“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
“fahrenheit 451” - ray bradbury - Larun Rayun
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
-¡No es posible garantizar cosas así! Después de todo, cuando tuviésemos todos<br />
los libros que necesitásemos, aún insistiríamos en encontrar el precipicio más alto<br />
para lanzarnos al vacío. Pero necesitamos un respirador. Necesitamos<br />
conocimientos. Y tal vez dentro de un millar de años, podríamos encontrar<br />
barrancos más pequeños desde los que saltar. Los libros están para recordarnos<br />
lo tontos y estúpidos que somos. Son la guardia pretoriana de César, susurrando<br />
mientras tiene lugar el desfile por la avenida: «Recuerda, César, eres mortal.» La<br />
mayoría de nosotros no podemos andar corriendo por ahí, hablando con todo el<br />
mundo, ni conocer todas las ciudades del mundo, pues carecemos de dinero o de<br />
amigos. Lo que usted anda buscando, Montag, está en el mundo, pero el único<br />
medio para que una persona corriente vea el noventa y nueve por ciento de ello<br />
está en un libro. No pida garantías. Y no espere ser salvado por alguna cosa,<br />
persona, máquina o biblioteca. Realice su propia labor salvadora, y si se ahoga,<br />
muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía hacia la playa.<br />
Faber se levantó y empezó a pasear por la habitación.<br />
-¿Bien? -preguntó Montag-.<br />
-¿Habla completamente en serio?<br />
-Completamente.<br />
-Es un plan insidioso, si es que puedo decirlo. -Faber miró, nervioso, hacia la<br />
puerta de su dormitorio-. Ver los cuarteles de bomberos ardiendo en todo el país,<br />
destruidos como nidos de traición. ¡La salamandra devorando su rabo! ¡Oh, Dios!<br />
-Tengo una lista de todas las residencias de bomberos. Con un poco de labor<br />
subterránea...<br />
-No es posible confiar en la gente, eso es lo malo del caso. ¿Quién, además de<br />
usted y yo, prenderá esos fuegos?<br />
-¿No hay profesores como usted, antiguos escritores, historiadores, lingüistas...?<br />
-Han muerto o son muy viejos.<br />
-Cuanto más viejos, mejor. Pasarán inadvertidos. Usted conoce a docenas de<br />
ellos, admítalo.<br />
-¡Oh, hay muchos actores que no han interpretado a Pirandello, a Shaw o a<br />
Shakespeare desde años porque sus obras son demasiado conscientes del<br />
mundo. Podríamos utilizar el enojo de éstos. Y podríamos emplear la rabia<br />
honesta de los historiadores que no han escrito una línea desde hace cuarenta<br />
años. Es verdad, podríamos organizar clases de meditación y de lectura.<br />
-¡Sí!<br />
81