253 - Equipos de Nuestra Señora

zón, todos seamos conscientes
de que “los signos de los tiempos”
nos están urgiendo a ser
equipo-familia de una forma
“diferente” y a comprender el
permanente misterio de la familia
de una forma “nueva”:
una parábola de comuniónunidad.
¿Cómo realizarlo?...
He estado hablando durante
un rato de parábolas,
pero todavía no me he parado a
explicar lo que son... Sí, seguramente
todos vosotros tenéis
más o menos una idea, pero no
quisiera que se perdiera ni un
ápice de toda la riqueza que
encierran:
Una parábola es una narración
sencilla (nunca tiene la
fuerza imponente de un argumento
complejo o la complicación
de una novela) que trata
de iluminar una realidad desconocida
a partir de otra conocida,
en virtud de la esencial relación
que existe entre ambas.
Para poder realizar esta labor
de “puente” —o, quizás mejor,
de “transparencia”— es necesario
que la narración parabólica
posea estas tres características:
Ha de partir siempre de
la realidad, ha de poseer una
gran fuerza interpeladora,
ha de ser atrayente. Pero, por
otra parte: partir de la realidad
es ser verdadero, vivir desde
la autenticidad y la profundidad,
frente a cualquier tentación
superficial, y frente al barniz
que envuelve, con frecuencia,
la existencia humana (aunque
éste sea un barniz “religioso”);
interpelar es ser bueno,
es decir, vivir desde la entrega,
venciendo el egocentrismo suicida
y homicida, no permaneciendo
atrapados en la coyuntura
de este mundo “malo” que,
a veces, “piensa” el bien, pero
“hace” el mal; atraer es ser
bello, o sea, vivir desde la armonía
encantadora que crean
la verdad y la bondad, seducir
desde “el poder de lo real”, de
lo que se es, y desenmascarar
así la estética encubridora o
manipuladora.
Quizás empecéis a comprender
ya por qué un equipo,
si quiere recuperar su “sustancia”,
está llamado a ser “parabólico”.
Pero, ¿existe algún
modo de “re-convertir” (fijaos
que la palabra insinúa que para
ello hay que “convertirse dos
veces”) al equipo parabólicamente?...
Sí, claro que existe,
pero no se encuentra en ningún
libro, ni siquiera la convivencia
de transmisión podrá proporcio-
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