Tratado sobre las costumbres humanas - Biblioteca SAAVEDRA ...
Tratado sobre las costumbres humanas - Biblioteca SAAVEDRA ...
Tratado sobre las costumbres humanas - Biblioteca SAAVEDRA ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Biblioteca</strong> <strong>SAAVEDRA</strong> FAJARDO<br />
de Pensamiento Político Hispánico<br />
Francisco López de Villalobos,<br />
<strong>Tratado</strong> <strong>sobre</strong> <strong>las</strong> <strong>costumbres</strong> <strong>humanas</strong>.<br />
y muy pobre vida, y después yr al infierno por lo que ha de ser después de su vida, que<br />
ni lo han de ver, ni gozar dello. Quanto más que mienten: que no lo hazen por amor de<br />
sus hijos, sino por amor de la riqueza, a quien ellos averiguadamente quieren más que a<br />
todos sus hijos. Esto se parece claro quando entre el avaro y alguno de sus hijos nasce<br />
algún pleyto <strong>sobre</strong> cosa de hazienda que él tenga robada; porque entonces no ay maldad<br />
ni falso testimonio que él pueda levantar a su hijo en defensa de su causa que él no lo<br />
jure hasta ponerle en la horca si pudiese. Y también se parece en los avaros que no<br />
tienen hijos, antes son enemigos capitales de quien los ha de heredar. Estos no tienen<br />
respuesta ninguna, sino libremente confesar que lo hazen por los muy ciegos amores<br />
que tienen con la dicha riqueza, y no tiene otra disculpa sino dezir que son insensatos y<br />
mentecaptos. Y a <strong>las</strong> vezes viene esta locura en tanto estremo, que muchos se ahorcan<br />
porque llovió, otros porque se perdió el navío, otros porque se apedrearon los trigos, que<br />
por una parte de riqueza que perdieron acuerdan de perder toda la otra que les queda, y a<br />
sí mismo con ella. Yo querría preguntar a este ahorcado: ¿si otro alguno os mandara<br />
ahorcar, no diérades por bien empleada otra tanta hazienda como esta, que agora<br />
perdistes, para redemiros de la pérdida? El respondería que sí. Entonces le preguntaría<br />
yo: ¿pues cómo tomáis agora la horca para redemiros de la pérdida? Dexaos de ahorcar,<br />
y sino fuere por amor de Dios, sea por amor del diablo que os lleve, y por no perder la<br />
hazienda que os queda, que es mucha más que la que agora os haze ahorcar. Tanto que<br />
si el infierno no fuese peor que la horca, allá os ahorcaríades otras veynte vezes por esto<br />
que agora perdéys por vuestra voluntad; que de muy avaro de lo que perdistes os hazéys<br />
muy desperdiciador de lo que os quedo.<br />
Contaré aquí un incomparable exemplo de avaricia que acaesció en León<br />
estando yo allí. Vendió un hombre común cient hanegas de trigo a dos reales cada una<br />
en el mes de março, y después encareciose tanto el pan, que vino a valer por mayo a<br />
ducado la hanega. El rescibió de esto tanto dolor, que acordó de ahorcarse de una viga,<br />
y para esto fue a comprar una soga. Llevándola a su casa paresciole aspera para la<br />
garganta, y bolvió a trocarla por un cordel más liso y más suave, y dava un maravedí<br />
<strong>sobre</strong> la soga a trueque del cordel. El cabestrero no quería menos de tres maravedís y<br />
anduvo quatro meses arreo altercando <strong>sobre</strong> si daría un maravedí o tres maravedís, hasta<br />
que el cabestrero se importunó un día y le dixo: ¿Para qué diablo days tantas vueltas<br />
64