En Portada Juan Paratore García, ex director de la API Lázaro Cárdenas La mejor oportunidad 22 I <strong>T21</strong> <strong>Abril</strong> 2013 Por Hugo Hernández Ramos En 2002, Juan Paratore García, fungía como asesor en la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, en los tiempos que Francisco Ávila era el titular del área. Luego de ocho meses de asesorar en la operación de los puertos de Dos Bocas, Salina Cruz, Coatzacoalcos y Progreso, le llegaría su premio o castigo: “Te vas de director a Lázaro Cárdenas”. En aquél tiempo, muchos tenían el estigma de que ir al puerto de Lázaro Cárdenas, más que un premio era un castigo, sin embargo, para Paratore significaba todo un reto, expresa el ahora consultor en materia logística y portuaria.
La verdad, relata Paratore, es que lo único que pasó por mi mente cuando me dan la noticia, es que era un reto más en mi vida y un trabajo que había que cumplir. Siempre he tenido un lema que, incluso coloqué junto en un rotafolio para verlo a diario: “haz de tu peor noticia, la mejor oportunidad”. A diez años de haber ocupado la dirección del puerto de Lázaro Cárdenas, el veracruzano Paratore evoca aquellos momentos y precisa que la saturación de los puertos de la Costa Oeste de Estados Unidos (Los Ángeles y Long Beach) y, la falta de terreno para el crecimiento de Manzanillo, le daban la oportunidad a Lázaro Cárdenas de ser una opción que logísticamente, ofrecía ventajas, pues Lázaro Cárdenas se colocaba como el único recinto portuario con la posibilidad de llevar la carga hasta la frontera norte a través de un ferrocarril sin costuras, que entonces operaba TFM, y tiempo después adquiriría el ferrocarril Kansas City Southern. “Entonces lo que era ICAVE, subsidiaria de Hutchison Port Holdings, decide solicitar la licitación y, aunque el ganador fue Controladora y Operadora de Terminales (COTSA), HPH compra posteriormente el 51% y sale el concurso más exitoso de todo el sistema portuario”, recuerda Paratore. ❯ A PONER ORDEN Lázaro tenía mucha carga, pero de un valor agregado muy bajo. El primer encargo que tuvo Juan Paratore como director del puerto, fue diversificar la carga, aunque simultáneamente se presentaron muchos imprevistos.“Tuve que defender al puerto de toda la grilla sindical que tenía. A mí me tocó enfrentar a los pseudo obreros que tenían parada la entrada al puerto, cuando teníamos ya contenedores refrigerados. “Le pusimos mucho énfasis a la eficiencia. El primer cargamento que llega es de Liconsa, era medio día y se tenía que revisar, pero el subgerente de aduanas de la API prefirió irse a comer y revisarlo a su regreso.Yo estaba en México y ordené que el lunes presentara su renuncia. Entonces, llega a sustituirlo Rubén Medina, el actual director de API”, relata. Aunque según recuerda, el primer barco con carga contenerizada que llegó al puerto fue de la empresa CP Ships, porque con todo y que Maersk había anunciado que se iba de Manzanillo, tardó un tiempo su llegada. Meses después llega Centurión, empresa líder en la operación de terminales marítimas especializadas en la importación y exportación de autos. “Cuando llega el primer embarque de autos por parte de la naviera WalleniusWilhemsen a dicha terminal, personal de esa empresa estaba muy molesto porque los habían mandado a Lázaro en lugar de Manzanillo, sin embargo, hasta una botella de sake me regalaron, como agradecimiento porque el barco estuvo la mitad del tiempo que en Manzanillo”. Posteriormente, Toyota también toma la decisión de traer sus vehículos vía Lázaro Cárdenas. Un día, César Patricio Reyes Roel, entonces Coordinador de Puertos y Marina Mercante me dice: “oye, le estás quitando la chamba a la gente en Manzanillo (puerto al que llegaban las automotrices)”, y lo único que le dije fue “No. Vienen a Lázaro porque ellos me dicen que ya no hay espacio”. El Matiz de Pontiac, sería el primer auto en llegar al puerto de Lázaro Cárdenas y Paratore recuerda ese episodio: “El director de General Motors para Latinoamérica, me dice estar sorprendido por la seguridad en el puerto, pues a un año de operación no se les había perdido ni un solo tapón de los autos”, relata orgulloso. En su visión, Lázaro Cárdenas tenía una ventaja: su reserva territorial. Por eso, desde el primer momento en que ocupa la dirección de la API, determina la compra de terrenos a unos 500 ejidatarios que había dentro del puerto e implementa un sistema de cámaras y circuito cerrado, que durante la presentación causa impacto en Kenneth Johnson, director de la naviera Maersk Line, lo que influye en la decisión que tuvieron para cambiar de puerto. Era un sistema en el cual se podía ver el proceso de consolidación y desconsolidación de un contenedor en tiempo real, señala Paratore. “Lo que parecía un sueño, se convirtió en realidad. Mucha gente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pensaba que íbamos a fracasar, pero para mí fortuna, me dejaron suelto y yo traía un proyecto que, cuando se atrevieron ir a verlo se quedaron sorprendidos”. En otra de las anécdotas, Paratore relata, que en la segunda visita que realiza al puerto el entonces presidente Vicente Fox, iba la hermana del ahora expresidente Felipe Calderón, Luisa María Calderón quien le dice: “oye Paratore, a mí me dijeron que este En Portada puerto estaba de la fregada, yo veo que no, está fabuloso, esto es otra cosa”, refiere. El puerto que había sido concebido como un proyecto de estilo industrial se tenía que diversificar para no depender de un solo producto. Es por eso que compañías como Arcelor Mittal, Carbonser, Pemex e Infraestructura Portuaria del Golfo, han visto a lo largo de diez años que el desarrollo y evolución del puerto va a la par con el crecimiento en el movimiento de sus cargas. La empresa Carbonser, una sociedad entre la Grupo Mexicano de Desarrollo y Techint, mueve más de 30 mil toneladas por día, y no hay otra similar en el país. HPH ha logrado impulsar, a lo largo de diez años el movimiento de carga contenerizada, pues en el primer año de operaciones alcanzó los 60 mil contenedores y actualmente la cifra llega casi al millón 300 mil. La empresa Terminales Portuarias del Pacífico (TPP), en sus primeros tres meses de operación en la Terminal Especializada en Graneles Minerales, llegó a mover 800 mil toneladas y para este año serán 2 millones de toneladas. Convencido, el ex director de la API sostiene que el trabajo de todo un equipo, el compromiso de la gente, y la libertad para trabajar, fue lo más importante para el desarrollo de Lázaro Cárdenas. Juan Paratore, actual consultor en temas marítimos y uno de los principales artífices del desarrollo del puerto de Lázaro Cárdenas, recalca: “has de tu peor noticia tu mejor oportunidad, porque Lázaro Cárdenas era un sueño de muchos en el que pocos creyeron”. <strong>T21</strong> <strong>Abril</strong> 2013 I 23