Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...

Hoy es la Festividad de Corpus Christi, la Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo. Es la fiesta del
gran Don que Jesús nos entregó, es decir la Sagrada Eucaristía, donde Él está presente y vivo
una vez que el Sacerdote ha pronunciado la Consagración.
(A continuación encontraréis el Mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
*“Te bendigo Melvin, Mi hermano Sacerdote, y bendigo a todos Mis hermanos dispersos por el
mundo. En la festividad de hoy deseo que todos Me ofrezcáis los Sacerdotes y Me
pidáis que los bendiga a todos. Sin Sacerdotes no podríais tener la Eucaristía. Rezad,
entonces, para que Mi Iglesia tenga muchos Sacerdotes santos que trabajen sin descanso para
llevarme a la gente y para ponerlos en camino hacia su hogar celestial. Os entregué la
Eucaristía, el Don de Mí Mismo para todos los que creen en Mí y Me siguen.*
*¿Qué es la Eucaristía? Es el gran Sacramento en el que estoy verdaderamente
Presente con Mi Cuerpo y Sangre. Sí, estoy vivo en la Eucaristía como vivo ahora en el
Cielo. A través de la Eucaristía recibís la vida eterna porque voy a vivir a vuestro corazón y os
cambio para que seáis ejemplos de Yo Mismo. No podía daros un regalo más grande que Yo
Mismo en la Eucaristía. Podéis recibirme todos los días si queréis. Los que comen este Pan
vivirán para siempre en el Cielo. Creed que estoy verdaderamente Presente bajo la
especies de Pan y Vino y recibid la Eucaristía con mucha devoción. Deseo transformaros
a todos en grandes santos, y un día recibiros con alegría en el Cielo. Os amo a todos.”*
Padre Melvin
Lunes, 11 de junio de 2012
*“Consejo a los Casados."*
Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 7, 1-14:
*“Viniendo ahora a las cosas que me habéis escrito, bien le está al hombre no tocar mujer; con
todo, para evitar la fornicación, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio
marido. El marido pague a la mujer lo que es debido, e igualmente la mujer al marido. La
mujer no es dueña de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente el marido no es dueño de
su propio cuerpo, sino la mujer. No os privéis el uno del otro, a no ser de común acuerdo por
algún tiempo, para daros a la oración, y luego volved a estar juntos, no sea que os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia. Esto os lo digo por vía de concesión, no como
mandando. Yo quisiera que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene de Dios su
propio don: quien de una manera, quien de otra.*
*Y digo a los solteros y a las viudas: que les conviene quedarse lo mismo que yo; pero si no
pueden guardar continencia, que se casen; que mejor es casarse que abrasarse.*
*Mas a los ya casados ordeno, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido, y
caso que llegare a separarse, que no vuelva a casarse o que se reconcilie con su marido, y que
el marido no repudie a su mujer.*
*Pero a los demás digo yo, no el Señor: si algún hermano está casado con mujer infiel y ella se
contenta de vivir con él, que no la repudie. Igualmente si una mujer está casada con marido
infiel y él se contenta de vivir con ella, que no repudie al marido, pues el marido infiel queda
santificado en la mujer, y la mujer infiel queda santificada en el hermano; de otro modo
vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora son santos.”*
Queridos amigos,
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