Febrero 2012 - Diocese de Ourense
Febrero 2012 - Diocese de Ourense
Febrero 2012 - Diocese de Ourense
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sensual con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>rlo con<br />
una súbita tentación. Su enojo estuvo<br />
justificado porque la ruindad <strong>de</strong>l intento<br />
fue aun peor que su bajeza. Tomás<br />
sabía que sus hermanos sabían que<br />
suponer que faltaría a su palabra por<br />
una provocación tan infame representaba<br />
un insulto para él como caballero,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> atentar a su vocación. Ante<br />
aquel hecho, saltó <strong>de</strong> su silla y tomó un<br />
tizón <strong>de</strong>l fuego blandiéndolo como una<br />
espada llameante. Por supuesto, la mujer<br />
pegó un grito y huyó, que era todo<br />
lo que él quería. De seguido, le dio un<br />
portazo y luego <strong>de</strong> trabar la puerta, con<br />
una especie <strong>de</strong> impulso ritual violento,<br />
estampó contra la misma el tizón ardiendo,<br />
marcándola con una enorme y<br />
negra señal <strong>de</strong> la cruz. Se volvió, arrojó<br />
el tizón al fuego y se sentó en su sitial<br />
<strong>de</strong> erudición se<strong>de</strong>ntaria, en su silla <strong>de</strong><br />
estudio <strong>de</strong> la filosofía, en su secreto trono<br />
<strong>de</strong> contemplación <strong>de</strong>l que nunca se<br />
levantaría.<br />
Ahora bien, este asunto no se quedó<br />
reducido al ámbito <strong>de</strong> una disputa<br />
familiar, sino que a<strong>de</strong>más se le pidió al<br />
Papa una intervención discreta e incluso<br />
se le propuso que permitiera a Tomás<br />
llevar el hábito dominico y ocupar<br />
simultáneamente el puesto <strong>de</strong> abate en<br />
la abadía benedictina. A lo que Santo<br />
Tomás respondió que quería ser<br />
un dominico en la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los Predicadores<br />
y no participar en un baile<br />
<strong>de</strong> disfraces. Tomás <strong>de</strong> Aquino quería<br />
ser un fraile. Fue la única cosa práctica<br />
a la que su voluntad se aferró con<br />
obstinación inflexible hasta el día <strong>de</strong><br />
Iglesia Diocesana<br />
su muerte. Nunca permitió que nada<br />
<strong>de</strong>bilitase la férrea inalterabilidad <strong>de</strong><br />
esta <strong>de</strong>cisión, ni pudo ser disuadido <strong>de</strong><br />
su elevada y encumbrada ambición <strong>de</strong><br />
ocupar el lugar más humil<strong>de</strong>.<br />
Superadas estas dificulta<strong>de</strong>s, su vida<br />
se reparte entre el convento y la universidad<br />
<strong>de</strong> París, y los Studia <strong>de</strong> los dominicos<br />
en Italia. San Alberto Magno fue<br />
su maestro. Este gran alemán, conocido<br />
durante su período <strong>de</strong> mayor fama<br />
como profesor en París, fue durante un<br />
tiempo profesor en Colonia. A Alberto<br />
lo llamaron Doctor Universal por<br />
el alcance <strong>de</strong> sus estudios científicos<br />
pero, en realidad, fue un especialista<br />
en las cuestiones más profundas relativas<br />
a los seres humanos y a la moral.<br />
Se llevó consigo a Tomás <strong>de</strong> Aquino<br />
a Colonia en 1248, y cuatro años <strong>de</strong>spués<br />
patrocinó su carrera académica en<br />
París, consi<strong>de</strong>rándolo apto para obtener<br />
el doctorado en Teología, a pesar<br />
<strong>de</strong> las resistencias <strong>de</strong>l maestro general<br />
y superando también la intervención<br />
<strong>de</strong> Hugo <strong>de</strong> San Caro. El patrocinio<br />
<strong>de</strong> San Alberto Magno envuelve toda<br />
la experiencia <strong>de</strong> enseñanza <strong>de</strong> Santo<br />
Tomás, <strong>de</strong> hecho él le sobrevivió y <strong>de</strong>fendió<br />
su memoria, en los difíciles años<br />
<strong>de</strong> 1277, cuando la doctrina tomista<br />
peligraba al verse acusada <strong>de</strong> error y <strong>de</strong><br />
herejía por su relación con el aristotelismo.<br />
Pues bien, allí estaba Tomás, en<br />
París. Por aquella época, París era verda<strong>de</strong>ramente<br />
una “aurora boreal”, un<br />
amanecer en el Norte. Tenemos que te-<br />
FEBRERO <strong>2012</strong> · Boletín Oficial · 167