11.05.2013 Views

Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA SOCIEDAD SOMOS NOSOTROS<br />

A MI CICERONE<br />

No sé si Jesús Cornejo recordará que en mi primer día en el instituto fue él quien me recibió y me enseñó el instituto<br />

y, a<strong>de</strong>más, quien me presentó al equipo directivo y a todos los profesores que nos íbamos encontrando. Y<br />

por esta razón, por su amable y cálida bienvenida, me sentía en <strong>de</strong>uda con él.<br />

No se me ocurrió otra forma mejor <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar mi gratitud que ofrecerme a acompañarle a una excursión que<br />

estaba preparando para su tutoría y le sugerí que fuéramos a Cercedilla, y que no se preocupara, que yo conocía<br />

aquello. Nada más empezar a subir los cuatro kilómetros que separan la estación <strong>de</strong> Cercedilla <strong>de</strong>l parque <strong>de</strong> las<br />

Dehesas, ya empezó a <strong>de</strong>cir: “¿Falta mucho?” “¿Todavía no vamos a hacer una parada?” “¿Que quieres <strong>de</strong>cir con<br />

que aún faltan tres kilómetros?”; y mientras tanto se iba encendiendo un cigarro tras otro, supongo que para<br />

hacer la tortura algo más lleva<strong>de</strong>ra. Durante todo el camino les iba diciendo a los alumnos: “Empujad al abuelo,<br />

que no pue<strong>de</strong> con la cuesta” y se agarraba <strong>de</strong> la mochila <strong>de</strong> alguno para que tirara <strong>de</strong> él, y nos contaba la mala<br />

forma física que tiene y el esfuerzo tan enorme que le estaba costando subir.<br />

Lo que él no sabía es que la vuelta iba a ser peor, aunque fuera cuesta abajo. Por mi culpa, por no controlar<br />

bien los tiempos, empezamos la bajada cuando sólo quedaban 40 minutos para que saliera nuestro tren y, para<br />

que os hagáis una i<strong>de</strong>a, os contaré que en la ida habíamos tardado más <strong>de</strong> hora y media. Lo que nunca habría imaginado<br />

ver fue lo que pasó<br />

<strong>de</strong>spués: Jesús se puso el<br />

primero y corría tanto que<br />

los <strong>de</strong> atrás casi no le podíamos<br />

seguir. No sólo pudimos<br />

coger el tren, sino que a<strong>de</strong>más<br />

nos sobraron unos minutos.<br />

Ese día Jesús me volvió a<br />

<strong>de</strong>mostrar la gran persona<br />

que es: había preparado una<br />

cantidad ingente <strong>de</strong> <strong>de</strong>liciosos<br />

“sangüis” o<br />

“sandwiches” (como prefiráis<br />

llamarlos) y <strong>de</strong> filetitos<br />

<strong>de</strong> carne que repartió alegremente<br />

entre todos hasta<br />

que le <strong>de</strong>jamos sin nada; y,<br />

a<strong>de</strong>más, no me mató <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la paliza que le metí y<br />

todavía me dirige la palabra,<br />

que me parece lo más increíble.<br />

Jesús, la próxima vez que te<br />

quiera agra<strong>de</strong>cer algo te<br />

haré una tarta o te invitaré<br />

a un café, te lo prometo.<br />

PASSO, AÑO I Nº3,<br />

13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!