Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...

“Llenaos de alegría, Mi hijo Melvin y todos Mis hijos, en este gran día de Mi Asunción al Cielo.
Agradezco a Nuestro Padre Celestial por haberme preservado del pecado original y
por haberme dado todas las Gracias que necesitaba para evitar el pecado durante
toda Mi Vida en la Tierra. La muerte y sepultura son el castigo para los que nacieron con el
pecado original y pecaron durante su vida en la Tierra. Su resurrección será sólo al fin del
mundo. El Ángel Gabriel Me saludó con estas palabras: -‘Salve, llena de Gracia. El Señor está
contigo.’ Esto significa que el Padre Me había dado todas las Gracias que necesitaba para
seguirlo. Es por eso que no pequé durante Mi Vida en la Tierra. Los Ángeles Me llevaron al
Cielo y, cuando llegué en gloria, fui Coronada por el Padre como Reina del Cielo y de
la Tierra. Soy vuestra Reina pero también soy vuestra Madre. Os amo a todos.”
Padre Melvin
Jueves, 16 de agosto de 2012
“Relaciones con los Tesalonicenses."
Lectura de la Epístola de San Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-12:
“Bien sabéis, hermanos, que nuestra entrada a vosotros no fue estéril, sino que maltratados y
ultrajados, como sabéis, en Filipos, confiados en nuestro Dios, os anunciamos la buena nueva
de Dios en medio de mucha contradicción. Nuestra predicación no procede de error, ni de torpe
concupiscencia, ni de engaño; sino, según fuimos juzgados por Dios dignos de que se nos
confiase el Evangelio, así lo predicamos, no como quien busca complacer a los hombres, sino a
Dios, que sondea nuestros corazones.
Nuestra palabra nunca estuvo inspirada en la adulación (vosotros lo sabéis), ni en la codicia
(Dios es testigo), ni buscamos la gloria de los hombres, ni la de vosotros, ni de otros, aun
pudiendo presentarnos con autoridad, como Apóstoles de Cristo. Antes bien nos hicimos
pequeñuelos en medio de vosotros como una madre que circunda de ternura a sus hijos; así,
prendados de vosotros, queríamos entregaros no sólo la buena nueva de Dios, sino también
nuestra propia vida, puesto que nos habíais ganado el corazón. Y si no, recordad, hermanos,
nuestras penas y fatigas; trabajando día y noche, para no ser gravosos a nadie, os predicamos
el Evangelio de Dios.
Vosotros sois testigos, y Dios también, de nuestra conducta santa, justa e intachable para con
vosotros los que creíais; bien sabéis que, como un padre a sus hijos, a cada uno de vosotros os
consolábamos y os conjurábamos que caminaseis de una manera digna de Dios, que os llama a
su reino y a su gloria.”
Queridos amigos,
Ayer fue la Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. Algunas personas vinieron por
la tarde para rezar y para escuchar mi conferencia. Todo resultó muy bien.
(A continuación encontraréis el Mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
“Os agradezco, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos, por haber celebrado ayer la gran
Fiesta de Mi Madre. Fue un día de alegría en el Cielo, con todos los Ángeles y Santos.
Ella está siempre muy cerca de Mí y trabajamos juntos para ayudar a cada uno de vosotros.
Pedid Su intercesión para lo que necesitéis y Ella Me traerá vuestro pedido. Siempre Me da
mucha alegría ver a Mi Madre honrada por Sus hijos. Yo siempre le demuestro Mi
veneración. Me gustaría haceros la siguiente pregunta: ¿Cómo podéis amarme a Mí si no amáis
a Mi Madre Bendita?
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