Pablo Picasso - Comunidad de Madrid

COLABORADORES DEL MUSO
Son así. Tienen que solucionar sus problemas ellos solitos. Pues cuando les das un consejo NO solicitado piensan
que tú piensas que ellos no saben sacarse las castañas del fuego solos, que les estás llamando imbéciles o algo
por el estilo… Otra cosa es que te pidan ayuda ¡ojo! Entonces sí que quieren que les ayudes. Pero cuando les
hayas ayudado, fin, se acabó. Desentiéndete, no les preguntes más como les va ni nada porque no te han solici-
tado más ayuda y te salen por los cerros de Úbeda. Y claro pues te confundes porque te preguntas ¿si me pidió
ayuda, por qué ahora que se la estoy dando me rechaza? ¿Habré hecho algo malo? La respuesta es no. Sencilla-
mente la manera que ellos quieren que les quieran es no preocupándose por ellos, porque son ellos los que quie-
ren que tú les necesites y que les pidas soluciones a tus problemas para que ellos se puedan meter en la cueva y
ofrecerte la respuesta y que les digas lo maravillosos que son por haberte ayudado tanto.
Entre chicos, ellos se ayudan diciendo “no te preocupes hombre que seguro que lo solucionas”. Y no se dan nin-
gún tipo de consejo, porque lo que quieren es que confíes en que ellos solos pueden solucionar el problema
(creado por ellos mismos) de la manera que crean más conveniente. Por ejemplo: que se olviden el DNI en un
viaje. En ese caso no quieren que tú les digas: “ya te dije que si llevabas todo pero como no me haces caso”. Eso
les revienta, en lugar de decirles “ya te lo dije”, quieren que reacciones con comprensión y que confíes en ellos
porque así se sienten queridos.
Y es que no debemos olvidar que hablamos idiomas diferentes y este olvido es uno de los factores que genera
más conflictos entre parejas. Somos diferentes, pensamos de diferente manera y tenemos necesidades dife-
rentes. Ellos tampoco nos entienden cuando les pedimos apoyo, porque no saben qué hacer y quizá nosotras
tampoco seamos capaces de explicarlo. Y es tan simple como que nos escuchen y no nos ofrezcan soluciones
cuando no las hemos pedido. Porque lo que queremos es desahogarnos y que nos digan que somos capaces de
salir adelante. Pero ellos en vez de eso, te ofrecen soluciones y te frustras y enfadas más. Pero… no hay nadie
como el hombre que en-
caje perfectamente con
la mujer pues ya lo decía
Platón con el mito de los
Andróginos: hombre y
mujer forman la pareja
perfecta y su unión es
necesaria para alcanzar
la felicidad.
LAURA MARTÍN
2º BACHILL. CN.
8 PASSO, AÑO I Nº3,