Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...

tu bondad para conmigo ha sido grande, y salvaste mi vida de las profundidades del infierno.
Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, y una banda de prepotentes atenta contra mi
vida, y no te ponen a ti ante sus ojos. Pero tú, Señor, eres Dios misericordioso y benigno, tardo
en airarte, y sumamente clemente y fiel. Vuelve a mí tu mirada y ten piedad de mí; da tu
fortaleza a tu siervo, y salva al hijo de tu esclava. Dame una señal de feliz augurio, para que
vean los que me odian y se avergüencen que tú, Señor, me has ayudado y confortado.”
Queridos amigos,
Ayer tuvimos un lindo día de sol y la temperatura llegó a los 28 grados Celsius.
(A continuación encontraréis el Mensaje de Nuestro Padre Celestial entregado al padre
Melvin. Dios Padre le dijo estas palabras:)
“Os bendigo, Mi hijo Melvin y todos Mis hijos que vivís en el mundo. Como dice el Salmo 86,
muchos de vosotros estáis sufriendo. Cuando creé la Tierra quería que todos vivierais en
paz y alegría, sin enfermedad ni sufrimiento, pero el pecado cambió todo. Cuando el
pecado entró al mundo, al mismo tiempo entró la muerte y, con la muerte, toda clase de
enfermedades y dolores. Sabéis que puse al primer hombre y a la primera mujer en el paraíso
donde no tenían que trabajar para encontrar algo para comer y que tenían siempre buena
salud. Fue el pecado que cometieron contra Mí lo que cambió todo. Después de ese
pecado, os prometí un Salvador que os devolvería Mi Favor por medio de Su
Sufrimiento y Muerte en la Cruz para pagar por vuestros pecados. Mi Hijo Jesús es quien
vino e hizo todo lo que le pedí que hiciera. Ahora os exhorto a todos a creer en Él, vuestro
Salvador y Redentor, y a seguir Sus enseñanzas: seréis bendecidos en el mundo y cuando
llegue el momento os recibiré en el Cielo. Leed con frecuencia el Salmo 86, pues es una oración
sublime que se dirige directamente a Mí. Si lo hacéis contestaré vuestra oración con mucho
amor. Os amo a todos, hijos Míos.”
Padre Melvin
Martes, 17 de julio de 2012
“Desinteresada Preocupación por la Iglesia."
Lectura de la Segunda Epístola de San Pablo a los Corintios 12, 11-21:
“Me he mostrado insensato: vosotros me habéis forzado. Yo necesitaba ser estimado por
vosotros, pues en nada fui inferior a esos supereminentes apóstoles, si bien nada soy. Las
señales de apóstol verdadero se verificaron entre vosotros con una constancia a toda prueba,
con señales y portentos y milagros. Pues ¿qué cosa hay en que fuisteis inferiores respecto de
las demás iglesias, sino en que personalmente no os he sido gravoso? Perdonadme este
agravio.
Mirad: por tercera vez estoy para ir a vosotros, y no os seré gravoso; que no busco lo vuestro,
sino a vosotros. Porque no deben los hijos atesorar para los padres, sino los padres para los
hijos. Yo con sumo gusto gastaré lo mío y me desgastaré a mí mismo en bien de vuestras
almas; aunque ¿amándoos yo más a vosotros, seré menos amado?
Sea, pues, así; yo no os fui gravoso; mas, astuto como soy, os cogí con astucia. ¿Acaso,
valiéndome de alguno de los que os he enviado saqué algún provecho de vosotros? Rogué a
Tito, y con él mandé un hermano. ¿Acaso Tito se aprovechó de algo? ¿Por ventura no
procedimos con un mismo espíritu? ¿No seguimos los mismos pasos?
Hace rato estaréis pensando que hacemos nuestra apología delante de vosotros. Hablamos
ante Dios en Cristo, y todo, queridos, para vuestra edificación. Porque me temo que, en
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