Tratado sobre las costumbres humanas - Biblioteca SAAVEDRA ...
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<strong>Biblioteca</strong> <strong>SAAVEDRA</strong> FAJARDO<br />
de Pensamiento Político Hispánico<br />
Francisco López de Villalobos,<br />
<strong>Tratado</strong> <strong>sobre</strong> <strong>las</strong> <strong>costumbres</strong> <strong>humanas</strong>.<br />
batalla, deben antes que entren en ella determinarse a huyr o pelear, y quando fueren tan<br />
ruynes que se determinen a huyr, deven tener bien pensado el camino más facil para la<br />
huyda, y el término donde ha de ser guarido. Este ardid es para que no sean más ruynes<br />
que ratones; que para ser hombres han de mirar quál es más peligroso para la vida, huyr<br />
o pelear. Y luego verán que el huyr es sin comparacion más peligroso. Y de aquí viene<br />
que en una batalla mueren de los victoriosos ciento, y de los vencidos diez mil y veynte<br />
mil, y <strong>las</strong> vezes muchos más. ¿Qué lo haze esto? No por cierto otra razón, sino que a los<br />
vencedores no ay quien los mate, porque todos los enemigos huyeron sin poner mano a<br />
<strong>las</strong> armas. Así que los hombres en quanto son hombres deven conoscer que es más<br />
seguro para guardar la vida pelear que huyr.<br />
Y en esto no podemos dexar de alabar a los Alemanes: que como otras naciones<br />
huyen de miedo, ellos esperan de miedo, porque saben que en desmandándose de su<br />
ordenança (donde están fuertes) luego se pierden todos; y que peleando, o los dexarán, o<br />
los tomarán a partido, que los contrarios por no perder ciento de los suyos, dexarán de<br />
matar dos mil dellos, pues así como así llevan la gloria de la victoria. Avemos dicho lo<br />
que la gente de guerra deve hazer, como hombres que tienen uso de razón: aunque no<br />
tengan respecto a otra cosa sino a guardar sus vidas. Pues quanto menos deven huyr los<br />
hidalgos y nobles, cuya honra es mucho más cara y más preciada que la vida, y cuya<br />
obligación de pelear por su Rey y por su ley, y por su patria es tan grande que por sola<br />
ella son nobles, y son escogidos entre los otros hombres. Ciertamente, si ellos huyen y<br />
desamparan a su rey o a su capitán, hazen mayor fealdad y vileza que en esta vida se<br />
puede encarescer. Y si no la pagan en la vida (que esto es lo más cierto morir huyendo)<br />
paganlo en sus días, y en su posteridad, que siempre quedan notados y <strong>las</strong>timados de<br />
ignominia.<br />
Ay otra obligación <strong>sobre</strong> esto, que es ser christiano: que como arriba hemos<br />
dicho, son obligados de guardar a su príncipe y a sus compañeros, so pena de pecado<br />
mortal, y si mueren huyendo, vanse a todo correr al infierno. Pues dize agora la copla:<br />
Porque huyen no sabiendo por dó van, ni a dó se lançan, que estos a la clara van<br />
perdidos. Y pone tres razones, por <strong>las</strong> quales corren mayores peligros los que huyen que<br />
los que esperan. La una es, que valen más ciento de los que van tras ellos en el alcance,<br />
que dos mil de los que van huyendo. La razón está manifiesta: porque los que huyen<br />
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