253 - Equipos de Nuestra Señora

el mismo ser de la Iglesia que
es el Cuerpo Místico de Cristo,
tal como lo expone San Pablo
en la Primera Carta a los Corintios,
doctrina que el Apóstol
concluye en el capítulo 13 con
su precioso “Himno al Amor
Cristiano”, llamado también el
Cantar de los Cantares del
Nuevo Testamento.
La multiplicidad y la riqueza
de dones y carismas que
se daba en la comunidad cristiana
de Corinto ofrece a San
Pablo la oportunidad de exponer
una magnífica lección de
eclesiología que, por estar inspirada
por el Espíritu
Santo, es
válida para siempre:
que todos
formamos la
Iglesia y todos
nos necesitamos
para construir el
Cuerpo de Cristo
—el Cristo total—
, que la diversidad
de carismas
ha de favorecer
la unidad de la
Iglesia, que
todos hemos de
buscar por encima
de todo el
bien de los demás y lo que es
útil a la comunidad, y hemos de
actuar movidos sólo por el
amor. Y en cuanto al matrimonio
y el celibato (por el Reino
de Dios) proclama que tanto
uno como otro son dones del
Señor y que lo importante es
que cada uno se mantenga fiel
a Cristo y a su Iglesia, sea cual
sea su estado y el servicio eclesial
al que Dios le haya llamado.
Escribe San Pablo: “Hay diversidad
de carismas, pero el
Espíritu es el mismo. Hay diversidad
de ministerios, pero el
Señor es el mismo. Hay diversi-
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