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LA CORONA Y LA CRUZ FORTMON
Salvador tuvo un hijo que no tuvo descendencia y esta muerto le
quedó una hija que queda fuera del proceso.
José Antonio, tuvo un varón mayor que yo y otro menor además de
dos hijas intermedias a estos, pero los concibió como hijos
naturales, casándose años después de la existencia de los cuatro.
Por la ley sálica queda excluido.
Por parte de mi papá Alfredo, están delante de mí mis hermanos
Alfredo y Stella, pero estos fueron concebidos como hijos
naturales dentro del seno de nuestro hogar, yo fui el primer hijo
legal dentro del matrimonio de mi papa con mi mamá, después de
mí hay un hermano y una hermana.
Sin embargo y para completar esta historia familiar, el primer
varón de generación antes a la mía, mi tío Francisco, al momento
de su agonía, estando ya en el hospital, algo mas de un día, trataron
de encontrarme su hija y su esposa, llamando a mi casa y dejando
mensajes a mi mamá sobre que mi tío se encontraba mal y quería
verme, la verdad mi mamá solamente me lo dijo justo casi al
momento de la muerte de mi tío, y Salí en su busca ya que el
hospital quedaba cerca, tome mi carro y fui a verlo.
Entré a su habitación y lo primero que dice Alicita, su hija, mi
prima es “mi papá quería verlo”, “papi aquí esta Dino”.
Me llamaban Dino como diminutivo de Romualdo, Romualdino,
puesto que según mis tías tenía un tío por parte de una de las
hermanas del Nonno en Italia llamado así, y quien era de carácter
muy fuerte y a mi me quedaba grande el nombre, por este motivo
me quedé Dino, y siempre creí que así me llamaba hasta tarde en la
escuela que descubrí que mi verdadero nombre era Romualdo, y la
verdad no me gusto, me sonaba raro, feo, un nombre extraño,
además de ser objeto de burla entre mis compañeritos.
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