Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...
Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...
Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
(A continuación encontraréis el Mensaje <strong>de</strong> Nuestro Señor y Re<strong>de</strong>ntor entregado al padre<br />
<strong>Melvin</strong>. <strong>Jesús</strong> le dijo estas palabras:)<br />
“Quiero que estéis Conmigo en el Cielo, Mi hermano <strong>Melvin</strong> y todos Mis hermanos dispersos por<br />
el mundo. Permaneced unidos a Mí y un día estaréis en la gloria eterna. Mientras estáis en la<br />
Tierra tenéis vuestra tienda, vuestro cuerpo, y es más difícil estar Conmigo. Sin<br />
embargo, cuando vengáis al Cielo estaréis libres <strong>de</strong> vuestro cuerpo terrenal y os pondréis<br />
vuestro cuerpo espiritual que ya no será un obstáculo para vosotros. Con vuestro cuerpo en<br />
la Tierra tenéis que vivir a través <strong>de</strong> la fe y no a través <strong>de</strong> la vista, pero cuando estéis<br />
en el Cielo podréis verme a Mí, a la Santísima Trinidad, a Nuestra Madre Santísima y a<br />
todos los Ángeles y Santos. Sí, en la Tierra tendréis que soportar sufrimientos. Sabéis que<br />
Yo sufrí cuando estuve en la Tierra. No os <strong>de</strong>salentéis sino más bien confiad en Mí para<br />
ayudaros. Elevad vuestro corazón hacia Mí cada día y ofrecedme todos vuestros problemas y<br />
dificulta<strong>de</strong>s y Yo os daré <strong>de</strong>scanso. Perdonad a los que os han lastimado <strong>de</strong> alguna manera y<br />
amadlos a todos como Yo os amo a vosotros. Os bendigo a todos.”<br />
<strong>Padre</strong> <strong>Melvin</strong><br />
Viernes, 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> <strong>2012</strong><br />
“El Ministerio <strong>de</strong> Reconciliación."<br />
Lectura <strong>de</strong> la Segunda Carta <strong>de</strong> San Pablo a los Corintios 5, 11-21:<br />
“Sabiendo, pues, lo que es el temor <strong>de</strong>l Señor, tratamos <strong>de</strong> sincerarnos ante los hombres. Dios<br />
bien conoce lo que somos; y espero que también en vuestras conciencias estemos patentes.<br />
No es que <strong>de</strong> nuevo nos recomen<strong>de</strong>mos a vosotros, sino que os damos ocasión <strong>de</strong> gloriaros en<br />
nosotros, a fin <strong>de</strong> que tengáis con qué respon<strong>de</strong>r a los que se glorían <strong>de</strong> lo que aparece y no <strong>de</strong><br />
lo que está en el corazón. Porque si perdimos el tino, fue con miras a Dios; si nos mo<strong>de</strong>ramos<br />
es en atención a vosotros.<br />
Porque el amor <strong>de</strong> Cristo nos apremia al pensar que uno murió por todos y, por tanto, todos<br />
murieron, y murió por todos, para que los que viven no vivan ya para sí, sino para Aquel que<br />
por ellos murió y resucitó.<br />
De suerte que nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora a nadie conocemos según la carne. Aun cuando hemos<br />
conocido según la carne a Cristo, ahora, empero, ya no lo conocemos así. De suerte que si uno<br />
está en Cristo, es una nueva creación. Lo viejo pasó: mirad, se ha hecho nuevo. Y todo esto<br />
proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> Dios, quien nos reconcilió consigo por medio <strong>de</strong> Cristo, y a nosotros nos ha dado el<br />
ministerio <strong>de</strong> la reconciliación. Porque, a la verdad, Dios en Cristo estaba reconciliando el<br />
mundo consigo, no imputándole sus <strong>de</strong>litos, y poniendo en nosotros las palabras <strong>de</strong> la<br />
reconciliación.<br />
Somos pues embajadores en nombre <strong>de</strong> Cristo, como si Dios os exhortase por medio <strong>de</strong><br />
nosotros. Os rogamos en nombre <strong>de</strong> Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado,<br />
por nosotros le hizo pecado, a fin <strong>de</strong> que nosotros viniésemos a ser justicia <strong>de</strong> Dios en Él.”<br />
Queridos amigos,<br />
Deseo agra<strong>de</strong>cer a los que me han escrito durante el último mes diciendo que rezarían por mí.<br />
Les agra<strong>de</strong>zco sus oraciones. Algunos hasta me han enviado una donación para ayudarme con<br />
los gastos que tengo; a ellos también les digo: ‘¡Muchas gracias!’. Sigamos rezando para que<br />
pronto se realice lo pedido por Nuestra Madre Santísima.<br />
(A continuación encontraréis el Mensaje <strong>de</strong> Nuestro Señor y Re<strong>de</strong>ntor entregado al padre<br />
<strong>Melvin</strong>. <strong>Jesús</strong> le dijo estas palabras:)<br />
132