Padre Melvin Doucette – Mensajes 2012 - Apariciones de Jesús y ...

Cristo desaparece. Es más, hasta hoy, siempre que se lee a Moisés, el velo permanece tendido
sobre su corazón; mas cuando se vuelvan al Señor, será quitado el velo. El Señor es espíritu, y
donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad. Mas nosotros todos, con el rostro
descubierto, reverberando como espejos la gloria del Señor, nos vamos transfigurando en la
misma imagen, cada vez más fúlgida, como obra del Señor, que es espíritu.”
Queridos amigos,
Alguien escribió últimamente que no pueden ser verdad las fechas de la Anunciación y el
Nacimiento de Jesús. Nuestra Señora siempre aceptará las fechas establecidas en la liturgia de
la Iglesia porque Ella no quiere confundir a la gente. Preguntadle a cualquier católico cuándo
nació Jesús, y os contestará: El 25 de diciembre, el día de Navidad. Por lo tanto, la Encarnación
ocurrió el 25 de marzo, 9 meses antes.
(A continuación encontraréis el Mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
“Os bendigo con paz, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos dispersos por el mundo. Antes
de Mi venida, los israelitas vivían en la Antigua Alianza, que fue instituida por Nuestro Padre
Celestial en el Monte Sinaí, y fue Moisés quien la estableció entre los judíos. Todos dieron su
consentimiento al pie del Monte Sinaí y prometieron cumplir las Leyes dadas por Nuestro Padre
Celestial. Yo establecí la Nueva Alianza en Mi Sangre. Todos los que creen en Mí
pertenecen ahora a la Nueva Alianza. La palabra más importante de la Nueva Alianza es
AMOR. Me ofrecí en oblación al Padre por vuestra salvación. Debéis aceptar esto, creer en Mí, y
ofreceros a Mí en el amor. La Nueva Alianza es la alianza perfecta entre vuestro Señor y
Salvador y vosotros mismos. Respaldadla y verdaderamente seréis salvados. Os amo.”
Padre Melvin
Jueves, 5 de julio de 2012
“Nuestro Destino Futuro."
Lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 5, 1-10:
“Porque sabemos que si nuestra casa terrena, en que vivimos como en tienda, se viene abajo,
tenemos en los cielos un edificio que es obra de Dios, una casa no hecha por manos de
hombre, sino eterna. Estando en esta nuestra tienda gemimos, anhelando sobrevestirnos de
nuestra morada celeste, suponiendo que seamos hallados vestidos, no desnudos. Porque los
que estamos en esta tienda gemimos angustiados, por cuanto no queremos ser despojados,
sino más bien sobrevestidos, para que lo que es mortal quede absorbido por la vida. Y quien
nos dispuso para esto es Dios, el cual nos dio las arras del Espíritu. Confiados, pues,
osadamente en todo tiempo y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo estamos ausentes
lejos del Señor, (porque caminamos en fe, y no en visión), confiamos, pues, y vemos con
agrado más bien ausentarnos lejos del cuerpo y estar presentes al Señor. Por lo cual nos
esforzamos, y sea estando en este cuerpo, o ya saliendo de él, ser aceptos a Dios. Porque
todos nosotros hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba
según lo que hubiere hecho viviendo en el cuerpo, en proporción a lo que obró, ya sea bueno,
ya sea malo.”
Queridos amigos,
Agradezco a todos los que me han llamado o me han escrito diciendo que están rezando por mí
y pidiendo que me bendigan Nuestro Señor y Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo.
Por favor, seguid rezando para que lo que Ellos quieren pueda llevarse a cabo aquí en la Isla.
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