HISTORIA DE CHUQUISACA 36 - Archivo y Biblioteca Nacionales ...

HISTORIA DE CHUQUISACA
licenciado Barba y Pedro de Soza, ambos clérigos. Habiendo reunido
un consejo para que deliberase sobre lo que debía hacerse, una vez
que Toro se hallaba hacía un mes en Urcos con 200 castellanos
averiguando del paradero de Centeno, a quien los indios favorecían,
se resolvió volver a la ciudad de La Plata. En esta retirada empezó a
desgranarse la gente, hasta el punto de que Centeno dijo a los
suyos, que el que quisiese era libre de marcharse donde quisiese.
Quedaron 60 fieles, con los que siguió su camino hasta La Plata.
Cuando las avanzadas de Centeno descubrieron que Toro se hallaba
a las seis leguas de la villa, acordaron en junta de capitanes retirarse
por los Chichas, a las tierras que descubrió Diego de Rojas, cuando
buscaba en 1542 la comunicación con el Río de La Plata,
abandonando haciendas, familias y fortuna, mientras se tuviese
alguna noticia del Virrey.
Llegado Toro a La Plata, mandó perseguir con fuerzas de a
caballo a Centeno, habiendo tomado prisión a Francisco de
Retamozo, a quien no hizo daño. Cinco días discutieron los de Toro,
sobre lo que debía hacerse en semejante situación, hasta que se
acordó que el vicario Dn. Miguel Pizarro y Diego de Silva, fuesen a
persuadir a Centeno que debería volver a la villa y dispersar su
gente, debiendo ponerse dos alcaldes en ella: uno por el Rey y otro
por Pizarro, a condición precisa de que Centeno entregase a todos
los que tuvieron parte en la muerte de Almendras, en cuyo caso Toro
volvería al Cuzco.
Centeno envió a su vez con los mensajeros a Diego de Zúñiga
pidiendo que Toro evacuase la villa y todos sus territorios, que se hiciese
suspensión de armas hasta que el virrey proveyese lo conveniente,
continuando su camino Toro, respondió: que se acomodasen
a la situación, pues, de lo contrario, los perseguiría hasta quitarles la
vida. Volvió nuevante Zúñiga para tratar lo relativo a los alcaldes,
mientras que Centeno seguía su marcha a los Chichas, provincia
extensa y belicosa.
Indignado Toro con la segunda comisión de Zúñiga y creyendo
ver un entretenimiento dilatorio en estos parlamentarios, salió de La
Plata precipitadamente con 150 soldados de a pié y a caballo en pos
de Centeno y desde Totora hizo adelantar a Alonso de Mendoza con
una pequeña fuerza, quien no pudo alcanzar a Centeno y volvió a La
Plata. Quedó en esta villa en ausencia de Toro el Maestre de Campo
Villacastín y en el entretanto se descubrió una conjuración de 16
soldados para dar muerte a Toro y llamar a Centeno. Toro hizo
ahorcar a algunos habiendo huido otros y se retiró al Cuzco, dejando
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