30.04.2013 Views

para leer durante el finde 24 noviembre

para leer durante el finde 24 noviembre

para leer durante el finde 24 noviembre

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

E-pistolario: La danza de don Andrés<br />

by FREDERIC PORTA<br />

Mi querido Martí,<br />

El hombre de los caram<strong>el</strong>os, según la f<strong>el</strong>iz definición de Frank Rijkaard, sigue<br />

d<strong>el</strong>eitándonos a base de dulzuras y regalitos. Dádivas que por sí solas justifican <strong>el</strong><br />

precio de la entrada o, en <strong>el</strong> caso de ayer, la contemplación d<strong>el</strong> recital a tan<br />

intempestiva hora, en esa detestable modernidad de la hierba artificial a la que <strong>el</strong><br />

general Invierno debería confundir, por mucho que <strong>el</strong> clima moscovita pueda justificar<br />

tamaño desmán en la s<strong>el</strong>ección de alfombra. Iba don Andrés, a quien seguiremos<br />

tratando de usted hasta que <strong>el</strong> interesado nos permita un tuteo en exceso familiar<br />

dada su categoría, camino d<strong>el</strong> banderín de córner rodeado de zamarras rojas cuando,<br />

de repente, así, de sopetón, como se les ilumina la bombilla a los genios, nos regala la<br />

ocurrencia de un baile en deslizamiento sobre baldosa ínfima, se va de tres entre<br />

caños y nos deja con las ganas de repasar <strong>el</strong> vídeo <strong>para</strong> memorizar la identidad de los<br />

burlados, por si algún día cabe describir tal b<strong>el</strong>leza a los nietos y necesitamos ap<strong>el</strong>lidos<br />

<strong>para</strong> que no nos tachen de exagerados inventores de leyendas urbanas.<br />

Recuerdo, amigo Martí, la última vez que algún futbolista me tumbó d<strong>el</strong> sofá,<br />

generándome con la praxis de su imaginación un brinco espontáneo de esos que dan<br />

con tus posaderas en <strong>el</strong> frío su<strong>el</strong>o. El interfecto se llamaba Rivaldo, jugaba también al<br />

servicio d<strong>el</strong> Barc<strong>el</strong>ona, y se marcó un control de izquierda en la banda allá por <strong>el</strong><br />

mediocampo seguido por un tún<strong>el</strong> magistral al marcador en <strong>el</strong> mismo respiro y<br />

continuidad, todo a una, como si <strong>el</strong> detalle fuera nimiedad, como si <strong>el</strong> lacito d<strong>el</strong> regalo<br />

pudiera adquirirse en cualquier razón social. Habrá goles y golazos, jugadas y<br />

jugadones, paredes y combinaciones, pero nada como lo inesperado <strong>para</strong> generar<br />

admiración automática, de esas que vives y expresas sin necesidad siquiera de<br />

tamizarla antes por las neuronas d<strong>el</strong> raciocinio. Rivaldo era una exageración de<br />

p<strong>el</strong>otero, maravilla digna de figurar en los anales a la que apenas se puede acusar, que<br />

ya es demasía, de cierta carencia en <strong>el</strong> depósito de carisma, ambición por fijarse en <strong>el</strong><br />

esca<strong>para</strong>te y ausencia de la egolatría que, en ocasiones, tanto repudiamos en los<br />

creídos narcisos d<strong>el</strong> balompié. Con <strong>el</strong> Depor y con <strong>el</strong> Barça firmó bastantes obras<br />

dignas de figurar en <strong>el</strong> Museo de Arte Contemporáneo, pero no las quería lucir,<br />

decisión que le coloca en <strong>el</strong> mismo club de don Andrés. El club de los modestos que<br />

nos ganan <strong>el</strong> corazón a fuerza de consumar pinc<strong>el</strong>adas de arte.<br />

Iniesta ha metido goles decisivos, fantásticos, espectaculares, pese a seguir<br />

sosteniendo, con <strong>el</strong> propio interesado a la cabeza, que esa no es la gran virtud, <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo,<br />

la distinción de su prodigiosa categoría. Don Andrés, a poco que nos fijemos, es Fred<br />

Astaire sobre hierba en baile de dominio y jerarquía sobre Ginger Rogers; es Micha<strong>el</strong><br />

Jackson moonwalkeando sin dar mayor importancia a la naturalidad con que ejecuta la<br />

cosa; es <strong>el</strong> primer bailarín d<strong>el</strong> Ballet Ruso a ras de tierra, al primer toque, sin discurso<br />

pre<strong>el</strong>aborado, improvisación de la mejor categoría, dominio técnico abrumador de la<br />

materia que tanto nos ocupa. No soy m<strong>el</strong>ómano experto, Martí, pero me encantaría<br />

73

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!