ELEMENTOS DE LINGUISTICA Y SEMIOTICA - Carlos Reynoso
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heterogéneas en un mismo canal, por ejemplo en un mismo canal sobre el cual se introducen<br />
numerosísimas comunicaciones telefónicas, o numerosas comunicaciones de televisión, si que se<br />
mezclen. Piensen ustedes que por un cable coaxil le vienen 20, 30 o 100 canales de televisión, sin<br />
que se mezclen las señales. Todo este tipo de desarrollos puramente técnicos y cuantitativos fueron<br />
posibles gracias al desarrollo de esta teoría.<br />
¿Qué pasó? Numerosos científicos sociales: lingüistas, semiólogos, pensaron que esta posibilidad<br />
de cuantificar la trasmisión de señales, de establecer apreciaciones cuantitativas sobre los<br />
códigos, poder medir por ejemplo la complejidad de los códigos, arrojaba una serie de consecuencias<br />
sobre una teoría o un enfoque más amplio, sobre un enfoque comunicacional. Si consideramos que la<br />
cultura es algo que consiste en una superposición o sistema de fenómenos de comunicación, y si la<br />
teoría de la información nos da una base cuantitativa para examinar ese tipo de fenómenos, vamos a<br />
poder tener, decían estos científicos, una genuina teoría científica de la cultura.<br />
No solamente en Tartu pensaron de esa manera. Existen una serie de desarrollos teóricos de<br />
gran influencia que se han dado sobre todo en Francia y en Alemania que pretendieron construir<br />
teorías de la cultura, de la comunicación, del arte, sobre la base de la teoría de la información. Fueron<br />
teóricos muy leídos en las décadas del 60 y 70, que desarrollaron por ejemplo "una sociodinámica de<br />
la cultura" y una "teoría informacional de la estética", basadas o presuntamente basadas en la teoría<br />
de la información.<br />
Digamos que en algún momento, en las ciencias sociales, y sobre todo en Europa, existió la<br />
convicción de que la posibilidad de cuantificar señales y de medir la complejidad de los códigos,<br />
daba una base para abordar científicamente fenómenos hasta el momento sujetos a una expresión<br />
más ambigua. Abraham Moles construyó toda una teoría sociodinámica de la cultura, basada en este<br />
tipo de ecuaciones informacionales, y Max Bense se ocupó más bien de estudios del arte, de la percepción<br />
artística. Se planteaba cosas tales como analizar cuánta información trasmitía un cuadro, una<br />
figura, una representación plástica; de qué manera la persona que observaba una obra de arte, prestaba<br />
más atención a determinadas zonas que a otras, cómo se podía cuantificar ese tipo de fenómenos,<br />
etc. El construyó la teoría informacional de la estética.<br />
Esto desembocó rápidamente en un callejón sin salida. Pronto se vio que no había forma de<br />
ligar fenómenos puramente cuantitativos, relativos a la ingeniería de la comunicación, y cosas tales<br />
como la relevancia de una obra de arte o la complejidad, la riqueza, o el sentido de un fenómeno cultural.<br />
Esto por supuesto se pudo llegar a comprobar después de que se hizo la experiencia, aunque si<br />
se hubiera pensado un poco se hubieran evitado muchos disparates.<br />
En lo que estábamos es que la escuela de Tartu parte de esta teoría de la información, de la cibernetica,<br />
de la semiología europea, de la semiótica norteamericana, mezcla todo eso, sumado a los<br />
antecedentes de la vieja escuela formalista rusa, y con todo eso arremete contra la cultura para<br />
analizarlos científicamente.<br />
Habría que caracterizar la distribución, el ordenamiento de las ciencias en el ámbito<br />
soviético, y en el ámbito de Tartu en particular, para apreciar este intento con alguna justicia. Se<br />
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