Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

16
LA SOCIEDAD SOMOS NOSOTROS
Narración de un viaje a París por Yo XD
Teníamos que estar en la puerta del instituto a las seis o así, no me acuerdo ya,
para coger el autobús que iba al aeropuerto y la gente, yo no sé si se había drogado
o algo, porque llevaban gafas de sol cuando todavía era de noche y cantaban
canciones de (la maravillosa) Lady Gaga. Bueno, esto sólo lo hizo Sara, pero molestaba
como si lo estuviéramos haciendo todos porque, yo no sé los demás, pero lo
que era yo, no había dormido nada la noche anterior y estaba que no era ni persona
ni ná. Total que llegamos al aeropuerto, facturamos y el avión llegó. Cuando
por fin llegamos a París sanos y salvos, cogimos las maletas y nos montamos en el
RER que, aunque parezca una cosa así de super última tecnología, resulta ser un
tren más antiguo que andar a pie. Cuando salimos tuvimos que coger el metro y yo
iba siempre con la bandolera bien agarrada porque, entre que en todos lados
había advertencias de que podía haber pickpockets y que mi madre llevaba dándome
la lata como un año con que tuviera cuidado de que no me robaran, (no como
MariTere, que su madre le decía que no cogiera las cosas de los demás XD), a mí
ya se me había “automatizao” lo de llevar la mano al bolso. Bueno, que al final llegamos al albergue .Voy a describir el
albergue y me voy a quedar corta porque ese sitio necesita que le hagan un libro por lo menos: lo primero las sábanas,
que si alguna estaba limpia era porque los de la limpieza se habían confundido (o sea yo dormía sobre el colchón sin sábana
ni nada y tapándome con mi abrigo del asco que me daba la idea de rozar una de esas cosas). Pero lo mejor estaba por
llegar: el baño, ¡ese baño! con esas manchas en el techo más negras que el sobaco de una cucaracha, ese suelo que te
contagiaba la lepra con solo mirarlo y ese olorcillo... en fin, que yo hasta me esperaba que salieran mutantes de allí. En
fin que volvimos a coger el tren para ir a la Torre Eiffel (¡qué superbonita!) y de allí cogimos el Bateau Bus, que es un
como un autobús pero por el Sena. Yo, como era una hora en barco, me empecé a aburrir y comencé a observar la cantidad
de asiáticos (chinos vaya) que había a bordo y, como me hizo gracia, empecé a hacerles fotos. Ahí comenzó mi obsesión
del viaje: hacer fotos a los turistas desprevenidos (si eran chinos mejor); pero todo esto fingiendo que hacía fotos
a los monumentos y las cosas, no fuera a ser que me denunciaran y me acusaran de pervertida o algo. Cuando acabó el
viaje en barco volvimos a la Torre Eiffel y subimos para ver las vistas de París de noche. Finalmente llegamos al albergue
y ¡¡¡¡¡¡nos duchamos!!!!!!!, (nunca me he duchado más rápido en mi vida), después nos fuimos a la cama. Manu se nos
acopló en la habitación y le improvisamos un colchón con las (asquerosas) mantas. El mejor momento fue cuando me empecé
a reír señalando una manta y todos me miraron raro hasta que miraron la manta y vieron ¡UNA PIEL DE CEBOLLA!
XD ¡qué ascazo!
A día siguiente, fuimos a las catacumbas y nada más bajar (yo me quedé de las últimas) veo como todo el grupo de delante
empieza a chillar y a correr hacia atrás. Yo, como es lógico, me cagué, hasta que volvieron a correr pero esta vez
hacia delante (pero seguían gritando) y me dije: yo me quedo la última que esta gente me da miedo. Al final sólo nos quedamos
cuatro atrás: Kike, Cris, Santi y yo, los “civilizados”´ que hicimos fotos (con flash, aunque estaba prohibido, no
somos tan civilizados) y vimos las cosas con tranquilidad (y tocándolas, porque Enrique cogía las calaveras como quien
coge flores en el campo). Volvimos a coger el metro, esta vez para ir al barrio latino. Allí, Altea, Manu y yo degustamos
(¡qué gran palabra, tan de abuela!) la típica comida francesa (una hamburguesa del McDonalds) y después nos fuimos a
comprar (Sandra, María, Mary Tere y Noelia “cogían las cosas prestadas” de las tiendas ¬¬). Los tres nos compramos
una boina que no me quité en todo el día porque me sentía guay y las típicas camisetas. Después fuimos a Notre Dame,
donde seguí haciendo esas maravillosas fotos a los turistas y donde había una máquina con cascos para escuchar una
selección de “marchosos” temas eclesiásticos , cantos gregorianos y demás canciones que ponen todos los fines de semana
en Ibiza. Después de librarnos de morir fatigados subiendo a la parte de arriba tuvimos que coger de nuevo el
transporte público para ir a los Campos Elíseos y ver el Arco del Triunfo (tuvimos que parar antes de llegar porque Sary
y Angy tenían que hacer pis, para completar su lista de sitios famosos donde habían hecho pis y además hacía cinco minutos
que no hacían pis, así que ya tocaba). En fin, que llegamos al albergue a cenar, pero mientras cenábamos tuvimos
una agradable conversación sobre cómo estábamos yendo al baño a hacer de vientre y como Sara, Sandra, Angy y yo
empezábamos a estar preocupadas, decidimos ir todas juntas al baño a intentar solucionarlo. Bueno, pues... esa es otra
PASSO, AÑO I Nº3,