253 - Equipos de Nuestra Señora
253 - Equipos de Nuestra Señora
253 - Equipos de Nuestra Señora
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Tres equipos <strong>de</strong> un<br />
pueblo <strong>de</strong> Francia,<br />
dada la penuria <strong>de</strong>l<br />
clero local, se encuentran<br />
con un solo sacerdote<br />
para ocuparse <strong>de</strong> ellos, y este<br />
sacerdote no pue<strong>de</strong> proyectar<br />
su participación, para cada<br />
equipo, nada más que una reunión<br />
<strong>de</strong> cada tres. En otro pueblo<br />
<strong>de</strong> Francia, así como en<br />
uno <strong>de</strong> Brasil, hay hogares que<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace varios meses están<br />
listos para formar un equipo<br />
pero no pue<strong>de</strong>n por falta <strong>de</strong><br />
sacerdote.<br />
La cuestión está planteada;<br />
imposible eludirla: la reunión<br />
mensual <strong>de</strong> un equipo <strong>de</strong><br />
<strong>Nuestra</strong> <strong>Señora</strong> ¿pue<strong>de</strong> celebrarse<br />
sin la presencia <strong>de</strong> un<br />
sacerdote?<br />
La Carta, en 1947 no<br />
consi<strong>de</strong>raba esta eventualidad.<br />
No se suponía entonces la extraordinaria<br />
multiplicación <strong>de</strong><br />
los equipos. No se pensaba que<br />
un día, en ciertos pueblos, los<br />
sacerdotes serían tan poco numerosos<br />
como para que cada<br />
equipo no pudiera disfrutar, en<br />
todas las reuniones mensuales,<br />
<strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> ellos.<br />
10 / ENS<br />
PENURIA<br />
Ni que los equipos llegaran a<br />
ser tan numerosos en otras regiones<br />
ricas en sacerdotes, que<br />
se verían también en la obligación<br />
<strong>de</strong> renunciar a la presencia<br />
regular <strong>de</strong> un consiliario.<br />
Pero no está permitido<br />
engañarse. La alternativa se<br />
plantea ya y se planteará con<br />
más y más frecuencia: o no<br />
más equipos, o equipos sin la<br />
asistencia <strong>de</strong> un sacerdote en<br />
cada reunión, y pue<strong>de</strong> que en<br />
tal pueblo lejano, o en tal región<br />
por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l telón <strong>de</strong><br />
acero, sin tener nunca la presencia<br />
<strong>de</strong> un sacerdote.<br />
Esta falta <strong>de</strong> sacerdotes<br />
¿va a frenar la expansión <strong>de</strong>l<br />
Movimiento? O más bien ¿hará<br />
compren<strong>de</strong>r que nuestros equipos,<br />
semilleros <strong>de</strong> vocaciones<br />
sacerdotales, <strong>de</strong>ben respon<strong>de</strong>r<br />
a una necesidad urgente? Pero,<br />
entonces, ¿qué hacer mientras<br />
se espera a que los hijos <strong>de</strong> los<br />
equipistas lleguen a ser consiliarios<br />
<strong>de</strong> equipos?<br />
El problema está planteado:<br />
hay que resolverlo, en<br />
cada caso particular, con la Dirección<br />
<strong>de</strong>l Movimiento. Según