de</strong>be bastarle con que no se la fuerce<br />
a ningún acto <strong>de</strong> adhesión al catolicismo<br />
(pues, aunque leído en España parezca<br />
pintoresco, muchos <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>tractores<br />
dan por supuesta esa coacción) y con que,<br />
en su caso, se respete su culto privado;<br />
respeto, éste, sin embargo, que no <strong>de</strong>be<br />
interpretarse como reconocimiento al error<br />
<strong>de</strong> ningún <strong>de</strong>recho, sino como sometimiento<br />
<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al a la realidad, por razón <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia.<br />
El Papa ha recordado recientemente<br />
al V Congreso <strong>de</strong> Juristas Católicos<br />
italianos que «lo que no respon<strong>de</strong> a la<br />
verdad y a la norma moral no tiene objetivamente<br />
<strong>de</strong>recho alguno ni a la existencia,<br />
ni a la propaganda, ni a la acción»<br />
(palabras que brindo a Serrand para disipar<br />
las dudas <strong>de</strong> la última página <strong>de</strong> sit<br />
artículo).<br />
Todos éstos son temas que han sido muy<br />
<strong>de</strong>batidos con motivo <strong>de</strong> la campaña <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nada<br />
contra España a consecuencia<br />
<strong>de</strong> la titulada «opresión» <strong>de</strong> las minorías<br />
protestantes. Poco interés tendría el trabajo<br />
<strong>de</strong> Serrand si terminase ahí. Pero<br />
aún toca dos puntos que vale la pena con-<br />
si<strong>de</strong>rar, incluso con amplitud superior a<br />
la que él les <strong>de</strong>dica-<br />
Primer punto. En -contra <strong>de</strong>l régimen<br />
«que se estima i<strong>de</strong>al» (¡subrayo el matiz <strong>de</strong><br />
ese «se estima»; sólo que Pío XII, en la<br />
ocasión que cito más arriba, afirma que<br />
«por principio, es <strong>de</strong>cir, como tesis, no<br />
pue<strong>de</strong> aprobar la Iglesia la completa separación<br />
entre los dos Po<strong>de</strong>res»; y ésta<br />
es la postura <strong>de</strong>l «Syllabus» y <strong>de</strong> León XIII<br />
ea la Carta a los prelados norteamericanos<br />
y en las Encíclicas «Inmortale Dei», «Libertas»<br />
y «Diuturnum Illud»), Serrand menciona<br />
una Carta colectiva <strong>de</strong> los obispos<br />
brasileños que en 1889 saludaron el fin <strong>de</strong>l<br />
Estado católico como «el <strong>de</strong> una protección<br />
que nos asfixiaba». De no encontrar más<br />
que ese argumento, valía más que se lo<br />
hubiese guardado. «Un» Estado que se<br />
llame católico pue<strong>de</strong> asfixiar, pero <strong>de</strong> ahí<br />
no se sigue que «todo» Estado católico asfixie<br />
ni que una, dos, tres hipótesis contrarias<br />
<strong>de</strong>ban hacernos contrarios a la tesis.<br />
Y es en el terreno <strong>de</strong> ésta don<strong>de</strong> Serrand<br />
plantea la polémica, aunque no <strong>de</strong>ban extrañarnos<br />
ciertas incertidumbres, fruto<br />
acaso <strong>de</strong>l difundido equívoco '<strong>de</strong> íos maritenianos<br />
entre las situaciones <strong>de</strong> libertad,<br />
que sólo como «hipótesis» se pue<strong>de</strong>n tolerar,<br />
y esas mismas situaciones presentadas<br />
como «i<strong>de</strong>ales históricos concretos», que no<br />
son el i<strong>de</strong>al en sí, pero que se le parecen<br />
mucho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que se sustituye<br />
una noción unívoca <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al por<br />
una noción analógica, que le hace estar<br />
presente en cada uno <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales históricos<br />
concretos que se han sucedido en la<br />
historia.<br />
El segundo punto ha sido menos tratado, -<br />
y presenta por ello mayor interés.<br />
Supuesta la tesis <strong>de</strong>l Estado católico<br />
como i<strong>de</strong>al permanente, y no, según dicen<br />
los maritenianos, como i<strong>de</strong>al exclusivo <strong>de</strong><br />
una época histórica periclitada; supuesto<br />
que esa tesis <strong>de</strong>be aplicarse allí don<strong>de</strong> sea<br />
posible; supuesto, en íin, que en España lo<br />
es. queda consi<strong>de</strong>rar si otras razones aconsejan<br />
<strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> ello.<br />
Serrand viene a <strong>de</strong>cir que, si fundamos<br />
el Estado católico en que la mayoría <strong>de</strong><br />
los nacionales son católicos, nos exponemos<br />
a que nos vuelvan la oración por pasiva.<br />
«No se ve en ese caso por qué la Rusia<br />
zarista <strong>de</strong> antaño, adherida a la fe ortodoxa,<br />
no habría prohibido a las minorías<br />
uniata o latina crear en su seno una escisión<br />
religiosa; no se ve hoy por qué en los<br />
Estados Unidos, la mayoría absoluta <strong>de</strong><br />
los protestantes, <strong>de</strong> acuerdo sobre el «dogma»<br />
<strong>de</strong> la tolerancia civil <strong>de</strong> las confesiones
H L<br />
LDER O<br />
religiosas, no perseguiría a los católicos,<br />
minoritarios, acusados <strong>de</strong> hostilidad a este<br />
principio». Y si entonces invocamos los<br />
católicos la libertad, se nos podrá <strong>de</strong>cir<br />
lo que a los comunistas —agrego por mi<br />
cuenta—: que pedimos la libertad <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la oposición y la negamos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Po<strong>de</strong>r,<br />
Y, efectivamente, al católico Veuillot se<br />
atribuía la frase: «Cuando somos los más<br />
débiles, os pedimos libertad en nombre<br />
<strong>de</strong> vuestros principios; cuando seamos los<br />
más fuertes, os la negaremos en nombre<br />
<strong>de</strong> los nuestros».<br />
Pero nada hay más lógico que esa frase,<br />
por impolítica que pueda ser. Si creemos<br />
que poseemos la verdad, «tenemos que ser»<br />
intolerantes; y si el liberalismo no está<br />
seguro <strong>de</strong> la verdad, no pue<strong>de</strong> ser más que<br />
tolerante. Esto, Serrand tiene que reconocerlo,<br />
al menos implícitamente, pero no<br />
<strong>de</strong>scubre cómo hacerlo admitir, «apelando<br />
exclusivamente a la razón». Pero no se<br />
trata <strong>de</strong> cómo hacerlo admitir, sino <strong>de</strong><br />
si es así o no, y lo cierto es que no se ve<br />
por qué el católico va a encerrar la fe en<br />
la verdad <strong>de</strong> su religión en la vida privada,<br />
renunciando para su vida pública a cuanto<br />
no pertenezca exclusivamente a la razón,<br />
con lo cual su religión jamás podrá tener<br />
ei puesto que le correspon<strong>de</strong> en la sociedad.<br />
En la práctica, pue<strong>de</strong> ocurrir que en<br />
países <strong>de</strong> diversas religiones sea aconsejable<br />
que nunca una <strong>de</strong> ellas, aun siendo<br />
mayoritaria, niegue a las otras la libertad,<br />
ya por el temor <strong>de</strong> que éstas, a su vez, se<br />
la negasen a elía; ya porque la prestación<br />
<strong>de</strong> tal promesa sea condición para la paz<br />
presente; ya porque los elementos básicos<br />
<strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong>l país hayan calado<br />
en !a conciencia pública <strong>de</strong> modo que su<br />
evolución futura esté <strong>de</strong>terminada por<br />
ellos en un sentido <strong>de</strong>l que sería impru<strong>de</strong>nte<br />
apartarse. (Y aun así, tampoco sería<br />
pru<strong>de</strong>nte dar a esa palabra «nunca» un alcance<br />
absoluto...). En ese sentido se <strong>de</strong>ben<br />
enten<strong>de</strong>r la promesa que el car<strong>de</strong>nal Manning<br />
hacía en 1875 <strong>de</strong> que, si los católicos<br />
llegasen a dominar en Inglaterra, no restringirían<br />
ninguna libertad, y la <strong>de</strong>claración<br />
parecida <strong>de</strong>l arzobispo <strong>de</strong> Cincinati,<br />
John T. McNicholas, O.P. en 1948. ¿Pue<strong>de</strong><br />
ser ése el caso <strong>de</strong> un país sin pluralidad<br />
religiosa, como España?<br />
Aquí acaba Serrand. Pero aquí empieza<br />
la parte más interesante <strong>de</strong> la polémica sobre<br />
el Estado católico Sustituiré a Serrand<br />
por la revista «América», <strong>de</strong> los jesuítas<br />
norteamericanos, que en su número<br />
<strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong> noviembre, comentando el Concordato<br />
español, se pregunta si, en consi<strong>de</strong>ración<br />
<strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la opinión mundial,<br />
que acusa a los católicos <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la<br />
libertad sólo por táctica, no sería preferible<br />
un sistema más liberal. Es la tesis<br />
que, con carácter genera), <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> Yves<br />
<strong>de</strong> la Bríére, partiendo <strong>de</strong>l hecho #unive<br />
sal» <strong>de</strong> la división <strong>de</strong> creencias religiosa<br />
para sostener que el bien común exige que<br />
sea reconocida en todas partes, como una<br />
regla universal <strong>de</strong> civilización, la libertad<br />
legal <strong>de</strong> todos los cultos con las únicas<br />
reservas <strong>de</strong> la moral y el or<strong>de</strong>n público.<br />
Esta es, para todos los pueblos, materia<br />
<strong>de</strong> un universal <strong>de</strong>ber y <strong>de</strong> un universal<br />
contrato <strong>de</strong> probidad.<br />
Así, pues, la excepción <strong>de</strong>berá ce<strong>de</strong>r a<br />
ia regla general y la unidad católica <strong>de</strong> un<br />
Estado <strong>de</strong>berá ser sacrificada para evitar<br />
perjuicios a los católicos minoritarios <strong>de</strong><br />
otros países. Y, efectivamente. Pío XII,<br />
en su discurso al V Congreso Nacional <strong>de</strong><br />
la Unión <strong>de</strong> Juristas Católicos Italianos,<br />
antes mencionado, contesta afirmativamente<br />
a la pregunta <strong>de</strong> si, ante el bien<br />
superior que representa una comunidad<br />
<strong>de</strong> pueblos, que naufragaría si no se edifícase<br />
sobre la libertad religiosa, el Estado<br />
católico pue<strong>de</strong> dar su asentimiento a «la<br />
norma <strong>de</strong> que el libre ejercicio <strong>de</strong> una<br />
creencia y <strong>de</strong> una práctica religiosa moral,<br />
que tengan valor en uno <strong>de</strong> los Estados<br />
miembros, no se impida en todo el territorio<br />
<strong>de</strong> la comunidad por medio <strong>de</strong> leyes o<br />
provi<strong>de</strong>ncias estatales coercitivas»; pero<br />
pero hay que observar: i.°; que, aunque se<br />
trate <strong>de</strong> tolerar el culto público y no simplemente<br />
el privado, el Papa recuerda que<br />
«el ver si esta condición se da en un caso<br />
concreto —es la llamada «quaestio facti»—<br />
<strong>de</strong>be, ante todo, juzgarlo el mismo estadista<br />
católico, parangonando las consecuencias<br />
dañosas que surgen <strong>de</strong> la tolerancia<br />
con aquellas que mediante la aceptación<br />
<strong>de</strong> la fórmula <strong>de</strong> tolerancia se ahorrarán<br />
a la comunidad <strong>de</strong> los Estados».<br />
2. 0 ; que el Papa contempla la posibilidad<br />
<strong>de</strong> una auténtica organización <strong>de</strong> Estados;<br />
por lo cual parece, por lo menos,<br />
dudoso que, hoy, el mero «espíritu <strong>de</strong> la<br />
época» exija el sacrificio <strong>de</strong> la unidad religiosa.<br />
En ningún texto <strong>de</strong> los Pontífices<br />
contemporáneos hay base para estimar que<br />
la «hipótesis» se haya convertido en mundial<br />
y que, por ello, sea aconsejable ir en<br />
todas partes a la libertad religiosa. En<br />
cuanto al perjuicio que la existencia <strong>de</strong> un<br />
Estado católico causa a otros católicos minoritarios,<br />
ni se compren<strong>de</strong> bien, como<br />
escribía el padre Sobrino en «Razón y Fe»,<br />
en virtud <strong>de</strong> qué alergia misteriosa las<br />
vendas que cubren las heridas <strong>de</strong> la Iglesia<br />
española se convierten en cuchillo para<br />
otros países, ni se aprecia que el mantenimiento<br />
<strong>de</strong>l Estado católico español haya<br />
impedido el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l catolicismo en<br />
las naciones anglosajonas, ni <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser<br />
beneficioso que se conserve la tesis en algún<br />
país, para recordar a los católicos <strong>de</strong> los<br />
otros cuál es el i<strong>de</strong>al, ni, por ultimo, se<br />
<strong>de</strong>be olvidar lo que unánimemente olvidan<br />
nuestros censores extranjeros: el bien que<br />
los católicos españoles (católicos también)<br />
Cariomagno recibe el estandarte <strong>de</strong> Rorná <strong>de</strong> manos <strong>de</strong> San Pedro<br />
(Roma. Mosaico <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Letran)<br />
obtienen <strong>de</strong>l Estado confesional y las consecuencias<br />
terribles que tendría el abandono<br />
<strong>de</strong> la unidad católica. El padre Guerrero,<br />
también. en «Razón y Fe», comparaba<br />
hace tiempo el bien incierto y pequeño<br />
<strong>de</strong> ese abandono —cierta satisfacción <strong>de</strong><br />
los acatólicos <strong>de</strong> otros países— y el mal<br />
cierto y grave —la pérdida <strong>de</strong> nuestra unidad<br />
religiosa—. Y concluía: $no es lícito<br />
permitir un mal cierto y grave por un bien<br />
incierto e insignificante.»<br />
Si ese sacrificio fuese necesario, ¿cómo<br />
podríamos dudar? Pero ni el discurso mencionado<br />
<strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal Ottaviani, ni, <strong>de</strong>spués,<br />
la firma <strong>de</strong>i Concordato <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong><br />
agosto <strong>de</strong> 1953, parecen indicarlo. La revista<br />
«América* observa que esa interpretación<br />
valdría si por parte española se<br />
hubiese propuesto un régimen <strong>de</strong> mayor<br />
libertad, y la Santa Se<strong>de</strong> lo hubiera rechazado;<br />
pues lo que sostiene la revista no es<br />
que el sistema que llama «español» sea inaceptable,<br />
sino que sería preferible otro.<br />
Pero repetidamente se ha observado que,<br />
con relación a los cuatro artículos primeros<br />
<strong>de</strong>l Concordato <strong>de</strong> 1851, q ue explícitamente<br />
establecen la unidad católica, fue la Santa<br />
Se<strong>de</strong> quien exigió su observancia; y a<strong>de</strong>más,<br />
entendámonos, lo que se dice no es<br />
que el sistema «español» sea «menos bueno»,<br />
sino que es positivamente perjudicial, al<br />
menos para los <strong>de</strong>más católicos <strong>de</strong>l mundo;<br />
y en este caso, somo observa el car<strong>de</strong>nal<br />
primado, doctor Plá y Deniel, en su comentario,<br />
en la revista «Ecciesia», al Concordato,<br />
¿habría suscrito la Santa Se<strong>de</strong> el<br />
trascen<strong>de</strong>ntal documento?<br />
Agrega «América» que la unidad católica<br />
no es incompatible con una mayor libertad<br />
legal, y cita la Constitución irlan<strong>de</strong>sa,<br />
que reconoce la situación «especial»<br />
<strong>de</strong> la Iglesia, y Ja Constitución portuguesa,<br />
con su régimen <strong>de</strong> «separación». ¿Habrá<br />
que repetir lo antes dicho? La unidad católica<br />
exige lógicamente el Estado católico,<br />
salvo circunstancias <strong>de</strong> hecho que acaso<br />
se <strong>de</strong>n en otros países, pero que no parece<br />
se repitan en España.<br />
Si la caridad no lo vedase, en ia hostilidad,<br />
la incomprensión <strong>de</strong>liberada, las fáciles<br />
ironías y el jugar con las palabras prescindiendo<br />
<strong>de</strong> un sentido obvio, en que<br />
suelen incurrir tantos católicos <strong>de</strong> fuera<br />
cuando se trata <strong>de</strong> juzgarnos, uno vería<br />
el malsano <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver <strong>de</strong>saparecer una<br />
fórmula, sólo porque ellos no la pue<strong>de</strong>n<br />
aplicar.'Lo peor <strong>de</strong> sus críticas no es que<br />
ataquen una aplicación, necesariamente<br />
discutible y cuyos <strong>de</strong>fectos no^ negamos,<br />
sino que socavan la fórmula misma, haciendo<br />
que muchos católicos consi<strong>de</strong>ren <strong>de</strong><br />
buena fe como i<strong>de</strong>al una libertad que los<br />
Papas han presentado repetidamente como<br />
mera situación <strong>de</strong> hecho, que se pue<strong>de</strong> tolerar,<br />
don<strong>de</strong> no hay otro remedio, pero<br />
nada más. Precisamente porque nuestra<br />
sociedad no es íntegramente católica, los<br />
españoles hemos aprendido mucho en otros<br />
catolicismos que, antes que nosotros, vivieron<br />
esa situación, como es el caso <strong>de</strong>l francés.<br />
Sería <strong>de</strong>seable que nos <strong>de</strong>jasen aprovechar<br />
esas enseñanzas en vez <strong>de</strong> obligarnos,<br />
con críticas don<strong>de</strong> rara vez se <strong>de</strong>scubre ei<br />
espíritu <strong>de</strong> corrección fraterna, a acudir<br />
constantemente a ia <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> unos principios<br />
<strong>de</strong> los que estarnos seguros, sean<br />
cuales fueren nuestras flaquezas en su aplicación.<br />
f
LA EXPOSICIÓN DE LIBROS<br />
ESPAÑOLES EDITADOS EN 1953<br />
E H<br />
el cuadro <strong>de</strong> la política C5pctio>a <strong>de</strong>l libro, constituye mi acontecimiento<br />
<strong>de</strong> primer» importancia esia I Exposición Nacional tíei Libro Español,<br />
corro también hubiera potinfo titularse oficialmente, y- que se fia celebrado<br />
entre los días 17 y 24 <strong>de</strong> djcKatbre en el madrileño Circulo <strong>de</strong> Belitó<br />
Artses, organizada p»? el Ministerio <strong>de</strong> información y Ttarísm» {Oireccáóa Ge*<br />
ñera! tíe ítiírínacíóa), en estrecho contacto con los servidos técaicos <strong>de</strong>l las-i<br />
i Nacional <strong>de</strong>! li&ro Espaáoí, organismo aaíonoiiKJ <strong>de</strong> ia misma Dirección,<br />
servicio üei ijíea COÍBMÉÍII"., viene teniendo en los aíiimos años una serie* constante<br />
ile manifestaciones positivas y <strong>de</strong> estimulo, tanto económica como cal-<br />
En príñter lugar,. la tradicional Feria Nacional <strong>de</strong>l Libro, que antes se céb<br />
cada dos años 3? casi síempie en <strong>Madrid</strong>, ha pasado a ser anual <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
que es la primavera efe Í952 tuvo lujar en Barcelona y con carácter es-,<br />
peciaíiiíado, en consonancia COn el magno ac»aísecltnient3 religioso ínfentaciosal<br />
<strong>de</strong> afjaelías fechas; {teatro <strong>de</strong> SH«S ifias sera anunciada ía Feria Nacioaaí<br />
así libro correspondiste a Í954. Vienes luego fós Ferias Regionales que,<br />
nuestras tanto, han Ido celebrándose<br />
en Santan<strong>de</strong>r, Valencia, Sevilla y<br />
Eí ministro <strong>de</strong> Información y<br />
Ha sido adamas la asistencia a la<br />
Feria Internacional <strong>de</strong> Francfort, d»n<strong>de</strong><br />
en 1953 España lia estado por primera<br />
vez présenle <strong>de</strong>spués tíe nuestra<br />
guerra; es sabido que dicho cer-<br />
Jamen, creado por Jos alemanes <strong>de</strong><br />
Europa para sustituir a la lamosa Feris<br />
<strong>de</strong> Leipzig, reúne con fines informativos<br />
y comerciales la producción<br />
ediíeríai <strong>de</strong> todas las gran<strong>de</strong>s casas<br />
tís las naciones <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte.<br />
Por úHimo, ese ano <strong>de</strong> 1953, en<br />
eí que los editores españoles obtuvieron<br />
también excepcionales medida?<br />
<strong>de</strong> Gr-bierno para la compensación <strong>de</strong><br />
sus exportaciones a ios mercados americanos,<br />
ha culminado eti esta Exposición<br />
Nacional, limitada ó los libros<br />
impresos en e! aóo, y que ha constituido<br />
el mejor exponente selectivo <strong>de</strong><br />
fos casi seis millares tíe volúmenes<br />
que eo 1953 han salido <strong>de</strong> las prensas<br />
españolas. La Exposición, que ha<br />
sido visitada por dos mil personas<br />
diarias (fe promedio, ha alcanzado sa<br />
mayor éxito en los asedios culturales<br />
y en los indostrlaies <strong>de</strong> las Artes Crá-<br />
«s <strong>de</strong> febrero es-<br />
tá prevista* la ejtbibftáéíí <strong>de</strong> estos !*-<br />
-VICENTE CACHO<br />
eí director generar <strong>de</strong><br />
E., durante la apertura<br />
LF<br />
ENC SOBRfl<br />
OPINAN UN POLÍTICO, UN AUTOR, UN<br />
CRITICO, UN EDITOR Y UN LIBRERO<br />
LA política es, en los pueblos mo<strong>de</strong>rnos, y especial mente en la urgencia<br />
<strong>de</strong> la historia presente, conciencia popular tanto como sistema <strong>de</strong><br />
i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> acción (i© gobierno. Por eso el iibro político tiene hoy una<br />
difusión especial.<br />
jCtímo <strong>de</strong>be ser el libro político? jQué preferencias tiene el público<br />
lector <strong>de</strong> esta clase <strong>de</strong> Hteratura2 Nuestro colaborador Juan Sampelayo<br />
ha pedido opiniones sobre el libro político a Javier Con<strong>de</strong>, José Marín<br />
Fontaua, Antonio Valencia, al editor Luis <strong>de</strong> Caralt y ai librero .losé<br />
García Perona.<br />
«EN LA VIDA INFLUYE LA DOC-<br />
TRINA, NO <strong>EL</strong> PANFLETO*,<br />
dice Javier Con<strong>de</strong>.<br />
— ¿Valor <strong>de</strong> los libros políticos?<br />
—En literatura política, como en<br />
toda dase <strong>de</strong> literatura, los libros<br />
que valen son los buenos. Muchos<br />
<strong>de</strong> los que se escriben no lo son.<br />
Ocurre que mientras los libros <strong>de</strong><br />
física o <strong>de</strong> matemáticas tienen por<br />
autores a técnicos en la materia, los<br />
<strong>de</strong> política frecuentemente son escritos<br />
por aficionados, en el mejor<br />
<strong>de</strong> los casos, como si la política no<br />
fuera un saber muy específico y dificultoso.<br />
El saber político es complejo<br />
y requiere a<strong>de</strong>cuada preparación;<br />
los libros <strong>de</strong> política no pue<strong>de</strong>n<br />
entregarse a la improvisación.<br />
—Los libros políticos, ¿<strong>de</strong>ben ser<br />
puramente doctrinales o más bien<br />
literarios y apasionados?<br />
—La Historia nos pone <strong>de</strong> manifiesto<br />
que los libros que influyen <strong>de</strong><br />
verdad en la vida son los <strong>de</strong> un alto<br />
nivel intelectual, no los panfletos ni<br />
los libros que son meros artilugios<br />
<strong>de</strong> propaganda. Han influido más<br />
La Política, <strong>de</strong> Aristóteles, o los<br />
Seis libros <strong>de</strong> la República, <strong>de</strong> Bodino,<br />
que otros -—innumerables—<br />
escritos <strong>de</strong> segunda mano y no radicados<br />
en la realidad <strong>de</strong> la naturaleza<br />
humana. Un libro influyente<br />
surge <strong>de</strong> una experiencia radical,<br />
como El Príncipe, El Contrato Social,<br />
el Tratado sobre el Gobierno<br />
Civil o el Leviathan. En ellos se<br />
unieron felizmente un atuendo científico<br />
impecable, una gran sencillez<br />
expresiva y una radicalidad profunda.<br />
En ellos, y por eso influyeron<br />
<strong>de</strong>cisivamente, se recoge una realidad<br />
política y se la transfiere al<br />
plano conceptual como si fuese conforme<br />
a la razón. Esta autenticidad<br />
es la que los hizo convertirse en clásicos.<br />
— ¿Por qué en nuestro pals'^e escriben<br />
pocos libros políticos?<br />
—La primera causa <strong>de</strong> este hecho<br />
evi<strong>de</strong>nte es la tensión que existe<br />
siempre entre la realidad y el pensamiento<br />
político. A<strong>de</strong>más, la realidad<br />
contemporánea es muy fluida y<br />
cambiante, lo que hace difícil someterla<br />
a un cuadro <strong>de</strong> categorías conceptuales.<br />
Por este motivo, el que<br />
escribe, o se limita a una pura <strong>de</strong>scripción,<br />
o corre riesgo <strong>de</strong> caer en la<br />
utopía. Para muchas observaciones<br />
precisas falta el conocimiento pormenorizado<br />
<strong>de</strong> los datos reales.<br />
— ¿Y por qué el español es poco<br />
aficionado a los libros políticos?<br />
-—Habría que <strong>de</strong>cir lo primero<br />
que el español lee, <strong>de</strong>sgraciadamente,<br />
pocos libros en ¡general. Tampoco<br />
hay verda<strong>de</strong>ra afición a la ciencia<br />
política, y no olvi<strong>de</strong>mos que los<br />
libros empiezan a ser caros.<br />
«HAY QUE ESCLARECER LA<br />
SIGNIFICACIÓN DE LOS HE-<br />
CHOS POLÍTICOS», dice José<br />
María Fontana.<br />
— Cómo <strong>de</strong>be ser el libro político,<br />
¿doctrinal o literario?<br />
—Creo que el libro político doctrinal<br />
—-dice el autor <strong>de</strong> En el Piri-<br />
Máscara mortuoria <strong>de</strong> Rousseau<br />
neo se vive <strong>de</strong> pie— es <strong>de</strong> una alta<br />
eficacia; pero estimo que el que lleva<br />
una cierta envoltura literaria cumple<br />
una mejor función al llegar a un<br />
mayor número <strong>de</strong> lectores.<br />
—fEs fácil hacer tal libro político?<br />
—Yo creo que sí. Mis dos libros<br />
son dos muestras <strong>de</strong> este sistema,<br />
imperfectas por ser mías, pero muestras.<br />
Entre nosotros, el i<strong>de</strong>alismo<br />
quijotesco lleva a que el libro politico<br />
no se halle muy en primer plano.<br />
Pero no se concibe una política <strong>de</strong><br />
realida<strong>de</strong>s sin realismo.
—-¿Sobre qué <strong>de</strong>ben versar los libro»<br />
políticos, sobre i<strong>de</strong>as o sobre<br />
hechos?<br />
—Es preciso siempre esclarecer la<br />
significación <strong>de</strong> las cosas políticas<br />
<strong>de</strong> gran importancia, por ejemplo, ía<br />
batalla <strong>de</strong>l Ebro»<br />
— ¿Hay que poner pasión en esto-<br />
—Rotundamente, ai.<br />
«LOS LIBROS POLÍTICOS SON<br />
CADA DÍA MAS NECESARIOS»,<br />
dice Antonio Valencia.<br />
— ¿Hacen falta, en general, los libros<br />
políticos?<br />
—Los libros <strong>de</strong> política son, tanto<br />
a mi juicio <strong>de</strong> crítico como <strong>de</strong> sencillo<br />
lector, cada día más necesarios<br />
como algo que contribuye & fijar<br />
una opinión en unas cosas, a marear<br />
rumbos en otras, a dar una enseñanza.<br />
— ¡Tu criterio crítico ante ellos?<br />
—Procuro mostrar la mayor objetividad;<br />
ahora, a veces, el entusiass<br />
mo o ia pasión...<br />
— ¿Lees muchos...? ¡De prisa o<br />
<strong>de</strong>spacio?<br />
•—Lo primero <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> los que<br />
rae mandan. La rapi<strong>de</strong>z o la lentitud<br />
está en consonancia con su interés;<br />
a veces, hasta tomo notas.<br />
— ¿Los lectores se guían <strong>de</strong> la crítica<br />
en estos libros?<br />
—Sin ser mo<strong>de</strong>sto, creo que sí.<br />
Estimo que se pue<strong>de</strong> ayudar mucho<br />
al libro político —-como a cualquier<br />
otro— <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un periódico. La juventud<br />
en particular busca el libro <strong>de</strong><br />
esta índole si se le dice tiene un i<strong>de</strong>al<br />
que discurre por los cauces <strong>de</strong> nuestro<br />
Movimiento y un tono literario<br />
estimable.<br />
«CASI TODOS LOS LIBROS PO-<br />
LÍTICOS QUE HE EDITADO<br />
ESTÁN AGOTADOS», dice el<br />
editor Luis <strong>de</strong> Caralt.<br />
—¿Cómo ve el editor Caralt el valor<br />
<strong>de</strong> los libros políticos?<br />
—Es evi<strong>de</strong>nte que hoy todo el<br />
mundo se interesa en las cosas públicas,<br />
én lo nacional y en lo internacional,<br />
dada la repercusión que laa<br />
mismas tienen en las cuestiones que<br />
antes se llamaban privadas <strong>de</strong> cada<br />
uno. Creo que el editor <strong>de</strong>be palpitar<br />
con au tiempo, sentir sus inquietu<strong>de</strong>s<br />
y seleccionar aquellas obras que<br />
crea pue<strong>de</strong>n ser interesantes y que<br />
han <strong>de</strong>jado, o aspiran a <strong>de</strong>jar, alguna<br />
huella más o menos fecunda.<br />
—Comercialmente, ¿son negocio?<br />
—No puedo quejarme; casi todos<br />
los libros políticos que he pubitcado<br />
están agotados. He tenido algunos<br />
fracasos, que consi<strong>de</strong>ro inexplicables,<br />
uno <strong>de</strong> ellos el <strong>de</strong> Roberto<br />
Cantalupe, Embajada en España,<br />
que es, a mi enten<strong>de</strong>r, uno <strong>de</strong> los<br />
libros <strong>de</strong> más interés que se han publicado<br />
en los últimos años.<br />
— ¿Los busca el público?<br />
—Siempre que, sean <strong>de</strong> valía, los<br />
libros políticos se mantienen en el<br />
favor <strong>de</strong>l público y no hay indicios<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>scenso, sino <strong>de</strong> lo contrario.<br />
Las Memorias <strong>de</strong> Churchill, <strong>de</strong> Von<br />
Papen, las conversaciones <strong>de</strong> Hítíer,<br />
lo prueban.<br />
, MACH1AV<strong>EL</strong>LI<br />
— ¿Qué país pxiblica libros políticos<br />
<strong>de</strong> más interés?<br />
—En todos los países se publican<br />
libros políticos <strong>de</strong> interés general.<br />
Sería muy difícil señalar un país<br />
<strong>de</strong>terminado como más favorable<br />
para la producción <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong><br />
tipo político. Más que los países son<br />
las-épocas las que marcan el rumbo<br />
con sus pasiones <strong>de</strong>l momento. Por<br />
ejemplo, en los Estados Unidos,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una producción antialemana,<br />
ha arreciado una producción<br />
anticomunista. En Alemania e Italia,<br />
tras un período <strong>de</strong> libros antinazis<br />
y antifascistas, ha sucedido un<br />
período más mesurado en la literatura<br />
política, y lo mismo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse<br />
<strong>de</strong> Francia e Inglaterra.<br />
aLOS LIBROS DE REPORTAJE<br />
POLÍTICO SE VENDEN MAS»,<br />
dice el librero J03Ó García Pe-<br />
—~¿Se ven<strong>de</strong>n los libros políticos?<br />
¿Los pi<strong>de</strong> la gente?<br />
—Se ven<strong>de</strong>n., sí, y en particular<br />
aquellos que tocan temas vivos,<br />
can<strong>de</strong>ntes, sobre todo los que tratan<br />
las cosas en tono <strong>de</strong> reportaje.<br />
— ¿Españoles o extranjeros?<br />
—Ahora, más los españoles; los<br />
extranjeros pasaron algo. Hay, sin<br />
duda alguna, una creciente inquietud<br />
<strong>de</strong> lo nacional. Entre los libros<br />
que últimamente han aparecido y<br />
que más se vendieron está el <strong>de</strong><br />
David Jato.<br />
—¿ Y los <strong>de</strong> ensayo político, los<br />
<strong>de</strong> tipo más doctrinal?<br />
—Menos, bastante menos, Est
ARMAS NUEVAS EN <strong>EL</strong> MAR<br />
interceptación fuera lo antes posible reaccionó<br />
a su vez sobre la <strong>de</strong>tección redar,<br />
y no siendo ya suficientes los alcanees<br />
<strong>de</strong> los que llevan los gran<strong>de</strong>s baques,<br />
hubo que crear otro tipo <strong>de</strong> barco,<br />
el <strong>de</strong>structor, radar, o pícket-ship<br />
americano, que a<strong>de</strong>lantara muchas millas<br />
<strong>de</strong> la fuenta principal la barrera <strong>de</strong> <strong>de</strong>*<br />
lección, para que la caza embarcada tuviera<br />
tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>spegar y contratacor.<br />
Pero esto no fue suficiente cuando apareció<br />
el avión <strong>de</strong> reacción con velocida<strong>de</strong>s<br />
supersónicas, o cercanas a ella. Ya<br />
.no era posible, a pesar <strong>de</strong> las precauciones<br />
tomadas, que la caza llegara con<br />
oportunidad.; era preciso conducirla pan<br />
que so salida no cayera en el vacío; y<br />
los elementos <strong>de</strong> conducción <strong>de</strong> tos portaviones<br />
no bastaban. Había que guiarla<br />
más lejos y surgió para ello el <strong>de</strong>struc»<br />
tor conductor <strong>de</strong> caza.<br />
<strong>EL</strong> DESTRUCTOR CONDUCTOR<br />
DE CAZA<br />
Se trata <strong>de</strong> un nuevo prototipo <strong>de</strong> la<br />
Marina <strong>de</strong> los Estados Unidos. El <strong>de</strong>structor<br />
«D. L-2 Mitscher». Este barco<br />
tiene unas características muy especiales;<br />
es gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong>splaza 3.675 toneladas;<br />
su armamento principal lo constituyen<br />
dos piezas <strong>de</strong> 127 moL, en vez, <strong>de</strong> los seis<br />
que llevan los tipos anteriores. Esto hac?<br />
suponer que la velocidad <strong>de</strong> tiro ed tres<br />
veces superior a la normal, ten<strong>de</strong>ncia que<br />
se nota va acentuándose en toda la artillería<br />
embarcada mo<strong>de</strong>rna. Lo* mismo<br />
pasa en los calibres inferiores, pues<br />
cuenta con cuatro <strong>de</strong> 76 min-, en vez <strong>de</strong><br />
ios seis anteriores. También lleva una<br />
nueva arma antisubmarina, dos lanzacohetes<br />
especializados en estos menesteres,<br />
<strong>de</strong> la clase «Aweapon». Pero ea donáe<br />
estriba su más importante diferencia con<br />
íog otros buques es en el equipo radar,<br />
PROYECTILES AUTOPROPULSADOS Y T<strong>EL</strong>EDIRIGI-<br />
DOS, LANZADOS DESDE LOS BUQUES, CONSTITUYEN<br />
NUEVAS ARMAS QUE VALORIZAN<br />
I<br />
A actual revolución <strong>de</strong> Jos armamentos<br />
producida por la aparición <strong>de</strong><br />
las nuevas armas va abriéndose poco a<br />
poco paso, no pudiendo escapar la Marina<br />
a este fenómeno, general a todas las<br />
fuerzas armadas, y que en ella tiene la<br />
particularidad <strong>de</strong> cambiar los silueta* <strong>de</strong><br />
los buques, por ahora <strong>de</strong> una forma tímida,<br />
pero que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> míos años,<br />
cuando se haya llegad» a la asimilación<br />
<strong>de</strong> los nuevos principios, seguramente será<br />
<strong>de</strong>cisiva.<br />
Las armas coya experimentación está<br />
revolucionando la concepción <strong>de</strong> la guerra<br />
naval son: el explosivo atómico, los<br />
proyectiles autopropulsados, 1A aviación<br />
<strong>de</strong> reacción y los variados elementos <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>tección electrónica. Todas ella» están<br />
siendo empleadas a bordo <strong>de</strong> los buque»<br />
en forma progresiva y reaccionando una»<br />
sobre otras, <strong>de</strong> tal modo que, aun no<br />
conseguido el equilibrio entre ellas, los<br />
nuevos prototipos <strong>de</strong> buques que van<br />
saliendo tratan <strong>de</strong> bailarlo en labor<br />
constante, que está produciendo una crisis<br />
<strong>de</strong> selección <strong>de</strong> tipos eu todas las<br />
Marinas importantes <strong>de</strong>l mando.<br />
La aviación embarcada fue el primer<br />
hecho <strong>de</strong>cisivo en los numerosas cambios<br />
-que <strong>de</strong>spués iban a ocurrir. Al aparecer<br />
esta arma en la guerra maritiia»<br />
»e refoisraroB las <strong>de</strong>fensas pasivas horU'<br />
zontales, antes poco <strong>de</strong>sarrolladas, y po-<br />
La creciente veíocidad <strong>de</strong> fa aviación há exigido el empleó <strong>de</strong> buques<br />
especiales, muy rápidos, que a<strong>de</strong>lanten su <strong>de</strong>tección y conífuxcan<br />
la caza propia con potentes equipos <strong>de</strong> radar como ej que<br />
' .. se ve <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las chimeneas<br />
to a poco toda Ja artillería se fue ha*<br />
tiendo antiaérea. Pero esto no bastaba;<br />
al a*íór¡ <strong>de</strong> ataque* bombar<strong>de</strong>ro o torpe<strong>de</strong>ro,<br />
hubo que interceptarlo con otra<br />
aviación* la caía embarcada^ que lo <strong>de</strong>rribara<br />
«• ahuyentara antes tíe íuiUar' eu<br />
bomba o torpedo. La necesidad <strong>de</strong> que 1*<br />
especialmente <strong>de</strong>sarrollado. Detrás <strong>de</strong> la<br />
chimenea lleva el gran reflector radar <strong>de</strong><br />
conducción <strong>de</strong> cAMs.<br />
Este nuevo tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>structor, aún experimental,<br />
es un buen índice <strong>de</strong> la dirección<br />
seguida por las actuales construcciones<br />
ñavale» <strong>de</strong> buques Ugeíos, y su<br />
adaptación paulatina a las nnevas neeesida<strong>de</strong>s<br />
surgidas en la guerra marítima.<br />
BUQUE POKTADOR D<strong>EL</strong> MANDO<br />
Otro tipo <strong>de</strong> buque aparecido <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> la segunda guerra mundial es el portador<br />
<strong>de</strong>l Mando y su Estado Mayor. La<br />
necesidad <strong>de</strong> coordinar en un combate<br />
lodos los variados elementos aéreos, <strong>de</strong><br />
superficie y submarinos, ha hecho sentir<br />
la necesidad <strong>de</strong> barcos especializados en<br />
esta función. Por ello, los norteamericanos<br />
acaban <strong>de</strong> construir el crucero «Plag.<br />
ship» <strong>de</strong> portaviones «Northamton», <strong>de</strong><br />
13.600 toneladas; su armamento, por las<br />
mismas razones que el «Mitscher», es<br />
muy reducido: cuatro cañones <strong>de</strong> 127 milimeta»<br />
y alguna» piezas ligeras. La novedad<br />
consiste en dos palos <strong>de</strong> transmisiones<br />
<strong>de</strong> gran altura, situado» a proa y<br />
popa e& forma <strong>de</strong> obeliscos <strong>de</strong> enrejado,<br />
asi como en sus formas redon<strong>de</strong>adas, sis<br />
la menor aspereza. Este será el primei<br />
buque antiatómico <strong>de</strong> la U. S. N?vy, en<br />
el cual la ausencia <strong>de</strong> artillería gruesa,<br />
la presencia <strong>de</strong> las dos altas torres y la»<br />
numerosas antenas radar, dan al o Northamton<br />
u una silueta muy particular.<br />
A<strong>de</strong>más, en este barco se han efectuado<br />
gran<strong>de</strong>s innovaciones en máquinas y<br />
cal<strong>de</strong>ras, que serán <strong>de</strong> un tipo nuevo.<br />
También está prevista una vasta plataforma<br />
<strong>de</strong> aterrizaje ét helicópteros etf su<br />
toldilia. Como fácilmente pue<strong>de</strong> imaginarse,<br />
su aspecto va a diferir bastante <strong>de</strong><br />
los hasta ahora tipos tradicionales <strong>de</strong><br />
buques.<br />
<strong>EL</strong> EXPLOSIVO ATÓMICO EN<br />
LA GUERRA MARÍTIMA<br />
Otra preocupación <strong>de</strong> nuestro tiempo<br />
es el empleo <strong>de</strong>l explosivo atómico en la<br />
guerra marítima. Las experiencias d c<br />
Bikini han servido como punto <strong>de</strong> partida<br />
para conocer cuál sería su uso mái<br />
a<strong>de</strong>cuado: pero la realidad es que la)<br />
conclusiones sacadas <strong>de</strong> ella no han llegado<br />
a nada <strong>de</strong>cisivamente <strong>de</strong>finitivo.<br />
La bomba lanzada por un avión en<br />
medio <strong>de</strong> una formación naval no parece<br />
alcanzase los resultados proporcionales s<br />
su enorme coste. Por eilo, los ingleses han<br />
cambiado el rumbo <strong>de</strong> soe experienei i<br />
y están tratando <strong>de</strong> crear un cañón naval<br />
atómico, <strong>de</strong> 28 em. Una vez conseguido.<br />
las noticias existentes son <strong>de</strong> que se los<br />
van a montar a sus cuatro acorazados en<br />
reserva, tipo «King George V», en vez Se<br />
las plataformas <strong>de</strong> ingenios teledirigido*<br />
que en un principio se había pensado<br />
montarles.<br />
Si los ingleses llevan a buen fin' sus experiencias,<br />
¿cuál va a ser su resultado tu<br />
la guerra marítima? Es muy posible qa«<br />
las consecuencias sean trascen<strong>de</strong>ntales.<br />
Por ahora, había la impresión <strong>de</strong> que<br />
el portaviones pesado había quitado la<br />
primacía al acorazado, pero si se consigue<br />
que éste lance precisos proyectiles<br />
atómicos, el equilibrio actual pue<strong>de</strong> volver<br />
a romperse.<br />
En resumen, estamos en una era <strong>de</strong><br />
transición en la construcción naval, y pw<br />
lo tanto, <strong>de</strong> crisis, tanto <strong>de</strong> los conceptos<br />
tácticos como estratégicos. Esto no es<br />
nuevo en la humanidad;. en el siglo xvt.<br />
ya se produjo, cuando la marina vélica<br />
sustituyó a la rémica; en el siglo xix,<br />
cuando el vapor sustituyó al barco <strong>de</strong><br />
vela; en la actualidad, el avión y las nuevas<br />
armas están produciendo en el pensamiento<br />
naval loh mismos efectos perturbadores,<br />
y aún no han conseguido el<br />
equilibrio.<br />
ENRIQUE MANERA
Sé cierra la edición <strong>de</strong> este numero,<br />
si anuncios autorizados todo lo humanamente<br />
posible no mienten, en<br />
vísperas <strong>de</strong> una conferencia <strong>de</strong> cuatro<br />
que, convocada en Berlín, será el primer<br />
acontecimiento d i p 1 o m á t i co <strong>de</strong>l año.<br />
Aparentemente, Francia, Gran Bretaña,<br />
Rusia y los Estados Unidos tratarán <strong>de</strong><br />
encontrar, al cabo <strong>de</strong> muchos meses <strong>de</strong><br />
inhibición, un "raodus vivendi" susceptible,<br />
valga la paradoja, <strong>de</strong> congelar la<br />
guerra irla.<br />
:<br />
CUATRO GRANDES QUE SOLO SON TRES<br />
De estos cuatro gran<strong>de</strong>s, só!o dos lo<br />
son en verdad, porque, profesando aptitu<strong>de</strong>s<br />
irreducibles y antagónicas entre<br />
si, sólo estos dos gran<strong>de</strong>s cuentan con<br />
la fuerza suficiente para proyectar o impedir<br />
la amenaza <strong>de</strong> una guerra en cualesquiera<br />
parajes <strong>de</strong>l globo, tos términos<br />
<strong>de</strong> este binomio se llaman Rusia y<br />
los Estados Unidos, y entre ellos, jiunto<br />
a ellcs o en torno a ellos, Francia e Inglaterra<br />
<strong>de</strong>sempeñan papel <strong>de</strong> terceros,<br />
si no <strong>de</strong> comparsas o segundones. Medio<br />
siglo no más <strong>de</strong> historia contemporánea<br />
bastó para trastocar una jerarquía <strong>de</strong> la<br />
sociedad internacional, que databa <strong>de</strong>!<br />
siglo XVIII, o sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que España <strong>de</strong>jó<br />
<strong>de</strong> ser gran potencia europea. En<br />
1918, ¡qué digo!, en 1939 habría sido<br />
inconcebible qae París y Londres participaran<br />
en una negociación que les concerniera<br />
directamente a remolque y bajo<br />
los auspicios <strong>de</strong> otras capitales. No<br />
creo que en el transcurso <strong>de</strong> las eda<strong>de</strong>s<br />
se haya dado un <strong>de</strong>splazamiento tan rápido<br />
<strong>de</strong> valores.<br />
UN QUINTO (ALEMANIA) DETRÁS<br />
DE LA CORTINA<br />
Pero si nominal mente los po<strong>de</strong>res discursivo<br />
serán cuatro, y los predominantes<br />
dos, en realidad habrá una quinta<br />
Cancillería influyente y activa: Alemania.<br />
No menciono a la China roja,: porque<br />
ni Washington quiere saber nada <strong>de</strong><br />
ella, por lo menos ahora, ni el cuestionario,<br />
todavía inédito, <strong>de</strong> la conferencia,<br />
<strong>de</strong>jará <strong>de</strong> cargar 'el acento sobre<br />
Europa central con preferencia al este<br />
<strong>de</strong>l continente amarillo. Tácita, pero<br />
efectivamente, la Alemaaia <strong>de</strong> Bonn intervendrá<br />
en la partida, andando, aunque<br />
sea <strong>de</strong> puntillas, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la mesa,<br />
e influirá en el temario <strong>de</strong> la negociación,<br />
y en las reservas, y en las segundas,<br />
e inclusive postreras, intenciones<br />
<strong>de</strong> los cuatro conversadores. El problema<br />
alemán no es el absceso dte Trieste,<br />
ni el conflicto <strong>de</strong>l paralelo 38, ni la<br />
guerra <strong>de</strong> Indochina. Es algo más, muchísimo<br />
más, que una región neurálgica<br />
o una cuadricula febril <strong>de</strong>l globo. Se<br />
traía <strong>de</strong> un pueblo po<strong>de</strong>roso que, habitando<br />
un espacio nacional, aunque mutilado,<br />
consi<strong>de</strong>rable, se ha vuelto a poner<br />
a la cabeza <strong>de</strong> ta técnica, la industria<br />
y el comercio <strong>de</strong>l continente. Negociar<br />
sin él seria como si pretendiéramos,<br />
a guisa <strong>de</strong> tutores, fijar el futuro<br />
<strong>de</strong> alguien que <strong>de</strong> ao día a otro cumplirá<br />
su mayoría <strong>de</strong> edad, entrando en<br />
la plena posesión y disírute <strong>de</strong> una herencia<br />
cuantiosa. Y negociar contra él<br />
equivaldría a sumir en el Caos la renaciente<br />
economía continental, frustrar Ia5<br />
últimas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l resurgimiento<br />
europso y ofrecer gratuitamente al apetito<br />
soviético las dos orillas <strong>de</strong>l Rhin.<br />
¿HARÁ BONN DE INVISIBLE MEDIADOR?<br />
Presupuesto que la conferencia <strong>de</strong> Berlín<br />
versará sobre Alema-na o no acordará<br />
nada, absolutamente nada, no incurramos<br />
en la candi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> suponer que<br />
Rusia se resignará a que el Gobierno <strong>de</strong><br />
Bonn estreche su inteligencia con Washington,<br />
alienándose un Estado que, resurrecto<br />
y aumentativamente próspero,<br />
podrá ser otra vez el dique <strong>de</strong> contención<br />
<strong>de</strong>l paneslavismo y basta la pleamar<br />
que invada el antiguo territorio <strong>de</strong><br />
los Zares. Correlativamente, al Gabinete<br />
do a promover an acuerdo completo entre<br />
Moscú y Washington sobre el futuro<br />
<strong>de</strong> la nación? ¿No es el Gobierno <strong>de</strong><br />
Bonn el primer interesado en que la<br />
Casa Blanca y el Kremlin lleguen, sin<br />
perjuicio <strong>de</strong> sus diferencias generales, a<br />
una reglamentación concreta sobre el futuro<br />
<strong>de</strong> Alemania? Por problemática que<br />
aparezca la eventualidad <strong>de</strong> un remedio,<br />
sufriera parcialmente satisfactorio» a la<br />
situación <strong>de</strong> Alemania, ¿cabria no admitir<br />
que el canciller hará todo lo posible<br />
por gestionar, "pro dcmo sua", una<br />
transacción o compromiso entre los dos<br />
CRÓNICA DE POLÍTICA INTERNACIONAl<br />
<strong>de</strong> Bonn no le conviene '.ampoco romper<br />
con Mosca, exponiéndose a que subastan<br />
in<strong>de</strong>finidamente el régimen <strong>de</strong> ocupación<br />
y el fraccionamiento <strong>de</strong>l país, y a<br />
que, acosada per una psicosis <strong>de</strong> cerco,<br />
pongan los soviets en marcha bacía eí<br />
Oeste un ejército, contra el Cual no cat>rá<br />
oponer en algún tiempo resistencia<br />
oiganizada. Todo el mundo sabe que en<br />
la conferencia <strong>de</strong> Berlín Washington<br />
asumirá, amén <strong>de</strong> su propio mandato, el<br />
<strong>de</strong> los intereses inmediatos <strong>de</strong> Bonn;<br />
pero ¿hasta qué punto la diplomacia <strong>de</strong>l<br />
canciller Anenauer es instrumento pasivo,<br />
al que un po<strong>de</strong>roso padrino <strong>de</strong> ultramar<br />
moviliza en contra <strong>de</strong>l enemigo<br />
que huella y lastima una parte <strong>de</strong>l suelo<br />
y la población tile Alemania? ¿No os<br />
dice nada la reciente e inesperada entrega<br />
<strong>de</strong> prisioneros que Rusia ha hecho<br />
a la Administración
AUTOBI<br />
Y<br />
Y, sin embargo* aunque éste ofrece mochoHle" ai mismo<br />
en «Henri Brulard», siempre lo hace —también—<br />
«sub specie» novelesca; es <strong>de</strong>cir, con machas transformaciones,<br />
gran imaginación y, sobre todo, <strong>de</strong>sdoblamientos<br />
<strong>de</strong> la personalidad; esos <strong>de</strong>sdoblamientos que<br />
son el resultado <strong>de</strong> repartir Stendhal su compleja personalidad<br />
—la real y la imaginada— en distintas criaturas<br />
novelescas, con rasgos comunes, es cierto, pero lo<br />
suficientemente ricas y <strong>de</strong>nsas como para no admitir la<br />
fácil reducción a un común <strong>de</strong>nominador psicológico:<br />
Julián Sorel, Fabricio <strong>de</strong>l Dongo, Lucien Leuwen. Su<br />
retrato superpuesto daría, tal ve*, el <strong>de</strong>l autor, el <strong>de</strong><br />
lo qué fue y d <strong>de</strong> lo que hubiera querido ser.<br />
El paso <strong>de</strong> estas técnicas, en las cuales los elementos<br />
autobiográficos son siempre sometidos a muy intensa<br />
manipulación artística —san en el «Adolphe» <strong>de</strong> un<br />
Constant; el «Dominique», <strong>de</strong> un Fromentin; el «Rene»,<br />
<strong>de</strong> un Chateaubriand— a la <strong>de</strong> nuestra época, creo que<br />
pue<strong>de</strong> representarlo con gran precisión la obra <strong>de</strong><br />
Proust. Fue el suyo un vivir escribiendo, según la certera<br />
interpretación <strong>de</strong> Carmen Castro. La «Recherche»<br />
es sustancialmente Marcel Proust.<br />
Es <strong>de</strong>cir, que mientras Dickens se sirve <strong>de</strong>l mol<strong>de</strong><br />
«novela» para en «David Copperfiel» alojar, transformados,<br />
recuerdos y experiencias personales, Proust casi<br />
pone su vida al servicio <strong>de</strong> una novela, la que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
sa enfermedad, va haciendo, entregándose por completo<br />
a su obra. Que en ésta! haya elementos novelescos,<br />
transformaciones, manipulación artística, no empaña su<br />
carácter predominante, casi monstruoso, superlativamente<br />
autobiográfico. Dickens hace una novela con ciertas<br />
apoyaturas autobiográficas. Proust convierte su vida en<br />
una novela, con algunas apoyaturas novelescas.<br />
De entonces acá, el autobiografismo sin apenas a<strong>de</strong>-<br />
RAFICA<br />
Por MARIANO SAQUERO GOYANES<br />
V A inclinación al autobiografisoio en la novela eon-<br />
*" temporánea es un hecho <strong>de</strong> todos conocido y muy<br />
comentado ya. Este fenómeno aparece frecuentemente<br />
conectado con el- discutido problema <strong>de</strong>l agotamiento<br />
<strong>de</strong> temas novelescos o —mejor dicho— agotamiento <strong>de</strong><br />
capacidad imaginativa <strong>de</strong> los novelistas, ese no saber<br />
extraer novelas más allá <strong>de</strong> sa «yo», convertido en único<br />
paisaje literario, única fuente argntnental.<br />
Que esto sea asá o que, por el contrario, baya' tras<br />
todo ello una causa más compleja que una simple crisis<br />
<strong>de</strong> argumentos, es tema que requeriría más espacio<br />
<strong>de</strong>l ahora disponible, y que me llevaría a terrenos muy<br />
fuera <strong>de</strong> mis posibilida<strong>de</strong>s, es <strong>de</strong>cir, a un estudio sociológico,<br />
<strong>de</strong>l gusto literario, capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar por qué<br />
la atención <strong>de</strong> los novelistas y <strong>de</strong> sus lectores se ha<br />
centrado en la peripecia psicológica, sentimental, existencia!<br />
<strong>de</strong> los primeros, con casi absoluto <strong>de</strong>sdén —en<br />
muchos casos— por todo lo que equivalga a ficción novelesca,<br />
apoyada en un «yo» —una subjetividad, una<br />
i<strong>de</strong>ología—, pero no nutrida exclusivamente <strong>de</strong> él.<br />
La proporción <strong>de</strong> elementos autobiográficos que caben<br />
en una novela es muy, varia, y su tratamiento <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />
mucha» veces <strong>de</strong> ciertas convenciones o- actitu<strong>de</strong>s<br />
vigentes en las distintas épocas. Así, en la victoriana<br />
.parece dominar usa cierta sensación <strong>de</strong> compostura, <strong>de</strong><br />
pudor, que impi<strong>de</strong> a Dickens el personalizar <strong>de</strong>masiado<br />
en su «David Copperfield», con ser ésta un» novela<br />
sustentada en su propia vida. Su padre queda transformado<br />
en el grotesco pero amable señor Micawber. S**<br />
<strong>de</strong>sventurado matrimonio experimenta una compensatoria<br />
mutación novelesca. Dickens <strong>de</strong>slíe lo autobiográfico<br />
en lo novelesco, imaginativo, <strong>de</strong> una manere tai,<br />
que ha podido comentarse que en «David Copperüeld»,<br />
el narrador —el propio novelista— resulta menos real<br />
que otros caracteres <strong>de</strong> ficción.<br />
El pudor Victoriano parece estar en el polo opuesto<br />
al egotismo y estupendo cinismo expresivo <strong>de</strong> Stendhal.<br />
rezo ha ido en' aumento, dando ocasión s algunos escándalos<br />
literarios <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong>l provocado por «Vipere<br />
au poing», <strong>de</strong> Bazin, o a comentarios como 1 los suscitados<br />
en España por las novelas <strong>de</strong> Carmen Laforet, especialmente<br />
por «Nada».<br />
La forma narrativa <strong>de</strong> tales relatos autobiográficos<br />
suele ser, naturalmente, la <strong>de</strong> primera'persona, con todas<br />
las variantes que ésta admite: memorias, diario,<br />
cartas, soliloquios, monólogo interior...<br />
Des<strong>de</strong> Proust, la narración en primera persona equivale<br />
no tanto a una doliente confesión sentimental a lo<br />
Constant o Sénancour como a un testimonio existencial<br />
<strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong>l presentado por Sartre en «La náusea». Hoy<br />
se narra muchas veces en primera persona, no para<br />
ejercer una sátira unilateral y personalisima —caso <strong>de</strong><br />
las novelas picarescas—, ni para liberarse <strong>de</strong> un lastre<br />
sentimental —csso <strong>de</strong> Goethe con sn «Werther—, sino<br />
más bien para dar algo así como fe <strong>de</strong> vida. Por eso<br />
Proust, tras su «Busca <strong>de</strong>l tiempo perdido»,, encuentra<br />
el sentido <strong>de</strong> éste en la obra que ha ido escribiendo,<br />
en la novela cíclica surgida <strong>de</strong>l perseguir el tiempo que<br />
se fue en ella rescatado. Por eso también el narrador<br />
<strong>de</strong> «La náusea», en medio <strong>de</strong>l sinsentido <strong>de</strong> la existencia<br />
y <strong>de</strong> la nada, a la que se cree abocado, encuentra,<br />
al igual que Fronst, una solución o un cierto sentido<br />
en recoger su experiencia existencia] en un libro, en<br />
una novela autobiográfica.<br />
Resulta curioso comprobar cómo, aun partiendo <strong>de</strong><br />
postulados distintos, empujados por diferentes móviles<br />
y expresándose con. técnicas y sensibilida<strong>de</strong>s casi opuestas,<br />
Proust en la «Reeherche» y Sartre en «La náusea»<br />
parecen llegar a un final, a una conclusión semejante:<br />
la <strong>de</strong> que toda posibilidad <strong>de</strong> salvación<br />
—más aineera en Proust, irónica quizá en Sarlre— resi<strong>de</strong><br />
en escribir, en dar forma <strong>de</strong> libro a lo quej en<br />
un caso es una persecución <strong>de</strong>l tiempo ya ido para,<br />
a su lux, percibir el sentido <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong>l arte, <strong>de</strong><br />
U memoria; y en el otro ea un intento <strong>de</strong> evadirse<br />
<strong>de</strong> la náusea existencial mediante la fijación por «scrito,<br />
en forma novelesca, <strong>de</strong> sus características.<br />
Precisamente, este intento es el que lleva a Sartre, a<br />
lo largo <strong>de</strong> todo su relato, a emplear el monólogo interior<br />
e, incluso, a manejarlo alguna vez <strong>de</strong> una manera<br />
que cabría llamar joyceana, entendiendo por tal<br />
la que pasa por ser más característica <strong>de</strong>l Ülises: monólogo<br />
interior caótico, fluir <strong>de</strong>l subconsciente, <strong>de</strong>sverlebración<br />
<strong>de</strong> la sintaxis, rotura <strong>de</strong> los nexo» lógicos,<br />
impresionismo verbal, pulular y proliferar <strong>de</strong> palabras<br />
sin freno gramatical.<br />
Naturalmente, Sartre —que no en bal<strong>de</strong> es francésminea<br />
llega a los extremos —casi mágicos— <strong>de</strong> Joyce;<br />
pero en algunas páginas <strong>de</strong> «La náusea, en aquellas en<br />
que el narrador trata <strong>de</strong> expresar, en angustioso crescendo,<br />
la sensación que da título a la obra, fluye, entonces,<br />
la expresión <strong>de</strong> una manera atropellada, reiterativa,<br />
con violentas asociaciones i<strong>de</strong>ológicoverbales,<br />
incoherente, como resultado <strong>de</strong>l cruce <strong>de</strong> recuerdo», <strong>de</strong><br />
motivos, <strong>de</strong> personales vivencias e inquietu<strong>de</strong>s, todo<br />
agitado en un ritmo eada vez más <strong>de</strong>nso y vertiginoso.<br />
Esta modalidad <strong>de</strong>l monólogo interior es cosa distinta<br />
<strong>de</strong> aquella otra, más generalizada, que —según Dujardin—<br />
consiste en un procedimiento con el que introducir<br />
al lector en el interior <strong>de</strong> un personaje. Cualquier<br />
vieja novela en forma <strong>de</strong> memoria, diario, incluso<br />
en forma epistolar, serviría entonces <strong>de</strong> ejemplo.<br />
Lo que parece propio <strong>de</strong>l monólogo interior en su<br />
concepción actual es la ausencia en él <strong>de</strong> las clásicas<br />
características <strong>de</strong> Inci<strong>de</strong>s y or<strong>de</strong>n, lo que es tanto como<br />
<strong>de</strong>cir la supresión no sólo <strong>de</strong> toda posible retórica<br />
-basta don<strong>de</strong> esto es factible; una retorica siempre<br />
es sustituida por otra—, sino también, en algunos<br />
uasos, <strong>de</strong> la más elemental estructura gramatical, pars<br />
así dar el paso y expresión a lo que ya en 1890, Willíam<br />
James, en sus «Principios <strong>de</strong> Psicología», llamaba<br />
the atrearn of consciousness.<br />
Sartre, en 1 su ensayo «¿Qué es la literatura?», presta<br />
cierta atención a este recurso —por él mismo utiliíado,<br />
según acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, en «La náusea»— y estadía<br />
brevemente au introducción en las letras francesas, refiriéndose<br />
a los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> Schnilxler, Joyce y<br />
Valery Larnaud. El recurso no ea tan mo<strong>de</strong>rno como<br />
pudiera parecer. J. lsaacs, en una obra reciente —«An<br />
Assessment of Twentieth-Century Uteratnre», Londres.<br />
1951—, ha señalado interesantes antece<strong>de</strong>ntes.<br />
Se cree que James Joyce, que pasa por ser su má»<br />
genuino representante, lo tomó <strong>de</strong> la novela <strong>de</strong> Edouard<br />
Dnjurdin «Les Laúriers sont eoupérs», He 1887. XH-olhr<br />
Richardson, novelista inglesa, afmnó haberlo inventado<br />
en 1915 eon «Prnated Roofs». Después, y sobre todo a<br />
partir <strong>de</strong> «Iflises», ha sido recurso muy utilizado por<br />
Virginia Woolf, Faulkner, Huxley, Hemingway —e*<br />
«Across the River and into the Trees»—, etc.<br />
J. lsaacs encuentra, sin embargo, prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l monólogo<br />
interior aún más antiguos que los <strong>de</strong> Dorothy<br />
Richardson o Dujardin, en ciertas obras <strong>de</strong> Samuel Hichardson<br />
—su «Clarissa Harlowe—, Fielding,, Samuel<br />
Butler, Jane Austen, Dickens, Tolstoy —recuér<strong>de</strong>se el<br />
capítulo <strong>de</strong>l suicidio <strong>de</strong> «Ana Kareninas—, Conrad —en<br />
tLord Jim»—, etc.<br />
El recurso ha rebasado hoy las fronteras <strong>de</strong> la novela<br />
para passr al teatro. en la forma <strong>de</strong> soliloquios<br />
interiores, que O'Neill ha utilizado en «Extraño interludio»<br />
y Eliot en «La reunión familiar».<br />
Novelescamente consi<strong>de</strong>rado, el monólogo interior<br />
adopta a veces complicaciones como las que presenta<br />
el relato <strong>de</strong> FaulkneT «-Mientras yo agonizo», integrado<br />
por la sola sucesión <strong>de</strong> distintos soliloquios, correspondientes<br />
a los diversos personajes, y presentados anos<br />
tras otros sin ligaduras objetivas. «Mientras yo agonizo»<br />
posee una cierta construcción musical —áspera pero<br />
intensa y, a la vez, llena <strong>de</strong> poesía, la música <strong>de</strong> Faolkner—,<br />
<strong>de</strong>bido a ese suce<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> interiore* voces, caía<br />
cual con su acento, como si <strong>de</strong> no concierto — trágicose<br />
tratara, en el que los diferentes instrumentos van<br />
cantando rotatoriamente sus partes.<br />
Esta obra <strong>de</strong> Faulkner <strong>de</strong>muestra que no siempre el<br />
monólogo interior es la consecuencia <strong>de</strong> una forma novelesca<br />
autobiográfica, <strong>de</strong> un relato en primera persont.<br />
A lo que asistimos en «Mientras yo agonizo» es al fluir<br />
<strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> lo» diversos personajes <strong>de</strong> la acción,<br />
objetivizada así al máximo, puesto que el novelista ha<br />
prescindido <strong>de</strong> toda acotación sitnadora o aclaradora<br />
<strong>de</strong>l relato, encomendando la expresión: <strong>de</strong>l drama a la<br />
exclusiva experiencia y visión personal —con todos lo*<br />
posibles efectos perspectivos que esto supone— <strong>de</strong> cada<br />
uno <strong>de</strong> los que lo viven.<br />
El monólogo interior no es, por tanto, la simple espresión<br />
formal, el recurso técnico <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> servirse<br />
la novela autobiográfica, en primera persona. Si<br />
la abundancia <strong>de</strong> relatos <strong>de</strong> este tipo explica, en ciert»<br />
modo, esa forma expresiva, su cabal significado e intención<br />
sólo se perciben teniendo en cuenta que la ultima<br />
rsía <strong>de</strong>l monólogo interior se nutre <strong>de</strong> on propS<br />
sito <strong>de</strong> cruda sinceridad, <strong>de</strong> conocimiento total <strong>de</strong>l<br />
hombre, abordado novelescamente en los más íntimos<br />
escondrijos <strong>de</strong> su subconsciente.<br />
El monólogo interior, unido o no a la forma auto<br />
biográfica, es quizá el resoltado más importante <strong>de</strong> la<br />
que —usando un término orteguiano— cabria llamar<br />
ten<strong>de</strong>ncia presentativa <strong>de</strong> la novela contemporánea.
TíIGO que la nóvela española, en la<br />
u segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, ofrece<br />
un panorama maravilloso. En el XX<br />
viven aún y trabajan algunos <strong>de</strong> sus<br />
más recios cultivadores: vive, septuagenario,<br />
don Juan Valera, al que visitan<br />
los jóvenes que hoy son ancianos; vive,<br />
con algunos años menos, don Jo^é Mar<br />
ría <strong>de</strong> Pereda, saboreando las míeles <strong>de</strong><br />
su Pachin González; vive Galdós, a<br />
vueltas todavía con sus Episodios nacionales<br />
y con los escarceos escénicos;<br />
ia Pardo Bazán ha <strong>de</strong> publicar multitud<br />
<strong>de</strong> cuentos y novelas tan <strong>de</strong> su dilección<br />
como Misterio, La quimera y<br />
La sirena negra; Palacio Valdés se rego<strong>de</strong>a<br />
con La al<strong>de</strong>a perdida, Tristón o<br />
el pesimismo, los Papeles y los Años <strong>de</strong><br />
juventud <strong>de</strong>l doctor Angélico, y sucesivamente,<br />
con todas las <strong>de</strong>más, en las<br />
chales leemos con emoción las <strong>de</strong>dicatorias<br />
que escribiera en nuestros ejemplares,<br />
la más reciente, en Tiempos felices<br />
(1933); Jacinto Octavio Picón —olvidado<br />
con injusticia— enseñaba a los<br />
jóvenes <strong>de</strong> entonces cómo se escribían<br />
cuentos y novelitas, ya que no extensas,<br />
como su Dulce y sabrosa; el Padre Colonia<br />
se recluía en sus cuadros históricos,<br />
y el gran Ortega Munilla se consagraba<br />
al periodismo, haciendo envidiables<br />
Los tunes <strong>de</strong> $El imparcialA.<br />
Introducción a treinta<br />
años<br />
Morían o callaban los dioses mayores<br />
" empezaba el orto <strong>de</strong> jóvenes u hombres<br />
cuajados ya, que habían <strong>de</strong> señorear<br />
nuestras letras. En Sevilla, un<br />
huelveño prebendado <strong>de</strong> aquella catedral,<br />
don Juan F. Muñoz Pabón, encantaba<br />
los hogares con Juegos Florales,<br />
Justa y Rufina, La Mittona y el<br />
Romancero <strong>de</strong>l Niño <strong>de</strong> Nazaret. En<br />
contraste i<strong>de</strong>ológico, Blasco Tbáñez, tras<br />
sus novelas valencianas —lo mejor <strong>de</strong><br />
su producción—, empezaba las políticas,<br />
e iniciaba en <strong>Madrid</strong>, con revistas<br />
sayas, empresas editoriales que continuaría<br />
en la capital levantina. Pío Baraja<br />
empieza su larga' ruta <strong>de</strong> novelista<br />
fecundo con sus cuentos, la novela<br />
paisajista. Camino <strong>de</strong> ' perfección. El<br />
mayorazgo <strong>de</strong> Labras v Zalacaín el<br />
aventurero, amén <strong>de</strong> las psicológicas 7<br />
ias que reflejan la vida baja matritense.<br />
Don Ramón María <strong>de</strong>l Vaüe-<br />
Inclán es ya el gran señor <strong>de</strong> las cuatro<br />
Sonatas y va a serlo <strong>de</strong>l tríptico <strong>de</strong><br />
La guerra carlista. Y §. José Martínez<br />
Ruiz —todavía no es Azorín— le editan<br />
en Barcelona La voluntad, que —como<br />
dice— ganaría con el tiempo en valer-<br />
José Toral ha <strong>de</strong> pasarse <strong>de</strong> las narraciones<br />
filipinas y los versos a las novelas,<br />
en que sera tan maestro como<br />
buen notario. Son todos, pero no están<br />
todos.<br />
Lo que está aquí (4 enero 1907) es<br />
el primer número <strong>de</strong> El Cuento S*?nanal,<br />
dirigido por Zamacois, quien, lue-<br />
Ko <strong>de</strong>l triste suicidio <strong>de</strong> su consocio,<br />
QUIÑC<br />
VISTOS POR<br />
fundará en 1909 Los Contemporáneos. clán. Azorín. La pri-<br />
¿Habrá publicación <strong>de</strong> esta ci&se —<strong>de</strong> mera, porque sus no-<br />
ias muchas que las siguieron— aue nuevelas, siempre <strong>de</strong>licacta<br />
parangonarse con esas dos? No la<br />
recordamos, al menos, aun siendo aldas,<br />
<strong>de</strong>jan la blandigunas<br />
<strong>de</strong> ellas estimables. En arabas<br />
cia <strong>de</strong> sus comienzos<br />
resaltan los famosos: son Octavio Pi- y alcanzan la elevacón,<br />
la Con<strong>de</strong>sa, Benavente..., que iroción <strong>de</strong> El metal <strong>de</strong><br />
niza en un Nuevo coloquio <strong>de</strong> los ve- los muertos. Dulcí<br />
rros • doña Blanca <strong>de</strong> los Ríos, los Quin- nombre, etcétera, QUC<br />
tero; están los que eran y siguen <strong>de</strong>s- aquistan para la auconoeidos,<br />
y los muchachos que consitora respeto y admiguieron<br />
<strong>de</strong>stacarse en las letras: José ración en España y<br />
Francés, cuentista como pocos, ayer v en el extranjero. Pío Baroja lleva pu- las bien escritas páginas <strong>de</strong> Le<strong>de</strong>sma<br />
hoy; Répi<strong>de</strong>, Pedro Mata, el bondadoso blicados por entonces cuarenta libres Miranda. Y porque se advirtió al prin-<br />
Ramírez-Ángel, Pérez <strong>de</strong> Ayala, Cristó- <strong>de</strong> ficción, y algunos más, Azorín. cipio, no & caso <strong>de</strong> mencionar <strong>de</strong> nuebal<br />
<strong>de</strong> Castro, el llorado poeta, que <strong>de</strong>- Valle - Inclán, casi lo más granado vo las <strong>de</strong> don Armando, Concha Espinomina<br />
Luna, lunera a Las niñas <strong>de</strong>l <strong>de</strong> sus obras, aunque siempre ofrena, Pío Baroja e Insúa, aunque sí Se-<br />
registrador; el gran Fe<strong>de</strong>rico, ahora ce nuevos aspectos en las que va mana <strong>de</strong> Pasión, <strong>de</strong> Mariano Tomás, y<br />
charlista por antonomasia y españolísi- produciendo su minerva. José Francés, el Platero y yo. <strong>de</strong> Juan Ramón Jimo;<br />
Alberto Insua, el <strong>de</strong> las bellas Me- una <strong>de</strong> sus mejores noyelas5 La mujer ménez.morias<br />
en publicación, que entonces sólo <strong>de</strong> nadie, Heliana, pareja en mérito <strong>de</strong><br />
tenía los viajes <strong>de</strong> Don Quijote en los La raíz flotante; raíz «que ya no ha-<br />
Alpes y el comienzo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> bría <strong>de</strong> ser fructífera oara crear un Los segundos quince<br />
un escéptico En tierra <strong>de</strong> santos, v tan- nuevo árbol», pero que es tesoro <strong>de</strong><br />
tos más, igualmente meritisimos. No, no<br />
años<br />
hay acepción <strong>de</strong> literatos, adre<strong>de</strong>, al<br />
cuadros asturianos. Pedro Mata, el <strong>de</strong><br />
omitir otros nombres.<br />
la ha muchos laureada Ganarás el<br />
pan..., tan discutida, es quien da aho- En la inevitable mezcolanza hav<br />
ra Muñecos. Gabriel Miró, revelado al<br />
No olvidamos tampoco la Biblioteca<br />
que tener presentes a Francisco Cam-<br />
gran público por el premio <strong>de</strong> El Cuen-<br />
Renacimiento, dirigida por Martínez<br />
ba —Julio es. el formidable humoris-<br />
Sierra, editorial con las cubiertas provinciano, gana sólido cuentos son ejemplares; a Francisco <strong>de</strong><br />
Ejemplares a 3,50. («Nos <strong>de</strong>strozan eí renombre libro a libro. Zamacois no es Cossío, a Jarnés, a Danvila con sus es-<br />
duro», <strong>de</strong>cíamos.) Ediciones populares, a la sazón el corruptor <strong>de</strong> menores «por tampas históricas, y a Pemán, renom-<br />
encua<strong>de</strong>rnadas, a precios inverosímiles hacer rico a—» un editor, según la sem-<br />
en la actualidad. En sus bellos catáloblanza famosa. El querido maestro Azobrado<br />
por otras facetas <strong>de</strong> su espíritu.<br />
gos, Baroja, con barbita ya; Benavenrín estampa dos <strong>de</strong> sus novelas más<br />
Carmen <strong>de</strong> Icaza consolidará con más<br />
te, M. Bueno, Dicenta, juvenil y pri- <strong>de</strong>licadas y perfectas, Don Juan y Doña novelas el triunfo <strong>de</strong> su Cristina dr<br />
morosa Concha Espina, Juan R. Jimé- Inés, sin relación alguna con Zorrilla. Guzmán; Camilo J. <strong>de</strong> Cela, el <strong>de</strong> La<br />
nez, Marquina, Enrique <strong>de</strong> Mesa y Vi- Ricardo León sigue escribiendo en lim- familia- <strong>de</strong> Pascual Duarte. González<br />
llaespesa, Ricardo León con el renompio castellano, sor contraste en breve Ruano, Xíménez <strong>de</strong> Sandoval, Edgar<br />
bre <strong>de</strong> Casta <strong>de</strong> hidalgos. Insúa y Ló- tiempo cada, obra, como si hubiera <strong>de</strong> Neville, Casariego, Jiménez Arnau, Ros,<br />
pez <strong>de</strong> Haro, López Pinillos... Carica-' correspon<strong>de</strong>r s^mpre al BINO olvidéis el Agustín <strong>de</strong> Foxá, Ricardo Baroja, mu-<br />
turas famosas <strong>de</strong> don Benito, <strong>de</strong> la Concho<br />
antes el sevillano. José Mas, Pedro<br />
<strong>de</strong>sa —ya lo es doña Emilia—, <strong>de</strong> don nombre <strong>de</strong> Ricardo León. Su novela <strong>de</strong> Lorenzo, Carmen Con<strong>de</strong>, Elisabeth<br />
Jacinto, Unamuno, Azorín —para siem- Casta <strong>de</strong> hidalgos es, en verdad, <strong>de</strong> muy Mul<strong>de</strong>r, son nombres <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>ración,<br />
pre, Martínez Ruiz será Azorín— y los hidalga estirpe española»; palabras con como Torcuato Luca <strong>de</strong> Tena; y, oor<br />
Quintero. Cubiertas, digo, con finos di- que le saludo Benavente. Ramón —no <strong>de</strong> contado, Ignacio Agustí. con Mariobujos<br />
las más, en libros <strong>de</strong> los nom- hay otro que Gómez <strong>de</strong> la Sema— es • na Rebull y El viudo Rius. Vicente Esbrados<br />
y <strong>de</strong> otros como Felipe Trigo, cada vez más original con El inconcriba nos <strong>de</strong>ja Una raya en el mar<br />
en la cumbre a la sazón; Anotóle Frangruente. Su tocayo Pérez <strong>de</strong> Ayala, sí<br />
ce, clásicos españoles y varios.<br />
antes <strong>de</strong> pasar al cine. ¿Y los Premios<br />
había otro, el <strong>de</strong> las lejanas Tinieblas Nada! <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1944? Mencionemos ante<br />
en las cumbres, no utiliza seudónimo todo a las mujeres: Carmen Laforet, re-<br />
para Luna <strong>de</strong> miel, Luna <strong>de</strong> hiél. Fervelación con Nada; Elena Quirowa<br />
nán<strong>de</strong>z-Flórez, humorista <strong>de</strong> pro, con-<br />
Los primeros quince<br />
(1950), con Viento <strong>de</strong>l Norte; María<br />
sagra con El secreto <strong>de</strong> Barba Azul el Dolores Medio (1952), con Nosotros, los<br />
años<br />
éxito que antaño obtuvo con Volvoreta. Rivero; y ahora mismo, María Luisa<br />
Hernán<strong>de</strong>z Cata sigue triunfando con Forrellat (1953), con Siempre en capi-<br />
sus colecciones <strong>de</strong> novelas cortas. El lla; y a J. F. Tapia (1945), Gironella<br />
De un lustro <strong>de</strong>spués, poco mas o ilustre malagueño Goxizaiez Anaya, con
,1<br />
GUIÓN DE<br />
ANTEGUERRA<br />
fl? : ^><br />
r FERNANDO G.<br />
22-1936<br />
\ QÜ<strong>EL</strong> que, inquietado o aburrido por las voces<br />
-^ lamentosas <strong>de</strong> algunos sobre la literatura española<br />
<strong>de</strong> la posguerra, se vuelve a mirar el panorama<br />
novelístico <strong>de</strong> los Quince años <strong>de</strong> anteguerra, sufre<br />
una primera impresión esclarecedora al darse cuenta<br />
<strong>de</strong> que las gran<strong>de</strong>s figuras <strong>de</strong> nuestro siglo no uertenecen<br />
en manera alguna a ese quincenio. En ese<br />
período Unamuno publica El otro y San Manuel Bueno;<br />
todo lo más y mejor —Abel Sánchez, La tía Tula,<br />
las novelas ejemplares, Niebla, El espejo <strong>de</strong> la muerte,<br />
Paz en la guerra— estaba publicado antes. Baraja llevaba<br />
publicados entonces cuarenta y ocho volúmenes;<br />
no más ,<strong>de</strong> treinta publica en el auincenio <strong>de</strong> anteguerra,<br />
y no son muchos menos los que da a la luz<br />
en el <strong>de</strong> posguerra. Valle edita en esos años el Tirano<br />
Ban<strong>de</strong>ras, La corte <strong>de</strong> los milagros y Viva mi dueño;<br />
a un período anterior pertenecen, junto con la mayoría<br />
numeral <strong>de</strong> su obra, la serie <strong>de</strong> las sonatas y la<br />
<strong>de</strong> la guerra carlista. Lo mejor <strong>de</strong> Asorín novelista<br />
es, evi<strong>de</strong>ntemente, anterior a 1922, y lo que ha publicado<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 39 no es <strong>de</strong>cisivaineníe inferior en<br />
cantidad ni calidad a lo que había dado a conocer<br />
entre el 22 y el 36.<br />
La generación <strong>de</strong>l 98 procedía <strong>de</strong> antes, su tiempo<br />
fue el <strong>de</strong> antes, si bien ese tiempo no nos iba a<br />
resultar un tiempo perdido; o, <strong>de</strong> preferirlo asi —rememorando<br />
a Proust—, su tiempo habría <strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong>l 36, el entrañable tiempo perdido Que nos<br />
lanzaríamos a buscar, para mejor conseguir el futuro.<br />
Porque el árbol necesita hundir profunda la raíz<br />
w. a crecer.<br />
En la literatura, el quincenio <strong>de</strong> anteguerra es propiedad<br />
privativa y casi acotada <strong>de</strong> un hombre, <strong>de</strong><br />
una revista, <strong>de</strong> una teoría: don José Ortega y Gasset,<br />
la Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte, La <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong>l arte.<br />
Hay una serie <strong>de</strong> novelas <strong>de</strong>shumanizadas, intelectualizadas,<br />
en relación con ese ententiimiento <strong>de</strong> la literatura.<br />
Jarnés, ñor ejemplo, se dio a conocer como<br />
novelista —con El TÍO fiel— en la Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte,<br />
y es el hombre que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1924 hasta 1936 sale<br />
casi a libro por año, sin que antes ni <strong>de</strong>spués haya<br />
hecho más novela.<br />
Luego hay en el quincenio otras figuras también<br />
características, a las que les es común un preciosismo<br />
verbal o imaginativo. Preciosismo casi dialectal <strong>de</strong> Jas<br />
palabras, casi bizantino <strong>de</strong> los personajes, en Ramón<br />
Pérez <strong>de</strong> Ayala; excelente prosista, con párrafos largos,<br />
en que se manifiesta la gran preparación humanística,<br />
construye a la perfección —a veces con módulos<br />
<strong>de</strong>susados— y utiliza la acción paralela. Preciosismo<br />
<strong>de</strong> color y <strong>de</strong> sentimiento en Gabriel Miró;<br />
entregado a los humos y celajes <strong>de</strong> su tierra levantina,<br />
y, viviendo sus recuerdos, escribe la prosa más<br />
cuidada y más sonora <strong>de</strong>l castellano <strong>de</strong> BU época;<br />
su obra, blanda como un cplchón <strong>de</strong> mir&guano, sobre<br />
el que se hubieran vertido perfumes <strong>de</strong> azahar,<br />
<strong>de</strong> naranjo, <strong>de</strong> limonero, <strong>de</strong> dátiles, arranca <strong>de</strong> algunos<br />
años aptes; pero es en 1922 (Niño y gran<strong>de</strong>), en<br />
1926 (El obispo leproso) y en 1928 (Años y leguas)<br />
cuando alcanza su culmen. Preciosismo <strong>de</strong>l ingenio<br />
y <strong>de</strong> la percepción imaginativa en Ramón Gómez ds<br />
la Serna; explosión literaria, juegos <strong>de</strong> artificio, juegos<br />
auténticos <strong>de</strong> palabras; escritor <strong>de</strong> verbena, alquimista<br />
inventor <strong>de</strong> la greguería; garboso, majo, llamativo<br />
como un mantón <strong>de</strong> Manila <strong>de</strong> enormes y<br />
chillones claveles; la mitad, por lo menos, <strong>de</strong> su obra<br />
ha nacido en el quincenio 23-36.<br />
Una tercera vena novelística, que. na es intelectuaiista<br />
ni estetizante, la componen autores <strong>de</strong> procuicción<br />
frecuente, <strong>de</strong> ediciones repetidas y <strong>de</strong> gran circulación.<br />
Palacio Valdés, todo un culto a la amenidad<br />
llamada <strong>de</strong> buena ley, correcta, familiar, casera. En<br />
A DO<br />
la misma línea,<br />
Martínez Olmedí-<br />
Ha, Agu i i a r Catena,<br />
Roberto Molina<br />
(Premio Nacional<br />
<strong>de</strong> Literatura<br />
en 1924), Hernán<strong>de</strong>z<br />
Cata, Zamwois.<br />
Sembrado<br />
también aquí, en<br />
los campos feraces<br />
<strong>de</strong>l éxito popular,<br />
Wenceslao Fernán<strong>de</strong>z<br />
Plórez, humorista<br />
<strong>de</strong> extraordinaria<br />
facilidad, cuva.<br />
nroducción <strong>de</strong><br />
anteguerra se mueve<br />
entre la orocaíidad<br />
v la ternura,<br />
dará en el "uincenio<br />
<strong>de</strong> posguerra su<br />
obra mejor. El bosque<br />
animado. Entre<br />
el humor y la<br />
<strong>de</strong>svergüenza. Joaquín<br />
Belda, y ya<br />
más <strong>de</strong>claradamente,,<br />
más profesionalmentepornográficos,<br />
la bien noblada<br />
relación <strong>de</strong><br />
nombres, que -referimos<br />
<strong>de</strong>ja.r sin<br />
mención y que "ueblanlujuriosamente<br />
(en todos los<br />
sentidos <strong>de</strong> la palabra)<br />
los escaparate?,<br />
las colecciones<br />
<strong>de</strong> novela corta<br />
y <strong>de</strong> novela larga,<br />
el rico repertorio<br />
<strong>de</strong> títulos venéreos<br />
que pue<strong>de</strong> registrarse<br />
en cada<br />
uno <strong>de</strong> los años <strong>de</strong><br />
esta época.<br />
La novela actual,<br />
social, históri c a<br />
<strong>de</strong>l presente asoma<br />
alguna vez en Tornad Borras o en Huberto i<br />
<strong>de</strong> la Ossa o en Le<strong>de</strong>sma Miranda y Zunzún<br />
para dispararse con rápida violencia a unos 1:<br />
subversivos, <strong>de</strong> neta agitación marxista, pura e<br />
jacobina, como los <strong>de</strong> Arconada; también vocer<br />
la revolución roja, Ramón J. Sén<strong>de</strong>r produce,<br />
Imán, una gran novela- Ellos, con Gorkin, Ni<br />
otros poseían condiciones <strong>de</strong> narradores, y aur<br />
ellos se hizo anunciable algún albor <strong>de</strong> innov!<br />
novelística; pero no querían ser novelistas, sino i<br />
lucionarios, y el hombre es, mas o menos, aquelic<br />
<strong>de</strong>sea.<br />
1939-1953<br />
1 A novelística española <strong>de</strong> la posguerra cuenta<br />
"- caudales heredados o <strong>de</strong> continuación, y con 1<br />
dales nuevos o <strong>de</strong> surgimiento.<br />
De continuación: Pío Barcia sigue impertérril<br />
pasmoso ritmo <strong>de</strong> dar un libro cada pocos J<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Que nació a la novelística en 1900. Desput<br />
la guerra española, junto con la polvareda <strong>de</strong><br />
o s t g u e/r. r a * Q U I N C E a ñ o s <strong>de</strong> ante que r r
Memorias, ha soltado<br />
un libro <strong>de</strong> versos.<br />
También ha seeuido<br />
escribiendo<br />
Azorin, cuya principal<br />
novedad es quiza<br />
la <strong>de</strong> haberse<br />
hecho hincha <strong>de</strong>l<br />
cine. Continúan y<br />
se han superada<br />
Z u n z u negui, Fernán<strong>de</strong>z<br />
Flórez, Le<strong>de</strong>sma<br />
Miranda.<br />
Ramón, Tomás Borras.<br />
Lo <strong>de</strong>más,<br />
que es lo más, pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>cirse que es<br />
nuevo.<br />
Pues ¿qué se na<br />
interrumpido, qué<br />
se ha terminado<br />
con la guerra? No<br />
ha vuelto a dar señales<br />
consi<strong>de</strong>rables<br />
<strong>de</strong> vida la novelaensayo,<br />
la novela<br />
a! estilo <strong>de</strong> la Revista<br />
<strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte,<br />
novela <strong>de</strong> elucuoración<br />
psicoanalít'ica,<br />
apta sólo para intelectuales.<br />
Otro tipo<br />
<strong>de</strong> novela qu'±<br />
ha <strong>de</strong>saparecido ¿s<br />
el género que se<br />
llamaba «galante»;<br />
ausente <strong>de</strong>l iodo<br />
en este quincenio,<br />
en e¡ quincenio anterior<br />
había logrado<br />
la lite r a t u r aio". — Axbo; * Sobre<br />
piedras grises».— José María Gironeila:
MIGU<strong>EL</strong> DE ÜNAMUNO<br />
Ef que siguiendo mi producción literaria<br />
se haya fijado en mis novelas, excepción<br />
hecha <strong>de</strong> la primera <strong>de</strong> ellas en tiempo,<br />
<strong>de</strong> Paz en la guerra, habrá podido observar<br />
que rehuyo en ellas las <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong><br />
paisajes y hasta situarlas en época y lugar<br />
<strong>de</strong>terminados, en darles color temporal y<br />
local. Ni en Amor y Pedagogía, ni en Niebla,<br />
ni en Abel Sánchez, ni en mis Tres<br />
novelas ejemplares, ni en La tía Tula hay<br />
apenas paisajes ni indicaciones geográficas<br />
y cronológicas. Y ello obe<strong>de</strong>ce al<br />
propósito <strong>de</strong> dar a mis novelas la mayor<br />
intensidad y el mayor carácter dramático<br />
posibles, reduciéndolas, en cuando quepa,<br />
a diálogos y relato <strong>de</strong> acción y <strong>de</strong> sentimiento<br />
—en forma <strong>de</strong> monólogos esto— y<br />
ahorrando lo que en la dramaturgia se<br />
llama acotaciones... El que lee una novela,<br />
como el que presencia la representación<br />
<strong>de</strong> un drama, está pendiente <strong>de</strong>l progreso<br />
<strong>de</strong>l argumento, <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong> las acciones y<br />
pasiones <strong>de</strong> los personajes, y se halla muy<br />
propenso a saltar las <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> paisajes,<br />
por muy hermosos que en sí sean.<br />
P Í O B A R O J A<br />
No es cosa <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir la novelar.cualquter<br />
-<strong>de</strong>finición que inventara uno, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
calentarse la cabeza, seria incompleta, arbitraria<br />
y no vendría completamente justa.<br />
Que hay una necesidad para el hombre<br />
actual <strong>de</strong> leerla, no cabe duda. Para unos<br />
es como un abrigo necesario para preservarse<br />
<strong>de</strong> las inclemencias <strong>de</strong> la vida; para<br />
otros es una puerta abierta al mundo <strong>de</strong><br />
lo irreai; para otros es un calmante.<br />
«AZORIN»<br />
Dista mucho, dista mucho<br />
<strong>de</strong> haber llegado a su perfección<br />
la novela. Esta<br />
coherencia y corrección<br />
antiartísticas —porque es<br />
cosa fría— que se censura<br />
en el diálogo... se encuentra<br />
en la fábula toda... Ante<br />
todo, no<strong>de</strong>behaberfábula...;<br />
la vida no tiene fábula; es<br />
diversa, multiforme, ondulante,<br />
contradictoria...; todo<br />
menos simétrica, geométrica,<br />
rígida, como aparece en<br />
las novelas... Y por eso, los<br />
Goncourt, que son los que,<br />
a mi enten<strong>de</strong>r, se han acercado<br />
más al «<strong>de</strong>si<strong>de</strong>rátum»,<br />
no dan «una vida», sino<br />
fragmentos, sensaciones separadas.<br />
Y así el personaje,<br />
entre dos <strong>de</strong> esos fragmentos, hará<br />
su vida habitual, que no importa al artista,<br />
y éste no se verá forzado, como en<br />
Ja novela <strong>de</strong>l antiguo régimen, a contarnos<br />
til<strong>de</strong> por tü<strong>de</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> por la mañana hasta<br />
por la noche, las obras y milagros <strong>de</strong> su<br />
protagonista..., cosa absurda, puesto que<br />
«toda» ía vida no se pue<strong>de</strong> encajar en un<br />
volumen, y bastante haremos si damos diez,<br />
veinte, cuarenta sensaciones...<br />
TOMAS BORRAS<br />
Soy novelista <strong>de</strong> la novela española. España<br />
ha sacado <strong>de</strong> su propio ser la fórmula<br />
<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la novela por los siglos <strong>de</strong> los<br />
siglos: el realismo i<strong>de</strong>alista; en esa íórmula<br />
están las tres direcciones: intramundo,<br />
mundo, ultramundo. Vibra, <strong>de</strong>
C<br />
TOULOUSE LAUTREC<br />
FIN DE SIGLO<br />
UANTA tristeza $•*, eneiem en este<br />
gran pintor <strong>de</strong> cuerpo <strong>de</strong>forme! Su<br />
figura, enmarca da suavemente estos días<br />
en una película evocadora <strong>de</strong> una época<br />
y un estilo <strong>de</strong>- vida vertiginoso, alegre y<br />
dolorido —pensemos en esas pobres mujeres<br />
que al final se arrastran por los<br />
{irostíbulo? y por los cafetines i»ás inmundos—-<br />
nos trae el recuerdo <strong>de</strong> un dramático<br />
sentimiento <strong>de</strong> inferioridad trae<br />
buscó el alivio en el alcohol, las caricia»<br />
compradas y los colores <strong>de</strong> su paleta.<br />
Henri <strong>de</strong> Toufouse-Lautrec es todo un<br />
símbolo y una clave. Símbolo <strong>de</strong> un espíritu<br />
lleno <strong>de</strong> sensibilidad en un' cuerpo<br />
monstruoso que al enfrentarse con la vida<br />
lo hizo con el alma vacía, sin consuelo<br />
interior capaz <strong>de</strong> superar el dolor<br />
INCERAMENTE no pue<strong>de</strong> extra-<br />
S ñarras nada todo cuanto ocurre.<br />
La Historia está repleta <strong>de</strong> semejanzas<br />
en cualquier época que consi<strong>de</strong>remos.<br />
Se busca —en el espectáculo—- lo<br />
roerte; lo que, a veces, incluso raya<br />
en lo <strong>de</strong>sagradable, en lo inhumano.<br />
El hombre —y en ocasiones hasta hajo<br />
pretextos espirituales, que es lo terrible—<br />
trata <strong>de</strong> olvidar el alma que<br />
lleva <strong>de</strong>ntro. Intenta olvidarse <strong>de</strong> sí<br />
mismo, <strong>de</strong> su conciencia. Así se fabrica<br />
y se inventa el espectáculo, la diversión,<br />
todo lo que sea capaz <strong>de</strong> alejarnos<br />
<strong>de</strong> una monotonía aferrada rabiosamente<br />
al día gris. Yo encuentro<br />
todo un símbolo en esa «Narrenthnrm»<br />
<strong>de</strong> Viena, o «torre <strong>de</strong> los locos» <strong>de</strong>l<br />
siglo xvi 11, lugar <strong>de</strong> espectáculo, <strong>de</strong><br />
escalofriante espectáculo, don<strong>de</strong> era<br />
admitido el público previo pago <strong>de</strong><br />
una cantidad para asistir a las escenas<br />
íntimas <strong>de</strong>l manicomio. Esas escenas<br />
<strong>de</strong>senfrenadas, terriblemente sinceras<br />
e impúdicas, infrahumanas, <strong>de</strong>l<br />
loco siendo bestia, carne pobre, humanidad<br />
caída, barro. Y es muy posible<br />
que en ese aiglo xvill y en esta<br />
mismísima Viena existiera ya alguna<br />
sociedad erigida en protectora <strong>de</strong> los<br />
pajaritos y los animales. Muy posible.<br />
Tan posible, que uno empieza a<br />
sentir vergüenza pasados estos dos largos<br />
siglos qne nos han llevado —con<br />
el refinamiento— al extremo opuesto:<br />
a la candad <strong>de</strong> roperito, a la candad<br />
<strong>de</strong> dama que, sabiéndolo sus manos<br />
<strong>de</strong> su monstruosidad, y así fue hundién-<br />
dose en la sima fácil <strong>de</strong> los placeres hasta<br />
saborear toda la amargura que llevaba<br />
<strong>de</strong>ntro. Una clave porque su pintura —el<br />
trozo bello <strong>de</strong> su vida— tiene ese aire<br />
ligero, frivolo, venenoso <strong>de</strong>l que mordía<br />
los placeres al no po<strong>de</strong>r gustarlos.<br />
Es el fin <strong>de</strong> siglo contemplado a través<br />
<strong>de</strong> unos ojos anhelantes, vidriados por el<br />
alcohol, <strong>de</strong> un hombre que no pudo<br />
compren<strong>de</strong>r el lado bueno <strong>de</strong>l mondo<br />
porque él mismo representaba un poco<br />
el fin <strong>de</strong> siglo. Carne, loz, placer; toda<br />
la espuma <strong>de</strong> una civilización que invita<br />
a gozar y frente a ella un cuerpo roto<br />
que va a buscar el amor en las mujeres<br />
más fáciles y pi<strong>de</strong> espiritualidad & quienes<br />
la perdieron <strong>de</strong>l todo.<br />
El hombre <strong>de</strong>forme tiene<br />
que le singulariza en la<br />
ante sí, como una prueba<br />
obra <strong>de</strong> la Creación, la angustiosa<br />
pregunta <strong>de</strong> la causa<br />
<strong>de</strong> su excepción y <strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>sgracia. Cuando supera<br />
su dolor y sabe Jlegar<br />
con espíritu cristiano<br />
al fondo <strong>de</strong> su gran<strong>de</strong>za,<br />
la vida se ilumina y en el<br />
yunque <strong>de</strong> su enfermedad<br />
talla, con la razón' t!e<br />
Dios, la gran obra -<strong>de</strong> su<br />
vida. Yo, llega a <strong>de</strong>cirse,<br />
no tengo la belleza, pero<br />
tengo al menos la rascón<br />
<strong>de</strong> esa belleza, y su posesión<br />
ilumina el camino y<br />
lo hace más gran<strong>de</strong> y más<br />
hermoso. Por el contrario,<br />
cuando su vida interior se<br />
rompe en <strong>de</strong>sgarros materiales<br />
al querer agarrarse<br />
a la carne su dolor se hace<br />
insufrible. Le falta entonces<br />
Dios, y sólo es cuerpo<br />
y sufre y se <strong>de</strong>sespera.<br />
Es incapaz así <strong>de</strong> valorar<br />
los reflejos a veces mag-<br />
<strong>de</strong>recha e izquierda, no quiere hacer<br />
—cuando ésta sería el gran remedio—<br />
justicia. Hay damas que llegan a nuestros<br />
hospitales públicos buscando el<br />
qué dirán y el dolor <strong>de</strong>l prójimo para<br />
aplicar palabras vacías y pobrecitos a<br />
una enfermedad hambrienta, a una<br />
enfermedad precisamente sin remedio<br />
en los mismos hospitales y que es todo<br />
un síntoma <strong>de</strong> que algo no respon<strong>de</strong>.<br />
Y por la íntima razón <strong>de</strong>l aburrimiento.<br />
Esto es, para realizar el elegante<br />
juego <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s, las reuniones,<br />
las asambleas, las presi<strong>de</strong>ntas,<br />
las tesoreras. Esto es, para ejercitarse<br />
en una lástima <strong>de</strong> mentirijillas,<br />
pero que, a su vez, <strong>de</strong>struya los<br />
días grises y haga cerciorar en una<br />
calidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>río, <strong>de</strong> altura, <strong>de</strong> selección.<br />
Esto sobre todo.<br />
Gusta más la vieetiple cuando entre<br />
los bastidores, a punto ya <strong>de</strong> enseñarnos<br />
absolutamente todas sus tristezas,<br />
se santigua. Hay codazos, índices fjoe<br />
la señalan', conversaciones y sonrisas<br />
al oído; el espectáculo —seamos sinceros<br />
en lo más profundo <strong>de</strong> nuestras<br />
almas- se hace más, muchísimo<br />
más interesante. A través <strong>de</strong> mas<br />
piiernas enflaquecidas adivinamos toda<br />
una biografía caída, una novela qtw*<br />
<strong>de</strong> su amaigura y <strong>de</strong> su genio y <strong>de</strong>scon-<br />
Se recubre doloridamente con la capa<br />
el camino <strong>de</strong>l amor que tanto <strong>de</strong>sea,<br />
nificos <strong>de</strong> su espíritu que pueda abrirle<br />
tía, teme y odia o <strong>de</strong>sprecia.<br />
Henri <strong>de</strong> Toulouse-Latrtrec buscó el<br />
amor en la superficie, y se hundió ;_y<br />
cuando el soplo <strong>de</strong>l espíritu pasó por su<br />
lado no pudo verlo porque ya estaba<br />
moy bajo, oscurecido por los vapores <strong>de</strong>l<br />
alco'aol y reclinado tan sólo en su vaporosa,<br />
fácil y expresiva "pintura. Aquí estaba<br />
su único brillo y el recuerdo <strong>de</strong> su<br />
paso por la vida. A nosotros esa pintura<br />
que nos retrata una hora <strong>de</strong> los últimos<br />
años <strong>de</strong>l siglo nos hace pensar con tristeza<br />
en el pobre enano que abandonó<br />
nos gustaría leer, una vida triste riendo<br />
y moliéndose. Adivinamos muchas<br />
cosas en esa biografía cansada. Adivinamos<br />
al barro que se santigua y endureciéndose.<br />
E» el boxeo o en los toros preferimos<br />
eses momentos en que el púgil<br />
o el torero empieza a per<strong>de</strong>r ej<br />
conocimiento y todavía está en pie,<br />
mirando bobamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sueño incipiente<br />
si <strong>de</strong>stino sayo, particularísimo<br />
e intransferible, que le golpea, le<br />
cornea y le hace salir una sangre roja.<br />
Preferimos el espectáculo cuando<br />
existe la inferioridad física o moral<br />
<strong>de</strong> lo que nos divierte y nos ha sacado<br />
por unos momentos <strong>de</strong> una rutina<br />
<strong>de</strong> inferiorida<strong>de</strong>s. Pisar lo» ídolos,<br />
pisar por el placer <strong>de</strong> sabernos<br />
subiendo la escalera, es constante qne<br />
se repite en bis páginas escritas V en<br />
las mu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda la Historia. Pisar<br />
el dolor, la <strong>de</strong>rrota, la miseria; pisar,<br />
tener lástima, eompa<strong>de</strong>eern-s: é«a<br />
es la diversión sutil, el espectáculo inhumano<br />
que preten<strong>de</strong>mos e inventamos.<br />
Pisar: ésa es la única razón oue<br />
nos anima a hacernos <strong>de</strong> día en día<br />
más blancos por fuera. Pisar: he aquí<br />
el motivo qne divierte —más que ninguno<br />
©tro— al hombre. Yo sé <strong>de</strong> mu-<br />
su castillo j su pasado —rotura social—,<br />
y también su Dios, para dibujar en la*<br />
• mesas <strong>de</strong>l Moulin Rouge los giros <strong>de</strong> laa<br />
bailarinas en un contraste <strong>de</strong> singular<br />
violencia. Su alegre pintura es triste. Tal<br />
vez un instante, ante la belleza <strong>de</strong> sus<br />
cuadros, estemos a punto <strong>de</strong> dar gracias a<br />
su dolor y a su <strong>de</strong>formidad. Pero con todo,<br />
como problema humano, es triste, no<br />
tanto por sus piernas cortas como por la'<br />
tristeza <strong>de</strong> su alma vacía <strong>de</strong> Dios y rebosante<br />
<strong>de</strong> sensibilidad. A él le faltó,<br />
como al final <strong>de</strong>l siglo xix, un soplo <strong>de</strong><br />
vida cristiana, y en este sentido bien<br />
pue<strong>de</strong> ser un pintor fin <strong>de</strong> siglo.<br />
JOSÉ CEPEDA ADÁN<br />
chos que ensañan la suela <strong>de</strong> su zapato<br />
contra las hormigas que trabajan<br />
y luego se compa<strong>de</strong>cen. Pisar, pisar.<br />
Pero llegará el día <strong>de</strong> nuestra muerte,<br />
el día <strong>de</strong> snfrir el pisotón tremendo<br />
y <strong>de</strong>finitivo.<br />
Es más peligroso asomarse al interior,<br />
bucear y arañar en nuestras entrañas,<br />
que sacar la cabeza o el brazo<br />
al paisaje corriendo y con pontea<br />
enfrente. M£s peligroso y más difícil.<br />
Porque para bucear hay que tener los<br />
pulmones llenos <strong>de</strong> la intención, limpia,<br />
y para asomarse al exterior no se<br />
precisa nada más que <strong>de</strong> una marcha<br />
loca y ciega y <strong>de</strong> un traumatólogo<br />
amigo o conocido. Pue<strong>de</strong> producirse<br />
con lo primero, y muy fácilmente, una<br />
fractura <strong>de</strong>l alma que nos haga llorar<br />
un «mea culpa» salvador y que nos regenere<br />
con nosotros mismos. Es lo qne<br />
hace falta. Porque estamos convirtiendo<br />
el mundo en una gigantesca torre<br />
<strong>de</strong> los locos al estilo <strong>de</strong> Viena y con<br />
espectadores en primera fila, por supuesto.<br />
Amemos a la hormiga. Dejemos que<br />
tranquilamente vaya subiendo hasta<br />
nuestro pensamiento puro. Hablémosle<br />
con palabras sinceras. J?o nos ensañemos<br />
ni nos perdamos en frases tópicas.<br />
Tengamos una lástima —cuando no<br />
podamos hacer justicia— que nos haga<br />
vibrar y llorar el alma entera.<br />
Amigos: es preciso.<br />
FRANCISCO VERDERA
EBIÓ <strong>de</strong> ser conmovedor el espec-<br />
D táculo <strong>de</strong> un crítico casi viejo, que<br />
en una gran exhibición .<strong>de</strong> arte actúa!<br />
escuchaba, para procurar compren<strong>de</strong>r 1»<br />
que veía, las lecciones <strong>de</strong>. uu pintor casi<br />
niño. Ambos ponían toda su buena voluntad<br />
en llegar a «na inteligencia entre<br />
las cosas más distantes y antagónicas:<br />
dos generaciones sucesivas. Y creo que<br />
r-i algunos momentos le consiguieron.<br />
Ello ocurrís en la gran «Mostra», <strong>de</strong> Picasso<br />
que se celebro en Roma la pasada<br />
primavera, y eran los interlocutores Joaquín<br />
Vaquero Turcios y el que estas líneas<br />
escribe. Joaquín se afanaba ante<br />
ios lienzos más difíciles por hacerme<br />
ver cómo el pintor no había ereído necesario<br />
para conseguir sus equilibrios <strong>de</strong><br />
masas ni sus acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> color copiar<br />
§ervilmente la realidad externa, sino quf<br />
le bastaba con sugerirla con algunos rasgos<br />
emocionados. Con razones semejantes<br />
me explicaba sus propias composiciones<br />
en su estudio <strong>de</strong> Barcelona Juan<br />
Miró.<br />
Para gozar <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> mi iniciador<br />
eu la pintura mo<strong>de</strong>rna, Joaquín Vaquero<br />
Turcios, hijo <strong>de</strong> un gran pintor y<br />
sobrino-nieto <strong>de</strong> Rubén Darío, no he necesitado<br />
<strong>de</strong> buscar teorías que me ayu<strong>de</strong>n<br />
a compren<strong>de</strong>r. L'n intenso po<strong>de</strong>r<br />
emocional está latente en cada uno <strong>de</strong><br />
sus cuadres, aun en aquellos <strong>de</strong> factura<br />
más avanzada. Joaquín se ha situado,<br />
como lo hicieron, todos los gran<strong>de</strong>s pin*<br />
tores españoles, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la corríante <strong>de</strong><br />
su tiempo; pero para ello no ha creído<br />
necesario arrojar por la borda la tradición<br />
ni ninguno <strong>de</strong> los eternos valores<br />
humanos. Porque aquellos que han <strong>de</strong>shumanizado<br />
su poesía o su pintura se<br />
han privado, a cambio <strong>de</strong> la aprobación<br />
<strong>de</strong> reducidos cenáculos, <strong>de</strong>l placer supremo<br />
que sin duda sintieron los artistas<br />
<strong>de</strong> otras épocas más afortunadas al<br />
sentir cómo su creación hacía vibrar el<br />
alma <strong>de</strong> todo un pueblo.. A través <strong>de</strong> las<br />
osadías <strong>de</strong> su paleta y <strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> su dibujo, se advierte en los cuadros<br />
<strong>de</strong> Vaquero Turcios la poesía <strong>de</strong> las eosas<br />
humil<strong>de</strong>s en cayo <strong>de</strong>sgaste han <strong>de</strong>jado<br />
su huella los siglos y la vida. Ese<br />
«Sunt lacrimae rerum» <strong>de</strong>l poeta latino<br />
que ha inspirado a todos los poetas españoles,<br />
empeñados en captar el «dolorido<br />
sentir» <strong>de</strong> las cosas al hundirse en<br />
los abismos <strong>de</strong>l tiempo.<br />
Al servicio <strong>de</strong> esta heredada sensibilidad<br />
<strong>de</strong> poeta, Joaquín Vaquero ha<br />
puesto una técnica vigorosa y sabia,<br />
aprendida, como en los artistas meuie?ales,<br />
en el taller paterno. Hay en ella<br />
mucho <strong>de</strong> tradición española en la preocupación<br />
por el color y por el ambiente,<br />
en el don divino <strong>de</strong> apo<strong>de</strong>rarse<br />
<strong>de</strong> la lux; pero al escuchar «la voz <strong>de</strong><br />
la sangre» el pintor no ha <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñado<br />
la lección <strong>de</strong>l «cnatrocento» italiano, euyos<br />
gran<strong>de</strong>s maestros explicaron a maravilla<br />
la ciencia <strong>de</strong> los volúmenes. Aun<br />
cuando <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> Pablo Ruis Picasso, el<br />
pintor malagueño no le ha inspirado<br />
©RE DE RUBEN DARíÓ'<br />
USÍA A ROMA EN ROMA<br />
POR<br />
<strong>EL</strong> MARQUES DE LOZOYA<br />
"DÓRICO", óleo <strong>de</strong> Vaquero Turcios (1952)<br />
sino algunos acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> color, y <strong>de</strong>be<br />
más, quizá, a los pintores italiano» <strong>de</strong><br />
esta hora.<br />
«T-o que no es tradición es plagio» ha<br />
escrito Eugenio d'Ors. El mérito <strong>de</strong> este<br />
pintor <strong>de</strong> veinte años es que no se parece<br />
ya a nadie, pues aun la herencia<br />
paterna va quedando cada vez más lejana.<br />
Kl es sólo él, y sus cuadros con<br />
los <strong>de</strong> ningún otro pintor pue<strong>de</strong>n confundirse.<br />
Cualidad insigne en la época<br />
más gregaria, ';on tantas ambiciones <strong>de</strong><br />
libertad que ha conocido la historia <strong>de</strong>l<br />
Arte. Difícil les va a ser a lo» directo*<br />
res <strong>de</strong> museos <strong>de</strong>l porvenir d clasificar<br />
<strong>de</strong> nuevo ios cuadros si las firmas se borran<br />
y se confun<strong>de</strong>n las papeletas.<br />
Con el bagaje, no siempre cómodo, <strong>de</strong><br />
su sensibilidad exquisita y <strong>de</strong> su avt<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> nuevas impresiones, Joaquín Vaquero<br />
Turcios vino a Roma al ser nombrado<br />
su padre vicedirector <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />
<strong>de</strong> España. Sus faculta<strong>de</strong>s, ya entonces<br />
asombrosas, le abrieron las puertas<br />
<strong>de</strong> la escuela romana <strong>de</strong> Arquitectura,<br />
en la cual goza <strong>de</strong> gran prestigio<br />
eutre alumnos y profesores. Para un<br />
muchacho que se encontraba <strong>de</strong> pronto<br />
eu un ambiente artístico tan <strong>de</strong>nso, tan<br />
Heno <strong>de</strong> las voces <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong>l presente,<br />
todo <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser una revelación<br />
v un asombro, pero la gran revelación<br />
fue para Joaquín Vaquero la misma<br />
Roma, con el color caliente <strong>de</strong> sus muros<br />
pintados <strong>de</strong> ocre o <strong>de</strong> «sangre <strong>de</strong><br />
toro», sirviendo <strong>de</strong> fondo al exacto dibujo<br />
<strong>de</strong> las columnas rotas. Roma fue<br />
un tema obsesivo para el muchacho es-<br />
jtaüol, al principio siguiendo la amaneran<br />
paterna y ahora con una mayor lihtrtad<br />
en la pincelada y en la línea<br />
que tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>formar, a fuerza <strong>de</strong> pasión,<br />
un dibujo impecable. Así Joaquín<br />
s* ha convertido en «pintor <strong>de</strong> cámara»<br />
<strong>de</strong> la Ciudad Eterna, que en los lienzos<br />
<strong>de</strong> este pintor aatur con sangre <strong>de</strong> Nicaragua<br />
«es más Romas que en sus propios<br />
muros <strong>de</strong> ladrillo o en sus mármoles<br />
mutilados. De la müana manera, Parí»<br />
era más Paría en loa versos <strong>de</strong><br />
Rubén.<br />
Buscas a Roma en Roma, ¡oh psre~<br />
Igrino !.<br />
y a Roma misma en Roma no hx halla*.<br />
Así escribía nuestro don Francisco <strong>de</strong><br />
Quevedo. Joaquín ha encontrado a Roma<br />
en Roma, y este encuentro originó su<br />
primer triunfo. Se convocó en la ciudad<br />
un premio internacional en 1952 para<br />
los artistas extranjeros que mejor hubiesen<br />
interpretado sus perspectivas urbanas.<br />
El jurado, en el cual no había ningún<br />
español, confirió el premio a un<br />
Joaquín Vaquero Turcios, que era <strong>de</strong>sconocido<br />
<strong>de</strong> todos sus miembros. El segando<br />
gran éxito ha tenido lugar en e!<br />
mes <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1953. Los artistas<br />
romanos consiguieron que el «tsindaco*<br />
<strong>de</strong>clarase intangible la vieja Via Margutta,<br />
junto a la plaza <strong>de</strong> España centro<br />
secular <strong>de</strong> la vida artística <strong>de</strong> Roma.<br />
integrada por estudios <strong>de</strong> pintores y por<br />
tiendas <strong>de</strong> anticuarios y <strong>de</strong> marchantes.<br />
Para celebrar el triunfo organizaron tina<br />
Exposición en «1 castizo aCaffé <strong>de</strong>gli<br />
Artisti», en la misma calle, en la cual<br />
figurarían una obra escultórica, un libro<br />
<strong>de</strong> poesía recién editado y un conjunto<br />
<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> un solo pintor. El elegido<br />
por unanimidad entre loa pintores<br />
<strong>de</strong> Roma fue Joaquín Vaquero Turcios.<br />
No he presenciado en Roma, en" los<br />
meses en que he vivido la vida <strong>de</strong> la ciudad,<br />
acontecimiento social semejante al<br />
<strong>de</strong> la inauguración <strong>de</strong> esta amostra» <strong>de</strong>l<br />
español. El cuerpo diplomático —naturalmente,<br />
a la cabeza el embajador <strong>de</strong><br />
España, marqués <strong>de</strong> Desío—; los nombres<br />
principescos <strong>de</strong> Roma: Colonna, Orsini,<br />
Sciarra, Vilermosa, Sanaeverino; todos<br />
los artistas jóvenes y muchos <strong>de</strong> los<br />
viejos. Hablaron el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Roma.<br />
Robechini; el crítico Villare Querel.<br />
buen amigo <strong>de</strong> España, e hicieron hablar<br />
a Joaquín, que salió <strong>de</strong>l paso como<br />
pudo, con esa intuición hispánica que<br />
nos es tan útil en trances difíciles.<br />
No se pue<strong>de</strong> inaugurar una cartera<br />
artística con augurios más brillantes.<br />
Por que en esta carrera el pintor se libre<br />
<strong>de</strong>l truco, <strong>de</strong> la facilidad excesiva.<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>masiada complacencia en su<br />
obra que le Ueve a repetirla in<strong>de</strong>finidamente<br />
y conserve hasta la vejez su capacidad<br />
virginal <strong>de</strong> asombro ante las<br />
cosa», hago ahora, ante los altares <strong>de</strong><br />
San Lucas y <strong>de</strong>l Beato Angélico, los mas<br />
fervientes voto*.
DE<br />
NACIONALES<br />
DIRECCIÓN GENERAL DE<br />
B<strong>EL</strong><strong>LAS</strong> <strong>ARTE</strong>S<br />
FiNTUBA<br />
Ante tanta obra, el cronista piensa<br />
que se habrá hecho una previa selección,<br />
y el resultado le <strong>de</strong>ja atónito. También<br />
es posible que ésta no se haya hecho y,<br />
en tal caso, ¿no hubiera sido preferible<br />
.kjar los cuadros reducidos a la <strong>de</strong>cena<br />
• > a menos aún?<br />
Parece increíble que se admita tanto<br />
i:rümo, tanto aprendiz, tanta morralla<br />
pictórica. En pocos certámenes provin-.<br />
cíanos o pueblerinos para aficionados y<br />
principiantes hemos visto tal muestra<br />
<strong>de</strong> mal guslo, torpeza, falta <strong>de</strong> oficio y<br />
<strong>de</strong>plorable mimetismo como en esta horrible<br />
y pintarrajeada exhibición que se<br />
<strong>de</strong>nomina nada más y nada menos que<br />
t> Concurso Nacional».<br />
Si salvamos unas pocas telas, el resto<br />
fulo es dígno <strong>de</strong> la quema.<br />
Se ha otorgado el primer premio e<br />
Agustín Redon<strong>de</strong>la por su cuadro «Huertos<br />
y murallas <strong>de</strong> Segovia» y el accésit<br />
a Vargas Ruiz por «Desnudo».<br />
ítedon<strong>de</strong>la es uno <strong>de</strong> los primeros' en<br />
nuestra primera y joven pintura. En el<br />
anterior número <strong>de</strong> ATENEO <strong>de</strong>cíamos,<br />
refiriéndonos a otra vista suya <strong>de</strong> Seíovia:<br />
«es uno <strong>de</strong> esos lienzos
18<br />
DETRAS D<strong>EL</strong> LIENZO<br />
¿QUE HA OCURRIDO CON <strong>EL</strong><br />
SALÓN DE OTOÑO?—Este año no<br />
habrá Salón <strong>de</strong> Otoño. A lo sumo,<br />
podría haber un Salón <strong>de</strong> primavera<br />
o <strong>de</strong> verano. Seg-ún se dice, el<br />
certamen tan tenazmente sostenido<br />
por el señor Prados López no ha<br />
encontrado local que lo albergara.<br />
Algunos han respirado con alegría<br />
pensando que el Salón había muerto<br />
por completo. De todos modos,<br />
es <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer que nos lo hayan<br />
ahorrado, aunque sólo sea por una<br />
vez.<br />
ALGO SOBRE <strong>EL</strong> OLOR D<strong>EL</strong> SA-<br />
LÓN DE OTOÑO.—Insistimos sobre<br />
eí susodicho Salón. Y recordamos<br />
que hallándose Cristina Mallo paseando<br />
este verano por el puerto <strong>de</strong><br />
Santan<strong>de</strong>r, percibió el olorcillo característico<br />
<strong>de</strong> las no limpias aguas,<br />
y dijo a" 1 los Que lo acompañaban:<br />
«Vamonos <strong>de</strong> aquí- Huele a Salón <strong>de</strong><br />
Otoño.»<br />
PARA LOS ARQUITECTOS. — En<br />
la serie <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> la Colección Palma,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> «Dibujos»<br />
<strong>de</strong> la pintora holan<strong>de</strong>sa Agnes<br />
van <strong>de</strong>n Bran<strong>de</strong>ler, aparecerá en<br />
breve el segundo volumen, «Perspectivas»,<br />
<strong>de</strong> Alberto Sartoris. Llevará<br />
dibujos y texto <strong>de</strong>l autor, y un prólogo<br />
<strong>de</strong> Antonio Oliver.<br />
REVISIÓN DE PEDRO MOZOS.—<br />
El pintor palentino expondrá en<br />
LOS ESPAÑOLES EN SAO PAU-<br />
LO.—Antonio Tapies ha sido premiado<br />
en la Bienal brasileña. No se<br />
-han concedido mas premios a los<br />
españoles. Pero no se crea que han<br />
quedado ignorados. Críticos <strong>de</strong> todo<br />
el mundo han tomado nota <strong>de</strong> ellos.<br />
Tapies acaba <strong>de</strong> exponer en Nueva<br />
York, don<strong>de</strong> llamó la atención.<br />
LA BIBLIA Y LA HISTORIA.—<br />
André Parrot ha publicado un tercer<br />
cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> arqueología bíblica<br />
<strong>de</strong>dicado a «Nínive y el Anticuo<br />
Testamento». Los anteriores fueron<br />
«El Diluvio y el Arca <strong>de</strong> Noé» y «La<br />
torre <strong>de</strong> Babel». Parrot ha estudiado<br />
los textos bíblicos sobre el mismo<br />
suelo <strong>de</strong> Mesopotamia. «Gracias<br />
a él —dice G. Charensol—. hechos<br />
que podrían parecer legendarios -se<br />
encuentran colocados en una perspectiva<br />
histórica perfectamente coherente.»<br />
• DIBUJOS EN TEXAS.—En Dallas<br />
ha tenido lugar una exhibición <strong>de</strong><br />
dibujos que abarca <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Daumier<br />
hasta Dalí. Otros artistas incluidos:<br />
Léeer, Maillol, Mbdigliani, Renoir,<br />
Vlaminck.<br />
NO SOLO <strong>EL</strong> CINE.^BajO el título<br />
«Las tres dimensiones», el año<br />
ESPAÑA<br />
el Museo <strong>de</strong> Arte Contemporáneo en<br />
febrexo. Se tratará <strong>de</strong> una exposición<br />
antológica en la que Mozos recogerá<br />
su obra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los diecisiete<br />
años.<br />
NUESTRA BIENAL. — Paitan ya<br />
pocos días para la inauguración <strong>de</strong><br />
la Bienal <strong>de</strong> La Habana. Y, según<br />
noticias recibidas <strong>de</strong> la capital cubana,<br />
han existido, quizá siguen<br />
existiendo, ciertas dificulta<strong>de</strong>s en<br />
cuanto al edificio en que había <strong>de</strong><br />
ser instalada.<br />
JUICIOS DE EUGENIO D'ORS.—<br />
A don Eugenio siguen sin gustarle<br />
Solana ni Pancho Cossfa>. Esto último<br />
es explicable en el amante <strong>de</strong><br />
las «formas que pesan». Sin embargo,<br />
en ciertas ocasiones ha alabado<br />
con calor a Eluardo Vicente, y como<br />
alguien se lo recordara, el maestro<br />
se ha explicado; «Es f,ue en aquellos<br />
tiempos no había más pintores.»<br />
Nos gustaría saber qué piensa <strong>de</strong><br />
todo esto Gustavo <strong>de</strong> Ruméu.<br />
PREMIO DE ILUSTRADORES.—<br />
El primer premio <strong>de</strong> ilustradores<br />
<strong>de</strong>l I Salón <strong>de</strong>l Dibujo celebrado recientemente<br />
ha sido ganado por<br />
Pascual Palacios Tar<strong>de</strong>s, por los dibujos<br />
para el libro «Luz en el barro»,<br />
dé A. Izquierdo Laguna.<br />
pasado se formó en París un reducido<br />
grupo d§ Dintores y escultores<br />
que se propuso <strong>de</strong>mostrar cómo el<br />
artista pue<strong>de</strong> expresarse sin recurrir<br />
a la cuarta dimensión. Nosotros<br />
creíamos que esto no necesitaba ser<br />
<strong>de</strong>mostrado. Este año, el grupo, más<br />
amplio, se ha vuelto a presentar al<br />
público, con éxito. Entre las obras<br />
colgadas figuraban varias <strong>de</strong> Riera,<br />
pintadas este verano en Andalucía<br />
UN TORO MODERNO. —Uste<strong>de</strong>s<br />
üue<strong>de</strong>n pensar que esta reproducción<br />
correspon<strong>de</strong> a algún cuadro premiado<br />
o presentado en alguna exposición<br />
<strong>de</strong> hoy. Sin embargo, se trata<br />
mo<strong>de</strong>stamente <strong>de</strong> un dibujo para<br />
labor <strong>de</strong> bordado, original <strong>de</strong> la inglesa<br />
Joyce Conwv- Evans. Hasta<br />
aquí llega la renovación originada<br />
por las nuevas formas.<br />
TRIUNFO DE CLAVE.—La reciente<br />
exposición <strong>de</strong> Clavé en la galería<br />
Drouant- David, <strong>de</strong> París, ha<br />
constituido un resonante triunfo Dará<br />
nuestro compatriota. En «Les<br />
Nmwelles Littéraires» se dice que la<br />
fuerte personalidad <strong>de</strong> éste es «hoy<br />
unánimemente reconocidas». Con relación<br />
a sus naturalezas muertas se<br />
comenta que son «sabrosas en cuanto<br />
a la materia y trágicas en cuanto<br />
al sentimiento, como conviene A<br />
nn colorista <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> Goya y <strong>de</strong><br />
Solana».<br />
UN PINTOR Y UN ESCULTOR<br />
EN CHICAGO.—En el Arts Club, <strong>de</strong><br />
Chicase, ha tenido lugar tina in,portante<br />
exposición <strong>de</strong> Alberto Giacometti<br />
y <strong>de</strong> Loren-Mac-Iver. Gíacometti<br />
es uno <strong>de</strong> los escultores más<br />
personales <strong>de</strong> hoy y <strong>de</strong> los Que más<br />
influencia, han ejercido.<br />
C.<br />
¿Cualquiera sabe que es!<br />
Nunca he <strong>de</strong>seado tanto una eosa<br />
como en el momento <strong>de</strong> ponerme a hacer<br />
este comentario <strong>de</strong> la obra estrenada<br />
por Tono y Jorge Llopis en eí<br />
teatro Beatriz. Lo que yo <strong>de</strong>searía en<br />
este momento es tener la pluma <strong>de</strong> los<br />
propios autores a mi disposición para<br />
escribir este comentario, porque sería<br />
la única manera <strong>de</strong> hacerlo acertadamente.<br />
Empecemos por el título, con su eo-<br />
. rrespondjente disyuntiva: «Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong><br />
Bramante, o las florecillñs <strong>de</strong>l fangos.<br />
Al que hay qn« añadir —es punto menos<br />
que imprescindible— el par <strong>de</strong><br />
pareados puestos a continuación en<br />
el programa <strong>de</strong> mu no:<br />
«Drama <strong>de</strong> capa y bigote<br />
con su poco <strong>de</strong> estrambote,<br />
en nn prólogo, tres actos<br />
y dos ricos entreactos.»<br />
Sin olvidar, como final <strong>de</strong> la prc-<br />
§ litación, los títulos <strong>de</strong> los tres retos<br />
<strong>de</strong> los que habla el segundo pareado<br />
en cuestión:<br />
Acto primero. — Execración y vilipendio.<br />
Acío segundo. — Andrajosa» poro<br />
honraditas.<br />
Acto tercero. — ¡¡La cochina eo-<br />
Poro, no; no lo he dicho todo aun.<br />
En el programa- dice algo más. Tono<br />
y Jorse Llopis <strong>de</strong>nominan a la obra<br />
—según Tono viene haciendo hace<br />
tiempo— función. Efectivamente, tal<br />
rez sea la única manera <strong>de</strong> Humarla,<br />
porque función —aunque la <strong>de</strong>finición<br />
no sea mny académica— es todo espectáculo<br />
que se produce en un escenario<br />
a la vista <strong>de</strong> un público. Y es que<br />
encontrar otra <strong>de</strong>nominación para<br />
«Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong> Bramante» sería verda<strong>de</strong>ramente<br />
difícil. De comedia no tiene<br />
nuda, ni <strong>de</strong> drama, ni <strong>de</strong> tragedia, ni<br />
<strong>de</strong> traffieomeiMa. "i <strong>de</strong> jugtiMe cómico.<br />
ni.<strong>de</strong> apropósíto, ni siquiera <strong>de</strong> dispa-<br />
rate —a pesar <strong>de</strong>l morrocotudo disparate<br />
que es—, porque el disparate,<br />
lo mismo que el juguete cómico, el<br />
apropósito, la tragicomedia, la tragedia,<br />
el drama o la comedia, tiene alguna<br />
norma específica por arbitraría<br />
que sea. y en la función <strong>de</strong> Tono y<br />
Llopis, por no existir norma ni la <strong>de</strong><br />
arbitrariedad, pue<strong>de</strong> tenerse en consi<strong>de</strong>ración<br />
por muy optimista que uno<br />
sea.<br />
Naturalmente, ésta <strong>de</strong>l eiieasiilamiento<br />
es una discusión bixantiua,<br />
muy <strong>de</strong>l gusto, según tengo entendido,<br />
<strong>de</strong> los críticos <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l XIX y<br />
principios <strong>de</strong>l XX, que no llera, per<br />
supuesto, a ninguna parte. ¿Pero es<br />
que lleva a alguna parte ^Fe<strong>de</strong>rica <strong>de</strong><br />
Bramante^? Es un puro juego <strong>de</strong> locos,<br />
sin hilván ni lógica alguna, don<strong>de</strong><br />
hace el efecto que los personajen<br />
—como eu una nueva y estrambótica<br />
comedia <strong>de</strong>l arte— dieeo cada uno lo<br />
que se le va ocurriendo <strong>de</strong> momento.<br />
y cuanto más dislocado resulte, m'íjor.<br />
Bien es verdad que ya en cierta ocasión,<br />
en la autocrítica <strong>de</strong> una <strong>de</strong> sus<br />
funciones, para explicar la cosa Tono<br />
salió d?l paso diciendo que lo que pasaba<br />
allí era que salían tos personajes.<br />
<strong>de</strong>cían lo que tenían que <strong>de</strong>cir y se<br />
iban. Pero tanto se acentúa en este<br />
caso la incoordinación, que llega a<br />
complicarse con «i mpre meditación* y.<br />
a veces, alevosía, hasta crear la cualidad<br />
i<strong>de</strong>a! <strong>de</strong> asesinato dramático <strong>de</strong><br />
todas las normas y reglas.<br />
En algún momento el espectador<br />
llega a pensar que se trata <strong>de</strong> una parodia<br />
<strong>de</strong> tal o cual cosa, <strong>de</strong> tai o cual<br />
autor.
El hecho <strong>de</strong> que s* trate <strong>de</strong> un meloitrama<br />
forzado y ridiculizado, moníado<br />
con ¡ntfmíable intención sobre un<br />
vsrso rifirso, - pudiera hacer pensar<br />
en an principio en alffo al esíiio «ie «La<br />
venganza 'e Don JACIMÍO», ¡Quia! N'o<br />
tiene parentesco alguno. Aquí la más<br />
síesaforada ineoncxidm <strong>de</strong>l torio con<br />
sus partes hucc irrupción a cada momento,<br />
sin que por eso mismo pueda<br />
s-eñsiarse antece<strong>de</strong>nte algrun?.<br />
Y bien, jjsrptendo con todo esto hacer<br />
una feroz y (íevastaífora crítica<br />
<strong>de</strong> «Fe<strong>de</strong>rica (?e Bramante»? Resultaría<br />
un poco ridículo. ¿ao es cieit'í A<br />
Tono y I.loj:is —-y ti unes cuantos más,<br />
por supuesto— se les iban a volver<br />
locas las tripas <strong>de</strong> risa (-i yo —a' cualquiera—<br />
pretendiera atíenírarms en<br />
fl imposible emj:eño *!e una sesuda crílica<br />
(íc esta función.<br />
¿Quiere «ieeir, acaso, qus elogio PSÍÍ 1<br />
(fisp^rate sin Huí (Si principio. Porque<br />
hasta el prólogo pertenece a otra<br />
cosa que pudiera hab«r sido y no es,<br />
sin ninguna r^zón que lo valga.) También<br />
esto sería locura, claro está. Ante<br />
trdo, es punto menos que incomprensible<br />
que una compañía sria como es<br />
la que dirigen los señores Pér^x <strong>de</strong> la<br />
Ossa y Bonmatí <strong>de</strong> Codocido, se haya<br />
lanzado a estrenar esta función. Lo lóíico<br />
sería pensar que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> escuchar<br />
su lectora, don Humberto o<br />
don Francisco se hubieran lev Hitado<br />
sonrientes, hubieran palmnfe^do sleirrfmeiife<br />
en la escalda <strong>de</strong> cuslquiera<br />
el Sindicato,<br />
ni ia censura, ¿qué será eso<br />
que el hombre <strong>de</strong> la calle quiere<br />
significar cuando dice "voy al cine",<br />
"vengo <strong>de</strong>l cine 1 ', "ayer estuve<br />
en el cine"?<br />
Finai sutilísimo que <strong>de</strong>ja una<br />
po<strong>de</strong>rosa impresión <strong>de</strong> inteligencia.<br />
Desgraciadamente, creo que,<br />
salvo unas cuantas ancianas en<br />
ma¡a posición, todos los españoles<br />
saben '"qué cosa sea cine", y que<br />
io saben muy bien.<br />
Lo saben muy bien porque todos<br />
han p-ensado ¡escribir ,(o han escrito)<br />
un guión <strong>de</strong> cine,<br />
; Oh dulce guión <strong>de</strong> nuestros primeros<br />
años, con su columna <strong>de</strong> la<br />
izquierda con ia <strong>de</strong>coración, movimiento<br />
y semitonos y su columna<br />
<strong>de</strong>recha para, jas voces d-e verdad<br />
y las VOCTS en "off"!<br />
(Y esia es : Ia explicación <strong>de</strong> 1-a<br />
excesiva palabrería <strong>de</strong> ¿a mayor<br />
parte <strong>de</strong> nuestras películas: que da<br />
mucha lástima <strong>de</strong>jar la columna <strong>de</strong><br />
¡a <strong>de</strong>recha tan vacía. Sin embargo,<br />
las buenas películas : la tienen casi<br />
en blanco, y algunas, como "El espía"-,<br />
en bianco <strong>de</strong>l todo.)<br />
Comentaré, solí re- todo, el argumento,<br />
que es lo principal <strong>de</strong> la<br />
película y : lo único que interesa a<br />
ia gente'que va ai cine 'honestamente.<br />
¿Qué ¡es eso <strong>de</strong> babl-ar •casi exclusivamente<br />
<strong>de</strong>l director, intérpretes<br />
y cámara? ¿No es injusto?<br />
CONTRA PUNTO<br />
JAVIER, <strong>EL</strong> MAESTRO.—Maestro<br />
excelente es Javier Alfonso. Y»<br />
lo que es mejor» no sólo <strong>de</strong> sus<br />
alumnos, sino también htíra <strong>de</strong><br />
¡as aulas, incluso para eí póbKco<br />
que acu<strong>de</strong> a oírle. No es que sea<br />
maestro <strong>de</strong> concertistas: lo es <strong>de</strong><br />
músicos, con ambición mucho<br />
mas aita que £-1 simple espectáculo.<br />
Oyéndole tocar, diciendo<br />
con sencillez, pero con !a necesaria<br />
precisión, todo !o que la<br />
obra requiere, íie pensado que él<br />
viene a ser ante el piano el conferenciante<br />
escueto y exacto, s : n<br />
florilegios ni "literatura", <strong>de</strong> que<br />
hoy gustemos. No el orador grandilocuente<br />
e hinchado que ha sido<br />
Uadícionalroettfe el concertista.<br />
Con Javier la velada no es<br />
nunca espectáculo <strong>de</strong> hojarasca<br />
brillante, sino itccíón recogida<br />
en que la música, ese diálogo con<br />
el silencio —con nuestro silencio,<br />
no es eslúp idamente mancillada<br />
por Ja vanidad <strong>de</strong>! in'érprete.<br />
Y eHo porque Javier Alfonso<br />
es algo más que un símp'e concertista<br />
<strong>de</strong>smelenado; es un músico<br />
y un buen maestro.<br />
Asi han tenido ei acierto <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rlo<br />
Jas Juventu<strong>de</strong>s Musicales,<br />
y por ello, en eí concierto que<br />
últimamente les ofreció ei Joven<br />
maestro» con un programa ej
SE VI LIA<br />
Dos Exposiciones<br />
Este otoño, como en ios anteriores, ha<br />
tenido lugar la Exposición <strong>de</strong> Bellas Artes,<br />
organizada por ía Escuela Superior <strong>de</strong> Santa<br />
Tsabel <strong>de</strong> Hungría con la colaboración <strong>de</strong>l<br />
Ayuntamiento y la Diputación Provincial.<br />
Organismo este último que se distingue<br />
por ia <strong>de</strong>cidida protección que dispensa a<br />
las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dicho tipo, plasmada en<br />
los varios premios y becas concedidos a los<br />
artistas sevillanos.<br />
En el amplio pabellón mu<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> la<br />
hermosa plaza <strong>de</strong> España se acumularon<br />
gran cantidad <strong>de</strong> obras. La clausura, en el<br />
día <strong>de</strong> !a Santa Patrona <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia y<br />
Escuela Superior <strong>de</strong> Bellas Artes, alcanzó<br />
singular relieve, dándose a conocer los<br />
artistas premiados. Los pintores que merecieron<br />
tal distinción fueron los señores<br />
Cantarero, Ortega, Monsalves, Alegre, Cabás,<br />
Martínez Díaz y la señorita Loli<br />
Sánchez. También obtuvieron sendos galardones<br />
el grabador señor Barrios y el escultor<br />
señor Donaire.<br />
En la I Exposición Bienal <strong>de</strong> Arte Hispanoamericano,<br />
por varías circunstancias<br />
adversas, no estuvo representada <strong>de</strong> manera<br />
colectiva Sevilla. Bien es verdad que<br />
algunos artistas <strong>de</strong> la ciudad concurrieron<br />
a ella; pero la selectiva que previamente<br />
<strong>de</strong>bía antece<strong>de</strong>r al certamen, con carácter<br />
regional, no liego a realizarse. Este año<br />
hubo más suerte y la exposición selectiva<br />
regional para la IT Bienal <strong>de</strong> Arte Hispanoamericano<br />
ha podido llevarse a cabo.<br />
. Contribuyeron a tal empeño la Escuela<br />
<strong>de</strong> Estudios Hispanoamericanos y el Club<br />
La Rábida, como cooperadores <strong>de</strong> la Asociación<br />
Cultural Iberoamericana. En los<br />
locales <strong>de</strong> aquellas entida<strong>de</strong>s pudo esta<br />
Asociación filial <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Cultura<br />
Hispánica dar cabida a las obras expuestas.<br />
Las seleccionadas visitarán los países <strong>de</strong>l<br />
Caribe y Suramérica en la II Bienal.<br />
Concurrieron cuarenta artistas con un<br />
total <strong>de</strong> sesenta y ocho obras. La mayor<br />
parte son artistas jóvenes que buscan nuevos<br />
caminos en su carrera, ansiosos <strong>de</strong><br />
renovación. También hubo un pequeño<br />
grupo <strong>de</strong> maestros y pintores conocidos.<br />
Entre ellos señalaremos a Miguel Pérez<br />
Aguilera, Rafael Cantarero y Monsalves;<br />
veteranos <strong>de</strong> la pintura sevillana como<br />
Antonio A<strong>de</strong>lardo, y conocidos paisajistas<br />
como el gaditano Francisco Prieto Santos.<br />
Dieciocho autores fueron seleccionados<br />
para su incorporación al lote enorme <strong>de</strong><br />
obras que visitará América. Destacaremos,<br />
entre eilas, las <strong>de</strong> Antonio A<strong>de</strong>lardo, «Arlequín<br />
<strong>de</strong>l tigre»; «Bo<strong>de</strong>gón <strong>de</strong>l gallo», <strong>de</strong><br />
Rafael Cantarero, fino bo<strong>de</strong>gonista <strong>de</strong> bien<br />
cimentada fama; dos paisajes <strong>de</strong> Antonio<br />
Milla, que proclaman su buena escuela; y<br />
otras <strong>de</strong> Prieto Santos y el experto Rodríguez<br />
Trujillo. Las hermanas María Dolores<br />
y María Josefa Sánchez Díaz, que<br />
acreditaron en anteriores certámenes una<br />
personalidad bien <strong>de</strong>finida, han <strong>de</strong>stacado<br />
en éste, especialmente la segunda, con<br />
«Hombres grises», hermoso cuadro <strong>de</strong> la<br />
joven pintora sevillana.<br />
Merece <strong>de</strong>stacarse la labor <strong>de</strong>l profesor<br />
<strong>de</strong> Dibujo <strong>de</strong> la Escuela Superior <strong>de</strong> Bellas<br />
Artes hispalense, Miguel P§fez Aguilera,<br />
que agrupa a su alre<strong>de</strong>dor a los pintores<br />
<strong>de</strong> la nueva generación con inquietu<strong>de</strong>s y<br />
esperanzas. Pérez Aguilera es un espléndido<br />
pintor <strong>de</strong> niños. Dos <strong>de</strong> sus ya famosos cuadros<br />
sobre este tema han, sido seleccionados<br />
en la II Bienal <strong>de</strong> Arte. La expresión ingenua,<br />
entre picaresca y triste, <strong>de</strong> los chiquillos<br />
<strong>de</strong>l arroyo, <strong>de</strong> ios bulliciosos habitantes<br />
<strong>de</strong> estas plazas <strong>de</strong> Sevilla, adquieren<br />
en los lienzos <strong>de</strong>l pintor granadino categoría<br />
<strong>de</strong> obra maestra.<br />
20<br />
Por no ser suficiente el amplio salón <strong>de</strong><br />
exposiciones <strong>de</strong>! Club La Rábida para contener<br />
las pinturas y esculturas presentadas,<br />
se habilitó —gracias a la hospitalidad <strong>de</strong> la<br />
Escuela <strong>de</strong> Estudios Hispanoamericanosuna<br />
sala in<strong>de</strong>pendiente. Esperamos que en<br />
certámenes sucesivos el mo<strong>de</strong>sto intento <strong>de</strong><br />
la Asociación Cultural Iberoamericana y el<br />
expresado Club sea una amplia y más completa<br />
realidad. El que reseñamos pue<strong>de</strong><br />
anotarse como un ensayo,<br />
ENRIQUE SÁNCHEZ PEDROTE<br />
C A CE RES<br />
Fernando <strong>de</strong> la Cáraarat<br />
guitarrista y rapsoda<br />
Entre los brillantes recitales <strong>de</strong> música<br />
últimamente celebrados en Cáceres •—organizados<br />
por el Departamento <strong>de</strong> Seminarios<br />
<strong>de</strong> la Jefatura Provincial <strong>de</strong>l Movimiento—<br />
cabe en justicia resaltar el <strong>de</strong>l<br />
guitarrista Fernando <strong>de</strong> la Cámara.<br />
Una ligera silueta <strong>de</strong> Cámara y <strong>de</strong> su<br />
concepción <strong>de</strong>l arte a través <strong>de</strong>l vehículo<br />
<strong>de</strong> la guitarra, ar buen seguro que <strong>de</strong>spertará<br />
curiosidad. Fernando <strong>de</strong> la Cámara<br />
hizo sus estudios en la.capital <strong>de</strong>l reino<br />
con el maestro Fortea, cuya muerte han<br />
llorado recientemente los que con él convinieron.<br />
Discípulo predilecto <strong>de</strong>l insigne<br />
Tárrega, Fortea fue el transmisor <strong>de</strong> la<br />
técnica guitarrística <strong>de</strong>l genio que creó la<br />
verda<strong>de</strong>ra escuela <strong>de</strong> guitarra.<br />
El amor a ¡a guitarra lo ha mantenido<br />
Cámara con sus estudios universitarios y<br />
con su actuación profesional. Fernando <strong>de</strong><br />
la Cámara es registrador <strong>de</strong> la Propiedad<br />
en Piasencia, la industriosa Perla <strong>de</strong>l Valle,<br />
bañada por el Jerte.<br />
Para que el lector <strong>de</strong> ATENEO pueda hacerse<br />
una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la labor <strong>de</strong>sarrollada por<br />
Fernando <strong>de</strong> la Cámara, expondremos que<br />
lleva presentadas más <strong>de</strong> ciento cincuenta<br />
obras distintas <strong>de</strong> los más variados matices<br />
y <strong>de</strong> todas las épocas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong> Alfonso<br />
X el Sabio con sus <strong>de</strong>licadas Cantigas,<br />
hasta la actualidad.<br />
En cuanto a su empeño musical. Cámara<br />
ha transcrito a la guitarra <strong>de</strong> otras músicas<br />
una tarea intensa. La guitarra, en su sentir,<br />
ofrece la singularidad <strong>de</strong> que un mismo<br />
pasaje, íntegro, en toda ia parte melódica<br />
y <strong>de</strong> armonía, pue<strong>de</strong> ser ejecutado en más<br />
<strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong>l instrumento.<br />
Pero aún siendo las mismas notas exactamente<br />
—son palabras <strong>de</strong>l artista moral—,<br />
el sonido es completamente distinto.<br />
Mientras en un sitio, por e! grueso <strong>de</strong> la<br />
cuerda o por la altura a que se pulsa, salí<br />
como envuelto en seda y terciopelo, en otro<br />
lleva la sequedad hiriente <strong>de</strong> su plectro o<br />
la lánguida gangosidad <strong>de</strong>l clavicímbalo.<br />
Estudiar cuál es e! efecto a<strong>de</strong>cuado a la<br />
naturaleza y espíritu <strong>de</strong> la obra es una<br />
labor que el guitarrista no da nunca por<br />
terminada. Hasta los consagrados rectifican<br />
<strong>de</strong>cisiones que ya parecían <strong>de</strong>finitivas.<br />
Cámara es un apasionado, un virtuoso<br />
dé la guitarra. Ahora <strong>de</strong>dica su atención a<br />
la transcripción <strong>de</strong> clásicos y <strong>de</strong> artistas<br />
mo<strong>de</strong>rnos, especialmente <strong>de</strong> nuestros compositores,<br />
porque, sin duda alguna, la música<br />
española es la que mejor suena en este<br />
instrumento, el más español <strong>de</strong> todos; su<br />
cantera es inagotable para la construcción<br />
<strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong> la música <strong>de</strong> guitarra que<br />
cada día tiene perspectivas mas lejanas.<br />
AI hablar <strong>de</strong> los cantos y danzas <strong>de</strong> España,<br />
cuando <strong>de</strong> ia guitarra se trata, Cámara<br />
hace capítulo aparte. La mayoría,<br />
lo más apasionado <strong>de</strong> los cantos y danzas<br />
nacionales han-nacido entre las cuerdas <strong>de</strong><br />
guitarra. De aquí que tenga en ella su mejor<br />
expresión. Nada digamos <strong>de</strong> los cultivados<br />
bajo el luminoso cielo <strong>de</strong> Andalucía,<br />
su única y verda<strong>de</strong>ra expresión.<br />
Dentro <strong>de</strong> los cantos y danzas especialmente,<br />
eí prestigioso guitarrista ha hecho<br />
varias composiciones muy agradables al<br />
oído. Recientemente se ha consagrado a<br />
ia música popular extremeña en trabajos<br />
<strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> su «Rapsodia extremeña número<br />
i».<br />
Actualmente se está procediendo a la<br />
grabación en discos gramofónicos en series<br />
<strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong>l rapsoda, pues el tamaño<br />
comercial <strong>de</strong> los discos exige su fragmentación.<br />
VALERIANO GUTIÉRREZ MAGIAS<br />
GALICIA<br />
Miscelánea cultural<br />
El medievalista señor Fernán<strong>de</strong>z Pousa<br />
ha anunciado que tiene ultimada, y dada<br />
ya a la imprenta, la edición diplomática<br />
<strong>de</strong>l Cancionero galaico-portugués <strong>de</strong> los siglos<br />
XII al xiv, que se conserva en el Manuscrito<br />
1803, <strong>de</strong> la Biblioteca Vaticana<br />
<strong>de</strong> Roma. La edición <strong>de</strong> esta importante<br />
Fernando <strong>de</strong> la Cámara<br />
fuente medieval equivale a cimentar sólidamente<br />
una múltiple variedad <strong>de</strong> futuros<br />
y necesarios estudios monográficos, que<br />
aclararán no pocas incógnitas <strong>de</strong> nuestra<br />
historia <strong>de</strong> la Edad Media.<br />
En ía circunscripción oreusana se halian<br />
actualmente en período <strong>de</strong> excavación unos<br />
diez castros. Los más importantes son los<br />
<strong>de</strong> Armeá, San Cibrián das Las y <strong>de</strong> Cameixa.<br />
En éste se hallaron r.or vez primera<br />
en tal tipo <strong>de</strong> cultura cinco niveles arqueológicos,<br />
ocupados cada uno <strong>de</strong> ellos por un<br />
poblado distinto. También se realizan<br />
algunas exploraciones en los castros <strong>de</strong><br />
Brués, Muiños, San Millán, Baltar, A Xironda<br />
y Veiga.<br />
Los escritores Naya Pérez y Gamalío<br />
Fierros han dado a conocer varias muestras<br />
<strong>de</strong> las preferencias gallegas <strong>de</strong> «Azorín»,<br />
Aparte <strong>de</strong> múltiples citas <strong>de</strong> páginas azorinianas,<br />
<strong>de</strong>dicadas a exaltar la música, el<br />
paisaje y figuras literarias <strong>de</strong> Galicia, se<br />
<strong>de</strong>staca la nota <strong>de</strong>! primer contacto <strong>de</strong>!<br />
ensayista levantino con esta región, tenido<br />
en el año 1905. Según palabras <strong>de</strong>l propio<br />
autor <strong>de</strong> Los pueblos, en esa fecha se hallaba<br />
en Mondaria: haciendo excursiones por sus<br />
contornos. Evoca, especialmente, la que<br />
hizo a pie hasta el castillo <strong>de</strong> Sobroso, cuya<br />
leyenda ha sido cantada bellamente en<br />
verso por el poeta Cabanillas.<br />
El día 31 <strong>de</strong> diciembre, con la ciudad engalanada<br />
y las fachadas <strong>de</strong>coradas <strong>de</strong> estrellas<br />
y símbolos santiaguistas, se ha celebrado<br />
en Compostela la solemne apertura<br />
<strong>de</strong> la Puerta Santa. El car<strong>de</strong>nal-arzobispo<br />
SEVILLA—Exposición selectiva <strong>de</strong> la II Bienal Hispanoamericana <strong>de</strong> Arto
doctor Quíroga Palacios, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pronunciar<br />
las palabras bíblicas <strong>de</strong> ritual, ha<br />
echado abajo con martillo <strong>de</strong> plata la<br />
paredilla <strong>de</strong> piedras menudas que constituye<br />
el cierre <strong>de</strong> la Puerta que da la a Quintana.<br />
En ese momento quedó abierta la<br />
catedral a la «Gran Perdonanza», en frase<br />
<strong>de</strong> Rodríguez <strong>de</strong>l Padrón, iniciándose ei<br />
Año Jubilar 1954. que propiamente comienza<br />
al sonar las campanas <strong>de</strong> la medianoche.<br />
<strong>EL</strong> MUNDO DE LOS LIBROS<br />
Con el título <strong>de</strong> «El tema rosaliano <strong>de</strong><br />
Negra Sombra en la poesía compostelana<br />
<strong>de</strong>l siglo xix» ha publicado un amplio estudio<br />
el escritor Fermín Bouza Brey. En él<br />
hace un útilísimo acopio <strong>de</strong> datos, que<br />
habrán <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> base para uSteriores<br />
ensayos sobre ia materia-<br />
Manuel Rabanal Alvarez ha dado a conocer<br />
un riguroso trabajo sobre el «Griego<br />
medieval en ei Co<strong>de</strong>x Calixtinus». Se reíiere,<br />
principalmente, al. «Aliluia in Greco»,<br />
que representa la más cuantiosa y aleccionadora<br />
parcela helénica <strong>de</strong>l amplio manuscrito<br />
medieval.<br />
Bajo la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> «Aportaciones<br />
léxicas y folklóricas al estudio <strong>de</strong> la lengua<br />
gallegas, ha editado una meritoria obrita<br />
don José María Pereda. Tanto el vocabulario<br />
como el lenguaje figurado contenidos<br />
en ella no aparecen en los diccionarios<br />
gallegos hasta ahora publicados, al menos<br />
en la acepción que en ia misma se asigna.<br />
Antonio Fraguas acaba <strong>de</strong> publicar dos<br />
interesantes trabajos. Uno <strong>de</strong> tema histórico<br />
sobre «Una impresión <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> ios<br />
Reyes Católicos a Galicia», y otro <strong>de</strong> tipo<br />
folklórico que titula + Notan sobre el fuego<br />
en Galicia».<br />
En la publicación «Provincia <strong>de</strong> Coruña<br />
en Ptolomeo» estudia Luis Monteagudo los<br />
errores <strong>de</strong>l geógrafo clásico, y busca las<br />
iocaiizaciones <strong>de</strong> los lugares <strong>de</strong>l interior y<br />
<strong>de</strong> la costa. Está ilustrada con una carta<br />
<strong>de</strong> la Galicia romana y con un plano <strong>de</strong><br />
i as vías romanas.<br />
PANORAMA ARTISTICO-MUSICAL<br />
Organizados por la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Bellas<br />
Artes <strong>de</strong> La Coruña se celebrarán en el<br />
próximo mes <strong>de</strong> junio diversos actos para<br />
conmemorar el primer centenario <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong>l laureado pintor ferrolano Jenaro<br />
Pérez Villaamíl.<br />
En sesión extraordinaria <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />
<strong>de</strong> Bellas Artes <strong>de</strong> San Fernando fue elegido<br />
director <strong>de</strong> la misma, por unanimidad,<br />
el también director <strong>de</strong>l Museo <strong>de</strong>l Prado e<br />
ilustre gallego don Fernando Alvarez <strong>de</strong><br />
Sotomayor.<br />
Tomaron posesión <strong>de</strong> sus cargos <strong>de</strong><br />
miembros numerarios <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia coruñesa<br />
<strong>de</strong> Bellas Artes el escultor Antonio<br />
López y el dibujante Alvaro Cebreiro.<br />
El premio nacional <strong>de</strong> Arquitectura <strong>de</strong>l<br />
presente año ha sido adjudicado ai joven<br />
arquitecto coruñés Ramón Vázquez<br />
Moiezún.<br />
Durante el mes actual han tenido lugar<br />
las siguientes exposiciones: En Vigo, una<br />
<strong>de</strong> pintura y escultura compostelanas, a<br />
cargo <strong>de</strong> los artistas Paulino Prada y Manuel<br />
Carracedo, y otra <strong>de</strong> paisajes, <strong>de</strong> Félix<br />
Ver<strong>de</strong>jo. En La Coruña, una <strong>de</strong> óleos y<br />
dibujos <strong>de</strong> Tomás Pereira; y otra <strong>de</strong> óieos,<br />
<strong>de</strong> Otero Baena. En Pontevedra, una <strong>de</strong><br />
Juan Mareé, y en Lugo, otra <strong>de</strong> García<br />
Mourón.<br />
Por lo que respecta a la música, hay que<br />
anotar los conciertos que en diversas ciuda<strong>de</strong>s<br />
gallegas dieion ei Cuarteto <strong>de</strong> Roma,<br />
el guitarrista Narciso Yepes y el pianista<br />
Vázquez Sebastiá.<br />
Ei escritor Antonio Lorenzo Sánchez ha<br />
dado a conocer las primicias <strong>de</strong> un drama<br />
lírico sobre la significación mítico-sentimental<br />
<strong>de</strong> Macías o Namorado. La letra {prosa<br />
y verso) es original <strong>de</strong>l poeta Ramón Cabanillas<br />
y <strong>de</strong>l propio Lorenzo Sánchez. La<br />
música fue escrita por el compositor Isidro<br />
rf..7*<br />
B. Maiztegui. También se incluye en la<br />
obra una inspirada cantata, <strong>de</strong>bida a la<br />
pluma <strong>de</strong> Otero Pedrayo.<br />
MIGU<strong>EL</strong> DE REINANTE<br />
MALAGA<br />
Actividad cultural en el<br />
Conservatorio malagueño<br />
Con la presencia <strong>de</strong>l ministro <strong>de</strong> Educación<br />
ha inaugurado la restauración <strong>de</strong> sus<br />
salones el Conservatorio <strong>de</strong> Música y Declamación.<br />
Todo el viejo y amplio edificio<br />
ha sido remozado, repasadas sus pinturas,<br />
alzados los sucios, revestidos los muros<br />
con materiales nobles, ampliado el escenario,<br />
etc. Su magnífico salón <strong>de</strong> conciertos<br />
está a punto con la instalación <strong>de</strong> butacas<br />
mo<strong>de</strong>rnas e iluminación a<strong>de</strong>cuada.<br />
Esta inauguración ha servido para presentar<br />
un programa selectísimo que durante<br />
una semana llevó al público la madurez<br />
<strong>de</strong>l alumnado <strong>de</strong>l Conservatorio.<br />
Abrió un concierto a cargo <strong>de</strong> la Orquesta<br />
<strong>de</strong> Cámara <strong>de</strong>l Centro; lectura teatral<br />
<strong>de</strong> la tragedia <strong>de</strong> Esquilo, «Prometeo<br />
enca<strong>de</strong>nado»; conferencia a cargo <strong>de</strong>l catedrático<br />
don Amonio Gil Muñiz y concierto<br />
por la pianista Pilar López Ruiz; representación<br />
<strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Lope <strong>de</strong> Vega, «El<br />
caballero <strong>de</strong> Olmedo», en una inteligente<br />
adaptación. Finalizó este programa otro<br />
concierto <strong>de</strong> la orquesta <strong>de</strong> Cámara.<br />
Aún no olvidado este excelente triunfo,<br />
el Conservatorio malagueño a<strong>de</strong>lanta en<br />
e3 mes <strong>de</strong> enero un recital <strong>de</strong> poesías <strong>de</strong><br />
José María Souvírón; representación
"Botijero", foto <strong>de</strong> Cataiá-Roca<br />
presente y el futuro, la taquilla y el recuerdo.<br />
Representan el maridaje <strong>de</strong> lo<br />
bello con lo útil, el término medio afortunado,<br />
aunque no glorioso. Piérdase un<br />
poco por este lado, para ganar otro poco<br />
por e! otro: y gánese un poco por este<br />
Jado, aunque se pierda un poco por el Otro.<br />
«La boca <strong>de</strong>l dragón» es una obra un<br />
poco pesada. Si no la firmara Priestley, se<br />
diría que aquello no es teatro," que aquello<br />
no tiene sentido dramático, ni carpintería<br />
escénica, ni todo eso que se dice. Sin embargo,<br />
aquello es teatro. Un señor dijo a<br />
mi lado: eEsto es una conferencia muy<br />
buena, pero <strong>de</strong>masiado larga.» Es una conferencia.<br />
O mejor, una discusión. Y es<br />
teatro. Porque una discusión es teatro.<br />
Lo <strong>de</strong> menos en «La boca <strong>de</strong>l dragón» es<br />
la situación, que a<strong>de</strong>más no está <strong>de</strong>sarrollada:<br />
dos hombres y dos mujeres que saben<br />
que uno <strong>de</strong> los cuatro va a morir, y no<br />
saben cuál. Lo <strong>de</strong> más es la discusión, el<br />
dinamismo <strong>de</strong> la discursión, como un mecanismo<br />
que se pone en marcha. Lo <strong>de</strong> más<br />
es la belleza y el sentido <strong>de</strong> la razón <strong>de</strong><br />
cada cuai, <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> esos interlocutores<br />
que todos tenemos <strong>de</strong>ntro (inteligencia,<br />
sentimiento, voluntad, sentidos). Lo <strong>de</strong><br />
más es la fuerza teatral (aunque no aparente)<br />
<strong>de</strong> la discusión, que vence la prueba<br />
<strong>de</strong>l espacio, porque pasa <strong>de</strong> la escena a<br />
nuestro interior y se encien<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, que<br />
vence la prueba <strong>de</strong>l tiempo, porque continúa<br />
luego, cuando la función na terminado,<br />
y luego en el recuerdo.<br />
*La boca <strong>de</strong>l dragón» no será lo mejor <strong>de</strong><br />
Priestley, pero es una experiencia interesante.<br />
Obras como éstas no las veríamos,<br />
si no fuera por los teatros <strong>de</strong> cámara.<br />
Antonio <strong>de</strong> Cabo y Rafael Richart, directores<br />
<strong>de</strong>l Teatro <strong>de</strong> Cámara <strong>de</strong> Barcelona;<br />
han tenido con «La boca <strong>de</strong>l dragona un<br />
verda<strong>de</strong>ro acierto.<br />
<strong>LAS</strong> L rji AS<br />
José María Esputas, premio<br />
«Joanot Martorell»<br />
E<br />
L premio «Joanot Martorelí*. para Ha<br />
vela escrita en lengua catalana, lo ha<br />
ganado este año José María Espinas. Ha<br />
quedado finalista otro escritor <strong>de</strong> empaje,<br />
Manuel <strong>de</strong> Pedrolo. Como el campo <strong>de</strong> la<br />
novela no ha sido hasta ahora, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
las letras catalanas,, el más cultivado,, precisamente,<br />
quizá, tenga interés acercarse un<br />
poco a esa nueva generación <strong>de</strong> novelistas<br />
que sale a escena por la puerta iluminada<br />
<strong>de</strong> los premios literarios.<br />
CRQN¡$TA, LORéHZO COMiS<br />
José María Espinas tiene<br />
cara y pipa <strong>de</strong> novelista.<br />
Y hay una cualidad, extraordinariamente<br />
agradable,<br />
que <strong>de</strong>staca en él: la sencillez.<br />
Le pregunto algunos datos<br />
<strong>de</strong> su historia literaria:<br />
—No tengo historia literaria.<br />
Podriamos hablar <strong>de</strong><br />
una prehistoria. Nacido en<br />
1927 en Barcelona. Naturalmente,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los diezaños<br />
versos. A los veintidós se<br />
me ocurrió escribir el primer<br />
artículo <strong>de</strong> mi vida:<br />
habían convocado un concurso<br />
sobre (juimerá con<br />
motivo <strong>de</strong> su centenario.<br />
Al j urado se le ocurrió<br />
premiarlo. Por todos los<br />
artículos que lie escrito <strong>de</strong>spués<br />
me han oado ya mucho<br />
menos dinero, boy auogaao<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1949, y ejerzo,<br />
¿ni estilo <strong>de</strong> vida es burgués,<br />
qué le vamos a hacer,<br />
y no creo que camoie. saivo<br />
que me haga rico. Ya<br />
digo que no lo creo. Colaboro<br />
en la revista «Destino».<br />
Allí se han sorprendido un<br />
poco <strong>de</strong> que resulte ahora<br />
ser un novelista. Vo tambien,<br />
porque esperaba serlo<br />
<strong>de</strong> verdad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos<br />
años,<br />
Su novela. la que ha ganado el premio<br />
se titula «Coro ganivets o flamess. use<br />
como cuchillos o llamas nos recuerda que<br />
Espinas es poeta. ¿Estará ia novela en la<br />
misma línea <strong>de</strong>l título?<br />
—«Com ganivets o llames» es un libro<br />
sencillo, que no preten<strong>de</strong> nada ni <strong>de</strong>scubre<br />
nada. A mis veintiséis años pue<strong>de</strong> significar<br />
mi afirmación <strong>de</strong> novelista vivo y<br />
prometedor, eso sí. Es, simplemente, una<br />
novela que hoy <strong>de</strong>bería ser normal en<br />
Cataluña, con su agilidad, sus inmediatas<br />
formas expresivas, su claro realismo. En<br />
la portadilla <strong>de</strong> la novela he copiado las<br />
palabras <strong>de</strong> Mallarmé: «Todo, en el mundo,<br />
existe para acabar convirtiéndose en un<br />
libro.» Quizá el mío ha <strong>de</strong>stacado por estar<br />
conforme, en su mo<strong>de</strong>stia, con la vida y la<br />
sensibilidad <strong>de</strong> hoy, huyendo <strong>de</strong>! peligro,<br />
cierto en Cataluña, <strong>de</strong> las novelas literarias<br />
<strong>de</strong> base falsa. ,<br />
Hablando <strong>de</strong> su concepto <strong>de</strong> la novela le<br />
había preguntado antes: ¿Novela poética,<br />
i<strong>de</strong>ológica, «narrativa» í Y la respuesta Hega<br />
ahora.<br />
José Marta Espinas<br />
—Novela «narrativa» como base indispensable.<br />
Y sí e! autor se ve con ánimos<br />
y las tiene, que meta algunas i<strong>de</strong>as en<br />
ella.<br />
Yo no he llegado todavía a este momento.<br />
Hablamos <strong>de</strong> la novela catalana y le<br />
invito a que escoja dos o tres obras.<br />
—Como crítico, escojo «Solicitud», <strong>de</strong><br />
Víctor Cátala, y «Laura a la ciutat <strong>de</strong>is<br />
sants», <strong>de</strong> Miguel Llor, porque respon<strong>de</strong>n<br />
honradamente al momento en que fueron<br />
escritas. Por ello mismo escojo también<br />
esas últimas novelas <strong>de</strong> José Pía. tan llenas<br />
<strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> hoy.<br />
Esa atención al momento histórico que<br />
manifiesta Espinas me incita a preguntarle<br />
sus preferencias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la novelística<br />
universal. En un campo más ancho, la<br />
elección será más significativa,<br />
—Dickens. sólo por su «Pickwick»; los<br />
«Karamazov», <strong>de</strong> Dostoyevski. Y confieso<br />
que me impresionan los americanos mo<strong>de</strong>rnos,<br />
y que Simenon, aunque !o he leído<br />
poco {recuerdo ell pleut bergere») me hace<br />
saltar <strong>de</strong> entusiasmo y envidia.<br />
—;Y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la novelística española'<br />
A Espinas no le asusta dar nombres.<br />
—Prescindo <strong>de</strong> ios históricos y <strong>de</strong> Baroja,<br />
Cela es seguramente el primer escritor, y<br />
Deiibes el primer novelista <strong>de</strong> hoy. Entre<br />
muchos autores <strong>de</strong> mérito, Tomás Salvador<br />
y José Luis Sampedro pue<strong>de</strong>n darnos<br />
cualquier día una obra gran<strong>de</strong>.<br />
Hablamos ahora <strong>de</strong> los problemas internos<br />
<strong>de</strong> la novela.<br />
—Lo más difícil <strong>de</strong> una novela es escribirla.<br />
Tampoco es fácil que, cuando esté<br />
escrita, resulte buena. Se trata, pues, <strong>de</strong> un<br />
esfuerzo largo que <strong>de</strong>be siempre rendir lo<br />
mejor. Quizá, aparte <strong>de</strong> este problema <strong>de</strong><br />
tiempo, el problema técnico más importante<br />
sea el <strong>de</strong> organizar ei material novelesco<br />
<strong>de</strong> manera que vaya madurando<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> exposición y se mantenga<br />
vivo el interés <strong>de</strong>l lector.<br />
De ios problemas <strong>de</strong> la noveia pasamos a<br />
los problemas <strong>de</strong>l novelista.<br />
—El problema fundamental <strong>de</strong>! novelista<br />
es !a pobreza. En Cataluña, por lo menos,<br />
hay que escribir <strong>de</strong> siete a nueve.<br />
Pero el novelista <strong>de</strong> vocación no se<br />
arredra. Espinas piensa ya en su próxima<br />
novela.<br />
—Estoy a punto <strong>de</strong> empezar otra novela.<br />
Se titulará «El gandul». Confío en ella.<br />
Confío, sobre todo, en la que escribiré<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta que voy a e:cr.bir aho a<br />
Pienso (y se lo digo) si será una noveía<br />
autobiográfica. Pero resulta que no. Será,<br />
en todo caso, ia novela <strong>de</strong> lo que hubiera<br />
querido po<strong>de</strong>r ser. De una vocación frustrada...<br />
por el trabajo. Afortunadamente.<br />
Sr. Director<br />
<strong>de</strong>ATENEO<br />
Ü/ÍN quedado reducidas a poquita co-<br />
* J sa los terribles vaticinios que se<br />
formulaban hace dos o tres imtrOs, cuando<br />
i¡*s primeros ensayos <strong>de</strong>l (pentotal,.<br />
amitai sódico, hioscina y <strong>de</strong>más "drogas<br />
d? U verdad" parecían anunciar la posibilidad<br />
<strong>de</strong> conseguir en un ptoximo futuro<br />
productos inofensivos y fáciles <strong>de</strong> administrar<br />
bajo cuyo efecto las personas<br />
diñan todo lo que piensan, por inmoral<br />
o vergonzoso que fuese. Nadie estaría<br />
seguro <strong>de</strong>l secreto <strong>de</strong> sus propios pensamientos.<br />
¡Vaya <strong>de</strong>claraciones Que h*.<br />
rían a la prensa les personajes <strong>de</strong> alia<br />
categoría moral a quienes un camarero<br />
d» aprensivo hubiera disueho "golas <strong>de</strong><br />
sinceridad" en una taza <strong>de</strong> café...!<br />
Se anunciaba moda menos que el próximo<br />
fin <strong>de</strong> ía hipocresía humana, recordando<br />
lo que dijo un filósofo: "Si<br />
en la frente <strong>de</strong> cada individuo pudiera<br />
verse en cédit momento lo que va imaginando<br />
y pensando, la vida social seria<br />
un sarcasmo," Y algo <strong>de</strong> esA? ocurrirá<br />
—<strong>de</strong>cían— H dia en que tod'os estemos<br />
expuestos a ser vktimas <strong>de</strong> un amigo<br />
bromista que disimrdadimente disuelva<br />
drogas <strong>de</strong> la verdad en la comida o licor<br />
que vamos a tomar. ¡Cuántos divorcias<br />
y tragedias conyugales, amista<strong>de</strong>s rotas,<br />
faltas graves contra la urbanidad, traerá<br />
consigo la impru<strong>de</strong>nte confesión <strong>de</strong> la<br />
verdad sin tapujos I<br />
Estj pensaban los misántropos y resentidos,<br />
alegrándose por anticipado <strong>de</strong><br />
la futura catástrofe <strong>de</strong> la civilización<br />
producida por la sinceridad <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s<br />
personajes; pero tal pronóstico dista<br />
mucho <strong>de</strong> la realidad, fnie,s el efecto <strong>de</strong><br />
las drogas por ahora es dudoso, y aunque<br />
con el tiempo lleg.jen a ser más<br />
eficaces que actualmente, no creemos<br />
que j# produzca la catástrofe anunciada.<br />
Toda se reduciré a tener que reajustar<br />
un poco las -normas <strong>de</strong> urbanidad al no<br />
po<strong>de</strong>r contar con ías amables hipocresías,<br />
que tanto endulzan la vida.<br />
Otros fármacos hxy que amenazan con<br />
wd-dzarla dtmasiitdo. "í^boizedrina dn\pierta<br />
singularísima euforia; hace alegres<br />
y optimistas a ^ meLanc/Jico-s.,-", dice<br />
u n psiquiatra español a I enumerar<br />
una ¡serie <strong>de</strong> medicamentos euforígenos<br />
para cc-mbatir la melancolía. Tales drogas,<br />
si llegaran a perfeccionarse y aumentar<br />
su eficacia, podrían constituir un<br />
peligro ato SÓ¡o contra los ¡sistemas <strong>de</strong><br />
filosofía pesimista, sino, sobre todo, contra<br />
la buena educación yociaL Empiezan<br />
a registrarse casos alarmantes.<br />
Nú hace mucho, un señor catatán, que<br />
tenía un hijo gravemente enfermo-^ dijo<br />
al doctor que su esposa, apen-xdísima<br />
p-úT la enfermedad <strong>de</strong>l niño, mo quería<br />
cerner, ni saUr, ni ver a nadie. El médico,<br />
<strong>de</strong> memento, ,no podía ir a verla.,<br />
y receA) para ella un preparado euforígeno<br />
—que llamaremos X para no hacer<br />
la propaganda comercial—. Pero d día<br />
siguiente o al otro se entera p&r la prenxíu<br />
<strong>de</strong> que d niño m cuestión ha muerto,<br />
y acudí a dar el pésame a la familia,<br />
pues era amigo particular. Salió « recibirle<br />
la señora, con cara jovial <strong>de</strong> incontenible<br />
alegría.<br />
—Ah, perdone —dijo el doctor—. me<br />
habré equivocado, es <strong>de</strong>cir, estaré mal<br />
heformado. Me habían dicho que su<br />
hijo... ,<br />
Sí replicó eUa con franca risa—,<br />
le han dicho que mi hijo ha muerto,<br />
y usted se extraña <strong>de</strong> que yo me alegre<br />
<strong>de</strong>l acontecimiento. _ _<br />
El doctor, que se proponía acompañar^<br />
a la señora en el sentimiento, no creyó<br />
oportuno hacerlo en aquellas cmdmones,<br />
y <strong>de</strong> U mejor manera que supo se<br />
<strong>de</strong>spidió. Ya en la calle se acordó <strong>de</strong>l<br />
medkamzntu que había recetado unos<br />
días antes, y lo comprendió todo; tf<br />
pobre mujer habría tomado urna dosis<br />
excesiva, coincidiendo con la muerte <strong>de</strong><br />
su hijo.<br />
Dejo las <strong>de</strong>ducciones a cargo <strong>de</strong><br />
usted. Creemos que Sn este punto, como<br />
en tanto* Otros, es difícil saber si los<br />
bienes que reporta la ciencia superan<br />
realmente a los perjuicios morale¿ que<br />
pue<strong>de</strong> acarrear.<br />
RAMÓN RIERAS
Durante la preparación <strong>de</strong>l<br />
presente número, cuya sección<br />
«Quince años <strong>de</strong> anteguerra<br />
junto a quince <strong>de</strong> posguerra»<br />
va <strong>de</strong>dicaos a la producción novelística,<br />
otra revista literari i<br />
publica el siguiente índice <strong>de</strong> los<br />
diez liüros más vendidos en España<br />
entre julio y diciembre dal<br />
53, ambos inclusive. Pue<strong>de</strong> reservarse<br />
que esos diez libros,<br />
ocho son novelas. Y que <strong>de</strong>
C<br />
ON el otoño el niño andaba loco.<br />
Su rabia cabeza, incendiada<br />
ante la ventana por el sol, era nn<br />
torbellino <strong>de</strong> inquietu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> gestos<br />
sin interpretación, <strong>de</strong> palabras extrañas.<br />
Con el corazón <strong>de</strong>sando en<br />
los labios, en los ojos y en las manos,<br />
revelaba a cada instante un<br />
mundo cargado <strong>de</strong> fuerzas incipientes,<br />
<strong>de</strong> peregrinas rúbricas. Y es que<br />
el mundo también era un corazón<br />
para él, un corazón muy tierno, muy<br />
jugoso, color <strong>de</strong> naranja sanguínea.<br />
Por eso dijo:<br />
—Mamá, cuando yo sea naranja,<br />
¿me liarás en un papel fino?<br />
La madre, sonriendo, le contestó:<br />
—Sí, hijo. Te liaré en un papel <strong>de</strong><br />
seda con letras ver<strong>de</strong>s y rojas que<br />
ponga: «Naranjas <strong>de</strong> Valencia».<br />
—¿¥ qué es Valencia?<br />
—Valencia es nn pueblo <strong>de</strong> Espana—<br />
El niño, para sí y sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mirar<br />
por la ventaja, dijo:<br />
—España... España «lonlta» al<br />
Norte con el sur <strong>de</strong> Polonia...<br />
¥ es qne el niño, en el corazón,<br />
en el corazón que tenía en los labios<br />
y bajo la rabia cabellera, llevaba<br />
también retazos <strong>de</strong> la escuela.<br />
De esa escuela qne entrevíven y entresueñan<br />
los niños. Soñaba con ai<br />
fraile que le enseñaba las letras,<br />
con las manzanas <strong>de</strong> su merienda<br />
confundidas con la bola <strong>de</strong>l mundo<br />
qne había sobre la mesa
NUMERO 17 REVISTA ATENEO MADRID, 15 DE ENERO DE 1954<br />
E Ñ S A Y O<br />
AROSTEGUI, ANTONIO: Esquemas para<br />
una historia <strong>de</strong> la Filosofía occi<strong>de</strong>ntal.<br />
Textos universitarios. Ediciones<br />
C A. M. Granada, 1953. 728 páginas.<br />
115 pesetas.<br />
Consciente el autor <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s<br />
que entraña el escribir una historia<br />
<strong>de</strong> la Filosofía, ha titulado su obra<br />
Esquemas. Pero en ella acomete la<br />
labor entera <strong>de</strong> ofrecer una historia <strong>de</strong><br />
la Filosofía, revisando esa misma historia<br />
a la luz <strong>de</strong> las últimas investigaciones<br />
sobre el pensamiento <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte.<br />
La exposición <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> ía<br />
Edad Media ocupa cerca d£ trescientas<br />
Davinas.<br />
Dos aspectos muy importantes cabe<br />
<strong>de</strong>stacar en esta obra <strong>de</strong> Aróstesui: la<br />
atención que en ella se presta, poco habitual<br />
en las historias <strong>de</strong> la Filosofía,<br />
a los movimientos científicos en relación<br />
con el pensamiento metafísico, y<br />
la presencia en los cuadros <strong>de</strong>l pensamiento<br />
universal <strong>de</strong> los pensadores hispánicos.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l índice general, se<br />
ofrecen al lector un índice <strong>de</strong> nombres<br />
y otro <strong>de</strong> escuelas, doctrinas y sistemas<br />
filosóficos.<br />
GES, CARLOS: La Hermana Muerte.<br />
Castellón <strong>de</strong> la Plana, 1953, 314 páginas.<br />
Carlos Ges nos presenta en La Hermana<br />
Muerte un buen ensayo acerca <strong>de</strong><br />
lo macabro y el humor, pero profundizando<br />
a veces en la filosofía y en la<br />
estética. Ges hace análisis <strong>de</strong> varias<br />
obras <strong>de</strong> la literatura y narra numerosas<br />
y aleccionadoras anécdotas. 351<br />
libro interesa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio y está<br />
enriquecido por buenas y ejemplares<br />
ilustraciones.<br />
LORENZO, PEDRO DE: Fantasía en<br />
la plazuela. La Torre <strong>de</strong> Marfil. Luis<br />
<strong>de</strong> Caralt, editor. Barcelona, 1953, 188<br />
páginas. 25 pesetas.<br />
Con su bello, limpio estilo peculiar,<br />
Pedro <strong>de</strong> Lorenzo ha escrito un pequeño<br />
y vivo libro <strong>de</strong> ensayos breves y artículos<br />
doblemente interesantes por el<br />
tema y por la prosa. Trata Pedro <strong>de</strong><br />
Lorenzo <strong>de</strong> los más variados aspectos<br />
<strong>de</strong> nuestro momento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito<br />
<strong>de</strong> las letras, la política v el arte, contándonos<br />
a la vez <strong>de</strong>liciosas historias,<br />
tales como las <strong>de</strong> los contrabandistas o<br />
la <strong>de</strong> la vida en la Cartuja. Fantasía<br />
en la plazuela une a su emotividad un<br />
hondo sentido analítico y un estilo sencillo<br />
y expresivo.<br />
MARQUES DE LOS RÍOS: ¿Una nueva<br />
edad <strong>de</strong>l mundo?<br />
No es la primera vez que Joaquín <strong>de</strong><br />
Sangran, marqués <strong>de</strong> los Ríos, aborda<br />
este tema. Hace ya bastantes lustros escribió,<br />
en efecto, La profecía <strong>de</strong>l Apocalipsis<br />
y los tiempos actuales. Y ahora<br />
publica esta nueva obra, que se subtitula<br />
así: Ensayo sobre el milenio <strong>de</strong>l<br />
Apocalipsis, en relación con otras vrofecías<br />
<strong>de</strong>l Antiguo y <strong>de</strong>l Nuevo Testamento.<br />
Interpretando la Escritura, y fundamentalmente<br />
el capítulo XX <strong>de</strong>l Apocalipsis,<br />
en el sentido <strong>de</strong> que Cristo vendrá<br />
<strong>de</strong> nuevo a la Tierra para reinar<br />
en ella por mil años, en compañía <strong>de</strong><br />
sus santos, nació el milenarismo, o doctrina<br />
<strong>de</strong>l milenio y <strong>de</strong> los milenaristas,<br />
ya en los primeros tiempos <strong>de</strong>l cristianismo.<br />
Tal interpretación ha sido<br />
reiteradamente reprobada por la Iglesia.<br />
No pue<strong>de</strong>, pues, <strong>de</strong>ducirse <strong>de</strong>l vaticinio<br />
formulado en el Apocalipsis que<br />
el Señor reaparezca corporalmente en<br />
el mundo antes <strong>de</strong>l Juicio final y reine<br />
por mil años, enca<strong>de</strong>nando a Satán.<br />
¿Qué significan entonces esas misteriosas<br />
palabras <strong>de</strong>l texto sagrado?<br />
El marqués <strong>de</strong> los Ríos no ha vacilado<br />
en estudiarlas y proponer una solución<br />
personal, a nesar <strong>de</strong> lo extraordinariamente<br />
arduo <strong>de</strong> la materia. El<br />
Papa reinante ha invitado a los seglares<br />
a que trabajen sobre la Escritura,<br />
v he aquí a un hombre culto consagrando<br />
ejemplarmente su actividad intelectual<br />
a tan alta investigación, pero<br />
sin olvidar que sus problemas son <strong>de</strong><br />
enorme asnereza aun para los escrituristas<br />
mejor pertrechados <strong>de</strong> todos los<br />
conocimientos <strong>de</strong> su especialidad.<br />
La gravedad <strong>de</strong>l asunto es obvia, y si<br />
no partiéramos <strong>de</strong> ella diríamos que e 1<br />
libro es interesante por la viva curiosidad<br />
que inspira cuanto concierne al<br />
fin <strong>de</strong>l mundo y a la escatología.<br />
Como si el autor quisiera mantener<br />
ese interés, su exégesis <strong>de</strong>l milenio la<br />
<strong>de</strong>ja para el final <strong>de</strong> la obra, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> haber estudiado el tema en el or<strong>de</strong>n<br />
doctrinal, en el histórico (pues no falta<br />
quien opina que los mil años ya han<br />
tenido realización en la Edad Media),<br />
en los profetas <strong>de</strong>l Antiguo Testamento<br />
y, por último, en la profecía <strong>de</strong> San<br />
Juan.<br />
Por otra parte, sorpren<strong>de</strong> que un seglar<br />
no especialista se atreva a internarse<br />
en campo tan espinoso. Pero esta<br />
sorpresa resulta aleccionadora. La audacia<br />
revela cultura religiosa, amor a la<br />
Revelación, gran espíritu <strong>de</strong> fe y, en<br />
<strong>de</strong>finitiva, asidua lectura <strong>de</strong> los Libros<br />
sagrados, cosas todas que están muy lejos<br />
<strong>de</strong> ser comunes. La tesitura mo<strong>de</strong>sta,<br />
humil<strong>de</strong>, reverente, con que el marqués<br />
<strong>de</strong> los Ríos realiza su tarea se hace<br />
patente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Introducción, que en<br />
rigor es un prólogo galeato, hasta la<br />
última página <strong>de</strong>l ensayo. La información<br />
histórica y la flui<strong>de</strong>z <strong>de</strong> estilo son<br />
otras <strong>de</strong> sus notas distintivas.<br />
PALMER, G.: La resistencia <strong>de</strong> Dios.<br />
Colección La Viáa^ Vivida. Luis <strong>de</strong><br />
Caralt, editor. Barcelona, 1853. 228 páginas.<br />
50 pesetas.<br />
En la Colección La Vida Vivida, que<br />
reúne los temas políticos, militares v<br />
sociales <strong>de</strong>l momento, ha incluido Luis<br />
<strong>de</strong> Caralt un libro <strong>de</strong> extraordinaria<br />
importancia, que refleja la vida <strong>de</strong> 'os<br />
cristianos en las tierras <strong>de</strong> Rusia v en<br />
sus países lacayos. La resistencia <strong>de</strong><br />
Dios ha sido escrita por un heroico<br />
sacerdote católico que tuvo ocasión, en<br />
la pasada guerra mundial, <strong>de</strong> vivir entre<br />
los comunistas. Por este apasionante<br />
documento <strong>de</strong>l Padre Jorge nos enteramos<br />
<strong>de</strong> cómo el cristianismo se resiste<br />
a <strong>de</strong>saparecer entre las garras <strong>de</strong>l<br />
marxismo. Numerosas anécdotas reflejan<br />
a lo largo <strong>de</strong> estas páginas la persistencia<br />
<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al cristiano, siempre<br />
irreductible, tras el telón <strong>de</strong> acero. Ni<br />
las más monstruosas persecuciones ni<br />
las más sutiles trampas podrán <strong>de</strong>rribar<br />
<strong>de</strong> los corazones el hondo amor a<br />
Cristo, que sigue latente en la mayoría<br />
<strong>de</strong>l pueblo ruso, según ha comprobado<br />
el valiente sacerdote que se oculta tras<br />
el seudónimo <strong>de</strong> Padre Jorge, quien no<br />
quiere dar su verda<strong>de</strong>ro nombre nara<br />
evitar las brutales represalias que acarrearía<br />
contra muchos <strong>de</strong> los miembros<br />
<strong>de</strong> la heroica Resistencia cristiana que<br />
actúa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la inmensa cárcel soviética.<br />
ROYO - VILLANOVA MORALES, RI-<br />
CARDO : La enfermedad <strong>de</strong> Churchill.<br />
Marbán, editor. <strong>Madrid</strong>, 1954. 159 páginas.<br />
30 pesetas.<br />
El doctor Royo-Villanova trata en este<br />
libro acerca tíe la discutida enfermedad<br />
<strong>de</strong> Churchill ante la famosa Conferencia<br />
<strong>de</strong> las Bermudas. Con precisión<br />
v buen juicio hace el autor una<br />
serie <strong>de</strong> divagaciones, unas políticas v<br />
otras médicas, para llegar a la consecuencia<br />
<strong>de</strong> que la enfermedad <strong>de</strong>l combativo<br />
Pren<strong>de</strong>r tuvo más <strong>de</strong> diplomática<br />
que <strong>de</strong> orgánica.<br />
TRUYOL Y SERRA, ANTONIO: Historia<br />
<strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>l Derecho. Manuales<br />
<strong>de</strong> la «Revista <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte».<br />
<strong>Madrid</strong>, 1954. 300 páginas. 60 pesetas.<br />
El primer volumen, ahora aparecido,<br />
<strong>de</strong> esta Historia <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong>l Derecho,<br />
<strong>de</strong> Truyol y Sgrra, abarca <strong>de</strong><br />
los orígenes a la baja Edad Media. Se<br />
hace una exposición clara <strong>de</strong> la evolución<br />
histórica <strong>de</strong> los problemas fundamentales<br />
<strong>de</strong>l Derecho, poniendo <strong>de</strong><br />
manifiesto lo esencial y característico<br />
en cada época y en cada autor. «Dejar,<br />
por así <strong>de</strong>cirlo, que en cada época las<br />
doctrinas nos hablen por sí mismas, v<br />
en lo posible, en su nropia terminología,<br />
<strong>de</strong> lo que a sus autores importara<br />
vitalmente, parece imperativo inexcusable<br />
<strong>de</strong> una historiografía leal», y el<br />
autor ha sido consecuente con ese explícito<br />
criterio.<br />
En cada capítulo se ofrece la oportuna<br />
bibliografía. Consta la obra <strong>de</strong> una<br />
introducción sobre el concepto, significación<br />
y ámbito <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> ia<br />
filosofía <strong>de</strong>l Derecho, y tres libros: La<br />
sabiduría política <strong>de</strong>l antiguo Oriente,<br />
La antigüedad grecorromana v El cristianismo<br />
medieval y el mundo islámico.<br />
GOERLITZ, WALTER: ist Estado Mayor<br />
alemán. Barcelona, A. H. R., 1954.<br />
Colección Labros que hacen Historia,<br />
503 páginas.<br />
Es un volumen extra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 3a<br />
Colección Libros que Hacen Historia, en<br />
la cual han aparecido antes y sucesivamente<br />
las Memorias <strong>de</strong>l mariscal Kesselring,<br />
el libro <strong>de</strong> Hinsley, publicado<br />
con el atractivo título <strong>de</strong> Hítler no se<br />
equivocó, y Políticos en escena, <strong>de</strong> Paul<br />
Schmidt.<br />
El período <strong>de</strong> la posguerra última ha<br />
estado y está tan en trance <strong>de</strong> coincidir<br />
con un período <strong>de</strong> anteguerra, que<br />
todavía no se ha alcanzado ese lapso<br />
<strong>de</strong> paz necesario para que los historiadores<br />
entren en caja, tengan tiempo <strong>de</strong><br />
valorar y adquieran una perspectiva necesaria.<br />
Todavía no se ha producido<br />
una fase intelectual <strong>de</strong> serenidad ante<br />
la guerra mundial número 2, porque<br />
todo el mundo está alerta (en el mejor<br />
<strong>de</strong> los casos) o disgustado (en el peor<br />
<strong>de</strong> los casos) ante la posible inminencia<br />
<strong>de</strong> la guerra mundial número 3.<br />
Esta es la causa <strong>de</strong> que casi todo lo<br />
que se escribe hoy sobre la nación alemana<br />
—protagonista <strong>de</strong> las dos primeras<br />
guerras mundiales— va mucho más
cargado <strong>de</strong> propaganda, <strong>de</strong> miedo y <strong>de</strong><br />
segunda e inferior intención que <strong>de</strong><br />
amor a la entera y limpia verdad.<br />
El libro que comentamos preten<strong>de</strong> ser<br />
nada menos que una historia <strong>de</strong>l Estado<br />
Mayor alemán <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l<br />
siglo XVII —en concreto: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1657—<br />
hasta la mitad <strong>de</strong>l siglo XX —hasta<br />
1945, cuando el Estado Mayor cayó junto<br />
con Hítler—. Sin embargo, la mitad<br />
<strong>de</strong>l libro estudia casi los tres siglos enteros<br />
y la otra mitad se ocupa sólo <strong>de</strong><br />
la docena <strong>de</strong> afios en que Adolfo Hítler<br />
quiso asumir en sus manos el <strong>de</strong>stino<br />
<strong>de</strong> Europa, <strong>de</strong>l Occi<strong>de</strong>nte y —en fin <strong>de</strong><br />
cuentas— <strong>de</strong>l género humano.<br />
El libro es interesantísimo. Andan<br />
mero<strong>de</strong>ando por sus numerosas y apretadas<br />
páginas todos los tópicos errores<br />
a que acabamos <strong>de</strong> aludir. Sin embargo,<br />
y con esta cautela, es un libro para<br />
la biblioteca y para la lectura <strong>de</strong> cualquiera<br />
—militar o civil— que quiera<br />
orientarse seriamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la maraña<br />
<strong>de</strong> mendacida<strong>de</strong>s que domina en<br />
la literatura <strong>de</strong> posguerra sobre un tema<br />
que es todo lo contrario <strong>de</strong> un e&pricho,<br />
y que tiene un nomore: Alemania.<br />
En este or<strong>de</strong>n, la Colección Libros<br />
Que Hacen Historia está llegando a merecer<br />
el titulo <strong>de</strong> benemérita.<br />
OGRIZEK, DORE: España. Colección<br />
El Mundo en Coíor. Ediciones Castilla,<br />
S. A. Maarit!, 1953. 411 páginas.<br />
Este libro es una rápida visión tíe<br />
España, con numerosos grabados en color.<br />
Colaboran en la obra varios escritores<br />
extranjeros y españoles. Acompañan<br />
a Xa noticia <strong>de</strong> paisajes unas breves<br />
síntesis <strong>de</strong> nuestro arte, nuestra<br />
historia y nuestra literatura. Es una<br />
lástima que el señor Quíroga Pía, autor<br />
<strong>de</strong> los breves comentarios a nuestras<br />
letras., no haya prestado apenas atención<br />
al importante movimiento literario<br />
español <strong>de</strong> la posguerra.<br />
KERN, ERICH: La dama <strong>de</strong> la muerte.<br />
Colección I-a Vida Vivida. Luís <strong>de</strong><br />
Caralt, editor. Barcelona, 1953. 235 páginas.<br />
50 pesetas.<br />
La danza <strong>de</strong> la muerte, <strong>de</strong> Erich Kern,<br />
combatiente alemán en la pasada guerra,<br />
es un relato <strong>de</strong> la trágica lucha<br />
en las tierras <strong>de</strong> Rusia. Erich Kern reconoce<br />
imparcialmente los <strong>de</strong>fectos <strong>de</strong><br />
su patria, contando con justeza triunfos<br />
y <strong>de</strong>rrotas. El relato tiene momentos<br />
apasionantes y es un documento<br />
vivo nara el historiador.<br />
NARRACIÓN<br />
BRINKER POST, MARY: Anníe Jordán.<br />
Ediciones Siglo XX. Editorial<br />
Tesoro. <strong>Madrid</strong>, 1953. 343 páginas. 55<br />
Annie Jordán es una entretenida novela<br />
que narra la vida <strong>de</strong> una muchacha<br />
americana <strong>de</strong> barrios bajos, capaz<br />
<strong>de</strong> encumbrarse a las más altas esferas<br />
<strong>de</strong> la sociedad gracias a su voluntad<br />
firme, inquebrantable. Si esta novela <strong>de</strong><br />
Mary Brinker Post no es <strong>de</strong> gran altura,<br />
tiene a su favor la amenidad, que<br />
no falta en sus veintiún capítulos.<br />
BUSCH, NÍVEN: Duelo al sol. Ediciones<br />
Siglo XX. Editorial Tesoro. <strong>Madrid</strong>,<br />
1953. 300 páginas, 60 pesetas.<br />
Duelo al sol es una novela <strong>de</strong> pasiones,<br />
bien narrada y perfectamente ambientada.<br />
Se <strong>de</strong>sarrolla a fines <strong>de</strong>l casado<br />
siglo en la frontera <strong>de</strong> Nuevo Méjico<br />
y Tesas. En esta obra <strong>de</strong> Niven<br />
Busch entran la aventura, el amor, el<br />
crimen y la venganza. La trama es atrayente<br />
y no escasean las escenas <strong>de</strong> alto<br />
dramatismo.<br />
ESQUIVE*., DIEGO DE: Veinticinco<br />
cuentos intencionados. Publicaciones<br />
Fax, Bilbao, 1953. 139 páginas.<br />
Estos Veinticinco cuentos intencionados<br />
<strong>de</strong> Diego <strong>de</strong> Esquivel, que ahora<br />
editan las Publicaciones Pax, persiguen<br />
un fin constructivo, moral. Son generalmente<br />
muy buenos y <strong>de</strong> apretada<br />
prosa, que no se pier<strong>de</strong> en esteticismos,<br />
sino que se dispara hacia la moraleja<br />
final. Un vivo sentimiento cristiano <strong>de</strong><br />
la vida hace que estas páginas encierren<br />
mucho <strong>de</strong> sátira contra algunas<br />
costumbres tíe nuestra época.<br />
JAMES CANNON, CORN<strong>EL</strong>IA: El moho<br />
es rojo. Ediciones Siglo XX. Editorial<br />
rid. 322 páginas. 55 pese-<br />
Ha escrito Cornelia James Cannon<br />
una novela que se sigue con interés. La<br />
trama pren<strong>de</strong> pronto la atención <strong>de</strong>l<br />
lector: Se trata <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> una familia<br />
<strong>de</strong> colonos escandinavos en las<br />
tierras <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte. El amor,<br />
la intensidad dramática v la habilidad<br />
técnica son factores importantes en estas<br />
páginas. La traducción <strong>de</strong> Alfredo<br />
Antonio es correcta.<br />
GARCÍA SERRANO, RAFA<strong>EL</strong>: Bailando<br />
hasta la Cruz <strong>de</strong>l Sur. Gráficas<br />
Cíes. <strong>Madrid</strong>, 1953. 578 páginas. SO pe-<br />
Baüando hasta la Cruz <strong>de</strong>l Sur es un<br />
libro <strong>de</strong> viajes, un buen libro <strong>de</strong> viajes<br />
escrito con la agu<strong>de</strong>za <strong>de</strong> un gran cronista,<br />
con el garbo <strong>de</strong> un prosista <strong>de</strong><br />
alta calidad y con las vivas dotes <strong>de</strong> un<br />
buen observador. Su autor, Rafael García<br />
Serrano, que acompañó a través <strong>de</strong><br />
numerosos países hispanoamericanos a<br />
los Coros y Danzas <strong>de</strong> la Sección Femenina,<br />
nos habla <strong>de</strong> las andanzas <strong>de</strong> ^.as<br />
muchachas españolas que con sus bailes<br />
y sus canciones volvieron a rever<strong>de</strong>cer<br />
los viejos laureles hispanos sobre tierras<br />
<strong>de</strong> América. Pero García Serrano<br />
no se limita a la simple anécdota, sino<br />
que penetra en el espíritu <strong>de</strong> las diversas<br />
naciones recorridas, nos habla <strong>de</strong><br />
su política, <strong>de</strong> su ambiente, <strong>de</strong> su paisaje,<br />
y todo ello con la prosa vivísima,<br />
amena, que le caracteriza, nrosa que a<br />
veces estalla en un apasionado canto<br />
a la patria, o que se agudiza, limpia v<br />
cortante, hacia el humor más fino o<br />
hacia el más íntimo sentimiento poético.<br />
Bailando hasta la Cruz <strong>de</strong>l Suj es<br />
un libro <strong>de</strong> viajes; pero a ¡a vez es historia,<br />
canción v patria.<br />
LARRETA, ENRIQUE: Gerardo o la<br />
Torre <strong>de</strong> las Damas. Colección Literaria.<br />
Aguilar, S. A. <strong>de</strong> Ediciones. MaíMd,<br />
1953. 191 páginas. 40 pesetas.<br />
Esta última novela <strong>de</strong>l famoso escritor<br />
bonaerense Enrique Larreta se <strong>de</strong>sarrolla<br />
en España, como otras obras<br />
anteriores <strong>de</strong>l mismo autor. Esta vez el<br />
e&cenario elegido ha sido Granada, aunque,<br />
al <strong>de</strong>cir verdad, lo mismo se hubiera<br />
podido elegir otro cualquiera, español<br />
o no español. Pero el autor, buen<br />
conocedor <strong>de</strong> las tierras <strong>de</strong> España, ha<br />
<strong>de</strong>cidido situar sus personajes en la<br />
bella ciudad andaluza. No creemos Que<br />
sea Gerardo o la Torre <strong>de</strong> las Damas<br />
una nove'a capaz <strong>de</strong> levantar aún más<br />
el justo prestigio <strong>de</strong> Larreta. Aquí le<br />
han fallado bastante los personajes y la<br />
anécdota resulta <strong>de</strong> poco interés.<br />
SOLER, BARTOLOMÉ: Támara. Editorial<br />
Planeta. Barcelona, 1553. 27$ páginas.<br />
60 pesetas.<br />
Támara no es precisamente una<br />
<strong>de</strong> las mejores novelas <strong>de</strong> Bartolomé<br />
Soler. No quiere <strong>de</strong>cir esto que los oersonajes<br />
carezcan <strong>de</strong> buen trazo o que<br />
alguno <strong>de</strong> los episodios esté falto
MARRODAN, MARIO ÁNG<strong>EL</strong>: Mundo<br />
<strong>de</strong> la sangre. Ediciones Dabo. Palma<br />
<strong>de</strong> Mallorca, 5953. 38 páginas.<br />
Mundo <strong>de</strong> la sangre, tíel joven poeta<br />
? Mario Ángel Marrodán, es un pequeño<br />
i v bien editado cua<strong>de</strong>rno, con grabados<br />
i en ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Xam. El poeta acumula<br />
•' imágenes, las enca<strong>de</strong>na en sus versos<br />
s libres para alcanzar un barroquismo<br />
". muy personal. Mario Ángel Marrodán<br />
¡ - refleja una angustia vital y un apasionado<br />
sentir. No <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ña el poeta les<br />
prosaísmo, muy frecuentes en la lírica<br />
. actual.<br />
MATEO, LOPE: La caña Que piensa.<br />
Editorial Sever - Cuesta. Yaüadoücl,<br />
a 1953. 302 páginas. 60 pesetas.<br />
s<br />
j<br />
•;, En La caña &ue mensa ha reunido<br />
i- Lope Mateo un& serie <strong>de</strong> poemas <strong>de</strong><br />
ÍS épocas muy distintas, presentando así<br />
i- al lector el largo camino <strong>de</strong> su evolu-<br />
.o ción como poeta. Vemos, pues, en estas<br />
s vivas páginas los primeros influjos Que<br />
si sufrió la poesía <strong>de</strong> Lope Mateo y su<br />
s, transformación hasta alcanzar la voz<br />
¡r propia. Libro muy vario, por recoger<br />
j. toda una evolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1922 a nues-<br />
B tros días, resulta <strong>de</strong> difícil análisis Dará<br />
una breve reseña; pero si nos atene-<br />
mos a su entraría permanente, a su<br />
núcleo vigorizante, observaremos cómo<br />
en estos versos se refleja un hombre<br />
sin trampas. Lo propiamente humano:<br />
amor, pasión, religión, dolor es el centr<br />
vivo <strong>de</strong> toda la poesía <strong>de</strong> Lope Mateo,<br />
poesía cambiante, inquieta, atenta<br />
siempre al menor soplo <strong>de</strong> espiritualidad.<br />
La Caña que piensa termina con<br />
unas magistrales traducciones <strong>de</strong> Virgilio,<br />
Horacio y otros autores. Entre los<br />
ooeraas <strong>de</strong> Horacio traducidos por Lope<br />
Mateo hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar el íarnoso<br />
Carmen Saeculare, cuya versión castellana<br />
está hecha en el mismo metro<br />
que en el original. También María Isabel<br />
Mateo, hija <strong>de</strong>l poeta, ha incluido<br />
en La caña que piensa una felicísima<br />
traducción <strong>de</strong> un soneto <strong>de</strong> Albert Samain.<br />
PRADO NOGXJEIRA, CAULOS: Del<br />
viento ver<strong>de</strong>cido. <strong>Madrid</strong>, 1953. 108 páginas.<br />
SC<br />
Del viento ver<strong>de</strong>cido es un buen<br />
<strong>de</strong> canciones y romances, don<strong>de</strong> no faltan<br />
algunos sonetos y composiciones en<br />
gallego. Mucho garbo acusan gran parte<br />
<strong>de</strong> estos poemas neopopulares, y alguno<br />
<strong>de</strong> ellos nos recuerda los cancioneros<br />
<strong>de</strong>l siglo XVII:<br />
En el agua está la niña,<br />
huida <strong>de</strong>l toro viejo.<br />
-. ¡Ay, amor, dón<strong>de</strong> la <strong>de</strong>jo!<br />
No falta aquí tampoco algún <strong>de</strong>licado<br />
villancico. Carlos Prado Nogueira<br />
une en su reciente libro un sentido tradicional<br />
junto a la imagen mo<strong>de</strong>rna.<br />
MATOGRAFIA Y <strong>LAS</strong> <strong>ARTE</strong>S"<br />
en el cinematógrafo, en comparación<br />
con las artes, y, en fin, a qué<br />
se <strong>de</strong>be la eficacia estética <strong>de</strong> la<br />
música como complemento <strong>de</strong> la<br />
proyección cinematográfica.<br />
Cuando se cierra el ensayo <strong>de</strong><br />
Camón se piensa en la imprescindibles<br />
que son las normas, esto es,<br />
ciertas segurida<strong>de</strong>s, aun en temas<br />
sumamente discutibles, como los<br />
aquí estudiados, para encontrar<br />
puntos <strong>de</strong> referencia, por contados<br />
que sean, que hagan posible dialogar<br />
sin producir la tan frecuente<br />
sensación <strong>de</strong> confusión babélica.<br />
Por apasionante y multitudinario,<br />
el cine es <strong>de</strong> los asuntos que dan<br />
lugar a mayor cantidad <strong>de</strong> pareceres,<br />
no ya insolventes, pero ni ínfimamente<br />
discretos. Todo el mundo<br />
opina <strong>de</strong>l cine, y generalmente con<br />
absoluto <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> los<br />
más elementales principios estéticos,<br />
corno todo el mundo opina <strong>de</strong><br />
religión y <strong>de</strong> política, con lastimosa<br />
ignorancia en la mayoría <strong>de</strong> las<br />
ocasiones.<br />
Sólo por esto ya sería Incitante<br />
el sucinto breviario en que el profesor<br />
Camón estudia los problemas<br />
artísticos <strong>de</strong> la cinematografía, y<br />
por cierto con su estilo personal, no<br />
exento <strong>de</strong> innecesarios neologismos,<br />
aunque viril y <strong>de</strong>sgarrado, dicho sea<br />
en su elogio.<br />
Reparemos sólo en algunos extremos<br />
<strong>de</strong> singular atractivo. El primero<br />
<strong>de</strong> ellos, el problema <strong>de</strong>l cine<br />
en color. Para Camón Aznar carece<br />
<strong>de</strong> solución: cuanto más progrese<br />
la técnica y más exactamente refleje<br />
la realidad, más infieles serán a esa<br />
misma realidad las películas multicolores.<br />
Es muy sugestivo el razonamiento<br />
en que prueba una vez<br />
más que los gran<strong>de</strong>s coloristas no<br />
han reproducido fielmente el mundo<br />
exterior, sino que han tratado<br />
el color con genialidad subjetiva y<br />
arbitraria. Por la misma razón, el<br />
cine <strong>de</strong>berá estimular la fuerza imaginativa<br />
<strong>de</strong>l espectador, lo cual se<br />
logra más eficazmente en las cintas<br />
monocromas.<br />
Excelente es la crítica <strong>de</strong> las películas<br />
históricas y la <strong>de</strong>l cine en<br />
relación con las bellas artes, así<br />
como la solución que propone a las<br />
cuestiones <strong>de</strong>l movimiento, el espacio<br />
y el tiempo. Las consi<strong>de</strong>raciones<br />
sobre el movimiento como<br />
virtud artística específica <strong>de</strong>l cine,<br />
y en especial sobre la dinámica humana,<br />
que alcanza su mayor valor<br />
cuando se hace simbólica —lo mismo<br />
que le ocurre al horizonte—5<br />
son <strong>de</strong> las más felices <strong>de</strong>l ensayo.<br />
Y la fundamentación estética <strong>de</strong> la<br />
música en el cine se Íee también con<br />
pasión. Porque las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Camón<br />
Aznar abren los ojos <strong>de</strong>l lector y<br />
le acucian a convertirse inmediatamente<br />
en espectador, ahora más<br />
penetrante, o, lo que es lo mismo,<br />
más riguroso, y a la vez con mayor<br />
capacidad <strong>de</strong> goce.<br />
J. L. VÁZQUEZ DODERO<br />
REVISTA GENERAL 0E<br />
Redacción y Administración: Serrano, 117. Teléfono. 333900. <strong>Madrid</strong><br />
SUMARIO D<strong>EL</strong> NUMERO 97, CORRESPONDIENTE AL MES DE<br />
ENERO DE 1954<br />
Orientalismo y Antiguo Testamento, por Fe<strong>de</strong>rico Pérez Castro.<br />
NOTAS:<br />
El concepto histórico <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia y su ampliación a la historia <strong>de</strong>l<br />
bajo Imperio romano, por Eloy Benito Ruano.<br />
INFORMACIÓN CULTURAL D<strong>EL</strong> EXTRANJERO:<br />
Cinco años
cESPRlT»: Situación <strong>de</strong> la<br />
juventud francesa<br />
OS estudios documentados y objetivos<br />
L sobre la juventud no sólo merecen<br />
un sincero respeto general, sino que iluminan<br />
profundamente el futuro <strong>de</strong> los<br />
pueblos. En los últimos meses se produjeron<br />
en España diversos estudios <strong>de</strong> esta<br />
índole <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el campo católico. En otros<br />
países europeos el problema preocupa a las<br />
conciencias más responsables <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s<br />
nacionales respectivas. En Francia,<br />
a su vez, aunque el tema no salte con<br />
<strong>de</strong>masiada frecuencia a las publicaciones<br />
<strong>de</strong> máxima actualidad, no es porque la<br />
atención <strong>de</strong> muchos haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> estar<br />
vigilante en este campo.<br />
«Esprit* <strong>de</strong> agosto recogía una síntesis<br />
muy valiosa <strong>de</strong> la situación general por<br />
que atraviesan los movimientos <strong>de</strong> juventud,<br />
firmada por J. Boissonnat. Des<strong>de</strong><br />
hace Cinco años, los movimientos juveniles<br />
franceses permanecen, salvo rarísimas manifestaciones<br />
<strong>de</strong> escasa importancia, en<br />
silencio. A raíz <strong>de</strong> la Liberación francesa,<br />
Eoe dirigentes nacionales <strong>de</strong> las distintas<br />
organizaciones, confesionales y no confesionales,<br />
se esforzaron por introducir <strong>de</strong><br />
nuevo sus raíces en la masa; se oyó hablar<br />
bastante <strong>de</strong> evoluciones en preparación; ios<br />
Scouts <strong>de</strong> Francia, la A. C. J. F., o la naciente<br />
Juventud Agrícola Cristiana, planearon<br />
a fondo su especialización. Pero<br />
mientras tanto, la mayor parte <strong>de</strong> los antiguos<br />
miembros y militantes iban gradualmente<br />
habituándose a vivir <strong>de</strong> sus recuerdos,<br />
buenos o amargos, y a juzgar a sus<br />
movimientos más en función <strong>de</strong>l pasado<br />
que <strong>de</strong>l presente.<br />
Con ocasión <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong>l verano último,<br />
el Consejo Francés <strong>de</strong> Movimientos <strong>de</strong> Juventud<br />
—organismo que agrupa veintidós<br />
movimientos, en su mayoría confesionales:<br />
Consejo Protestante <strong>de</strong> la Juventud, Scouts,<br />
A. C. J. F., organizaciones israelitas, etc.—<br />
lanzó una «Llamada a los responsables <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong>l país», en la que dichos<br />
movimientos ponían en guardia a las fuerzas<br />
organizadas contra la <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong><br />
la situación general y contra el creciente<br />
escepticismo <strong>de</strong> los jóvenes respecto a la<br />
acción política. Para su incorporación al<br />
servicio <strong>de</strong>l país, los jóvenes pedían: <strong>de</strong>sarrollo<br />
económico, valoración racional <strong>de</strong><br />
la agricultura, reforma <strong>de</strong> la enseñanza,<br />
viviendas, redistribución <strong>de</strong> la renta nacional,<br />
«para permitir a los trabajadores ser<br />
loa promotores <strong>de</strong>l renacimiento <strong>de</strong>l país»,<br />
una «paz <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong> libertad» para los<br />
pueblos <strong>de</strong> Indochina, etc. Sin embargo,<br />
la trascen<strong>de</strong>ncia pública <strong>de</strong> este documento,<br />
según refiere el trabajo que comentamos,<br />
fue muy escasa. El propio autor estima<br />
revelador este dato.<br />
Por MANU<strong>EL</strong> LIZCANO<br />
Señala <strong>de</strong>spués la existencia <strong>de</strong> dos<br />
clanes que actúan entre la anquilosís general<br />
<strong>de</strong> las agrupaciones, disimulada bajo<br />
pretextos <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia, o incluso <strong>de</strong> habilidad:<br />
los ((educadores», que obsesionados<br />
con la pedagogía olvidan el conocimiento<br />
real <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>l país, y los «políticos»,<br />
quienes profetizan la revolución en<br />
los tranquilos espacios <strong>de</strong>l pensamiento,<br />
lejos <strong>de</strong> la masa, aunque pensando que<br />
trabajan para ella. Se <strong>de</strong>bate aquí el problema<br />
<strong>de</strong> si llegará en estas ten<strong>de</strong>ncias a<br />
hacerse más política la educación, o <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá<br />
el pensamiento político <strong>de</strong> su actual<br />
i<strong>de</strong>alismo excesivo.<br />
El estudio termina recordando que, a<br />
pesar <strong>de</strong> las evocaciones sentimentales <strong>de</strong><br />
ios tiempos <strong>de</strong> la Resistencia, los momentos<br />
actuales no son para Francia los <strong>de</strong> 1940<br />
a, 1944, sino muy diferentes, aunque quizá<br />
semejantes en gravedad; que entre las causas<br />
<strong>de</strong> repliegue <strong>de</strong> los movimientos juveniles<br />
durante los últimos años, hay que<br />
contar su creciente <strong>de</strong>bilidad numérica,<br />
<strong>de</strong>sunión, necesidad <strong>de</strong> revisar algunas <strong>de</strong><br />
sus orientaciones y preocupación pur formar<br />
elementos <strong>de</strong> base; que estas causas no han<br />
sido superadas y hoy pue<strong>de</strong> pensarse en<br />
que la opinión pública <strong>de</strong> un país no pue<strong>de</strong><br />
formarse sólo' válidamente* por la acción<br />
indirecta <strong>de</strong> individuos juiciosamente educados,<br />
sino que esta educación reclama <strong>de</strong><br />
continuo el contraste <strong>de</strong>l pensamiento teórico<br />
con las realida<strong>de</strong>s presentes; y que,<br />
por último, lo mismo si el actual silencio <strong>de</strong><br />
la juventud francesa se <strong>de</strong>be a falta <strong>de</strong><br />
pensamiento que si se produjera por falta<br />
<strong>de</strong> energía, la juventud estaría renunciando<br />
a su papel en la nación: bailaría, cantaría,<br />
seguiría los <strong>de</strong>portes por radio, mientras<br />
la comunidad <strong>de</strong> la que, en teoría al menos,<br />
forma parte, continuaría pudriéndose.<br />
«THE IRÍSH DIGEST>: La<br />
influencia irlan<strong>de</strong>sa<br />
en Ucrania<br />
•p L número <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> esta publica-<br />
•" ción irlan<strong>de</strong>sa reproduce la síntesis <strong>de</strong><br />
un trabajo <strong>de</strong>l profesor Román Smal<br />
Stocky, nacido, según expone en su estudio,<br />
en la región ucrania <strong>de</strong> la Bucovina,<br />
y que ha tomado parte activa durante<br />
muchos años en la lucha por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
ucraniana contra Rusia, lo mismo bajo<br />
los zares que bajo el Estado Soviético.<br />
De su estudio se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> ia gran influencia<br />
ejemplar e i<strong>de</strong>ológica ejercida en<br />
los últimos cien años por el i<strong>de</strong>al irlandés<br />
<strong>de</strong>l «Home Rule» y por la incansable lucha<br />
<strong>de</strong> los patriotas irlan<strong>de</strong>ses, no ya sólo en<br />
Ucrania, sino en los <strong>de</strong>más pueblos no rusos<br />
sometidos al po<strong>de</strong>r administrativo y político<br />
<strong>de</strong> Moscú: polacos, lituanos, fineses y<br />
todos los caucásicos. Analiza el autor la<br />
curiosa analogía que pue<strong>de</strong> observarse entre<br />
la colonización <strong>de</strong>l campo irlandés y el<br />
ucranio por los nobles ingleses y rusos, respectivamente,<br />
según el capricho <strong>de</strong> las<br />
respectivas coronas; la subsiguiente semejanza<br />
<strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos problemas agrarios<br />
<strong>de</strong> ambos pueblos, asi como la tradicional<br />
emigración endémica <strong>de</strong> írian<strong>de</strong>ses y ucranios,<br />
los primeros a América <strong>de</strong>l Norte y<br />
los segundos a Siberia. También examina<br />
el autor el problema <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> !a industria<br />
y la economía general <strong>de</strong> irlan<strong>de</strong>ses<br />
y ucranios por ingleses y rusos; y la<br />
pasada influencia religiosa que sobre la<br />
Irlanda católica ha hecho gravitar sin <strong>de</strong>scanso<br />
el protestantismo británico, o sobre<br />
la Ucrania católica y ortodoxa, la ortodoxia<br />
oficial e intolerante <strong>de</strong> Moscú.<br />
«HUMANITAS»: Zubiri y la<br />
«unidad radical»<br />
<strong>de</strong>l hombre<br />
N el número <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> la revista <strong>de</strong><br />
E pensamiento «Humanitas», que mensualmente<br />
se publica en Brescía, el conocido<br />
profesor Miguel Fe<strong>de</strong>rico Sciacca <strong>de</strong>dica<br />
un artículo no muy extenso, aunque<br />
rigurosamente fundamentado, al estudio <strong>de</strong><br />
la concepción filosófica <strong>de</strong> Xavier Zubiri;<br />
pensador <strong>de</strong>l que, al mismo tiempo que<br />
señala que aún es sólo conocido <strong>de</strong> algunos,<br />
e incluso meramente <strong>de</strong> nombre, al menos<br />
en Italia, estima, sin embargo, que es el<br />
mayor filósofo, «en el sentido canónico <strong>de</strong>l<br />
término», que hoy posee España.<br />
Lamentando Sciacca la penuria <strong>de</strong> fuentes<br />
directas que faciliten el acceso a la<br />
filosofía <strong>de</strong> Zubiri, parte <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong><br />
«Naturaleza, Historia, Dios» y <strong>de</strong>l trabajo<br />
<strong>de</strong> Javier Con<strong>de</strong> en ia «Revista <strong>de</strong> Estudios<br />
Polfticosi) sobre su antropología, para<br />
aventurar un juicio, repetimos, claro y bien<br />
fundamentado, a nuestro parecer, sobre el<br />
sistema <strong>de</strong>l lilósofo español, aunque dicho<br />
juicio no <strong>de</strong>je <strong>de</strong> resentirse <strong>de</strong> la carencia<br />
<strong>de</strong> otras referencias más recientes al pensamiento<br />
zubiriano, como el autorizado vo-<br />
Y <strong>LAS</strong> <strong>LETRAS</strong><br />
PREMIO LOPE DE VEGA PARA<br />
TEATRO. —Lo convoca el Ayuntamiento<br />
<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> entre todos los<br />
escritores españoles. El plazo <strong>de</strong> presentación<br />
<strong>de</strong> obras termina el 30 <strong>de</strong><br />
abril <strong>de</strong> 1954. La pieza premiada obtendrá<br />
25.000 pesetas y será estrenada<br />
en el teatro Español <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
la temporada 1954-1955. Los originales<br />
se enviarán durante todo el mes<br />
<strong>de</strong> abril próximo a la Comisión <strong>de</strong><br />
Cultura <strong>de</strong>l Ayuntamiento <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />
*<br />
PRIMER CENTENARIO DE AN-<br />
TONIO ROSMINI^Se convoca un<br />
concurso para premiar el mejor estudio<br />
crítico que se presente sobre<br />
la filosofía <strong>de</strong> Rosmini o sobre algunos<br />
<strong>de</strong> los aspectos fundamentales<br />
<strong>de</strong> la misma, <strong>de</strong> acuerdo con las bases<br />
siguientes:<br />
1. Podrán concurrir al certamen<br />
los escritores no italianos, sin limitación<br />
<strong>de</strong> edad, condicTln o título.<br />
2. Los trabajos serán inéditos, y<br />
se remitirán al notario doctor GIuseppe<br />
Darioli, Domodossola, provincia<br />
di Notara (Italia). Estarán escritos<br />
en cinco copias y llevarán un<br />
lema,<br />
3. Los trabajos pue<strong>de</strong>n redactar*<br />
se en latín, español, francés, inglés,<br />
alemán o italiano.<br />
4. El premio se fija en QUlNlEiN.<br />
TAS MIL liras italianas (500.000),<br />
y el trabajo galardonado quedará <strong>de</strong><br />
propiedad <strong>de</strong> la Sociedad Editora<br />
Sodalitas (Domodossola-Milán), que<br />
lo publicará.<br />
5. El Jurado podrá señalar otros<br />
trabajos <strong>de</strong> mérito relevante presentados<br />
al concurso, y podrá llegar a<br />
un acuerdo con sus autores para, la<br />
publicación <strong>de</strong> los mismos.<br />
6. El plazo para la recepción <strong>de</strong><br />
trabajos expira el día 30 <strong>de</strong> diciembre<br />
<strong>de</strong> 1955, y la concesión <strong>de</strong>l premio<br />
se hará nública antes <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong><br />
junio <strong>de</strong> 1956.<br />
7. A las bases <strong>de</strong> la convocatoria,<br />
así como a la concesión <strong>de</strong>l premio,<br />
se procurará darles la máxima difusión.<br />
8. La Comisión calificadora estará<br />
integrada por el profesor Giuseppe<br />
Bozzeti, <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />
Boma, como presi<strong>de</strong>nte, y por los<br />
profesores Dante Morando, <strong>de</strong> la<br />
Universidad <strong>de</strong> Pavía; Guido Rossi,<br />
<strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Padua; Miguel<br />
Fe<strong>de</strong>rico Sciacca, <strong>de</strong> la <strong>de</strong> Genova,<br />
como vocales; actuando <strong>de</strong> secretario<br />
el profesor Giovanni Pnsineri.<br />
9. La Comisión se reserva la facultad<br />
<strong>de</strong> reclamar el asesoramiento<br />
<strong>de</strong> algún otro miembro, italiano o<br />
extranjero, si lo creyera oportuno.<br />
PREMIO DE POESÍA JUAN BOS-<br />
CAN.—Se convoca a los poetas españoles<br />
e hispanoamericanos al premio<br />
lumen «Homenaje a Zubiri» {<strong>Madrid</strong>, 1953),<br />
o sus cursos privados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1945, en <strong>Madrid</strong>,<br />
a los que Sciacca sólo se encuentra<br />
en condiciones <strong>de</strong> hacer una mera alusión.<br />
Particularmente, algunos <strong>de</strong> los aspectos<br />
fundamentales <strong>de</strong> la concepción <strong>de</strong> Zubiri,<br />
en los cuales Sciacca se <strong>de</strong>tiene más concretamente,<br />
restauración <strong>de</strong> la vida intelectual;<br />
la verdad, como posesión intelectual<br />
<strong>de</strong> la índole <strong>de</strong> las cosas; la constitutiva<br />
inmersión <strong>de</strong> la inteligencia en las cosas;<br />
el papel <strong>de</strong> la ciencia en el conocimiento<br />
<strong>de</strong> la reaiidad; el sentido <strong>de</strong>] hombre como<br />
ser sustante y no sustancial, como entidad<br />
y no como sustancia; su propia «implantación»<br />
en el ser para realizarse; o su vivir<br />
constitutivamente «con» las cosas, han quedado<br />
luminosamente enfocados en estos<br />
cursos madrileños <strong>de</strong> los últimos años, sobre<br />
todo en el que terminó el verano pasado,<br />
sobre «filosofía primera», y en el actual<br />
sobre «el problema <strong>de</strong>l hombre».<br />
En estos cursos han ido quedando explicítados<br />
algunos, al menos, <strong>de</strong> los problemas<br />
Boscán 1954 para el mejor libro <strong>de</strong><br />
poesía <strong>de</strong> tema escrito en lengua española,<br />
que se conce<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> acuerdo<br />
con Sas siguientes bases:<br />
1. Podrán optar al premio Boscan<br />
1954 todos los poetas españoles<br />
e hispanoamericanos que remitan<br />
originales al concurso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo<br />
señalado por estas bases.<br />
2. Cada poeta podrá presentar un<br />
solo origiKaí.<br />
3. La extensión <strong>de</strong> los originales<br />
no podrá sobrepasar los 700 versos,<br />
m ser menor <strong>de</strong> 400, <strong>de</strong>jando a la<br />
libre elección <strong>de</strong> los autores el asunto,<br />
métrica y forma <strong>de</strong> las composiciones.<br />
4. Los originales se presentarás<br />
por duplicado y escritos a máquina,<br />
con el nombre y domicilio <strong>de</strong>l autor.<br />
5. El plazo <strong>de</strong> admisión <strong>de</strong> los<br />
originales, a partir <strong>de</strong> la publicación<br />
<strong>de</strong> la presente convocatoria, compren<strong>de</strong><br />
hasta el 30 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1954»<br />
inclusive.<br />
6. Los originales <strong>de</strong>berán ser remitidos<br />
antes <strong>de</strong> esíq, fecha al Instituto<br />
<strong>de</strong> Estudios Hispánicos, calle<br />
<strong>de</strong> Valencia, 231, haciendo constar<br />
en el sobre: «Para el premio Eoscan<br />
1954». Los que no resulten premiados<br />
podrán retirarse durante los<br />
tres meses siguientes al fallo; una<br />
vez transcurrido dicho plazo, los restantes<br />
serán <strong>de</strong>struidos.<br />
7. El concurso será fallado la noche<br />
<strong>de</strong>l día 5 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l expresado<br />
año, por un Jurado cuya composición<br />
será dada a conocer en la<br />
misma fecha.<br />
8. El premio Boscán 1954 importa<br />
5.000 pesetas y es indivisible,<br />
CONCURSO DE ESTUDIOS SO-<br />
BRE SAN AGUSTÍN.— Los padres<br />
Agustinos y Recoletos <strong>de</strong> San Agustín<br />
abren un concurso para premiar<br />
los mejores estudios sobre los temas<br />
siguientes:<br />
«Biografía <strong>de</strong> San Agustín, históricocrítica»,<br />
60.000 pesetas. «Edición<br />
crítica <strong>de</strong> «De TrinState», 50.000 pesetas.<br />
«Enchiridion filosóficoagusti- /<br />
niano», 60.000 pesetas. «El existen- 's<br />
cialismo en San Agustín», 40.909 pe- ~<br />
setas. «San Agustín en el arte»,;<br />
35.000 pesetas. Dos temas<br />
35,000 pesetas para cada uno.<br />
Este concurso tiene carácter interi<br />
nacional, y los estudios podrán estar<br />
escritos en español, latín, francés,<br />
italiano, inglés o alemán. El<br />
plazo <strong>de</strong> admisión <strong>de</strong> los trabajos se|*<br />
cerrará el 15 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1955.fe<br />
No se fija límite a la extensión <strong>de</strong>l;'<br />
los mismos. Serán inéditos y se p_re-fesentarán<br />
con el nombre y dirección^'<br />
<strong>de</strong>l autor, bajo sobre cerradOj coa V<br />
el lema correspondiente. te<br />
Los trabajos se enviarán a Colu- W<br />
mela, 12, <strong>Madrid</strong>, con la indicación<br />
«Centenario <strong>de</strong> Sa.n Agustín»,<br />
que todavía Sciacca señala en este trabajo<br />
como no aclarados en la formulación conceptual<br />
<strong>de</strong> Xavier Zubiri: si lo que éste<br />
llama «verdad prima» será un puro dato o<br />
una intuición intelectual; cuáles sean la<br />
distinción y relaciones entre Dios y <strong>de</strong>idad<br />
en el campo <strong>de</strong> la religación; las relaciones,<br />
incluso, entre el hombre y Dios, la estructura<br />
metafísica <strong>de</strong>l hombre mismo, o la<br />
completa articulación metafísica <strong>de</strong>l concepto<br />
<strong>de</strong> ((religación». Exce<strong>de</strong>ría por completo<br />
<strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> estas notas informativas<br />
entrar más <strong>de</strong> cerca en los problemas<br />
apuntados; pero sí juzgamos, al menos, <strong>de</strong><br />
positivo interés para nuestros lectores,<br />
<strong>de</strong>jar aquí constancia <strong>de</strong> la repercusión<br />
que las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong>! hombre que asume la<br />
máxima significación cultural española eri<br />
los cuatro últimos siglos, y que mejor<br />
que nadie está protagonizando la incorporación<br />
rejuvenecida <strong>de</strong> lo español a la cultura<br />
universal, produce en uno <strong>de</strong> los exponentes<br />
efectivos <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno pensamiento<br />
filosófico italiano.