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Descargar libro - Monte Ávila Editores

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Se quedaron mirándose las dos, frente a frente, los nervios<br />

de Beatriz a punto de traicionarla, aunque luego logró<br />

controlarse de nuevo, y una vez más desvió la conversación,<br />

la cual en verdad ni siquiera había comenzado:<br />

—Me aceptaron por CNU. Sólo había quince cupos y<br />

yo quedé en el puesto cinco. Pero, dime tú ahora, cómo puedo<br />

yo cursar una carrera supercostosa, donde hay que estar<br />

comprando materiales a cada rato. Es un imposible para mí,<br />

no sé ni para qué me presenté. Sólo por no dejar.<br />

La mirada de Yenifer siguió explorando el espacio y<br />

revisando lo poco que éste contenía. Beatriz, sin darse por<br />

aludida, le sirvió un refresco. La mirada escrutadora de Yenifer<br />

no dejó de barrer el lugar ni por un momento, mientras<br />

Beatriz revoloteaba sin cesar, tratando de mantenerse fuera<br />

del foco de esos ojos grandes y lúcidos.<br />

—¿Qué hacer? —se preguntó Yenifer, como ya tantas<br />

veces en los últimos tiempos. Beatriz le envió una mirada implorante,<br />

como suplicándole, chama, no me preguntes, que yo<br />

no te puedo decir ni palabra. Si eres mi amiga, como yo soy la<br />

tuya, entonces, por el bien de las dos, no hablemos de nada.<br />

Hablemos sólo del niño, mira cómo ya intenta rodarse un poco<br />

en la cuna.<br />

Pero nada de esto fue dicho, y a lo mejor todo no era<br />

más que una arbitraria interpretación de la exaltada mente<br />

de Yenifer.<br />

En la torre de la iglesia cercana comenzaron a sonar las<br />

campanas. Los tañidos ingresaron a la habitación, cual música<br />

de fondo de la guerra cotidiana de cada cual. Yenifer había venido<br />

a vivir a este lugar, sola, porque su espíritu de independencia<br />

la había llevado a tomar esa decisión. Tenía su filosofía,<br />

aunque la señora Mercedes decía que no era sino pura soberbia<br />

y más nada. Pero ella se conocía bien. En un tiempo había vivido<br />

en otro lugar de la ciudad, con una amiga, para compartir<br />

los gastos, pero había sido muy difícil la convivencia. Ahora,<br />

aunque vivía en un barrio, estaba haciéndolo de acuerdo con<br />

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