Costumbres Llaneras - Yopal

Se nombraban los enlazadores de a caballo para enlazar a los orejanos, mientras
se prendía candela para los hierros, estos se llevaban hasta el botalón grueso
(poste del centro del corral, horqueta, o poste para achicar reses o caballos), se
le daba una vuelta a la soga con la cual, el enlazador sostenía a la res; se
aseguraba al animal y se inmovilizaba “coleando” y “guayuqueando” que consiste
en pasar la cola de la res por la verija (parte inferior de barriga), con el fin de
inmovilizarla, para colocar el hierro. Para realizar la marca en la oreja, se
sujetaba la res por la carraca o mandíbula inferior. Al día siguiente se escoge el
ganado el que se va a vender, el de vacunar, el de destetar, el de herrar, el de
capar y por ultimo el que no se le hace nada.
Otra de las actividades que se realizaban en el corral, eran los apartes del ganado
de saca, es decir, el ganado que se vendía para su posterior engorde en los
cebaderos; que eran finas ganaderas sembradas con pastos artificiales; ubicados
en el piedemonte llanero. Y el resto se soltaba nuevamente a la sabana y se
continuaba al siguiente día, recogiendo más ganado.
Luego se procedía a la venta del ganado, que se realizaban en el corral del hato,
donde le hatero se situaba en la puerta de la corraleja con una camaza, (vasija
que se elabora a partir del táparo, que es un bejuco, y se utiliza para recoger la
leche del ordeño) en la mano o simplemente extendiendo el bayetón en el piso, y a
lo que salía un toro o una vaca, el comprador tenía que tirar una moneda de oro,
pues muchos de los dueños de hatos eran analfabetas y no sabían contar. Si al
comprador le faltaban monedas, pedía fiado.
3.2. TRABAJO DE LLANO ACTUAL
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