253 - Equipos de Nuestra Señora
253 - Equipos de Nuestra Señora
253 - Equipos de Nuestra Señora
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
más aún el “sabor” <strong>de</strong> quien<br />
primero hace suya la Palabra <strong>de</strong><br />
Dios para transmitirla luego ya<br />
asimilada y convertida en testimonio.<br />
La oración <strong>de</strong>l Consiliario<br />
tiene un termómetro infalible:<br />
su caridad pastoral que no<br />
pue<strong>de</strong> tener límites. Hoy más<br />
que nunca el celo sacerdotal<br />
<strong>de</strong>be imitar al Buen Pastor,<br />
consciente <strong>de</strong> tener otras ovejas<br />
que no están en este redil y<br />
a las que también hay que<br />
atraer (Jn 10,16). ¡Cuántas<br />
veces el Consiliario comparte<br />
con el Equipo el amor solícito<br />
por ovejas que no están en el<br />
redil <strong>de</strong> la Iglesia y son sangre<br />
<strong>de</strong>l equipo!.<br />
Hace ya más <strong>de</strong> veinte<br />
años Juan-Pablo II nos invitaba<br />
a una nueva evangelización:<br />
nueva en su ardor, en sus<br />
métodos y en su expresión.<br />
La Nueva Evangelización quiere<br />
recoger los retos <strong>de</strong> nuestro<br />
tiempo con las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
mundo <strong>de</strong> hoy para presentar<br />
una Iglesia más dinámica, más<br />
fiel al Evangelio y doblemente<br />
orientada hacia Jesucristo, su<br />
único Señor, y hacia el mundo<br />
en que ha <strong>de</strong> vivir como sacramento<br />
universal <strong>de</strong> salvación.<br />
Pero la Nueva Evangelización<br />
no será realidad sin la lectura<br />
orante <strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> Dios<br />
que anime la vitalidad <strong>de</strong> los<br />
hogares cristianos.<br />
La expresión y el lenguaje<br />
no son algo superfluo. La<br />
manera <strong>de</strong> expresarse revela el<br />
alma <strong>de</strong> quien habla, así como<br />
el valor que da a lo que dice.<br />
Los que <strong>de</strong>cimos hablar en<br />
nombre <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong>bemos revisar<br />
si, en lugar <strong>de</strong> ardor,<br />
sigue existiendo la tibieza <strong>de</strong><br />
siempre o la intransigencia <strong>de</strong><br />
muchas veces; y si los métodos<br />
<strong>de</strong> expresión se mantienen alejados<br />
<strong>de</strong>l camino válido para<br />
enseñar qué es el testimonio.<br />
Ningún cristiano pue<strong>de</strong><br />
olvidar —y menos el sacerdote—que<br />
hablar en nombre <strong>de</strong><br />
Dios implica hablar con amor,<br />
porque en <strong>de</strong>finitiva el lenguaje<br />
<strong>de</strong>l Dios que es amor (1 Jn 4,8)<br />
es expresión <strong>de</strong> amor.<br />
Por eso, hoy más que<br />
nunca, mi oración como Consiliario<br />
me lleva a ser cada día<br />
más testigo <strong>de</strong> esperanza, reviviendo<br />
el lenguaje siempre esperanzador<br />
<strong>de</strong> la Biblia. En<br />
medio <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s evangelizadoras<br />
<strong>de</strong> hoy, ante tantas<br />
ENS / 33