“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-¿Y lo segundo?<br />
-Ocio.<br />
-Oh, disponemos de muchas horas después del trabajo.<br />
-De horas después del trabajo, sí, pero, ¿y tiempo para pensar? Si no se conduce<br />
un vehículo a ciento cincuenta kilómetros por hora, de modo que sólo puede<br />
pensarse en el peligro que se corre, se está interviniendo en algún juego o se está<br />
sentado en un salón, donde es imposible discutir con el televisor de cuatro<br />
paredes.. ¿Por qué? El televisor es «real». Es inmediato, tiene dimensión. Te dice<br />
lo que debes pensar y te lo dice a gritos. Ha de tener razón. Parece tenerla. Te<br />
hostiga tan apremiantemente para que aceptes tus propias conclusiones, que tu<br />
mente no tiene tiempo para protestar, para gritar: «¡Qué tontería!»<br />
-Sólo la «familia» es gente.<br />
-¿Qué dice?<br />
-Mi esposa afirma que los libros no son «reales».<br />
-Y gracias a Dios por ello. Uno puede cerrarlos decir «Aguarda un momento.» Uno<br />
actúa como un Dios. pero, ¿quién se ha arrancado alguna vez de la garra que le<br />
sujeta una vez se ha instalado en un salón con televisor? ¡Le da a uno la forma<br />
que desea! Es medio ambiente tan auténtico como el mundo. Se convierte y es la<br />
verdad. Los libros pueden ser combatidos con motivo Pero, con todos mis<br />
conocimientos y escepticismo, nunca he sido capaz de discutir con una orquesta<br />
sinfónica de un centenar de instrumentos, a todo color, en tres dimensiones, y<br />
formando parte, al mismo tiempo,<br />
de esos increíbles salones. Como ve, mi salón consiste únicamente en cuatro<br />
paredes de yeso. Y aquí tengo esto -mostró dos pequeños tapones de goma-.<br />
Para mis<br />
orejas cuando viajo en el «Metro».<br />
-«Dentifrico Denham»; no mancha, ni se reseca -dijo Montag, con los ojos<br />
cerrados-. ¿Adónde iremos a parar? ¿Podrían ayudarnos los libros?<br />
-Sólo si la tercera condición necesaria pudiera sernos concedida. La primera,<br />
como he dicho, es calidad de información. La segunda, ocio para asimilarla. Y la<br />
tercera: el derecho a emprender acciones basadas en lo que aprendemos por la<br />
interacción o por la acción conjunta de las otras dos. Y me cuesta creer que un<br />
viejo y un bombero arrepentido pueden hacer gran cosa en una situación tan<br />
avanzada...<br />
-Puedo conseguir libros.<br />
79