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Revista Iberoamericana de Polímeros Volumen 4(2), Abril 2003<br />
Schulz y Katime Los <strong>fraudes</strong> científicos<br />
no confirmen su hipótesis. Para ello, el sistema de publicación evoluciona hacia un modo de<br />
proceder que no refleja la objetividad que se espera de la investigación científica.<br />
Considerando la estructura de los artículos científicos tal como se publican actualmente,<br />
se concluye que en principio, son un fraude. No lo son en los hechos descritos ni las conclusiones<br />
obtenidas, sino en lo que se refiere a la historia natural de la investigación científica. Pocos<br />
investigadores están dispuestos a aceptar que llegaron a un resultado por un accidente o por<br />
suerte (lo que se conoce como “serendipicidad”), y buscarán post facto un razonamiento lógico<br />
sobre la base de indicios previos, que justifique por qué eligió determinado objeto de estudio, a<br />
fin de no desmerecer el mérito que les pudiera corresponder por sus hallazgos. Lo que en<br />
realidad hace un científico cuando investiga se parece muy poco a la versión que finalmente se<br />
publica. Los errores cometidos no se mencionan, ni se cuenta la historia real de cómo se ha<br />
desarrollado descrito. Por otra parte, esto también es causado por la política editorial, que pide<br />
concisión y pruebas contundentes. Sin embargo, esto no puede usarse para concluir, como<br />
algunos irracionalistas modernos, que la ciencia está basada en falsedades. Simplemente se<br />
elimina lo anecdótico y lo irrelevante para la ciencia. Que Fleming hubiera descubierto la<br />
penicilina por casualidad, al arruinársele algunos cultivos bacterianos, en lugar de buscarla<br />
sistemáticamente, no elimina su gloria como descubridor del primer antibiótico: la fortuna le<br />
sonrió por casualidad, pero tuvo el genio de capturarla cuando pasaba.<br />
Cómo “inflar” el currículum.<br />
Una forma de inconducta de efectos menos deletéreos para la ciencia, aunque no por<br />
eso deja de ser inconducta, es el “inflado” artificial de los currícula mediante diversos<br />
procedimientos. Afecta principalmente al juego limpio cuando se trata de establecer los<br />
méritos científicos.<br />
Para obtener el reconocimiento académico y el financiamiento adecuado es necesario<br />
contar con una larga lista de investigaciones en forma de publicaciones. Es común que en los<br />
países desarrollados la posición de jefe de un instituto o de un laboratorio, o el de profesor<br />
titular, se obtengan con no menos de 200 artículos en revistas de reconocido prestigio. Para<br />
publicarlos, el investigador se ve obligado a recurrir a una serie de argucias no del todo<br />
honestas. Por ejemplo, es frecuente que un trabajo se fragmente en una serie de artículos.<br />
Primero se publica un resumen, que por lo general es parte de la presentación del trabajo en<br />
un congreso y está impreso en las memorias de éste; eventualmente aparece coma parte de<br />
alguna revista de reconocido prestigio. Más tarde, se envía un informe preliminar, enseguida<br />
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