Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

ENGLISH EXCHANGE
Todo empezó con un email desde Inglaterra. Unos cuantos chicos de un instituto querían hacer un intercambio con
nosotros. Unos cuantos de mi clase nos apuntamos y así empezó ¡la aventura! Cinco chicos y tres chicas, todos ellos de
Inglaterra, de Norwich. Llegaron un lunes por a mañana y todos estábamos nerviosísimos, ¡¡¡¡hasta la profe!!!! En el aeropuerto
les esperamos con pancartas y banderas y ya os podéis imaginar su reacción, ¡flipaban con nosotros! Al principio
todos estábamos muy tímidos y además estaban muy cansados, por eso el primer día no hicimos nada especial, tan
solo les enseñamos Pinto; todos nos llevamos una gran sorpresa al ver que hablaban perfectamente español. Llegó el
segundo día y todos juntos nos fuimos a desayunar churros y más tarde al Juan Carlos I, a jugar un partidillo de
football. Aquella tarde se revolucionaron cantando el Sing Star, ellos en español y nosotros en inglés ¡imaginaos nuestro
acento! Ese día acabamos cantando y bailando en un parque y se notaba que se iban “soltando”. Ese día estuve
hablando con “mi inglesa” en inglés ¡toda la noche!
Llegó el miércoles y nos fuimos a la WARNER. Algunos ya habían estado allí, pero de todas formas les encantó volver,
y les dio igual que hiciese
un poco de frío y se
montaron en todas las
atracciones de agua (la
verdad es que ellos
están muy acostumbrados
al frío y a la
lluvia).
El siguiente día fue “día
libre”, cada uno se fue
con su familia a diferentes
sitios; nosotros nos
fuimos a Toledo, nos
contaron que “los padres
ingleses” no son
como “los padres españoles”,
nos contaron que
eran más “sosos” y no
organizaban las cosas
como los de aquí. Cuando
volvimos a Pinto, de nuevo
nos juntamos todos.
Esta vez fuimos cenar
un Kebab, y esa tarde
fue una tarde
“grande”, nos reímos sin
parar, se empeñaron en
pagarnos la cena, pero
como nosotros no les
dejábamos, fueron ellos
a hablar con el camarero
y le decían “señor
Kebab, señor Kebab”, de
los gritos que dábamos y
de las risas ¡hasta salieron los vecinos!, en fin, que pagaron ellos.
Llegó el viernes y nos fuimos con “Pink Love”, (así es como ellos llamaban a la profe), a Madrid, pero después de habernos
inflado a comer torrijas (especialmente los ingleses). Quedamos con la profe en Atocha y estuvimos todo el día
andando por Madrid. La profe intentaba explicarnos las cosas y hasta hacer fotos... pero nosotros estábamos a lo
“nuestro”. Por fin llegamos a un bar de tapas, de esos del centro de Madrid. Pedimos croquetas, patatas y tortilla con
salsa brava, y también OREJA, ¡las caras que ponían al probarla era lo mejor!; claro que algunos ni lo probaron, entre
ellos la mayoría de los españoles. Cuando llegamos a Madrid nos fuimos de nuevo al Juan Carlos I y entonces “el amor,
love sweet love, surgió”, ELLOS se fueron a dar una vuelta solos ¡como en las pelis!, y claro, algo nuevo empezó.
Llegó el sábado. Por la mañana simplemente salimos a dar una vuelta y por la tarde nos fuimos al Valdemoro a patinar
PASSO, AÑO I Nº3, 29