Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
truendos que levantan, dondequiera que se aparecen,<br />
todos esos caballeros andantes. Lo que - más me da<br />
gusto de todos ellos es que son muy enamorados. -.<br />
¡Quién pudiera, Dios mío, ser elegida como su dama 3<br />
por uno de esos lidiadores! Sí. Es una ilusión. iQiaién<br />
+;<br />
. 5<br />
pudiera. . . !<br />
Por cierto que por aquí ha pasado, en dos oportunidades,<br />
uno de esos caballeros. Se llamaba Don<br />
Quijote de la Mancha. No podré olvidarlo nunca. Andaba<br />
asistido de su escudero. La primera vez que vino,<br />
llegó todo maltrecho. Entre mi madre, Maritornes y<br />
yo lo bizmamos. De tanto batallar con sus enemigos<br />
3<br />
y de tanto derribar gigantes y dragones, estaba que<br />
no podía. Pero, a pesar de eso, se fue muy pronto.<br />
Cuando se volvió a aparecer, a mi me dio un vuelco , :<br />
el corazón. Se estuvo un poco más con nosotros. Nun- -.<br />
ca había pasado yo unos días más encantadores. El es<br />
verdad que ató y desató más de una pendencia que<br />
no he podido comprender; pero no le perdía paso en<br />
toda esta venta; anduve colgada de sus palabras. Para<br />
qué ocultarlo: todo él me ha parecido fascinante. 1<br />
Con qué gracia dice las cosas que dice; con qué garbo<br />
hace las cosas que hace. No entiendo por qué la gente,<br />
alrededor de él, no puede tener la risa. No entiendo.<br />
Yo no sé nada de la vida. Por eso, no podría<br />
definir la emoción que me ha producido, en lo más<br />
hondo d,el corazón, Don Quijote de la Mancha. Sentí<br />
cierta nostalgia cuando se marchó la primera vez.<br />
.<br />
.<br />
-<br />
-<br />
*A<br />
- 7