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3º.- De la relación entre estas no-letras blancas y las sí-letras negras fueron
surgiendo diferentes composiciones de las que se muestran algunas imágenes:
El agrupamiento espacial de letras negras y no-letras blancas se ha llevado a
cabo en base a su no reconocimiento como signos léxicos sino exclusivamente
gráficos, de manera que sea imposible su lectura, lo que recuerda sin
pretenderlo las arcaicas escrituras jeroglíficas que impedían su traducción
fonética por supresión de vocales, preservando así la esencia de lo numinoso
que no debía pronunciarse por estar identificada la esencia con su dicción.
4º.- El resto de las configuraciones se ha llevado a cabo con las letras
recortadas en negro, encontrando diferentes maneras de componer el conjunto
y utilizando siempre la totalidad de los doce signos por si hubiera algún modo
oculto de leer esta especial situación límite de la escritura que aun estando
construida con letras no está escrita sino dibujada. Así fue surgiendo poco a
poco, a medida que avanzaba el número de configuraciones, la pregunta sobre
la si es posible la pronunciación del dibujo. Seguramente diferente en cada
uno, en acentos y entonación. Y además con una particular dificultad añadida:
estos dibujos rotan, a diferencia de la quietud estructural del tradicional texto
escrito, y pueden girar en cualquier momento, ignorando si hay revés o
derecho, cosa que en la escritura no se permite (de momento). Así a la vez se
abre la posibilidad de una escritura que imite al dibujo y que puedan escribirse
frases estalladas, palabras revueltas, sílabas solapadas y palabras
superpuestas unas sobre otras con sus letras girando en el aire: ¿cómo
deberían pronunciarse? ¿Deberían cantarse, soplarse, silbarse o tararearse?.
Seguramente David de Prado tiene la respuesta.
Estas escrituras revueltas, aunque bastante rectilíneas, todavía dejan adivinar
algunas sílabas reconocibles. Aunque poco a poco unos fragmentos de letras
se van mezclando con otros dando lugar a signos nuevos que sin embargo
transparentan bien su origen.
5º.- Surge a continuación otra opción diferente: la de construir edificios con los
doce elementos originales como si fueran ladrillos flexibles que dan lugar a
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