Capítulo XIII - Bicentenario

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plan de arruinarle que se habian propuesto. En los escri-
tos que en los tribunales presentaba el factor Salazar
contra ci hombre que en nada le habia ofeud.ido, usaba
de las frases mas ofensivas y le trataba con el mayor des-
acato, acusándole de mal servidor del rey. El licenciado
Juan de Altamirano, juzgando inconvenientes las pala-
bras de Salazar, se puso en pió, y con respetuosa (ligni-
dad, suplico al presidente y los oidores que ordenasen al
factor, quo, en lo sucesivo guardase on los escritos las con-
sideraciones debidas a todo caballero, no permitiéndole
ningun. dicterio contra Cortés, quo era y habia siclo un
leal servidor del soberano. Lejos de ser obsequiada lajus-
ta reclamacion del apoderado del conquistador, al siguien-
to dia so presentO Salazar con otro escrito en quo se pro-
digaban nuevas y mayores injurias a. Cortés. El licencia-
do Juan de Altamirano reclamo contra ellas; y viend.o
quo Salazar, lejos de retirarlas, pronuneiO otras mas ofen-
sivas, sacO el punal quo ilevaba colgado al cinto, y se
arrojO sobre el factor para herirle. Por fortuna de Salazar,
lograron Nuno de Guzman, Matienzo y Delgadillo abra-
zarse d&Altamirano y evitar el golpe. La ciudad se con.-
moviO con este aconleciiniento desagradable, disgustada
de Ia altauerIa de los nuevos gobernantes y del factor. La
Audiencia enviO preso, a las atarazanas, al licenciado Juan
do Altamirano, y a Salazar a su. casa. Los Tie habian
militado bajo las Ordenes do Cortés, unidos a varios dis-
tinguidos vecinos de la ciudad, fueron a pedir a Nuflo de
Guzman quo tratase con bondad al apoderado del conquis-
. tador, y tres dias despues el licenciado Altarnirano fiié
puesto en libertad.