Capítulo XIII - Bicentenario

462 ITISTORTA DE MEJICO.
hijos naturales pie ci conquistador tuvo en diversas mu-
jeres. Juan de Rada lievO a Roma, a Ia vez que el rega .-
lo, los indios que hacian cliversas y curiosas suertes. El
Papa y los cardenales gozaron mucho con la destreza ma-
nifestacla por los naturales del Nuevo Mundo, y les acari-
ciarori con paternal arnor.
Hacia algun tiempo quo Hernan Cortés tenia concerta-
do uriirse en matrimonio con f)? Juana do Záfliga, hija
del conde do Aguilar, D. Cárlos Ramirez de Areillano, y
sobrina del duque de Béjar, D. Alvaro de ZUfliga. Era
joVen quo unia a una exLremada belleza, alias cualidades
morales. La boda se celebrO con el fausto propio de las
elevadas personas quo contraian matrimonio; y entre ]as
exquisitas joyas que Cortés regalO a su ilustre esposa, se
contaban las cinco notables piedras que se juzgaban es -
rneraldas, aunque no eran más quo jade O serpentina; pe-
ro que estimándose por esmerahlas, se les daha un valor
exorbitante. Por una sola de esas piedras ofrecieron trein-
ta mil ducados urios joyeros genoveses dc Sevilla quo co-
nierciaban en rrurquIa. Las cinco creidas esmerahias, fue-
ron valuadas en men xml ducados. Una estaba labrada en
forma do rosa: otra tenia Ia figura de una corneta: otra
representaba un pez con ojos de oro, en que los lapidarios
aztecas manifestaron su habilidad: Ia cuarta tenia Ia he-
chura deuna cainpanilla, guarnecida de oro, con uria no-
table y limpa perla por badajo, en cuya orla se lela:
(Bendito sea el quo to criO; * y Ia quinta figuraba una
taza con el pie' de oro, do donde salian cuatro cadenitas
tambien de oro, que on ci centro rernataban con una per-
]a de exquisito oriente: en el pedestal le 1)USQ Hernan