por ellos sigue llamando Él - Covide-Amve
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Presentar el servicio doctrinal para la Semana<br />
Vocación-Misión Vicenciana, de este año 2006, es<br />
un motivo de satisfacción. Es una o<strong>por</strong>tunidad más<br />
para reavivar la fidelidad a mi propia llamada y para<br />
verificar mi respuesta con lo más genuino de la<br />
identidad vicenciana: contemplar el rostro de Cristo<br />
en los pobres y servirlos. A esto nos invita el lema<br />
elegido para estas próximas jornadas vocacionales:<br />
“Por <strong>ellos</strong> <strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong>. Pásalo”.<br />
1. Dios es “el que llama”<br />
La historia de la salvación se va realizando, desde<br />
sus comienzos, a partir de iniciativas libres de un<br />
Dios que elige. Dios siempre elige a algunos para<br />
bendecir a todos. Llama a algunos para asociárselos<br />
especialmente como amigos y como colaboradores.<br />
La llamada de Dios es, con frecuencia, un misterio<br />
lleno de sorpresa y desconcierto, al que sólo cabe<br />
una respuesta de fe.<br />
Dios es desconcertante cuando llama y encarga a<br />
las personas una misión de salvación en favor de su<br />
pueblo. Moisés es uno de tantos ejemplos que nos<br />
presenta la Biblia. Dios irrumpe en su vida y lo<br />
servicio doctrinal<br />
<strong>por</strong> <strong>ellos</strong><br />
<strong>sigue</strong> <strong>llamando</strong> <strong>Él</strong><br />
¡pásalo!<br />
P. Joaquín González<br />
escoge para liberar a su pueblo del faraón y llevarlo<br />
<strong>por</strong> el desierto a la tierra de libertad. En medio<br />
de todas las dificultades, podía estar seguro de contar<br />
con la ayuda de Dios.<br />
Todos somos llamados, mas no de la misma manera.<br />
Un día los ojos del Señor se fijaron sobre nosotros<br />
y, según el lugar y la hora, nuestra vocación<br />
ha tomado un carácter particular.<br />
Los cristianos somos “los llamados”. Nuestra elección<br />
es fruto de su amor. Dios nos ha elegido antes<br />
de nacer <strong>por</strong>que su amor es eterno y la llamada<br />
divina no depende de nuestros méritos o cualidades,<br />
sino exclusivamente de su amor. Es una llamada<br />
eternamente libre y gratuita. Dios es quien toma<br />
la iniciativa y esto es fuente de optimismo en estos<br />
momentos de confusión y de inseguridad; recordarlo<br />
y saberlo, nos llena de serenidad y de paz. Ser<br />
conscientes de nuestra debilidad es motivo para<br />
una mayor confianza.<br />
2. Sigue <strong>llamando</strong> <strong>por</strong> Jesucristo.<br />
Dios llama al hombre, con inmenso amor, <strong>por</strong> su<br />
enviado Jesucristo. Llama a los apóstoles: “Venid<br />
conmigo y os haré pescadores de hombres” (Mt<br />
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